sábado, 27 de septiembre de 2014

UN DÍA COMO HOY… 28 DE SEPTIEMBRE…

EFEMÉRIDES DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO. 

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

UN DÍA COMO HOY… 28 DE SEPTIEMBRE… PERO DE… 1955: CONSECUENCIAS DEL HURACÁN JANET EN NECAXA.

   La condición orográfica en donde se encuentra ubicada la planta de Necaxa ha sido un elemento natural al que diversos temporales como ciclones o depresiones tropicales han azotado en forma por demás violenta aquellos rumbos. Dos han sido los más furiosos: la depresión tropical que destruyó en su 100 por ciento a la planta de Tepexic en 1999 y el ciclón Janet cuyo furioso paso se dejó sentir en septiembre de 1955, y del cual se detallará tal circunstancia en la presente entrega.
   El ciclón Janet, que azotó Necaxa a finales de septiembre de 1955, originó la tempestad más severa sufrida en esa región en los 50 años de existencia de la Compañía.
   Los más altos funcionarios de la Empresa elogiaron sin reservas las atingentes medidas dictadas por los jefes técnicos del Departamento de Operación, así como la conducta de los empleados en Necaxa, cuya lealtad y habilidad evitó la interrupción de los servicios cuando aumentó la creciente de los ríos, a causa de las lluvias torrenciales que alcanzaron 295 milímetros el 29 de septiembre y amenazaron con dejar fuera de servicio el Sistema Hidroeléctrico de Necaxa.


   En una declaración conjunta, el Sr. William H. Draper Jr., Presidente del Consejo y el Ing. Gustave Maryssael, Presidente y Gerente General de la Compañ{ia, rindieron tributo a los hombres que se mantuvieron en sus puestos a pesar del posible peligro que la creciente representaba para sus personas.
   “Gracias únicamente a los esfuerzos de estos empleados quese mantuvieron firmes en sus puestos en Necaxa”, dijeron los Sres. Draper y Maryssael, “a las operaciones que ordenaron los ingenieros de la Empresa y a la inmediata disponibilidad de las plantas de generación térmica, pudo continuarse dando servicio sin interrupción”.
   “Nos enorgullecemos de contar entre nuestro personal con hombres de tal temple; acciones como las de ellos contribuyen poderosamente a cimentar la confianza entre nuestros consumidores por la seriedad y calidad siempre crecientes de nuestro servicio”.
   El huracán del Golfo, que azotó la región de Necaxa el 28 de septiembre y que perduró hasta el 29, causó intensas lluvias e inundaciones, habiendo llegado los ríos de la región a sus más altos niveles en los últimos 50 años.
   La precipitación pluvial registrada en diversos puntos del Sistema de Necaxa el 29 de septiembre fue la siguiente:

Localidad                            Mm.

Necaxa                                 295
Tenango                               140
Nexapa                                 206
Laguna                                 221
Los Reyes                            159
Toma Laxaxalpan               199
Planta de Patla                    265


   Al azotar el huracán la región de Necaxa, todos los vasos del Sistema estaban llenos, de suerte que la afluencia de agua producida por las lluvias torrenciales derramó en forma de creciente continua que alcanzó un volumen total de 27 millones de metros cúbicos durante un solo día, el 29 de septiembre. El vertedor de demasías de Necaxa Sur, cuya capacidad aproximada es de 900 metros cúbicos por segundo, derramó con una profundidad máxima de desfogue de 4 ½ metros aproximadamente. Sin embargo, el nivel de los vasos de Necaxa seguía aumentando rápidamente y, a fin de evitar que alcanzase el borde de la cortina, se adoptaron las medidas que juzgaron pertinentes.
   Al adoptar tales medidas, el personal de la Compañía pudo finalmente controlar los efectos de la creciente y a las 11 de la noche dejó de subir el nivel de las aguas cuando faltaba aproximadamente un metro para alcanzar el bordo de la presa de Necaxa y pronto comenzaron a bajar.
   A pesar del enorme volumen de agua, el equipo de la Empresa no sufrió mayores daños y no hubo interrupción en las operaciones de la Planta de Necaxa. Pero los derrames a través de Necaxa y Tenango arrastaron consigo enormes cantidades de piedras, troncos de árbol, etc., que obstruyeron el desfogue de la Planta de Tepexic y la toma del túnel de Patla. El nivel del agua en Tepexic subió lo suficiente para mojar dos de los generadores de la planta dejándola temporalmente fuera de servicio. Como la toma del túnel de Patla quedó obstruída, esta planta tuvo que interrumpir también sus servicios.
   La operación de la Planta de Tezcapa se interrumpió a causa de varios derrumbes en el canal de Tezcapa. La vía del ferrocarril desde el puente de Necaxa hasta la Planta de Tezcapa sufrió deslaves de consideraciones y debido a los derrumbes a lo largo de la carretera entre Tulancingo y Necaxa, el tránsito quedó interrumpido.
   Sin embargo, el nuevo camino que construyó la Compañía entre Mazacoatlan y Patla no sufrió ningún daño de consideración, a pesar de las fuertes lluvias. El sistema de drenaje de la Compañía arriba de la planta de Patla funcionó satisfactoriamente y en los alrededores no hubo ningún derrumbe.
   Tan luego como se calmó la tempestad, cerca de 1,100 empleados iniciaron los trabajos de reparación de los túneles, limpiando el desfogue de Tepexic y la entrada del túnel de Patla.
   Entre tanto, la Compañía y los habitantes del área central del país pudieron disponer, afortunadamente, de la capacidad generadora adicional de las plantas térmicas de Lechería y Nonoalco y de la planta Diesel de Tacubaya, que pudieron sobrellevar la carga. Sin esta generación térmica que inmediatamente substituyó los 100,000 Kw de generación hidráulica interrumpida por el ciclón, hubiera sido necesario restringir el uso de energía para la industria y quizá hasta para las poblaciones.
   La Compañía y sus trabajadores pueden estar satisfechos de que se haya contado con suficiente capacidad de generación de reserva y que el servicio al público pudo mantenerse sin interrupción a pesar de la situación que amenazó las plantas hidroeléctricas de la Compañía y que pasó inadvertida para casi todos los habitantes de la ciudad.
Fuente. Revista LyF, Año II, N° 15, Noviembre 1° de 1955, p. 14-16.

UN DÍA COMO HOY… 28 DE SEPTIEMBRE… PERO DE… 1960: Con la circular que emitió el Lic. Eduardo Garduño, Presidente y Gerente General, nuevo cargo a partir de la nacionalización de la industria eléctrica, se indica la siguiente instrucción:

Agradeceré a ustedes se sirvan indicar al personal a sus órdenes que todas las comunicaciones que se cursen en el futuro deberán ser en español. Asimismo deberá usarse solamente papel membretado de la Compañía en Español.


UN DÍA COMO HOY… 28 DE SEPTIEMBRE… PERO DE… 1960: El C.P.T. Federico Reims Camacho, ocupó desde esa fecha el cargo de Director Administrativo de la empresa. El puesto que dejó para asumir tal responsabilidad fue el de Subdirector Administrativo.

martes, 23 de septiembre de 2014

LUIS N. MORONES, COLABORADOR EN ROJO y NEGRO.

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA y SUS AUTORES INVITADOS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Luis N. Morones fue un personaje que brillaba con luz propia. En apego a sus convicciones como tribuno, experto en asuntos laborales corrió con la suerte de que durante la gestación del Sindicato Mexicano de Electricistas fuera considerado para integrarse a las actividades que llevaron a dicha organización hasta conseguir el propósito de su creación, el 14 de diciembre de 1914. Seguramente en esos momentos, Morones era un referente, pero con los años el “moronismo” terminó siendo una desilusión por la forma en que terminó manejándose, hasta verle como un escoria. Fue blanco de críticas y ya no se le miró con buenos ojos. Su caso puede ser motivo de un interesante estudio para entender el perfil de esa figura pública que, como es el caso de la presente entrega, escribió un vivo testimonio sobre los momentos del alumbramiento del S.M.E. Leamos sus impresiones al respecto de aquellas jornadas llenas de intensidad.
      Como apunta Gregorio Moreno Medina sobre Luis N. Morones:

   Fue el primer dirigente obrero de gran relevancia desde la fundación de la CROM en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el 12 de mayo de 1918.
   Morones fue el primer secretario general. Sus dos secretarios ayudantes fueron; Ricardo Treviño, antes turbulento agitador de Tampico, y José Marcos Tristán.
   Como organizador supo conjuntar una fuerte central obrera (quizá la mejor de su época hasta 1935), en la que aglutinó sindicatos de diversas especialidades, particularmente textiles, que eran los más fuertes.
   Cometió el error de, al politizar a la Confederación Regional Obrera Mexicana, entregarla primero al gobierno de Obregón, y después, al de Calles. Antes de Obregón, Carranza no le daba mayor importancia, aun cuando era la central más fuerte.
   Ello motivó –con la ayuda del gobierno- que el movimiento sindical agrupado en la central abusara de su fuerza, iniciándose una era de huelgas, pues en la década de los 20 (del siglo pasado) no había Ley Federal del Trabajo y los asuntos obrero-patronales se resolvían a base de reglamentos, aplicados según la entidad en que regían y de acuerdo con el sentir político del problema.[1]


Luis N. Morones, en pleno discurso.
SINAFO. Sistema Nacional del INAH. N° de catálogo: 22511.

Bosquejos acerca de nuestro sindicato.[2]

   Difícil tarea en verdad la que me ha sido encomendada, hacer aunque sea a grandes rasgos la historia de nuestro sindicato, que en un año de vida ha tenido tantos hechos, tantos incidentes que seguramente no podré detallar con la amplitud que merecen; dar a la publicidad la historia de una agrupación obrera que en varias etapas de su vida ha atraído sobre sí la atención general; ofrecer a nuestros hermanos proletarios el informe de nuestros trabajos haciéndolos copartícipes de nuestras angustias y nuestras satisfacciones; presentar a la miopía de la caterva burguesa el ejemplo para ellos terrorífico de lo que puede la unión; someter al criterio de propios y extraños nuestros actos, ¡he ahí la obra! Reconozco que es superior a mis fuerzas. Mi notoria incapacidad es el mayor de los obstáculos para cumplir como quisiera, la misión que se me ha conferido. Sólo tengo mi voluntad, mi voluntad sin límites y el amor que profeso a nuestra agrupación como únicos elementos con que cuento para emprender la tarea. Si esto no es bastante, tómese cuando menos en consideración para disculpar mi falta de conocimiento en esta clase de trabajos.
   Fueron 56 o 60 empleados y obreros de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, de esta ciudad los que lanzaron la iniciativa de asociarse para buscar su mejoramiento, y, sin tendencias definitivas, se reunieron por primera vez el día 5 de diciembre de 1914 en la casa habitación del compañero Salvador F. Domenzáin, ubicada en la 5ª. Calle de Dr. Lucio, No. 102, departamento 28.
   Algunos de los asistentes a aquella reunión pertenecieron a la Sociedad que en el año de 1911 comenzó a fundarse y que hubo de suspender sus trabajos por la infame presión que los altos jefes de la referida Compañía ejercieron sobre los que justamente pretendíamos unirnos para defendernos de la inmoderada explotación que veníamos sufriendo. Se hizo necesario que pasaran algunos años, que varias agrupaciones obreras comenzaran a obtener éxito en sus gestiones, que una excitativa lanzada por la Federación de obreros y empleados de la Compañía de Tranvías de México pusiera de manifiesto una vez más la imprescindible necesidad de unirse, para que el personal de la Compañía de Luz convocara a la junta a que me he referido.

Luis N. Morones vivió en carne propia la encarcelación.
SINAFO. Sistema Nacional del INAH. N° de catálogo: 47468

   Fue allí donde por primera vez el elemento obrero, en un momento de clarividencia, decidió oponer al soberbio empuje de sus infames opresores el poderoso dique de la fuerza colectiva. Pero hasta ese grupo de trabajadores no había llegado la buena nueva; acostumbrados a asociarse para auxiliarse mutuamente, no pensaron nunca en el tremendo error en que se han basado apolilladas sociedades mutualistas, y, consecuentes con la rutinaria costumbre de quitar lo poquísimo que tiene el trabajador para darlo al que no tiene nada, acordaron como primera providencia la fundación de una Sociedad Mutualista y a pesar de que hasta a algunos de los miembros de la naciente sociedad había llegado la buena nueva, la palabra prodigiosa a cuyo solo enunciado habían caído postergados los ladrones de energías y los acaparadores de conciencias, todavía se pronunciaba con temor, con el espanto de todo lo desconocido, la palabra mágica de sindicalismo. Y sucedió lo que había de suceder: que desconocido el sistema de trabajo de los Sindicatos Obreros y habiendo llegado alterados en su totalidad los datos que acerca de esta clase de sociedades de resistencia decían tener los que se consideraban bien enterados, el error persistió, nombróse la mesa directiva y el señor presidente, amo y señor, tuvo a bien citar para una próxima reunión que tuvo verificativo el día 10 del mismo mes, en el Centro Cosmopolita de Dependientes, sito en la 4ª. calle de S. Juan de Letrán, No. 60. Asistió gran número de obreros y empleados de la Compañía de Luz dándose cuenta a los que no estaban enterados de los trabajos comenzados.
   En aquella reunión pudo observarse que en el elemento obrero encontraron eco las ideas avanzadas, el sistema nuevo de lucha explicado por varios compañeros, haciendo notar las inconvenientes e innumerables desventajas que acarrearía la sociedad mutualista al trabajador, y la mayoría anónima, con esa previsión que caracteriza a las multitudes, vaciló, y cuando se pidió la sanción de lo llevado a cabo tuvo la más hermosa de las protestas: abandonar el salón, mostrando así su inconformidad con lo acordado anteriormente y haciendo patente con este hecho la inclinación que había por adoptar otro sistema, otra nueva ruta de reivindicación y de progreso. Apenas si unos cuantos se dieron cuenta de que el presidente citaba a nueva reunión en el Salón de Sesiones del Departamento del Trabajo para el día 14 del mismo mes.
   En vista de la divergencia de opiniones y ante el temor, muy justificado por cierto, de que una gran mayoría no concurriera a la reunión del día 14, dando por resultado que la unificación no se llevara a efecto, el compañero Domenzáin, presidente de la Sociedad Mutualista en embrión, citó a una junta privada para cambiar impresiones el día 12 en la Sub-Estación de la Nana y convirtiendo la azotea de la referida Sub-Estación en Salón de sesiones, se discutió largamente por los 14 a 16 socios que asistieron acerca del carácter que se daría a la agrupación prevaleciendo la iniciativa presentada a favor de transformar en Sindicato la tantas veces citada Sociedad Mutualista.
   Así las cosas verificóse la asamblea del día 14, la concurrencia escaseó por parte del personal de la Compañía de Luz, no así el elemento obrero-electricista de otras compañías y electricistas que trabajaban por su cuenta. Hizo notar el Presidente la necesidad de definir de una vez por todas la índole que debería darse a la agrupación, exponiendo que por lo observado parecía que la opinión estaba dividida, pues mientras unos sancionaban el sistema mutualista, otros, renuentes con estas ideas, proponían la fundación de un Sindicato. Indicando la conveniencia de poner a votación las proposiciones que había, resultando de ella que por mayoría quedó aprobada la fundación del Sindicato. Sólo que por razones más o menos fundadas se tomó el acuerdo de que sería independiente de la Federación de Empleados y Obreros de la Compañía de Tranvías.
   Fue en aquella memorable asamblea donde por primera vez escuchamos absortos el verbo rojo, la frase libertaria que templó los espíritus y conmovió los corazones. El compañero José Colado, director interino del Departamento de Trabajo en aquella época, dio a conocer a los novicios sindicalistas la doctrina salvadora, y su palabra fue el toque de atención que despertó las conciencias dormidas, la tea incendiaria que hizo explotar en los cerebros tumefactos del hombre esclavo, de la bestia humana, la mole inmensa del perjuicio moral y de la resignación absurda, dando paso a la verdad, hija del raciocinio y de la conciencia.
   Jamás podré olvidar lo que se dijo y la impresión tremenda que causáronme los conceptos vertidos. Fue algo desconocido, algo sublime que conmovió a la falange obrera, que despertó del marasmo en que yacía y, ávida de luz, de verdad, de justicia, alzóse altiva, rebelde e irresistible para buscar reivindicaciones no comprendidas y pagar su deuda de odio, de atavismos innúmeros a los que trafican con sus energías. También el compañero Huitrón y algunos otros miembros de la Casa del Obrero Mundial reforzaron con su palabra vehemente y con su fe de convencidos las ideas emitidas e invitaron al nuevo Sindicato a formar parte de la Confederación Obrera.
   Procedióse enseguida a nombrar al comité ejecutivo por escrutinio secreto, quedando integrado en la forma siguiente:

Secretario general, Luis Ochoa.
Secretario del interior, Ernesto Velasco.
Secretario del exterior, Antonio Arceo.
Tesorero, Toribio Torres V.
Subtesorero, Jorge Castro.
Consejero, José Colado.

   Nombráronse también a los compañeros Salvador F. Domenzáin, Antonio Arceo y José E. Backler delegados a la Confederación de Sindicatos.
   Así terminó la asamblea del día 14, que fue el prólogo de los sucesos que se han desarrollado con rapidez vertiginosa y que en muchas ocasiones han despertado el interés público.
   Jamás se imaginaron los capitalistas insensibles, los pulpos insaciables de energías humanas, que el inmenso entusiasmo, que el aplauso delirante que estalló al proclamarse la fundación del nuevo Sindicato, sería el principio de una era nueva de reivindicación y de justicia, y que la fuerza irresistible y avasalladora de la unión había de hacer inclinar con la resignación de la impotencia muchas frentes altivas, muchos ojos feroces que hasta entonces habían mirado indiferentes, agitarse desesperado y hambriento al hombre-máquina. El gesto desdeñoso y el irónico comentario con que seguramente fue acogida por la burguesía la noticia de la formación del nuevo Sindicato no duró mucho tiempo porque los hechos posteriores han puesto en los rostros y en los labios de esos mismos hombres el gesto del temor y la palabra suplicante.

(Continuará)

   Luis. N. Morones



[1] Gregorio Ortega Medina: El sindicalismo contemporáneo en México. México, Fondo de Cultura Económica, 1ª ed. 1975. 110 p. (Archivo del Fondo, 26), p. 37.
[2] Rojo y Negro. Periódico Socialista Independiente. 1915-1916. El surgimiento del Sindicato Mexicano de Electricistas. México, 2ª edición, Sindicato Mexicano de Electricistas, 2000. 189 p. Ils., facs. (Cuadernos de formación sindical, 1)., p. 52-59.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

LUX. LA REVISTA DE LOS TRABAJADORES A TRAVÉS DE SUS PORTADAS. AÑO DE 1962.

LA REVISTA LUX Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). (CAPÍTULO XVI). AÑO 1962.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Nada más comenzar, y en el ejemplar de enero, aparece una interesante aportación del Ing. Jacinto Viqueira Landa, cuyo título: “Situación actual de la industria de energía eléctrica para servicio público en México”, deja ver el grado de avance y control que se tendría hace 52 años en términos de la industria eléctrica nacional, lo que es un importante referente donde se analizan a profundidad asuntos como la generación de electricidad y capacidad instalada, no sólo en México. También en América Latina. Se pasa a otro balance sobre la producción de energía eléctrica por habitante, identifica los sistemas eléctricos para servicios públicos principales en la república mexicana (todo esto, partiendo del año 1959-1960), la capacidad instalada y energía eléctrica generada e importada en ese 1960, pues también la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. llegó a un punto de modificar su ubicación dentro de la industria eléctrica del país, pues siendo la principal generadora de energía se convirtió en la más grande consumidora de electricidad. Un punto a destacar en su revisión tuvo que ver con el número de trabajadores empleados en la industria eléctrica, así como el número de plantas generadoras para servicio público. Ese estado de la cuestión se convierte en un trabajo que destaca las condiciones propias del sector eléctrico, sugiriendo al efecto grandes inversiones en los siguientes años, para poder superar la situación de atraso que entonces registraba la industria eléctrica, aprovechando de manera más eficiente las instalaciones de que ya se disponía.
   Como en años anteriores, y esto fue ya una constante, no dejaron de aparecer publicados los diversos convenios sostenidos entre empresa y sindicato que tuviesen que ver con mejoras, beneficios adecuaciones, y demás circunstancias propias del puesto, área o sección de la múltiple red que ya tenía tejida la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. Como no falto, para ese año, el duro capítulo de la revisión al Contrato Colectivo de Trabajo. Diversos números fueron dedicados a ventilar cada una de las cláusulas del propio CCT que fueron susceptibles de ser modificadas o adecuadas a la realidad presente, con objeto de que, en caso de no llegar a ningún acuerdo, se emplazara a huelga, donde por cierto 9898 votos fueron por la huelga misma, lo que significaba la decisión de utilizar un arma fundamental del movimiento obrero, siempre y cuando la empresa no accediera a las peticiones planteadas por la organización.
   Estas fueron las cláusulas puestas a revisión, de cuyo informe puso al día el C. Antonio Leal Díaz, entonces Secretario del Trabajo del S.M.E.

Cláusula 10. Todos ustedes saben que esta cláusula no existe en nuestro contrato colectivo de trabajo y que desde la huelga de 1936 se presionó a la empresa con el objeto de establecerla. A pesar de las razones que se dieron en esa época, y no obstante los 10 días que el sindicato sostuvo en su movimiento de huelga, no se consiguió. Sin embargo, después de más de 20 años se ha comprobado que esta cláusula es absolutamente indispensable y más en este momento en que la industria eléctrica ha sido nacionalizada. El sindicato está pidiendo la inclusión de la Cláusula 10 en el contrato porque habla de las obras por administración.
Cláusula 18. Esta cláusula fue establecida desde 1936 y se refiere a los representantes del patrón. Nosotros en veintitantos años nunca le habíamos metido mano a esta cláusula. ¿Por qué no lo habíamos hecho? Porque no existía el peligro de que estos puestos se aumentaran, pues la empresa extranjera tenía mucho cuidado de no llevar a los puestos más altos de la empresa a mexicanos, que generalmente eran ocupados por extranjeros. Esto se debía en parte a los altos salarios que pagaba a todos estos señores, pero fundamentalmente porque tenían acceso a los libros de contabilidad y sobre todo al control económico y financiero de la empresa. En este momento las condiciones han cambiado totalmente: la empresa está nacionalizada, la empresa es mexicana, pero existe el peligro como lo hemos visto en otras empresas descentralizadas, de que se aumenten en forma desproporcionada esta clase de puestos abriendo la puerta a los aviadores. No queremos que se carguen las nóminas con gente improductiva que nada más vengan, por ser recomendados a ocupar estos puestos.
Cláusula 19, fr. II. De tristes recuerdos. Todos ustedes saben a quién nos referimos, a los empleados de confianza que en última instancia no son más que, como vulgarmente se dice, “perros de oreja” y gentes que se dedican a invadir las labores de los trabajadores sindicalizados pero que también vienen a cargar las nóminas en una forma indebida.
Cláusula del Complemento de Jornada de la Clase “A”. El sindicato está pidiendo que el tiempo que laboran los trabajadores en exceso de las cuarenta horas, sea pagado como tiempo extraordinario. La clase “A” en estos momentos tiene como todos los de la clase “B”, semana de cuarenta horas en cuanto a sus repercusiones económicas, pero no en cuanto su jornada diaria de trabajo; ellos laboran cuarenta y dos horas.
Renta de casa. Para ayuda de renta de casa estamos solicitando $10.00 diarios.
   Estas fueron en esencia las demandas y mejoras para el Contrato Colectivo de Trabajo en 1962, época que, como la actual, también mostraba un duro reflejo de la realidad respecto a los bajos salarios que por entonces se destinaban en conceptos de $210.00, $160.00, $56.00 y $21.60, respectivamente.
   En el número que, en teoría corresponde a marzo de 1962 la “Editorial” deja ver que el S.M.E. obtuvo el triunfo esperado, “pese a todo”, para lo cual, se hizo despliegue en noticias que daban fe de aquel suceso, siendo muy importante el que recoge el informe del entonces Secretario General, Luis Aguilar Palomino, quien comentó: “Creo que en esta fecha más importante aún que la contratación es que debemos decir, todos nosotros, cuál es el futuro actual que la situación actual augura para nuestro sindicato”.
   Un hermoso apunte de Alberto Beltrán, afirma el triunfo de aquella nueva batalla: 

LUX. La revista de los trabajadores. Año XXX, 2ª época, N° 103, del 30 de abril de 1962, p. 4-5.

   Pasados tan importantes  sucesos, vino el periodo de elecciones, y desde la revista misma se buscaba que no ocurriera, como en otras ocasiones el divisionismo.
   Algo que no deja de ser interesante es aquella pretensión que comenzó a rondar la idea sobre fusión de los tres sindicatos que entonces existían, y que para 1971, 1975 y 1977 tampoco se logró tal objetivo. En 1962 se advertía el hecho de que “En un futuro cercano el Sindicato Mexicano de Electricistas deberá integrarse en el agrupamiento sindical de todos los trabajadores electricistas de la República; puede desearse o temerse esta perspectiva, incluso puede retardarse, pero no puede evitarse. Y es que para que tal asunto prosperara de manera seria y madura entre los agremiados, convenía que el espíritu de la nacionalización permeara e hiciera una labor racional consciente entre todos quienes por entonces formaban las bases, el cimiento de esta organización sindical.
   “Una vez nacionalizada la industria eléctrica, el gobierno está procediendo a centralizar su administración”. Las anteriores fueron ideas de Luciano Galicia, colaborador de la revista en el número de mayo de aquel año.
   En el mismo ejemplar, destaca el reportaje que da cuenta de “Otro accidente mortal en líneas aéreas”, lo cual es señal de que por aquella época la frecuencia con que ocurrían este tipo de accidentes, puso en preventiva a las comisiones de seguridad e higiene, con objeto de que siendo tema prioritario, este fuese atendido de forma radical y así, evitar en la medida de lo posible, que los índices de accidentes, fuese el que fuese, se convirtieran en elementos que elevaran los índices, en vez de bajarlos considerablemente.
   Varios reportajes fueron dedicados a un personaje cuyo protagonismo histórico dejó sentadas las bases de una lucha que no habría de terminar con su muerte. Me refiero a la presencia de Rubén Jaramillo, auténtico defensor de la causa agraria.
   Vinieron más adelante las publicaciones en que aparecieron puntualmente los informes del Comité central en pleno, con lo que se cumplía una vez más, al parecer en forma religiosa, el mecanismo que daba forma y garantizaba la existencia cabal del Sindicato Mexicano de Electricistas.
   No faltaron, como siempre las secciones destinadas a dar cuenta de actividades deportivas, recreativas y culturales, las de adhesión a aquellos otros organismos sindicales que enfrentaban algún conflicto interno. Incluso, se ventiló el problema que por entonces se convirtió en tema de conversación: la facturación bimestral, misma que se revisó a partir de la petición de un cambio en la facturación de ciclo mensual a ciclo bimestral, con lo que se detectaron diversas fallas, aunque mucho de ello estaba planteado en el riesgo de que ante semejante ajuste, se perdiera un importante número de fuentes de ingreso o que se derrumbaran cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo, lo cual dio motivo al S.M.E. para evitar la pretensión que, como se puede percibir, ya no siguió discutiéndose más.
   Desde la revista se apoyó a Cuba, reafirmando su invariable postura de defensor insobornable de la libre autodeterminación de los pueblos, cualquiera que sea su régimen social o su concepción de la vida. Y desde luego, no pudo faltar también, para el mes de septiembre, la conmemoración, en ese año, del segundo aniversario de la nacionalización de la industria eléctrica, para lo cual, todavía estando al frente del país, el Lic. Adolfo López Mateos fue cabeza principal en tal ceremonia.
   Sorprende, y en el número de diciembre la aparición de un enorme listado de nuevos libros adquiridos para seguir dando forma y sentido a la Biblioteca del S.M.E.
   Como puede observarse, la información contenida en LUX. La revista de los trabajadores en el curso de 1962 es de suyo importante, por lo que, para estudiosos e interesados en conocer el curso de las cosas, tendrán una valiosa fuente de consulta a su alcance.


LUX. Año XXX (¿?), Segunda Época, N° 100, 31 de enero de 1962.


LUX. Año XXX (¿?), Segunda Época, N° 101, 28 de febrero de 1962.
COL. "FÁTIMA ALVARADO".

EXPOSICIÓN DE PINTURAS EN 1962.

CURIOSIDADES ELÉCTRICAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Sin precisarse la fecha, aunque muy probablemente haya ocurrido el suceso a comentar, en los días del mes de mayo de 1962, hubo oportunidad de montar una interesante exposición de pinturas en el “Mezzanine” del edificio “LyF”, donde el seguro acuerdo de las partes, permitió a una comisión de cultura, que varios viejos compañeros, exhibieran sus obras pictóricas. En el número de mayo de 1962, LUX. La revista de los trabajadores publicó el siguiente reportaje:

LUX. La revista de los trabajadores. Año XXX, 2ª época, N° 104, 31 de mayo de 1962, p. 16.
   Por fortuna, imágenes del mismo acontecimiento, fueron recuperadas de un álbum a punto de irse al bote de la basura por nuestra antigua compañera Griselda Guevara (q.e.p.d.) y de cuyo salvamento milagroso, hoy es posible armar este pequeño rompecabezas. Del álbum mencionado ha sido posible localizar otros tantos registros que vale la pena complementar las presente “Curiosidades…”
   Contamos con datos muy puntuales sobre quienes expusieron aquella ocasión. Entre otros estaban: Daniel Báez Bonarat, de Ingeniería-Dibujo; Gustavo Bernal Navarro, de Cobranzas-Agencias Foráneas; Alfonso Centeno, de Operación Redes, Dibujo; Castillo Elizondo, de Operación Redes; Rubén Farfán de Cobranzas-Suc. Narvarte; Rubén García de Ingeniería Eléctrica-Dibujo; Miguel Ángel González, de Planeación-Dibujo; Wolfang Pholenz, de Necaxa-Operación; Eduardo Valdez Sánchez de Agencias Foráneas-Cobranzas y Pablo Zárate Contreras, de Operación-Planta Diesel.

Aquí todos ellos, con el entusiasmo reflejado a flor de piel…

Alfonso Centeno.

Rubén García Sánchez

Eduardo Valdez Sánchez

Daniel Baez Bonorat

Gustavo Bernal Navarro.

Rubén Farfán

Miguel Ángel González Walls

martes, 16 de septiembre de 2014

ENTREGA DE DISTINTIVOS DE ORO. (11 DE MAYO DE 1959).

PERFILES DE LUZ, O GALERÍA DE PERSONAJES. RESEÑAS PUBLICADAS EN EL BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   La presente nota, fue redactada por Héctor de la Garza L., la cual se recrea en su totalidad para este blog.

   El 11 de mayo de 1959 se llevó a cabo una ceremonia en el salón-comedor del Edificio “LyF”, en la que el Lic. Julio Santos Coy, Subsecretario de Trabajo y Previsión Social, a nombre del titular de esa dependencia, Lic. Salomón González Blanco, hizo entrega de distintivos de oro y diplomas, a 98 trabajadores de la Compañía de Luz, en reconocimiento por haber cumplido más de 25 años de servicios en la Empresa.


   Ante la imposibilidad de entregar estos galardones a cada uno de ellos, el Lic. Santos Coy entregó a un grupo de nueve trabajadores sus propios diplomas y los del resto de sus compañeros. Estas personas fueron los señores Pablo Allende Casas, Antonio Amador Castelán, Felipe Galindo Maldonado, Julio Flores Barraza, Ernesto Marván Fragoso, Jesús Quiroz Vega, Guillermo Pimentel Romero, Epigmenio Ramírez Espinoza y Trinidad Paredes Monroy.
   Acompañaron al alto funcionario de la Secretaría del Trabajo, los principales directivos de la Compañía señores William H. Draper Jr., Ing. Gustave Maryssael, Ing. Juan Martínez Tejeda, Ing. José Rivera R., Ing. Alfonso Fernández del Busto, Lic. Euquerio Guerrero, Lic. José Berlanga, Ing. Miguel Pozo Casillas y el Lic. Agustín Lanuza Jr.
   La ceremonia se inició a las 17 horas ante la presencia de numerosos empleados, trabajadores e invitados. El Lic. Euquerio Guerrero, que fungió como maestro de ceremonias, tuvo a su cargo ofrecer la bienvenida al Lic. Santos Coy para agradecerle su presencia en esta ocasión.
   Posteriormente el Lic. Lanuza Jr., dirigió unas palabras a los asistentes, para expresarles que este acto significa un franco ademán amistoso de la Empresa para sus trabajadores y un propósito más de acercamiento y comprensión recíprocos.


   Más adelante dijo que los directivos de la Compañía, tienen la convicción de que la relación industrial que nace de un contrato de trabajo, no implica sólo un limitado y reseco concepto legal, sino que tiene proyecciones más amplias o sea un generoso sentido humano.


   “Los hombres de bien –afirmó el Lic. Lanuza- cumplen sus contratos no en la medida estrecha y fría de la ejecución jurídicamente irreprochable, sino pensando en que al cumplirlos sirven, al mismo tiempo que al interés ajeno, al interés propio. Este concepto de servicio recíproco requiere la amplia comprensión de los deberes y los derechos, de las necesidades y de la posibilidad de satisfacerlas, de la posición en que cada quien se halla colocado, de las responsabilidades que pesan sobre cada uno por el papel que desempeña, es decir, requiere el conocimiento y el ejercicio de las relaciones humanas”.
   Más adelante agregó que tanto interesa al patrón procurar que sus trabajadores obtengan una remuneración justa que les permita sostener con decoro y honestidad a sus familiares, como que sean física y moralmente saludables, así como que reciban un tratamiento apropiado a su dignidad humana y que se sientan seguros y contentos en su trabajo. De la misma manera los trabajadores se deben interesar por que la Empresa en la que laboran, que constituye la fuente de trabajo de donde obtienen lo necesario para satisfacer sus propias necesidades y las de sus familiares, no se debilite o muera, sino que por el contrario, se fortaleza y progrese.


   Esto implica el cumplimiento de los deberes morales de lealtad que tienen recíprocamente el patrón y sus trabajadores, o deberes de fidelidad, como lo llaman los tratadistas del Derecho del Trabajo, refiriéndose a los que impone la Ley, esto es, el cumplimiento de los deberes con el sentido de servicio mutuo a que nos referimos. Conjugar estos elementos con acierto, con amplia visión de las realidades y de las posibilidades con buena fe, con la clara comprensión de lo que todo esto significa y cuenta, es la única fórmula eficaz para lograr el necesario equilibrio industrial, que hace posible el progreso de los trabajadores y empresarios.


    Para terminar, el Lic. Lanuza expresó: “No hemos de concluir sin expresar a ustedes, amigos trabajadores, nuestros parabienes por haber recorrido este largo camino de 25 años de vida, empleándolo en una forma tan útil y honrosa como es la dedicación al trabajo y llegar con buena salud y ánimo seguramente satisfecho y optimista”.
   Acto seguido, el Lic. Santos Coy procedió a entregar los distintivos de oro y diplomas, después de enviar un afectuoso saludo del titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
   Como se recordará, en junio de 1957, el señor Presidente de la República, Lic. Adolfo López Mateos, entonces Secretario del Trabajo, asistió a una ceremonia similar, que se llevó a cabo en el Auditorio del Seguro Social, para hacer entrega de diplomas y distintivos de oro a un grupo de 700 trabajadores que habían cumplido 25 años de servicios.
   La lista completa de trabajadores que recibieron galardones en esta ocasión, es la siguiente:
  


 Revista LyF, año VI, N° 58, Junio 1° de 1959, p. 2-5.

LA SUCURSAL “OBREGÓN” SE PONE AL SERVICIO DE LOS USUARIOS EN 1959.

LA PUBLICIDAD DE LUZ y FUERZA A TRAVÉS DEL TIEMPO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   En un sitio que hoy ya solo conserva viejas reminiscencias, estuvo un día, a partir de mayo de 1959, la Sucursal “Obregón” de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., con lo que aumentaba el número de oficinas desde las cuales se atendía a usuarios domésticos e industriales para cubrir los servicios de contratos, conexiones y desconexiones, pagos por consumo, informes, etc.
   He aquí su ubicación: 


Revista LyF, año VI, N° 57, mayo 1° de 1959. Contraportada.