martes, 6 de noviembre de 2018

MATRIMONIO A LA FUERZA: LUZ y FUERZA DEL CENTRO y el SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS (1914-2009).

REANUDACIÓN DEL SERVICIO DE ESTE BLOG.
DESDE AGOSTO DE 2017 y HASTA EL DÍA DE HOY, "LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA" HABÍA DEJADO DE FUNCIONAR. RECONOZCO QUE FUE POR CAUSA DE ALGUNOS ERRORES EN LA ADMINISTRACIÓN QUE TENGO SOBRE EL MISMO.
AFORTUNADAMENTE ESTA NOCHE HA VUELTO A APARECER Y DE INMEDIATO REINICIA SUS ACTIVIDADES.

   Existen fechas clave que permiten entender la conformación de dos instituciones plenamente reconocidas, aunque también convertidas en blanco de cuestionamiento, a lo largo de su existencia.
   Me refiero a Luz y Fuerza del Centro (LyFC, por sus siglas), así como del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME, por sus siglas). Entre LyFC y el SME hubo durante su “matrimonio a la fuerza” –esto entre 1914 y 2009- todo un conjunto de acontecimientos que definieron aquella tensa relación. En todo ese tiempo, hay fechas clave que definieron o decidieron determinados capítulos que culminaron, en desafortunada circunstancia con la extinción de LyFC, esto el 10 de octubre de aquel 2009.
   Veamos, entre un numeroso despliegue aquellas que se podrían considerar como las más notables.

10 DE SEPTIEMBRE DE 1902: Se integra The Mexican Light and Power Company, Limited. Con un capital inicial de 12 millones de dólares dividido en 120 mil acciones de 100 dólares cada una con un objetivo: la generación, la distribución y la venta de energía eléctrica en la ciudad de México y en otras ciudades de la zona centro del país. Ese mismo año, Arnold Vaquíe vende a la Mexican Light and Power Company, Limited los derechos sobre Necaxa e infraestructura in situ.
   Operó en las principales zonas mineras del centro del país: El Oro, Tlapujahua y Pachuca. Es hermana de sangre financiera de la Mexican Tramways, pues hasta 1933 compartieron oficinas administrativas, algunos talleres importantes como el de Indianilla, sin dejar de olvidar a muchos de los trabajadores de esos centros de trabajo, y por supuesto, al gerente general de las mismas. Desde sus inicios compró las concesiones de la región para el aprovechamiento de aguas propiedad de la nación, en todos los casos logrando que su concesión fuese de cincuenta años e instalando en la zona sus plantas hidroeléctricas, sus redes de transmisión y distribución, así como sus oficinas de comercialización. En los años cuarenta del siglo pasado tenía ya plantas termoeléctricas como las de Nonoalco y Tacubaya, hasta llegar a construir la más grande en su tipo: la de Lechería.
   El asunto llegó al conocimiento de los intereses financieros del Banco de Montreal y de allí al Dr. Frederick Stark Pearson. Este último se interesó y estudió durante un tiempo otras posibilidades, pero pronto se convenció de que Necaxa representaba la mejor opción, se estableció un acuerdo con Vaquié y para el objeto se formó en Canadá el 10 de septiembre de 1902, “The Mexican Light and Power Company Limited”. Para que esta Compañía pudiera operar en México fue necesario que se firmara un nuevo contrato-concesión.

4 DE MARZO DE 1903: El Ing. Frederick Stark Pearson inicia los trabajos de Necaxa, los cuales quedaron terminados antes del plazo que fijaba la concesión.

25 DE JUNIO DE 1903: Se aprueban las leyes especiales del Parlamento (en Canadá) que establecieron la facultad de que la empresa denominada Mexican Light and Power Company, and Limited ejecutaría actos encaminados a la generación de energía eléctrica en territorio de la República Mexicana y por las cartas patentes suplementarias y estatutos que a lo largo de toda su existencia fueron autorizados por el Consejo de Administración y la Asamblea de Accionistas de la propia Compañía.

6 DE DICIEMBRE DE 1905: Entraron en operación las unidades 3 y 7 con 8 Mw cada una, en la central Necaxa iluminando a partir de las 18 horas un buen número de lámparas ubicadas en el centro de la ciudad de México. Además, toma carga la unidad Nº 6. Se trata de la interconexión de dos líneas que cubre tres puntos, a saber: Necaxa-México-El Oro (la línea Necaxa-México, de 159 kilómetros; la otra: Necaxa-México-El Oro de 257 Km. con una tensión de 60 mil voltios) lo que representa el primer sistema eléctrico de gran magnitud en nuestro país, que requiere de un centro de control, habilitado en el edificio anexo a la central termoeléctrica de Nonoalco.

14 DE DICIEMBRE DE 1914: Surge el Sindicato Mexicano de Electricistas.
   El primer comité del nuevo organismo fue nombrado en la asamblea del 14 de diciembre de 1914. Luis R. Ochoa fue elegido como secretario general y Ernesto Velasco como secretario del interior. En la asamblea del día 21 se decide convertir el primer nombre de la organización, Sindicato de Empleados y Obreros del Ramo Eléctrico, en el Sindicato Mexicano de Electricistas. Se eligen también a los delegados a la COM (Confederación Obrera de México) y a la naciente Federación de Sindicatos Obreros del Distrito Federal. Llegan a éstas más electricistas y muchos telefonistas de las dos empresas más importantes de ese tiempo, Telefónica Ericsson y Mexican Telegraph and Telephone Company. Para ese momento eran poco más de trescientos obreros los que daban el primer impulso al recién creado SME. Su raíz fueron los telefonistas, los electricistas y los electricistas particulares.[1]

21 DE ENERO DE 1915: Se publica el primer “Memorial” del SME. Este debe ser interpretado como antecedente clave para la construcción del contrato que luego reguló las relaciones sindicato-empresa.
   Entre otros aspectos destaca:

Que la Compañía trate con el Sindicato Mexicano de Electricistas las cuestiones de interés existentes entre ella y sus obreros empleados.

   En otro sentido, se puede entender que fundado el 14 de diciembre de 1914, el Sindicato Mexicano de Electricistas, inició su vida política el 21 de enero de 1915, emplazando un movimiento de huelga en contra de la Compañía Mexicana de Teléfonos. Esta huelga fue emplazada por el S.M.E., en virtud de que dicha organización agrupaba en su seno a los compañeros de la Empresa Mexicana de Teléfonos y éstos, a su vez, se encontraban en condiciones económicas aflictivas, pues el reducido poder adquisitivo del papel moneda, la carestía de la vida y el elevado costo de los artículos de primera necesidad, eran factores que les obligaban a exigir una mejor remuneración por parte de aquella empresa.
   Esta huelga en contra de la Cía. Mexicana de Teléfonos fue motivo de fuertes discusiones entre los representantes de la misma, de los representantes obreros y de los del Gobierno. El resultado de esas pláticas, debido a la intransigencia de los directores, culminó con la incautación del servicio de teléfonos por parte de las autoridades, las que hicieron entrega del mismo, para su dirección, a los trabajadores.
   En esta forma el Sindicato Mexicano de Electricistas, obtuvo su primer triunfo y dejó establecido un importante precedente para la administración de las empresas industriales por los trabajadores.

4 DE MAYO DE 1915: El Sindicato Mexicano de Electricistas estalla su primera huelga en contra de Ericsson.
   Debido al hecho de que en un principio, los trabajadores de la Mexican Light and Power Company, Limited, adscritos ya al Sindicato Mexicano de Electricistas no integran una masa colectiva importante, se tienen que unir a otros conjuntos de trabajadores para generar un movimiento más notorio. De ahí que lo hagan junto a los de la Telefónica Ericsson y la Mexican Telegraph and Telephone Company, empresas para las que prestan temporalmente un servicio, pero también para las que se alertan ante cualquier eventualidad laboral, sobre todo por el hecho de que en esos primeros momentos de creación sindical, los tiempos son muy inestables.

5 DE SEPTIEMBRE DE 1917: Se llevó a cabo el convenio celebrado entre los representantes de los empleados y obreros de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., y el Señor G. R. G. Conway, Director Gerente y representante general de dicha compañía, siendo este documento uno de los primeros que articularon lo relacionado con el Contrato Colectivo de Trabajo que opera desde aquellas remotas fechas.

2 DE ENERO DE 1933: Abelardo L. Rodríguez, presidente constitucional substituto, envío al Congreso de la Unión la iniciativa para autorizar al titular del Ejecutivo Federal la creación de la Comisión Federal de Electricidad, misma que fue aprobada el 20 de enero de 1934. Su objeto fundamental fue organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica, sin propósito de lucro y en beneficio de interés nacional. Finalmente el 14 de agosto de 1937 fue promulgada la Ley con que se crea dicha institución.

14 DE SEPTIEMBRE DE 1936: 1926: The Mexican Light and Power Company, Limited  reconoce la personalidad jurídica del Sindicato Mexicano de Electricistas. A partir de entonces comenzaron a negociarse bilateralmente las condiciones de trabajo en un Contrato Colectivo de Trabajo, cuyas características más importantes quedaron delineadas a partir de la huelga de 1936.

29 DE JUNIO DE 1936: El Sindicato Mexicano de Electricistas estalla su segunda gran huelga contra la Mexican Light and Power Company, Limited; a consecuencia de esto, empresa y sindicato firmarán uno de los contratos colectivos más avanzados de la época.

16 DE ENERO DE 1951: Se protocoliza contrato donde The Mexican Light and Power Company, Limited y sus subsidiarias:

Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A.
The Mexican Electric Light Company, Limited.
Compañía Mexicana Meridional de Fuerza, S.A.
Compañía de Fuerza del Suroeste de México, S.A.
Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, S.A.
L. M. Guibara Sucesores, S. en C.
Edificio de Luz y Fuerza, S.A., y la
Compañía Hidroeléctrica y de Terrenos, S.A., constituyeron un gravamen hipotecario sobre la casi totalidad de sus bienes para garantizar los compromisos financieros adquiridos con motivo de la emisión de los bonos financieros con amortizaciones, de esta primera emisión, que vencerían en 1975 y, la segunda emisión, con vencimiento en 1983.

1° DE SEPTIEMBRE DE 1960: El presidente de la república Adolfo López Mateos, informó sobre la adquisición del capital social de las empresas controladas por la Mexican Light and Power Company, Limited.

   Las etapas por las que pasó nuestra empresa, Luz y Fuerza del Centro, desde su origen, 1903 y hasta su desatinada extinción en 2009, fueron varias. La primera de ellas fue bajo el doble concepto de The Mexican Light and Power Company and Limited, que con los años pasó a definirse como Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias. Más adelante se conoció como Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. Andando el tiempo, pasó a definirse como Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. (en liquidación). A partir de 1994 se le conocía como Luz y Fuerza del Centro.

11 DE MAYO DE 1972: El presidente Luis Echeverría Álvarez, firma el Decreto que creó el Comité de Unificación de Frecuencia (CUF) a fin de eliminar en la Zona Central del país la frecuencia de 50 ciclos, para tener unificado el territorio nacional a 60 ciclos, cumpliendo con ello los objetivos mencionados en la ley del 14 de Agosto de 1937. Esta gran tarea de ingeniería, fue resultado de la intervención de técnicos y trabajadores de todo el Sector Eléctrico, la cual se llevó a cabo entre 1973 y 1979. Es de hacer notar, que esta labor no hubiera sido posible realizada con empresas extranjeras, dado que el costo de la misma no era rentable.

13 DE DICIEMBRE DE 1974: Por acuerdo Presidencial de fecha 13 de diciembre de 1974 se autorizó a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y a sus subsidiarias, a realizar todos los actos necesarios para su disolución y liquidación y a Comisión Federal de Electricidad a adquirir la totalidad de los bienes y derechos que integraban tal patrimonio. En base a dicho acuerdo, en asambleas extraordinarias de accionistas de fecha 2 y 3 de enero de 1975, se acordaron las disoluciones y entraron en liquidación la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y sus subsidiarias: Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A., Compañía Mexicana Meridional de Fuerza, S.A. y Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, S.A., respectivamente.

14 DE MAYO DE 1985: Se firma un convenio de delimitación de zonas con Luz y Fuerza del Centro, pasando las zonas de Michoacán y Guerrero a la administración de CFE. La influencia de LyFC se redujo en más del 50% de su extensión original. Un día después, el SUTERM y el SME, con la concurrencia de la Comisión Federal de Electricidad y de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y Asociadas (en liquidación), en presencia del Ejecutivo de la Unión y de los titulares de las Secretarías de Energía y del Trabajo y Previsión Social, celebraron un convenio a efecto de delimitar un polígono denominado “zona”, que correspondiera como lugar de trabajo a los miembros del SME, lo anterior para evitar los conflictos intergremiales. Este convenio se ha respetado y no han existido problemas.

20 DE MAYO DE 1985: Aunque en 1984, el S.M.E. había logrado delimitar sus zonas de trabajo con la Compañía de Luz, en tal fecha el S.M.E. en presencia del presidente de la República firma un nuevo acuerdo con el SUTERM, en el que se legitimaba la pérdida de áreas laborales. El acuerdo fue aprobado en una asamblea ilegal, con personas acarreadas y pagadas por la empresa. Pero, al ser aprobado legalmente se tiene que aplicar. Al sindicato se le despojó del 30 y 40% de su zona de trabajo para ser atendida por la CFE (El Cotidiano, 1986).

27 DE FEBRERO DE 1987: Estalla una huelga que día después, fue considera como inexistente.

13 DE DICIEMBRE DE 1989: Significó el tercer intento estatal por liquidar la presencia de ese núcleo de accionistas particulares al solicitarse ese año, por parte de los directores mexicanos de la Mexlight, la liquidación de esa empresa ante la Segunda Corte de Ontario, Canadá, y al obtenerse la orden de liquidación el 13 de diciembre de 1989. Ambos hechos significaron la voluntad estatal de consumar, después de cerca de 30 años, la nacionalización de la industria eléctrica.
   Empero, la resistencia ejercida por ese núcleo de accionistas particulares, así como una falta inexplicable de los funcionarios mexicanos de la Mexlight, condujo a una suspensión del proceso de liquidación de la Mexlight ordenado por la Comisión de Valores de Ontario, Canadá, el 25 de octubre de 1990.[2]

10 DE OCTUBRE DE 2009: Es emitido[3] en el Diario Oficial de la Federación el siguiente decreto: PODER EJECUTIVO PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA. DECRETO por el que se extingue el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro.

10 DE FEBRERO DE 2017: Después de permanecer siete años en resistencia ante la desaparición de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, decretado por el ex presidente Felipe calderón, el Sindicato Mexicanos de Electricistas (SME) regresa transformado en la cooperativa LF del Centro.

15 DE OCTUBRE DE 2018: Durante el informe y balance que presentó el Comité Central en la Asamblea Presupuestal, Martín Esparza, Secretario General del SME, entre otras declaraciones, manifestó lo siguiente:

Que de las reuniones celebradas en el Senado de la República, se puso en la mesa de las discusiones y entre otros, el asunto de la Sentencia de la Corte, del 30 de enero de 2013[4]
   Frente a Martí Batres, quien ocupará el cargo de Presidente del Senado, a partir de la instalación de la 64 Legislatura, el próximo funcionario declaró que ese asunto tendría que resolverse de inmediato. “El mismo reconoció que el golpe a LyFC fue el preámbulo para la reforma laboral y la reforma energética”. Por eso, ya se instaló con Napoleón Gómez Urrutia una mesa de trabajo, siendo un tema importante es la aplicación del Convenio 98 contratación colectiva que asociado con el convenio 87 “libertad sindical”, nos permite ir por la disputa del sector eléctrico. Se necesita que la Comisión de Trabajo y compañeros de base organicen un programa de capacitación para prepararse en la discusión de esa iniciativa. Entonces: ¿Cómo reclamar nuestra zona de trabajo?
   En la Cámara de Diputados, y ante Mario Delgado, se hizo la misma labor que con Martí Batres, siendo las circunstancias muy parecidas que lo ocurrido en el senado. Por lo tanto, de todo lo apuntado, sobre el “memorando” –que cita Esparza- dice: “…que todo se regresa… como estaba. Y como estaba, LyFC tiene personalidad jurídica y sigue existiendo. Lo que vamos a solicitar, que fue un acuerdo con las comisiones, es que solicitemos se desclasifiquen todos los documentos que Felipe Calderón mandó clasificar por 12 años. Ahí se va a encontrar el fondo del asunto. No era el problema el Contrato Colectivo de Trabajo. No era el problema lo que decían de pérdidas. El problema de fondo era la privatización de la industria eléctrica. Por eso lo reservaron 12 años. Pero hoy estamos en condiciones de discutir de fondo el tema del ilegal decreto de extinción, la actuación de la Corte, cómo reservaron los documentos… cuando se dijo que el problema era financiero, económico, que las pérdidas, que los pasivos laborales de los jubilados y demás… Todo eso fue mentira. Y lo hicieron así de hecho, pero no de derecho. Y la actuación de los presidentes de las comisiones hoy en la Cámara de Diputados es “bienvenida su propuesta” para desclasificar de fondo todos los documentos que fueron reservados en el gobierno de Felipe Calderón. Y eso nos va a permitir colocarnos muy bien en el escenario de la discusión. Manuel Bartlett lo conoce perfectamente, aquí estuvo en muchos foros, platicamos con él. También Rocío Nales que va a ser la nueva Secretaria de Energía sabe perfectamente el tema. Rodolfo Montoya Martín del Campo que va de Subsecretario de Energía, aquí estuvo en muchos foros, y son escenarios que entonces hay que utilizar y aprovechar…”

   Estas y otras interesantes declaraciones aparecidas en la página http://radiosme2.blogspot.com/ dejan ver que a nueve años exactos de la extinción de LyFC, aún al interior del propio SME, sigue haciéndose una labor que justifique que aquel amargo sucedido no fue por todas las descalificaciones de que fuimos objeto, sino del oscuro propósito por dejar preparadas las condiciones para consumar, ya lo comentaba M. Esparza, las reformas laboral y energética, que en el fondo, contaban con la inobjetable presencia de intereses y capitales extranjeros a los cuales se debía dejar pasar en condiciones privilegiadas. Y el SME, como una institución orgánica que ha sufrido composiciones y descomposiciones a lo largo de sus más de cien años de existencia, y teniendo ya, en la figura de la Sociedad Cooperativa LF del Centro como a una heredera, que proviene del acuerdo entre el SME y Mota-Engil (de origen portugués), consorcio con presencia en Europa, África y Sudamérica que también se dedica a la construcción, infraestructura, turismo y agua, decía el SME, todavía es capaz de hacer una legítima defensa por LyFC, de la que incluso pueden saberse, bien a bien, el destino de asuntos jurídicos que quedaron ocultos. Puede saberse sobre el fin de los bienes muebles e inmuebles que pasaron en “comodato” a la CFE. De los muebles y pertenencias, así como de la infinidad de documentación que hoy día sabemos, se encuentra en proceso de guarda, de acuerdo a la Ley de Sociedades Mercantiles, y que se pueden salvar muchos de ellos, para engrosar el que ya es un fondo más en el Archivo General de la Nación: el Fondo “Luz y Fuerza del Centro”.
   22 fechas, 22 latidos que siguen nutriendo y conmocionando a “ese viejo amor”.

José Francisco Coello Ugalde
Maestro en Historia.

Octubre de 2018.




[1] Rojo y Negro. Periódico Socialista Independiente. 1915-1916. El surgimiento del Sindicato Mexicano de Electricistas. México, 2ª edición, Sindicato Mexicano de Electricistas, 2000. 189 p. Ils., facs. (Cuadernos de formación sindical, 1)., p. 35.
[2] José Antonio Almazán G.: Electricidad: Una nacionalización inconclusa. México, Multiediciones California, 1994. 180 p. Tablas., p. 4.
[3] Diario Oficial de la Federación. Órgano del gobierno constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Tomo DCLXXIII No. 8 México, D.F., domingo 11 de octubre de 2009
[4] Sentencia que eliminó la posibilidad de convertir a Comisión Federal de Electricidad en “patrón sustituto” y con ello, contar con la posibilidad de materializar la reinserción laboral esperada por todos quienes en ese momento, integraban el movimiento conocido como de “la Resistencia”, constituido por 16,599 trabajadores.