miércoles, 25 de diciembre de 2013

EL ALUMBRADO PÚBLICO EN 1924.

CURIOSIDADES ELÉCTRICAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Hoy día, poco sabemos sobre la forma en que se ha administrado el alumbrado público en esta ciudad de México, por lo menos de un siglo para acá. Por tanto, conviene recoger algunas notas que fueron plasmadas en Electroactividad. Órgano de las Compañías de Tranvías y Luz que, en agosto de 1924 publicaba las siguientes notas:

EL ALUMBRADO PÚBLICO.

   El servicio público de mayor importancia es indudablemente el del alumbrado, y para darse cuenta de ello, basta recordar los tiempos en que por la escasez de lluvias hubo necesidad de economizar corriente eléctrica, cuando las luces de las calles se encendían ya entrada la noche y se apagaban en las primeras horas de la madrugada.
   El alumbrado público ha venido preocupando a las gentes desde épocas remotas, en que los trasnochadores tenía que llevar a sus lacayos con linternas o con antorchas para no ser víctimas de los espadachines que esperaban en las encrucijadas, y al correr del tiempo el alumbrado de las calles ha venido evolucionando desde los faroles de aceite, y los aparatos de gas, hasta las potentes lámparas incandescentes que se usan en la actualidad, y los elegantes candelabros que bordean las principales avenidas dándoles un aspecto feérico encantador.



   No hace muchos meses en esta ciudad el alumbrado público se hacía con lámparas de arco y diariamente se veían por las calles a los encargados de cambiar los carbones de las lámparas, llevando su caja de hierro y su manivela para desempeñar su cometido, pero la Compañía de Luz modernizó sus aparatos substituyéndolos por las magníficas lámparas incandescentes que hay en cada esquina, perfeccionando considerablemente el servicio.
   El personal de la cuadrilla que está encargada de cuidar del alumbrado público, quizá no se haya dado cuenta de la importancia de su misión y de los beneficios que reporta a sus semejantes con su trabajo, pero es el caso que de no trabajar satisfactoriamente puede quedarse a obscuras alguna zona de la ciudad, y sufrirá el prestigio de la Compañía que está empeñada en dar al público, tanto colectiva como individualmente, un servicio perfecto. A esto se deben las mejoras que constantemente se introducen en los diferentes departamentos de la Compañía, y por eso se modernizó el sistema de alumbrado público que en la actualidad está a la altura de cualquier gran urbe extranjera. 

En esta imagen, que recoge una céntrica calle de la ciudad de México en septiembre de 1920, puede observarse la infraestructura del alumbrado público. Col. del autor.


   A los inspectores de alumbrado y a la cuadrilla encargada de hacer las reparaciones del caso, les está encomendada una comisión delicada y que requiere únicamente atención constante para notar los desperfectos, y rapidez para ejecutar las órdenes que dé el operador de Nonoalco cuando se le notifique alguna interrupción. De su eficiencia depende la bondad del servicio, y para el mejor desempeño de sus obligaciones debe servirles de estímulo el conocimiento de la importancia del trabajo que tienen encomendado, y los beneficios que reportan a la comunidad.

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