lunes, 9 de diciembre de 2013

EL PAGO DEL "AHORRO" Y EL "AGUINALDO" A FIN DE AÑO.

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Durante muchos años, y por estas fechas, la comunidad de trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, y de conformidad con el Contrato Colectivo de Trabajo, en su cláusula 106, percibíamos el denominado “Fondo de ahorro”.

Esto es lo que plantea dicha cláusula:

CLÁUSULA 106.- FONDO DE AHORRO.- Se constituye en favor de los trabajadores al servicio de LyF y de los jubilados un fondo de ahorro, de conformidad con lo que se estipula en las fracciones siguientes:

I.- El monto del ahorro será equivalente al 11% (once por ciento) sobre el salario de nómina (incluyendo las percepciones variables) de que disfrute el trabajador o de las pensiones de los jubilados. Respecto de los trabajadores “volantes”, para el efecto del fondo de ahorro, se considerará como base del salario el calculado al principiar cada año de calendario y a que se refiere la Cláusula 31, fracción III, inciso c) de este Contrato. Tales descuentos se efectuarán en las listas de raya semanales.
   Las cantidades descontadas de sus emolumentos o de sus cuotas de jubilación por concepto de ahorro hasta el penúltimo domingo de los meses de marzo, julio y noviembre de cada año, serán reintegradas a los trabajadores o a los jubilados, en los meses de abril, agosto y diciembre siguientes, a más tardar en las segundas semanas de dichos meses y LyF entregará una cantidad igual como aportación suya, a los propios sindicalizados, más un 120% (ciento veinte por ciento) sobre la cantidad total descontada al sueldo del trabajador, o a la cuota de jubilación del jubilado.

II.- Si las fechas del pago del ahorro quedan comprendidas en el período de las vacaciones de algún trabajador, LyF le hará entrega del mencionado ahorro y cantidades complementarias, en los términos de la fracción I, al empezar a disfrutarlas.

III.- Si durante el año los trabajadores obtuvieren un aumento de sueldo en su puesto, el descuento para el fondo de ahorro se efectuará sobre el nuevo salario, a partir de la fecha en que empiecen a disfrutarlo.
   Para los trabajadores de nuevo ingreso los descuentos se harán a partir de la fecha de su ingreso y para los jubilados a partir de la fecha de su jubilación.

   En caso de renuncia o separación, por cualquier causa, de un trabajador antes del pago del ahorro, LyF le reintegrará la cantidad que tenga descontada o ahorrada hasta la fecha de la renuncia o de la separación, más una suma igual y el 100% (cien por ciento) sobre la cantidad ahorrada por el propio trabajador.

IV.- LyF entregará al Sindicato dentro de un plazo máximo de cinco días laborables, contados a partir de la fecha en que lo soliciten, las cantidades que resulten de conformidad con lo establecido en la fracción anterior, en caso de fallecimiento del trabajador o jubilado. El Sindicato deberá enviar a LyF, en su oportunidad, copia de las diligencias que haya practicado y de los recibos de las cantidades entregadas a los beneficiarios.[1]

V.- LyF pagará a sus trabajadores y jubilados a más tardar en las segundas semanas de los meses de abril, agosto y diciembre de cada año, la parte correspondiente de su fondo de ahorro. Esta liquidación se hará con recibo adicional o en cheque, hechas todas las deducciones proporcionales que procedan, quedando a juicio del trabajador hacerlo o no efectivo.

VI.- LyF adelantará a sus trabajadores y jubilados, la segunda semana del mes de agosto de cada año, en el cheque semanal, la cantidad de $1,750.00 (un mil setecientos cincuenta pesos) para la compra de útiles y uniformes escolares. Considerando que sean descontados en tres partes iguales, en los meses de abril, agosto y diciembre. Este adelanto será deducido de la cantidad que, por concepto de fondo de ahorro les corresponda.

   Pues bien, rememorando las mismas incidencias, ocurridas hace casi 6 décadas es que esta colaboración cobrará sentido.


En vísperas del Fondo de Ahorro.
  
   Como en años anteriores, en el transcurso de este mes, el personal de las Compañías recibirán el bienvenido y esperado Fondo de Ahorro. Con objeto de saber la forma en que va a ser invertido, entrevistamos[2] a un grupo de compañeros que prestan sus servicios en distintos Departamento de la Empresa.
   Nuestra visita se inició en el Departamento de Cables Subterráneos-Taller ubicado en Obrero Mundial y Vértiz, donde encontramos a Eliseo León Méndez, Mecánico Electricista con 25 años de antigüedad, quien nos dice: “Con mis ahorros de este año, terminaré la construcción de la planta alta de mi casa, para resolver mi viejo anhelo de no seguir pagando renta”.
   El Sr. Enrique Moncada García, compañero de labores del Sr. Méndez, considera que la mejor inversión que puede hacer con su dinero, es hacerse de una granjita que con el tiempo, pueda ayudarlo a consolidar su economía. 



   Muy cuerda la contestación del Sr. Gavino A. López Pequeño, Oficinista “O” de Contaduría de Almacenes, que nos dice: “Con lo que reciba, pagaré todas las deudas; si me sobra algo, daré el primer pago de una televisión que pienso comprar en abonos”.
   Un padre que se siente orgulloso de poder regalar a sus hijos lo que ellos ambicionan como justo premio a sus esfuerzos en el estudio, es el Sr. Basilio Pacheco Gómez, Almacenista “H” del Departamento de Almacenes con 25 años de antigüedad en la Compañía, quien afirmó que en esta Navidad obsequiará a su hijo menor una bicicleta para que se traslade a su escuela, mientras que a su hija, le hará entrega de un reloj de pulsera.
   Moisés Fuentes, Vigilante-Portero del mismo Departamento, iniciará la construcción de una casita en el terreno de su propiedad, en la colonia Magdalena.
   En el mismo caso se encuentra Felipe Sosa López, que después de 32 años de trabajar, -actualmente es Mecánico Especial del Taller de Verónica-, desea terminar la construcción de su casa, pues como él comenta con tristeza: “El año próximo me jubilo y ya no podré disfrutar del Fondo de Ahorro”.
   A Jesús García Alcalá, Soldador Especial del Taller de Verónica, el Fondo de Ahorro le resuelve un gran problema. Es casado y tiene 7 hijos. Espera con este dinero poder comprar ropa suficiente para todos ellos y pintar su casa.



   Alfonso Díaz Ugalde, Sobrestante “A” del Taller Mecánico de Verónica, le comprará a su esposa y a sus cuatro hijos, lo tanto tiempo deseado: Un aparato de televisión.
   Otro padre de familia que resuelve el problema de renovar el vestuario de sus nueve hijos para cuando entren a la escuela el año entrante, es el Sr. Gregorio Barrón Serrano, Volante Especial “A” de la Subestación Nonoalco, que tiene 31 años de trabajar en la Empresa.
   Hacer realidad su sueño de poseer un automóvil, es el deseo que seguramente realizará el Sr. Ricardo Robles Soto, Operador de Cables y Foráneo del propio Departamento que considera que después de 23 años de laborar en la Compañía podrá al fin disponer de un carro propio que lo lleve de su casa al trabajo y que además sirva para pasear a la familia.
   “Yo compraré con mi Fondo de Ahorro ropa y juguetes para mis tres hijos y buenos regalos de Navidad para mi esposa”, comentó el señor Luis de la Barrera, Mecánico Maquinista de Centrales Térmicas, Planta de Vapor Nonoalco.
   El Sr. Damián Vilchis, operador de la Grúa del Departamento de Vapor de Nonoalco, es recién casado. Con este motivo y conservando el espíritu de la luna de miel, invertirá sus ahorros en acabar de amueblar su casa.
   Finalmente el Sr. Jorge Morales, Portero de la Subestación Nonoalco, destinará este dinero para adquirir atractivos regalos de Navidad para su familia… y también para la novia.
   En síntesis, parece ser que la tendencia de este año favorece la compra, terminación y arreglos del hogar, la adquisición de televisiones y, como segunda preferencia, la compra de ropa.
Revista LyF, año III, N° 28 del 1° de diciembre de 1956, p. 7-10.

[1] CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO Celebrado entre Luz y Fuerza del Centro y el Sindicato Mexicano de Electricistas 2008-2010 (versión digital). 612 p., p. 453-55.
[2] Debo la fortuna de la presente “nota” al trabajo cotidiano de D. Héctor de la Garza L., colaborador de la Revista LyF.

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