EDITORIAL.
POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Hace
56 años fue dada a conocer una importante circunstancia que involucraba a la
empresa mejor conocida como Compañía
Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias. El asunto, se
publicó en la Revista LyF, edición
mensual al servicio de los trabajadores de la misma, en el N° 43, año V, del 1°
de marzo de 1958, p. 2 y 3 y se difundió en los siguientes términos:
NO ES
COSA DE NIÑOS…
La Comisión Económica de las Naciones Unidas
en importante y reciente estudio, estima que la producción de energía eléctrica
en México durante los próximos ocho años aumentará en un 185%. Esta predicción
es parte del cuadro general de prosperidad que vislumbra la Comisión ponente
respecto al porvenir económico de México. Aceptamos este augurio, del cual los
mexicanos debemos sentirnos optimistas al observar el desarrollo del país en
los últimos años.
Para colocarnos en posición conservadora,
digamos que el aumento en producción de energía eléctrica durante el citado
plazo de ocho años, sea solamente de un 100% en vez del 185%. Esto quiere decir
que la capacidad instalada en el país que a fines del año pasado era de
2.200,000 KW, llegaría a 4.400,000 KW y que en igual proporción se tendrían que
ampliar la capacidad de las líneas de transmisión y redes de distribución. Conservando
esta posición a fin de no incurrir en estimaciones exageradas, supongamos que
del aumento total de 2.200,000 KW sólo una tercera parte en vez del 40% actual
corresponde a la Zona Central servida por nuestra Empresa. Esto nos permitirá
calcular un aumento en la capacidad de generación para nuestro sistema
interconectado de 730,000 KW.
No se requiere mucha imaginación para entrever
el significado financiero de este problema, el que por otra parte ya había sido
mencionado por la Empresa desde hace más de un año.
En primer lugar sería necesario proyectar y
construir nuevas instalaciones con capacidad de 730,000 KW, es decir, plantas
que en conjunto sean 3 ½ veces mayores que el actual Sistema Hidroeléctrico de
Necaxa o bien nueve de igual capacidad que la actual Planta de Nonoalco. Además,
sería necesario ampliar en muchos kilómetros las líneas de transmisión a alto
voltaje y en miles de kilómetros las líneas de distribución, amén de los
correspondientes transformadores de distribución y medidores.
En segundo lugar, que deberíamos mencionar
en primero, sería necesario obtener financiamiento para este colosal programa. A
los precios actuales la construcción de plantas y redes eléctricas para una
capacidad de 730,000 KW tomando un precio unitario conservador de $5,000.00 por
KW para generación y distribución, significaría una inversión de 3,650 millones
de pesos (más de los 3,000 millones estimados por la Empresa con anterioridad)
como necesidad de financiamiento en el próximo ciclo de ampliaciones.
Hablar de una inversión anual en promedio de
400 a 500 millones de pesos, no es cosa de niños, pero tampoco debemos sentirnos
desalentados por su magnitud. La Dirección de la Empresa cuenta con la simpatía
y colaboración de las autoridades del país y con la indispensable participación
de sus técnicos y trabajadores. En esta forma es como hemos logrado sortear los
problemas durante el largo periodo de la vida de la Compañía, experiencia que
debe estimularnos cuando sea tiempo de plantear y resolver este gigantesco
problema de financiamiento y de construcción para los próximos ocho años.
Pues
bien, la nota de hace poco más de medio siglo, deja ver una perspectiva de
avance que se preveía con objeto de alcanzar metas, de conformidad con el
crecimiento mismo del país, el cual en muchos sentidos demandaba obra y
servicios de infraestructura prioritaria como la de energía eléctrica. El día
de hoy, 18 de abril de 2014, apareció una interesante apreciación del C. José
Antonio Almazán González en la cual apunta:
Si los
políticos fueran capaces de escuchar a la clase trabajadora, este sería otro
país.
17 de
abril de 2014.
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