sábado, 31 de mayo de 2014

UN AGRADECIMIENTO… DE ESOS QUE YA NO HAY…

CURIOSIDADES ELÉCTRICAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   Verán ustedes porqué lo digo:


LUX. La revista de los trabajadores. Año XVIII, N° 2, del 28 de febrero de 1945, p. 13.

MUDANZA DE “GANTE” A “VERÓNICA”.

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
  Uno de los primeros departamentos que ocuparon las nuevas instalaciones del entrañable edificio “Verónica”, en Melchor Ocampo y Marina Nacional fue la Dirección Comercial. Uno de los integrantes de dicha área dejó el siguiente testimonio:


   El nuevo edificio de la Empresa en Verónica, ha quedado prácticamente concluido e instaladas en él todas las oficinas generales de la Compañía. La primera impresión que hemos sentido al llegar a los nuevos locales que ahora ocupamos, es la de holgura y confort y la muy agradable sensación de una más fácil comunicación entre todas sus dependencias. Estos son, en resumen, los objetivos que se fijó la Compañía al proyectar construir un local donde pudieran instalarse cómodamente todas sus oficinas generales.


   El nuevo edificio de Verónica presenta un conjunto imponente, pero no es el de una edificación ostentosa; es simplemente un edificio de las proporciones y condiciones necesarias para un buen funcionamiento de la Empresa que no desentona con la importancia y señorío de nuestra ciudad. El nuevo edificio es ya parte de la fisonomía urbana de la Metrópoli. Quienes ahora lo ocupamos muy pronto aprovecharemos cabalmente las ventajas que nos ofrece y no podremos menos que hacer la consagrada pregunta, ¿”Cómo había sido posible trabajar hasta ahora sin contar con este centro único de trabajo”? Nuestro empeño debe enfocarse en hacer buen uso del edificio y en conservarlo en perfecto estado, ya que en ello está el usufructo cabal de una necesaria e importante inversión.



Revista LyF, Año V, N° 46. Junio 1° de 1958, p. 2-3.

viernes, 30 de mayo de 2014

EDITORIAL.

EDITORIAL.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Luego de que el gobierno mexicano otorgó a la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. la respectiva concesión para utilizar las aguas de los ríos Necaxa y Tenango y con ello obtener la generación de la fuerza, comenzó una de las obras de ingeniería más excepcionales, sobre todo por el hecho de encarar difíciles condiciones orográficas de la zona, con sus accidentes naturales, mismos que resolvieron un numeroso grupo de técnicos, entre nacionales y extranjeros, así como personal operativo propio de la región. A partir del 6 de diciembre de 1905 la planta hidroeléctrica de Necaxa se puso en servicio, con lo que se obtuvieron una serie de ventajas que, para la época mostraron significativos avances no sólo de la ingeniería o la arquitectura. También en un sentido que se reflejaba en la economía del país.
   Por largos 109 estuvo bajo la responsabilidad de Luz y Fuerza del Centro, empresa que, como se sabe, fue sometida a un ilegal decreto de extinción a partir del 10 de octubre de 2009. Desde entonces, dicha planta pasó a formar parte del conjunto de instalaciones de las que es responsable Comisión Federal de Electricidad. Lamentablemente, siendo una instalación muy peculiar, no ha recibido la atención requerida, por lo que se teme que al interior de la misma existan condiciones tan lamentables como por ejemplo: generadores desarmados, diques de la presa, compuertas y canales de agua sin mantenimiento, tuberías de fuerza abandonadas y otras graves omisiones que ponen en riesgo a tan emblemática instalación. De ese modo, al cobrar conciencia de su significado histórico, se han puesto en marcha diversas gestiones con objeto de protegerla, considerándola, sin temor a equivocarme, como parte esencial de la arqueología industrial en este país. Dicho concepto todavía no adquiere la relevancia debida, de ahí que se insista en los propósitos de protección de un patrimonio que merece ser rescatado.
   Hace unos días, el Comité Central del Sindicato Mexicano de Electricistas realizó una movilización en el poblado de “Juan Galindo”, aledaño a la propia planta para concientizar y sensibilizar no sólo a sus pobladores, quienes ya lo están desde hace mucho tiempo. Sino a la autoridades que ya se ve, parecen desentenderse de una responsabilidad de custodia hacia una más de las representaciones estructurales que hoy día, forman parte de una infraestructura industrial que ha pasado a formar parte del paisaje que no solo es urbano. También rural. Me refiero, una vez más, y no puedo callarlo, a la planta hidroeléctrica de Necaxa, misma que debería estar trabajando al unísono con todo el sistema  bajo el siguiente pulso:


   Además, algunos organismos y sociedades civiles han venido trabajando en forma activa para concretar ese empeño. Entre otros, se encuentra el Comité para la defensa del patrimonio cultural, tecnológico e industrial del sector eléctrico, A.C. (CODEPACUTI, A.C., por sus siglas), cuyos integrantes nos sentimos profundamente comprometidos ante la dimensión del caso. De ahí que nos hayamos sumado a la que es una noble tarea: lograr que la planta Hidroeléctrica de Necaxa, en tanto legado, pase a formar parte del patrimonio histórico de este país, con lo que la presente propuesta vendría a convertirse en otra caja de resonancia más para extender nuestras preocupaciones en el ámbito académico, sector muy sensible del que muchas veces, organismos internacionales como la UNESCO o ICOMOS, recogen y hacen suya su experiencia; y cuyo beneficio ha venido redundando en diversas labores de rescate y valoración materializada particularmente en expresiones de la cultura. 

La Jornada, 21 de mayo de 2014, p. 14. En la edición a la nota, he agregado un hermoso paisaje de La Laguna, registro fotográfico fechado en febrero de 1910. Col. del autor.


31 de mayo de 2014.

jueves, 29 de mayo de 2014

UN DÍA COMO HOY… 30 DE MAYO…

EFEMÉRIDES DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO. 

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

UN DÍA COMO HOY… 30 DE MAYO… PERO DE: 1900: Con esta fecha comenzaron a generarse las necesidades reales para la construcción de un ferrocarril pues no obstante de haber practicado camino “no será posible concluir las instalaciones porque no sería posible conducir hasta el lugar de la caída las maquinarias y tubería por su peso si no es construyendo una vía férrea entre Necaxa y San Antonio que ha procedido ya a obtener la concesión respectiva para el ferrocarril y que una vez ejecutado éste ya podrá con facilidad hacerse la primera parte de la maquinaria”.[1]


UN DÍA COMO HOY… 30 DE MAYO… PERO DE: 1917: Nace en la ciudad de Mérida, Yuc. Manuel Jaime Marco Moreno, y que para 1941 se convertiría en profesional de la ingeniería. Un año más tarde ingresa a la Cía. De Luz y después de haber ocupado varios puestos, se le designó Ingeniero Mecánico en la División de Necaxa, en tanto que para el 18 de abril de 1952 pasó a ocupar el puesto de Auxiliar del Superintendente de Necaxa.


UN DÍA COMO HOY… 30 DE MAYO… PERO DE: 1968: Ocurre un nombramiento masivo de funcionarios de confianza.

Nombramiento colectivo de diversos funcionarios o personal de confianza, aplicables a la Subdirección de Operación, de la Dirección Técnica, luego de haberse aplicado las resoluciones de la Comisión Mixta de Organización Industrial. Aquí la lista:

Ing. José Tovar Arroyo, Subdirector de Operación (Cl. 18)
Ing. Francisco Peláez Florencia, Auxiliar del Subdirector de Operación (Cl. 18)
Ing. Manuel Marco Moreno, Superintendente del Departamento de Pachuca (Cl. 18)
Ing. Ernesto Martín Robles, Superintendente del Departamento de Toluca (Cl. 18)
Ing. Efrén de Urquijo Tovar, Auxiliar del Subdirector de Operación (Cl. 18)
Ing. Luis Werner Fuschs, Superintendente del Departamento de Necaxa (Cl. 18)
Ing. José M. Trujillo Luis, Superintendente del Departamento de Cuernavaca (Cl. 19-II)
Ing. Luis Espinosa Farías, Auxiliar del Superintendente del Departamento de Pachuca (Cl. 19-II)
Ing. José Antonio Ochoa Ortiz, Auxiliar del Superintendente del Departamento de Toluca (Cl. 19-II)
Ing. Fernando Espinosa de los Monteros, Auxiliar del Subdirector de Operación (Cl. 19-II)
Ing. Ricardo Celma Albiol, Superintendente General Auxiliar de Centrales Térmicas (Cl. 19-II)
Ing. Enrique Leal Barrios, Superintendente de la Termoeléctrica de Nonoalco (Cl. 19-II)
Ing. Luis Sánchez Girón, Superintendente de la Termoeléctrica Ing. Jorge Luque (Cl. 19-II)
Ing. Guillermo Céspedes Legorreta, Auxiliar del Subdirector de Operación (Cl. 19-II)
Ing. Guillermo Silva González, Superintendente General Auxiliar de Mantenimiento y Talleres (Cl. 19-II)
Ing. Ricardo Braojos Grajales, Auxiliar del Superintendente del Departamento de Necaxa (Cl. 19-II)
Ing. José Ma. Corral Cuétara, Auxiliar del Subdirector de Operación (Cl. 19-II)
Ing. Alfonso Andino López, Superintendente General Auxiliar de Operación (Cl. 19-II)

Además:

Nombramiento colectivo, aplicable a la Subdirección de Distribución y Transmisión, de la Dirección Técnica, luego de haberse aplicado las resoluciones de la Comisión Mixta de Organización Industrial. Aquí la lista:

Ing. David Luce Vázquez, Subdirector de Distribución y Transmisión (Cl. 18)
Ing. Carlos Thompson Durand, Auxiliar de la Subdirección de Distribución y Transmisión (Cl. 18)
Ing. Enrique Limas Betancourt, Jefe de Distribución, Proyectos y Normas (Cl. 19-II)
Ing. Raúl Gallardo Fernández, Jefe de Distribución Ciudad (Cl. 19-II)
Ing. Fredy Castellanos Orrico, Jefe de Distribución Foráneo (Cl. 19-II)
Ing. José Luis Alegría Iturrioz, Superintendente de Proyectos y Normas de Distribución (Cl. 19-II)
Ing. Joaquín del Castillo Padilla, Superintendente de Cables Subterráneos (Cl. 19.II)
Ing. Alejandro león Vera, Superintendente de Líneas Aéreas (Cl. 19-II)
Ing. Roberto Espinosa Tamez, Superintendente de Operación de Redes de Distribución (Cl. 19-II)
Ing. Juan Sour Kim, Superintendente de la sección de Santa Clara (Cl. 19-II)
Ing. Luis Ortega Reyes, Superintendente de la sección de Tlalnepantla (Cl. 19-II)
Ing. Vicente Rodríguez Victoria, Superintendente de la sección de Xochimilco (Cl. 19-II)
Ing. Rafael Marentes Villalpando, Superintendente de Transmisión (Cl. 19-II) 



[1] Laura L. González Gutiérrez: “La hidroelectrificación en México. El caso de Necaxa, 1895-1906”. México, Universidad Autónoma Metropolitana, División de Ciencias Sociales y Humanidades. Licenciatura en Historia, 2003. Edición digital. 91 p., p. 71.

martes, 27 de mayo de 2014

TESTIMONIO DE AGRADECIMIENTO POR PARTE DE JULIO FLORES VARGAS.

PERFILES DE LUZ, O GALERÍA DE PERSONAJES. RESEÑAS PUBLICADAS EN EL BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

SALUDO DE UN COMPAÑERO JUBILADO.

   Con el paso de los años, poco a poco comenzaron a verse una serie de novedades, tanto en la empresa como en el sindicato. Y es que iban surgiendo ya las primeras jubilaciones de viejos camaradas que habrían ingresado a la Compañía en fechas muy tempranas, así como que, a partir de 1914 o 1915, harían lo mismo afiliándose al sindicato. Inevitablemente ese asunto, en algunos casos, desbordaba los sentimientos y las sensaciones más encontradas para expresar en qué consistió aquel camino, largo andar a veces hasta de más de 40 años de algunos trabajadores que iban diciendo adiós, luego de ser reconocida la ejemplar estela que muchos pudieron haber dejado en su área de trabajo, al punto de convertirse o convertirlos en referente, en modelo a seguir si su presencia espiritual así lo demandaba. Seguramente esto ocurrió en muchos departamentos, áreas de trabajo, talleres y demás espacios de labor de una empresa que, como la Compañía Mexicana de Lux y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias, en maridaje con el Sindicato Mexicano de Electricistas se convirtieron en esa “segunda casa” que muchos de nosotros anhelamos, y seguiremos haciéndolo pues por mucho tiempo nos debimos precisamente a esa convencida razón de vincularnos con el trabajo, de cuyo resultado se obtenía justamente el ingreso económico para sostén propio y de la familia.
   Por tal motivo, el testimonio del C. Julio Flores Vargas, quien además fue uno de los “gloriosos fundadores de nuestro Sindicato” y como veremos, expresa su satisfacción por la marcha ascendente que siguió en aquellos años (particularmente 1945).
   Sus palabras llevan el aliento de la experiencia, la de un viejo luchador, mismas que no pueden menos que infundir en todos quienes pertenecemos al S.M.E. –todos, sin excepción-, ese propósito de lucha que signifique conservar el prestigio que, como Sindicato alcanzó dentro del movimiento obrero del país.

AL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS.

Compañeros:

   Me place enviar en estas líneas mi respetuoso saludo y la expresión sincera de mi gratitud a esa gran familia de luchadores, entre los que tuve la dicha de contarme desde su nacimiento y durante el proceso de su vida social, siguiendo su penosa odisea y participando de sus días victoriosos hasta sentir hoy la satisfacción de contemplarla opulenta y feliz.
   Al recordar lo que esto ha costado, me inclino reverente ante el recuerdo de los que, con su preparación, con su entusiasmo, su dinamismo nunca desmentido, su abnegación y sacrificio, condujeron esta gran familia social hasta colocarla en el distinguido lugar que hoy ocupa.
   Si mi condición actual no me permite ya colaborar en la lucha, -a pesar de mi voluntad y mi entusiasmo-, no por eso es menor mi interés en seguir, aunque sea a distancia, la marcha progresiva del SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, cuyo solo nombre despierta en mi, animación, gratitud y cariño.
   El día en que se celebraba en Bellas Artes el aniversario de su fundación, desde un rinconcito obscuro de galería contemplaba con alegría emocionante, el grandioso espectáculo de la familia feliz. ¡El derecho cristalizado en realidad! ¡La antorcha de la justicia iluminando las conciencias!


Una asamblea en el auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas, en el año de 1945.

   Me aparté un momento del programa para ver pasar mis recuerdos de los distintos escenarios en que actuó el Sindicato y como en cinta cinematográfica pasaron por mi mente los salones de San Juan de Letrán –donde nació-, Casa del Obrero Mundial, Salto del Agua, Salón Star, actual casa de los Ferrocarriles, Empleados de Restaurante, Mesones 17, etc.; hasta llegar, por fin, a su casa propia en la República de Colombia, estrecha para la numerosa familia, pero en donde puso a prueba su disciplina, su completa unificación y su entusiasmo por elevar sus condiciones de vida social, su moral y su cultura.
   Gracias a la preparación, al talento, energía, dinamismo y constancia de sus dirigentes, todo se ha conseguido, hasta un poco de ayuda para los caídos, a quienes, con generosidad que honra y engrandece, recuerda el Sindicato.
   Gracias mil por mi parte, y si algún incidente reclama el cumplimiento del deber, no se olviden de incluir en lista de presentes a este modesto y agradecido luchador.

POR EL DERECHO Y LA JUSTICIA DEL TRABAJADOR.

Julio Flores Vargas.

LUX. La revista de los trabajadores. Año XVIII, N° 1, 31 de enero de 1945, p. 12.


lunes, 26 de mayo de 2014

POEMAS DE MAX RODRÍGUEZ SOTELO.

LUZ… A LOS POETAS. FUERZA… A LOS POETAS.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

MARASMO y SUEÑO DE NIÑO. POR MAX RODRÍGUEZ SOTELO y UN ANÁLISIS A SU POESÍA POR ABRAHAM MONTES ARENAS.

PÁGINA LITERARIA.

MARASMO

Ya no acuden a mi mente,
las parvas gaviotas del ensueño,
aquellas que suavemente,
cerraban mis párpados en beleño.

Volaron hacia regiones ignotas,
con las alas formando una cruz,
dejando plumones, hojas rotas
y el frío de la ausencia, disuelto en la luz.

Ya no pueblan los lagos de esmeralda,
ya no cruzan por el mar azul,
ya no vibra su aleteo en la falda
del monte, cobijado en tul.

Para que el poeta produzca
necesita el acicate de la inquietud,
el dolor, la sacudida brusca,
y no la perezosa quietud.

Me he sumergido en la indolencia
en esa suave y lánguida lasitud,
se ha adormecido en la sutil conciencia
el verso saturado en plenitud.

¿Qué mi estro se atrofia?
¡Bah!, duerme escondido
como el microbio temido,
que al menor impulso agobia.

Pronto sacudirá su marasmo,
pronto empezará a arder,
seca revolución y pasmo,
será el sol en gris amanecer.

El olvido es la derrota
del sentimiento profundo y generoso,
es la senda remota,
de la cobardía y el miedo tenebroso.

Yo volveré a tejer bajo tus pies,
la alfombra suave de mis versos,
y volcaré las ánforas, capullos tersos,
de mi rima si así lo quereis.

Vive en tus sueños sabor de eternidad,
arrulla la quimera del amor,
que en tus ojos flotan residuos de perversidad
que estremecen tu cuerpo en ardor.

SUEÑO DE NIÑO

Cual un niño en sus sueños sin sombras
cerré mis ojos de niño grande
dormían también las alfombras,
tendidas, esperando el paso amante.

En tus brazos me quedé dormido,
cual un niño se duerme en el regazo
materno, soñé en el Paraíso perdido,
hundidos mis cabellos sobre tu carne de raso.

Entre tus brazos me quedé dormido,
soñando que era un niño,
cerré los ojos rendido,
caída mi cara sobre tu corpiño.

Soñé que el mundo era una senda florida,
que iba bebiendo la miel de las rosas,
y así, absorbiendo la vida,
caminaba, succionando corolas hermosas.

Me sentí fuerte y potente,
optimista, feliz y contento,
me creí un niño inocente,
con plétora de buenos sentimientos.

En tus brazos me quedé dormido,
en la tibia tersura de tu seno,
no había sombras y me sentí poseído
de una plenitud tranquila, sin veneno.

Y así dormido y soñando,
sobre el embeleso de tu carne de armiño,
te seguí idolatrando
rezumante el alma de cariño.

MAX RODRÍGUEZ SOTELO
Tesorería (Listas de Raya).
Primavera de 1945.

LUX. La revista de los trabajadores. Año XVIII, N° 3, 31 de marzo de 1945, p. 38.

   Respecto al análisis, este fue presentado por otro integrante de la comunidad de trabajadores de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias, así como afiliado al Sindicato Mexicano de Electricistas. Me refiero a Abraham Montes Arenas, quien se encontraba por entonces en “Operación – Laboratorio”, mismo que nos sorprende con sus oportunas apreciaciones sobre el quehacer poético de su compañero, mismas que pongo a la consideración de los amables lectores de “Luz y Fuerza de la memoria histórica”.

COMENTARIO

   Recién se han publicado en las páginas de esta Revista en la Sección Literaria, algunas composiciones de nuestro compañero Max Rodríguez Sotelo.
   Heme impuesto la tarea de hacer un breve análisis de las peculiaridades de la lírica, que por ser la obra de un joven trabajador se impone por parte de alguien hacerlo; obra en la cual se manifiesta toda la euforia, todo el ímpetu fogoso del estro como le llama escondido, del deseo legítimo de expansión espiritual, orlado con la fácil y grácil concatenación de ideas que constituye en esencia la conformación poética de Max Rodríguez Sotelo.
   Con esto no pretendo si es un si, un no es ajustado a los cánones de la métrica establecida por la retórica, el arte poética y demás; el propósito en sí es de diseñar la sensación que se experimenta al leer el verso, que si rompe a veces revolucionariamente con la tradición, no por eso deja de tener el sabor incitante, el deleite del erotismo sin morbosidad, el sedante y sopor de droga de la tranquilidad; la muda contemplación descriptiva de lo irreal dentro de lo real de la Naturaleza.
   Marasmo, Sueño de Niño, Panorama y Remembranza son las composiciones que se han publicado en nuestra revista (la última con este número), –y que más adelante se reproducirán- florilegio substancial de primicia del lirismo de Sotelo.
   En Marasmo tenemos el anonadamiento integral del espíritu, en espera de resurgimiento circunstancial en pos de una ella.
   Sueño de Niño es la emoción de contacto espiritual con el alma de mujer, miltoniano y sutil.
   Cambia totalmente en Panorama, viene la descripción bucólica del paisaje entrelazada con los sentimientos admirativos de la euritmia de mujer, cuasi un poema sinfónico puesto en verso.
   Remembranza, antañona y un poco lúgubre pero necesaria para la idea tiene un giro distinto a las demás, de impresionismo arquitectónico de provincia, junto con la semblanza del medio, muestra un aspecto de dolor y tristeza.
   Tales han sido las composiciones publicadas.
   Existe un polimorfismo en ellas, pero se advierte claramente la tendencia descriptiva de elementos secundarios para llegar al fin de antemano deseado.
   No se trata aquí de un “snobismo” pues cada palabra, cada verso, no tiene ni con mucho, lo estridente o cursi que en nuestro tiempo ha hecho presa no sólo en la poesía sino en otras esferas del pensamiento humano en cuestión de arte.
   Estas breves palabras son con el objeto de estimular a un compañero joven hacia el camino de la superación y formación literaria y como una exégesis de lo que pueden hacer en la medida de sus fuerzas los compañeros que integran el Sindicato Mexicano de Electricistas.

LUX. La revista de los trabajadores. Año XVIII, N° 6, 30 de junio de 1945, p. 41.


PANORAMA

Sobre la alfombra tejida por el césped
artista imponderable la gran Naturaleza
me acogiste como gentil huésped
ofrendándome tu regia belleza.

En tus labios florecía la sonrisa
en tus ojos, la sutil promesa
en el aire desleía la brisa
rumores y arrullos de terneza.

Yo leía tu sutil promesa
la entrega total, absoluta,
y al admirar tu egregia belleza
pensé en la nieve impoluta.

La vida fluía en el espacio,
todo era canto, perfume y color,
fuimos juntando los labios despacio,
para no quemarnos en el gran calor.

Los rizos rebeldes retozaban coquetos
sobre tu blanca frente,
y al acariciar indiscretos,
me ofuscaba la mente.

Así, acostada sobre el verde tapiz,
los brazos en excelsa cruz,
tenías el solemne matiz
de la tarde cargada de luz.

Algo de liturgia en el fondo de tu ser,
la vida en reposo momentáneo
como si en el sagrado recinto del querer,
hubiera penetrado un miedo extraño.

Tuviste miedo de lo perecedero,
quisiste que la tarde fuera eterna
que después sólo quedaría el recuerdo
de una sonrisa, de una caricia tierna.

En ese momento de unción,
pisamos el umbral del infinito,
nuestros labios musitaron la misma oración,
para no despertar del instante bendito.

En ese momento fuimos una sola alma,
un solo pensamiento, un solo sentimiento,
la brisa oreaba los pinares con suave calma,
quedamente sin ecos de lamento.

Oh, qué tarde aquella tan majestuosa,
tan serenamente augusta,
allá lejos la mar golpeaba impetuosa.
Anfitrita sugestiva y robusta.

El Dios Pan dejaba entre el bosque
el eco de su flauta misteriosa,
la cadencia semejaba un retoque
a la naturaleza, bella y voluptuosa.

En la mar azul, serena,
rizaba sus ondas el viento,
una secreta pena,
albergaba en lo hondo el firmamento.

Parecías muñeca de un cuento,
de una historia remota,
yo silencioso bebía tu aliento,
perfume de una aurora rota.

Oh, suave figulina,
de tenues saudades;
pintada en tersa cartulina,
con el albor de las ingenuidades.

Te fuiste minuto regio,
huiste para no volver,
me dejaste el privilegio
de vivir en mi ser.

Allá en la montaña te amé con locura,
teniendo de escenario al mar,
en tus ojos leí toda la ternura,
que un hombre en la vida puede desear.

Rudo y selvático el panorama,
bravío, gallardo y fiero,
solo tú eras suavidad y calma,
al decirme quedamente: “Te quiero”.

Vibrantes se clavaron las palabras,
como garfios se incrustaron en mi ser,
mientras tú extasiada mirabas
morir en cendales, el embrujo del atardecer.

En tu carne fluye el aroma,
de selva y mar, de fruto y flor,
y sobre tus labios asoma,
la prístina sonrisa del amor.

Nunca ha sido tan intenso un instante
como ahí en la montaña altiva,
el sol ardía en llamarada gigante,
esplendiendo en la arena, su llama viva.

Fuiste inmensidad, luz e infinito,
aroma, cadencia y oración,
fuiste el poema exquisito,
que brotó espontáneo en mi corazón.

Fuiste rumo, fuiste brisa,
sembraste en mí la exquisita flor,
fuiste la excelsa poetisa,
que va por el mundo derramando amor.

Allá tendida sobre el césped,
en la boca dibujada tu mejor sonrisa,
esperas todavía al gentil huésped
con los ojos entrecerrados, dulce y sumisa.

Así te llevo yo en el alma,
una diosa de nácar recostada,
en el verde bramante de la grama
con destellos de gema recamada

MAX RODRÍGUEZ SOTELO
TESORERÍA (Listas de Raya)
Primavera de 1945.

LUX. La revista de los trabajadores. Año XVIII, N° 4-5, 31 de mayo de 1945, p. 52.

REMEMBRANZA
POR MAX RODRÍGUEZ SOTELO.

Yo vi de pequeño jugando a los cuervos,
descansar misteriosos sobre los pinares,
tenebrosos y negros con gritos acerbos
regando tristeza sobre los tejados.

Me acuerdo de una casa de beneficencia,
en que todo era tristeza y dolor,
enfermos que ponen su anhelo en la ciencia,
con la débil llama del último amor.

Amplios corredores, anchos ventanales,
arcadas austeras, prados silentes,
grama verdeante, soberbios pavos reales,
en medio una fuente y patos silvestres.

Todo está enmarcado por grises tapiales,
alfombras de flores, regios pinares,
en barrocas puertas lujosos vitrales,
figuras inciertas, altivos pilares.

En cuartos olorosos a limpio y a droga,
yo vi al abuelito sufrir de dolor,
los rudos espasmos sacudían su boca,
abrasada y exangüe por férvido ardor.

Mi choza de niño era presa de hondo temor,
una muda congoja ahogaba mi pecho
al oír de los cuervos su ronco clamor,
taladrando cruento las tejas del techo.

Yo vi jugando a los cuervos
en regios pinares olorosos a muerto,
el viento mecía sus cónicos cuerpos
tirando sus ramas sobre el huerto.

Casa de beneficencia, mansión de tristeza,
cuántas tardes grises pasé dentro de ti,
las blancas vestimentas en mística belleza
seguían mis pasos febles, cuando yo partí.

LUX. La revista de los trabajadores. Año XVIII, N° 6, 30 de junio de 1945, p. 41.

   Como fin de estos apuntes, puede apreciarse que los versos de Max Rodríguez Sotelo, corresponden al quehacer de un joven poeta que desvela una continuidad en la línea de los poetas mayores que fijaron desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, partiendo del hecho de un hacer y un quehacer ligado con los últimos soplos del romanticismo, o de aquella imponente presencia del impresionismo. Incluso de lo naturalista y hasta de las intensas veleidades del postromanticismo cercanas ya a movimientos como el estridentista. Sin embargo, este último no permeó en Rodríguez Sotelo, quien parece seguir modelos como los de Manuel M. Flores, Amado Nervo o Luis G. Urbina.

   En cuanto al análisis crítico de Abraham Montes Arenas, se descubre en ese antiguo compañero el amplio conocimiento literario que le daba suficientes elementos para realizar una recomendable esperanza al poeta en cierne.