domingo, 18 de mayo de 2014

SUPERACIÓN y LAUREL, POEMAS.

LUZ… A LOS POETAS. FUERZA… A LOS POETAS.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Al contar con el aliciente de LUX. La revista de los trabajadores, y con ejemplares que van de 1945 a 1965, creo poder emprender una búsqueda más apropiada de materiales poéticos escritos por diversos personajes, sobre todo de aquellos que formaron parte de las filas, tanto del Sindicato Mexicano de Electricistas, como de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias, así como de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. en aquellos años precisos. Al revisar el volumen correspondiente a 1945, aparecieron algunos versos en la sección PÁGINAS LITERARIAS, donde lo mismo se recogen poemas de sentida inspiración que aquellos otros nutridos de espíritu obrero, tema este último afín a los propósitos de esta serie. Pero por encima de todo, son evidencias que escribieron, como ya mencionaba, los propios trabajadores de estas históricas instituciones.
   En esta ocasión, se recrean dos versos escritos por V. Sotomayor O. desconozco su nombre y segundo apellido, por lo que como se indica originalmente, así lo plasmo, pensando que se trata de quehaceres literarios legados por hombres y mujeres electricistas, con lo que tal labor se extendió por muchos años más en la emblemática LUX…

SUPERACIÓN!

Un toque de atención por nuestras cuadras
vibra en la patria con la voz intensa!
…un hombre se levanta del trabajo
y se convierte en paladín que piensa…
erguido ante el destino que lo trajo.

Limpia la frente que el sudor abrasa
y con mirada que lo abarca todo,
recoge la broncinea clarinada
y avanza por luchar –codo con codo-
sintiendo con la fe, su mano armada.

Y, visionario del ideal que empuja,
parece un héroe de la Esparta vieja
que monta su valor en la victoria,
si la palestra brilla, y se refleja
en el combate del honor, la gloria!

Hay una fuerza que el misterio esconde
a la pasión que por el mundo rueda,
pero que brinda su potencia grave,
para invadir cuanto en el mundo queda,
y remontar el vuelo… como el ave.

-¡¡Superación!!- superación… proteja
el espejismo que en el orto crece,
para dejar que el corazón responda…
y por la vida que miseria ofrece,
sea luminar del alma –la rotonda!

Si la razón que existe en nuestro medio
para rendir la fuerza –muscular-
fuera el amor por la nutricia tierra,
-a qué luchar- crecer, sentir… y amar…
cuando parece que el valor, se encierra!

Responde tú, Nezahualcoyotl fiero,
ante el hispano que tu suelo quiere;
y con Cuauhtemoc –que de honor blasona-
cante la gloria, cuando el indio muere
y al espirar… su libertad pregona!

Y desde el Cielo –que el ejemplo cierra-
venga a nosotros, desde Aztlán, la causa…
para besar del Símbolo –la herencia-;
para decir al mundo –cual- la pausa
para luchar mejor, por la existencia!

Y cuando del espíritu a los ojos,
la admiración por la Verdad se muestre,
parecerá –con orgullosa mueca-
de la Superación, la estatua, ecuestre…
-¡honor y símbolo- de raza azteca!

LAUREL.

Al ballet infantil del S.M. de E.

Vivir bajo la luz de las estrellas,
con la diafanidad intensa, y blanca…
de un cielo despejado y silencioso,
-tiene a veces—un fondo misterioso
de ensoñación… de amor, de duda franca.

Es que el idioma sideral esboza
el alma proverbial de la belleza…
y como el yo de nuestra carne asoma
buscando las turgencias, de la poma…
si no la toca –parece que bosteza.

Ah, la diosa Pomona del sabor
que imprime sensación, de dulce miel…,
tiene el embrujo del ensalmo sabio
en cada gota de licor, al labio,
en la embriaguez de aroma, y de laurel.

Pero el eximio surtidor de Adán…,
-que embellece su Edén con lo divino,
tiene rumores de canción que llama…
con el temblor del corazón –que ama-
cuando escucha la voz, de su destino.

…Ritmos de danza –evocadora y casta-
la seda que desliza sus caricias
en lo ebúrneo del mármol de Carrara,
vierte la cesta, de emociones –rara-
y es sólo –la expresión de otras primicias.

Mas, la danza con pasos de galope,
que recuesta los frenos de sus alas
en las miradas de entusiasmo- locas…
coruscan las ideas de humildes tocas,
con la Promesa de sus tiernas galas!


LUX. La revista de los trabajadores, año XVIII, N° 8, del 31 de agosto de 1945, p. 28.

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