LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA y SUS AUTORES
INVITADOS.
POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
El día
de hoy, 18 de junio de 2014, ha aparecido en LA PRENSA. El periódico que dice lo que otros callan, en su página
7, destinada a contener las “Editoriales”, un texto de Pablo Casas Jaime, mismo
que le da el título de “Día Internacional de los Archivos”, refrendando tal
conmemoración, aún después de haberse celebrado el mismo el pasado 9 de junio,
con un mensaje altamente positivo, favorable. Se trata de que quienes están
involucrados en el ámbito de los archivos, cobren conciencia de su significado,
no sólo de sus contenidos, sino de sus obligaciones. O lo que es lo mismo, la
guarda y custodia de documentos de los que, garantizándose su conservación, nos
permiten a todos aquellos interesados acercarnos a ellos para conocer
contenido, esencia y demás elementos que servirán para entender mejor los
procesos históricos (en su amplia dimensión) o los hechos históricos (de forma
concreta y específica) que han dado lugar a los cambios, mejoras o estancamientos
de determinados sectores de la sociedad a lo largo de un segmento temporal, en
este caso de nuestro país.
La Prensa. México, D.F., 18 de
junio de 2014, p. 7
Afortunadamente, Pablo Casas Jaime dedica buena parte de su texto a las
tribulaciones que enfrentó el universo documental a partir de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, hecho que se
registró el 11 de octubre de 2009. El aliento de dicha columna vuelve a dar
aires de esperanza para que, independientemente de un porcentaje ya recuperado,
y a buen recaudo en el Archivo General
de la Nación, se tenga la certeza a mediano plazo para recuperar el resto
de otro importante bloque documental que se prevé, se encuentra sujeto a una
guarda preventiva, respaldada legalmente por la Ley de Sociedades Mercantiles.
Ojalá que así sea, pues de no ser así, habrá condiciones en su momento para
llevar a cabo las medidas pertinentes ante lo que significaría, primero que
todo un atentado de lesa culturalidad y luego el abandono que un decreto generó
en estos sentidos, omitiendo que documentación de esta naturaleza, de perderse,
generaría la omisión absoluta de parte del estado que con ello se prestó a la
complicidad de ocultar y peor aún: hacer borrar todos los testimonios posibles
sobre la forma en que Luz y Fuerza del
Centro de constituyó a lo largo del siglo XX y parte del XXI.
Señor Pablo Casas Jaime, gracias por acordarse de los archivos en los
general, del asunto de Luz y Fuerza del
Centro y todos sus concentrados documentales en lo particular. Su columna
vuelve a ocuparse de tan importante como delicado asunto en este país.
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