LA REVISTA LUX
Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). AÑO DE 1946.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Por aquella
época, un referente en las publicaciones era Revista de Revistas. Es posible que LUX tuviera como modelo tal revista, pues no sólo se puede apreciar
en la portada, sino en interiores donde se utilizan elementos tipográficos y
moldes que se encuentran con bastante frecuencia también en otros ejemplos. Sin
embargo, LUX impuso en el ámbito
sindical una edición que fuese a la par de sus alcances o pretensiones, sobre
todo de aquellos que tenía contemplado en su momento el Secretario General del
propio S.M.E. Me refiero al Diputado Juan José Rivera Rojas, ejemplo del
estereotipo forjado entre los líderes gremiales cuyas aspiraciones no se
conformaban con dirigir una institución sindical. Lo suyo era acaparar más
poder, y en esa medida controlar cualquier situación dentro o fuera de su
espacio. Especialmente los números publicados en este año, son un reflejo del
elogio hacia el líder que ha “venido construyendo la democracia y la fuerza del
S.M.E.” gracias a sus valiosas intervenciones –cuando ha sido preciso-,
buscando defender los derechos del trabajador. En todo momento, se percibe que
la publicidad favorable de que gozaba Rivera Rojas plagaba las páginas de LUX sin que se tuviese dimensión de la labor apologética de varios redactores, lo cual se lograba equilibrar con la calidad
de otras tantas plumas que, por su nombre y su prestigio, ayudaban muchísimo a
mejorar los contenidos.
Una de las más bellas portadas, y me atrevería
decir no sólo de aquel año sino de muchos, es la que corresponde al mes de
julio, ya que representa la figura femenina de la libertad que empuña una
bandera, la nacional, la cual ostenta una leyenda que dice “REVOLUCIÓN”. Llevando
un largo manto que le cubre todo el cuerpo, su figura adquiere una belleza
especial, pues debido a que el dibujante la mostró en una perspectiva que va de
abajo hacia arriba, es posible observar la figura puesta en pie, y al pie de
una nopalera, habiendo como telón de fondo no la visión rural con la que
normalmente se podría haber rematado este retrato, sino el de unos campos cuya
siembra son las torres de líneas de transmisión, chimeneas y naves
industriales, que prefiguran un futuro prometedor, aquel que se estaba
construyendo desde el sexenio de Miguel Alemán, y que con el tiempo sería, en
su más acabada versión el “Desarrollo estabilizador”. Sin embargo, el
cosmopolitismo que se afianzó con el propio presidente Alemán, no quedaba
afirmado en los espacios urbanos, sino también, y esa sería parte de la demanda
más profunda de la Revolución: que continuaran materializándose los postulados
que habrían dado vigor en el ámbito rural.
En algunos
meses LUX va a mostrar desde sus
portadas el empeño que se traduce en aquel discurso donde la causa obrera, la mano
de obra, pero sobre todo aquella que provenía del sector eléctrico, habría de
contar con un escudo protector de mensajes donde se resignificaba a la patria,
al nacionalismo. Se fortalecía también la impresionante infraestructura que iba
a requerir de mano de obra especializada y se consolidaba el mensaje que surgía
desde el seno de la institución sindical, mostrándola vigente, contestataria,
pero también dispuesta a servir a un país que requería, en momentos tan
especiales como 1946 el posicionamiento definitivo de la clase trabajadora,
quizá con el apoyo de mensajes subliminales, como aquellos donde el número de
mayo es la mejor evidencia.
De esta
forma LUX seguía publicándose y
dejando su impronta.
COLECCIÓN “FÁTIMA
ALVARADO”.
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