LUZ
y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Toca el turno en esta ocasión, de rememorar
un acontecimiento ocurrido hace poco más de 50 años en la ciudad de México. Por
sus características, la propia Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A.,
consideró que se trataba de una labor llena de talento, conocimiento y
profesionalismo, todo esto por parte de su propio personal. Concretamente le
correspondió el honor de tal privilegio a quienes formaban parte del
Departamento de Cables Subterráneos, quienes intervinieron en la reparación del
cable a 85 K.V. entre las subestaciones Nonoalco y Jamaica… algo que no había
sido posible sino hasta entonces, lo que llenó de orgullo a todos quienes
hicieron suyo el espíritu de LyFC.
Portada de la Revista
LyF, correspondiente al mes de mayo de 1959.
Vayamos
al recuento de aquel memorable hecho.
A las 3.18 hrs. del pasado 3 de marzo (de
1959), se registró una falla en el cable subterráneo de 85,000 voltios en el
tramo comprendido entre las Subestaciones “San Lázaro” y “Jamaica”, cuyos
relevadores de protección al entrar inmediatamente en operación evitaron
mayores desperfectos.
Como se recordará, el 10 de octubre de 1951,
la Compañía dio fin, en el Distrito Federal, a uno de sus más importantes
trabajos de ampliaciones de ese año, al terminar la instalación de un cable
subterráneo de 85,000 voltios, entre las Subestaciones Nonoalco-San
Lázaro-Jamaica, lo que permitió mejorar notablemente las condiciones de
distribución de energía eléctrica en la Ciudad de México y zonas circunvecinas,
dando consecuentemente mayor flexibilidad en la operación de la red y
reduciéndose al mínimo las posibilidades de interrupciones por fallas en las
líneas.
Esta línea subterránea que tiene una
extensión aproximada de 10 kilómetros, fue instalada para operar con el sistema
de “presión con gas”, para lo cual se procedió a enterrar a una profundidad
mínima de 2 metros, un tubo de acero de 14 centímetros de diámetro. En cubo
interior se colocaron los tres cables monofásicos que forman la línea; con
objeto de hacer posible la operación del cable a un voltaje tan elevado, el
tuvo fue llenado con nitrógeno a una presión aproximada de 14 atmósferas.
La falla mencionada en primer término y que
nos ocupa en esta ocasión, se debió a la perforación del aislamiento de uno de
los cables, estableciéndose un arco eléctrico entre la fase y tierra o sea el
tubo, lo cual éste se perforó, originándose el escape de todo el gas.
La localización del lugar exacto de la falla
se logró rápidamente contando con la ayuda de la amplia experiencia del Sr.
Ing. Humberto Barocio, Superintendente General de Cables Subterráneos. Al efectuar
el Ing. Barocio una inspección a lo largo del cable, en la esquina que forman
las calles de Juan de la Granja y Emiliano Zapata, notó la ausencia de polvo a
los lados de la junta de dos lozas de la banqueta, ocasionada por el soplo de
gas que había estado saliendo. Esta localización del lugar se efectuó a las
5.00 hrs. del mismo día.
Con las sugestiones de los señores Balaska y
Gustring, técnicos especializados y enviados por la Phelps Dodge Copper
Products Cor. de Nueva York, se procedió a cortar totalmente el tubo en una
extensión de 64” usándose cortadores y sierras de diamante de alta velocidad,
poniéndose especial cuidado y protecciones con objeto de no dañar el cable.
Se encontró con que la cubierta especial de
polietileno estaba muy dañada por lo que se decidió hacer la reposición del
cable en una extensión aproximada de 150 mts. para lo cual se efectuaron dos
empalmes del mismo, uno en la esquina de F.C. de Cintura y Emiliano Zapata y
otro en el pozo N° 7.
Cabe hacer
notar que los trabajadores que intervinieron en la reparación y empalmes del
cable y que actualmente son Sobrestantes son los mismos que instalaron el cable
original hace 8 años.
Revista LyF, Año VI, N° 57, mayo
1° de 1959, p. 2-4.
Una vista actualizada del sitio se pudo
encontrar en Google Earth:
Esquina de Juan de la Granja y Emiliano Zapata, Colonia
Merced Balbuena, D.F.
El registro que se aprecia -cubierto con rejilla tipo "Irving"-, es posible que tenga relación con el hecho aquí relatado. Puede apreciarse también la
tapa de concreto con la leyenda LyF.
No hay comentarios:
Publicar un comentario