EDITORIAL.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Años atrás, esta pretensión gubernamental se
ha materializado. No es poca cosa, pues decide el futuro, al menos para dos
empresas que, en principio por su condición estratégica, parecería que siguen
“protegidas” gracias al significado que seguiría guardando el espíritu del Art.
27 constitucional, cada día más vulnerable y sujeto a los caprichos de la
política, de los políticos, pero sobre todo de los intereses que ya no son con
fines o intenciones nacionalistas, sino de todo aquello que se expresa desde el
exterior.
Esa lucha que se dejó notar para con la
Reforma Energética y las leyes secundarias tuvo, el día 11 de agosto la que
podría verse como una nefasta conclusión, pues de la lectura obtenida luego de
todo el trabajo en cámaras, no nos habla sino de una alevosa entrega de los
bienes de la nación y su infraestructura al gran capital extranjero, mismo que
dispondría de esos elementos para usufructuar sin oposición alguna, tanto del
petróleo como de la electricidad, dos grandes sustentos en la economía
nacional, que por otro lado y en dos momentos distintos, se vieron beneficiados
con la expropiación y la nacionalización (1938 y 1960), con lo que dejaban de
estar presentes controles y manos extranjeras, pasando a ser propiedad de los
mexicanos. Dicha propiedad, nuevamente ya no nos pertenece, aunque
aparentemente nos digan que tal no sucederá. Desgraciadamente el ambiente de incertidumbre
y desconfianza invade a la gran mayoría de los habitantes de este país que con
este acontecimiento sentimos que lo cometido nunca fue un acto eminentemente
nacionalista, sino una auténtica traición a la patria.
Disponible en internet, agosto 14, 2014 en: http://www.jornada.unam.mx/2014/08/12/fotografia
Como hemos percibido quienes cumplimos una
misión de responsabilidad en Luz y
Fuerza del Centro, exterminarla fue un primer gran paso. Hoy, a casi cinco
años de aquel atentado, un nuevo PRI como partido en el poder, junto con todos
sus aliados NO supieron escuchar la voz del pueblo, y tal como apunta Carlos
Noriega Félix:
Encabezados de primera plana el 20 de marzo
de 1938 en El Nacional Diario Popular:
“Unánime solidaridad del pueblo con el presidente”.
Disponible en internet, agosto 14, 2014 en: http://www.jornada.unam.mx/2014/08/12/fotografia
El 23 de marzo, con un Zócalo lleno, el
presidente Lázaro Cárdenas del Río, desde el balcón central de Palacio Nacional
lee el decreto de expropiación petrolera.
El 11 de agosto de 2014 se promulgaron las
leyes secundarias de la reforma energética, con un Zócalo completamente vacío y
rodeado de vallas por el operativo de seguridad debido a la presencia del
presidente Enrique Peña Nieto.
Disponible en internet, agosto 14, 2014 en: http://www.jornada.unam.mx/2014/08/12/fotografia
Y… ¿por qué no una consulta ciudadana?
La
Jornada, N° 10786, del 13 de agosto de 2014, p. 2 El Correo Ilustrado.
Es de lamentar que una circunstancia de
estas dimensiones quede al margen de quien, en tanto condición del pueblo, pareciera
que sólo asumimos la etiqueta de observadores; o peor aún, de convidados de
piedra. Sin embargo, en la creencia de que el gobierno, la política ha cumplido
con una tarea patriótica, esto no satisface plenamente el ya de por sí
lastimado y ofendido sentido común de los mexicanos. Esto significará sumar a
la larga lista de desasosiegos algo así como la pérdida de otra parte de
nuestro territorio pues se percibe a las claras, que hay en el ambiente
premeditación, alevosía y ventaja.
Una parte del ser del mexicano es la
sumisión, eso es inevitable, y ha estado presente en muchas etapas de nuestra
historia. Sin embargo, y por lo menos para quienes integramos la que transcurre,
no sería deseable que pasáramos al registro de la memoria como un despreciable
conjunto de conformistas, sino como quienes en buena medida ya estamos
preparados para un cambio político, social e incluso económico más dignos, en
espera de que ese nuevo amanecer signifique revalorizar profundamente a este país
que hoy, y por lo menos hoy se nos está yendo de las manos.
14 de agosto de 2014.
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