LUZ A LOS POETAS…
FUERZA A LOS POETAS.
SELECCIÓN DE: JOSÉ
FRANCISCO COELLO UGALDE.
Una elogiosa serie de poemas dedicados a
este personaje, del que ya se ha hecho referencia en otros materiales, sobre
todo aquellos que dieron cuenta del caso denominado “El Veronicazo”, refieren
las grandezas, pero sobre todo las exaltaciones a quien convertido en “intocable”
de la cosa política, terminó siendo reverenciado, a pesar de mostrar comportamientos cargados de ensoberbecimiento,
mismos que se desplegaron en esos mismos términos a lo largo del periodo en que
Rivera Rojas estuvo al frente del Sindicato Mexicano de Electricistas. En todas
las publicaciones de LUX, parece
haber un común acuerdo para no mostrar al dirigente sino como lo que era: un
auténtico “Maquiavelo”.
A continuación, una muestra de aquellas
demostraciones cuya lectura y análisis quedan en la conciencia de cada lector,
procurando que sirva su contenido para entender hasta qué grado de valor humano
se pueden demostrar sentimientos… pero también intenciones oscuras.
ACRÓSTICO
PLEITESÍA A JUAN JOSÉ
RIVERA ROJAS DE LOS ELECTRICISTAS DE TOLUCA
Paladín del Deber y
del Derecho,
Luchador incansable y
sin complejos:
Eres faro de luz en
cada pecho,
Inmarcesible amor en
tus consejos.
Tienes como dosel la
Gloria misma,
En tu senda, el
laurel sirve de alfombra;
Sereno ante lo
caótico del cisma,
Inclinarse a tus
pies, viste, la sombra
Audaz y aleve de
mentido prisma.
¡Ahora el labio con
fervor te nombra!
Jamás la lucha fue
tan enconada.
Unidos el soborno y
la perfidia,
Ahogar quisieron, en
dantesca lidia
Nuestra fe en tu
honradez acrisolada.
Jano prestóse azas a
la emboscada
Oteando de los próceres
el oro,
Sin ver que tu
prestigio y tu decoro
Eran una barrera
insuperada.
Resiste de la burda
mascarada,
Invencible, escudado
en el Derecho
Viendo llegar la
recia turbonada,
Eras Júpiter mismo en
la refriega.
Rayos lanzando con tu
mano airada
A semejanza de la
imagen griega.
Rendidas ya por fin
oro y escoria
Obstáculos del Bien
para el Obrero,
Justo es que de los
hechos en memoria
A tu nombre hecho luz
de faro y gloria,
Sirva de pedestal el
Orbe entero.
Del gremio en que has
vivido y que te aclama,
El espíritu noble lo
reclama.
Luce ya en el Oriente
nueva aurora;
Ondea nuestro pendón
como en otrora,
Sin que rachas de
viento huracanado,
Empéñense en dejarlo
desgarrado,
Lealtad como la tuya,
ya no existe;
Entereza y valor,
sólo son mito
Con que la cruda
realidad se viste.
Tu levantaste el
débil que aherrojado
Redaba en un abismo
de miseria
Indefenso, ridículo y
befado
Como si fuese un
arlequín de feria.
Infundirle valor,
delito era;
Sentir piedad y
extender la mano
Tratando al desvalido
como hermano,
Arrostrando el
zarpazo de la fiera,
Sólo era privilegio
de espartano.
Dios o el Destino y
el Arcano mismo
Entregándose a ti,
salvó al civismo,
Tiemble de hoy más la
tiranía insolente
Obsecada en subir por
la pendiente
Laboriosa del mal; ya
no intimada;
Unidos de la paz en
el camino.
Contigo iremos,
desafiando al sino,
A luchar y vencer en
la partida.
31 de mayo de 1948.
Rodolfo
D. García S.
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