LUZ A LOS POETAS…
FUERZA A LOS POETAS.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Las ideas planteadas en el siguiente
romance, tienen que ver con la esperada ocasión en que se llevó a cabo un
Congreso de Derecho del Trabajo, lo que significa una de las oportunidades
donde diversos frentes laborables, expondrían sus inquietudes al respecto de
las condiciones que privaban entonces en los centros destinados a tareas
específicas, mismas que se encontraban entonces calificadas como susceptibles
de recibir un ingreso. Pero eso no era todo. Había que salir a la defensa de
otros derechos, elementos que al cabo del tiempo, se convirtieron en razones
que, para el Sindicato Mexicano de Electricistas, por ejemplo, significó un
conjunto de largas batallas, que luego de su exposición y defensa, se
convirtieron en auténticas conquistas sindicales, lo que vino a convertir a
este gremio en uno de los más apreciados, pero también uno que representaba
envidias, pues al acumularse toda una serie de ventajas, se creía como
intocable a todos sus agremiados. Sin embargo, algo que conviene aclarar es que
en México
Los gobiernos
revolucionarios fortalecieron, por razones políticas, a los sindicatos de
electricistas que disfrutaban mayores aumentos y salarios más altos que en
otras industrias. Estos costos, junto con la limitación de las tarifas a largo
plazo, desalentaron a las compañías extranjeras para invertir en la
modernización y expansión de sus sistemas.[1]
Veamos pues, la opinión del autor elegido
para esta nueva entrega en su
ROMANCE DEL GRAN CONGRESO.
Nuestro primer gran
Congreso
de Derecho del
Trabajo
y de Previsión
Social,
tendrá su abierta
mano
de orientación y de
ayuda
para que,
representados,
los obreros y patrones
expongan de un modo
franco
sus opiniones y dudas
en materia de
trabajo.
Del diecinueve de
julio
al veintitrés de este
año,
se reunirán los
factores
de la producción
humanos,
para que México vea
cómo sigue el
adelanto
patriota y mundial a
un tiempo
de las leyes del
trabajo.
En Bellas Artes
entonces
(pues será en este
palacio
donde las partes
concurran),
se verá de un modo
claro
el estímulo
industrial,
y los buenos
mexicanos
comprenderán que su
esfuerzo
se halla por fin
coronado
en principios de
igualdad
que han de regir el
trabajo.
Las mujeres y los
niños
no quedarán
olvidados,
pues sus problemas
ocupan
puntos del Congreso
básicos.
También habrá de
buscarse
equilibrio en los
salarios,
y el ocio de los
obreros
no seguirá siendo
vano,
puesto que se tratará
de enderezar su
fracaso
para que todos
obtengan
modo de vivir
honrado.
En las fábricas habrá
protección y ambiente
sano
y quienes allí
laboren
verán con gusto el
trabajo.
Los hijos de los
obreros,
con el ejemplo
enseñado,
se esforzarán por
cumplir
el destino mexicano
de ser grandes y ser
libres,
y habrán de poder
contarlo.
Todo esto dirá el
Congreso
en el próximo verano,
y el índice con que
guíe
será legítimo y
vasto.
El Presidente Alemán
inaugurará en un acto
solemne este gran
Congreso
de Derecho del
Trabajo,
y Manuel Ramírez
Vázquez,
que es Secretario del
Ramo,
presidirá las
sesiones
del pueblo y los
funcionarios.
Para explicar los
problemas,
dos Secretarios de
Estado
dirán conferencias
claras,
y un gran
universitario,
que es el Rector Luis
Garrido,
expondrá también los
casos
interesantes que
existen
en materia de trabajo.
Concurrirán al
Congreso
numerosos delegados,
y lo que se diga
entonces,
discutido y aprobado
servirá para que
México
muestre su nuevo
adelanto.
Así quedará en la
Historia
un esfuerzo limpio y
claro,
en beneficio del
pueblo
que un derecho ha
consagrado.
Francisco Serrano
Méndez.[2]
[1] Reinhard
Liehr y Mariano E. Torres Bautista (coordinadores): Compañías eléctricas extranjeras en México (1880-1960). Puebla,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Iberoamericana (en Madrid) e
Iberoamericana en: Bonilla Artigas Editores, S.A. de C.V., 2010. 238 p., Fots.,
grafs., p. 11.
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