miércoles, 22 de abril de 2015

CUANDO EL PODER LO PUEDE TODO… INCLUSO LA IMPUNIDAD.

EDITORIAL.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Cuando el poder lo puede todo…incluso la impunidad, no queda más que reflexionar en el hecho de que todo cae por su propio peso y así, una vez más, la justicia en México nos acaba de demostrar para qué sirve. Le han revocado el amparo que ya se le había otorgado a Carmen Aristegui para que se reuniera con la contraparte, es decir MVS y discutir la posible reubicación laboral de la prestigiada periodista. Pero ya se ve, la justicia la hizo víctima, como lo ha hecho con otros tantos mexicanos que hemos esperado que la JUSTICIA nos de la razón, cuando suceden circunstancias donde el abuso del poder es capaz de controlar no solo lo que pretende. También lo hace, y en qué forma, con la justicia misma. Esa es una experiencia que vivimos los trabajadores que, hasta el 10 de octubre de 2009 estuvimos contratados con Luz y Fuerza del Centro, pero que en un tris la fuerza del estado fue capaz de cometer aquel atentado que, con la mano en la cintura, puso a 44 mil trabajadores en la calle y a 22 mil jubilados en circunstancias inestables.

Carmen Aristegui: Nuestro apoyo, nuestra solidaridad. No te rindas.
Fotografía: Marco Peláez

   ¡¡¡Fue el estado!!! Esa ha sido la carga que hemos sufrido los mexicanos gracias a que el andamiaje del estado y la complicidad de otros tantos políticos han conseguido que el país se hunda en la peor de sus circunstancias sociales, como nunca antes. Ahora, tenemos que soportar el discurso oficial, la mirada que el presidente tiene del propio México, pero que por más que buscamos encontrarla nosotros, los de a pie, no la encontramos. Ahora tenemos que soportar la campaña política de todos los partidos en los que unos a otros se desprestigian pero no nos presentan un proyecto concreto en términos de lo que pretenden como tales. Es decir, al parecer sigue siendo este, un país que se niega a madurar. Recientemente le acaban de colgar una nueva “medallita”, pues está entre los primeros de una lista que analiza a los países donde la impunidad va a la alza; y una de esas naciones es México. Esa es la imagen que tenemos ante el mundo, la de un pobre país.
   Qué pena dan los políticos, y es peor cuando como lo apuntaba recientemente el Dr. José Antonio Lara Peinado con el tema “Sicopatología del político”. No tiene desperdicio:

Asunto: Sicopatología del político

En su columna pública (refiriéndose el autor a la columna de la que es responsable Enrique Galván Ochoa en La Jornada) usted hace un comentario sobre por qué los políticos usan adornos estrafalarios y relacionan esa situación con una alteración sexual de quien lo hace, lo cual en cierta manera es verdadero. Durante más de 10 años me he dedicado a la atención de diversos trastornos síquicos, publiqué hace algunos años un libro resultado de mi investigación, titulada “Psicoanálisis del poder en México”, la cual hemos presentado en diversos congresos nacionales e internacionales de salud mental. En nuestra investigación analizamos lo que usted publicó ayer. De manera breve le comparto algunas de las cosas que se esconden detrás de muchos políticos mexicanos:
1) Hay en los políticos mexicanos una fuerte carencia de funciones parentales, es decir, carecen de padre y madre, no porque hayan sido huérfanos, sino porque los padres tienen una función para la estructura síquica y estos sujetos carecieron de esa función, de tal manera que no lograron estructurar aquello que desde el siquismo marca los límites, la moral y la ley.
2) Muchos de los políticos actuales tuvieron padres sádicos, autoritarios y prepotentes, de tal manera que estructuraron personalidades bastante morbosas y perversas.
3) Muchos políticos tuvieron madres que simbólicamente se los tragaron, provocando que en la edad adulta estos políticos permanezcan en un mundo imaginario y de fantasía.
4) Muchos políticos tuvieron padres como los de los puntos dos y tres; eso provoca que en su vida adulta estos sujetos tengan una estructura bastante sociopática, manías, sean ególatras, agresivos, asesinos, megalomaniacos y mitómanos.
5) Evidentemente queda claro que políticos prepotentes y cínicos muestran su potencia con casas, relojes, coches, lujos, porque donde debieran ser potentes son bastante impotentes.
A muy grandes rasgos espero que la información derivada de nuestra investigación permita percatarse de la importancia que tiene dar cuenta de quiénes son en verdad los políticos de este país. Lo que debiera preocuparnos es que políticos como los que describo en el punto cuatro están destinados a agredir, asesinar, ordenar callar o mandar desaparecer a todos aquellos que atenten contra sus muy diversos delirios de grandeza, situación que a mi parecer ya estamos viviendo. Reciba un abrazo y gracias por su fina atención a la presente.[1]
   Hoy, mientras no suceda otra cosa, nos quedan tres reductos en términos de información confiable: Proceso, Contralínea y La Jornada. No hay más. Esperamos no se materialice aquella sentencia que Mario Vargas Llosa pronunció hace ya un buen número de años, y quien al declarar su visión de México, no tuvo más que exclamar: es la “dictadura perfecta”. Ya no se cuenta, y por fortuna, con caudillos ni con dictadores, pero los que están en el poder actúan como tales y lo hacen con una perfección que espanta.
   Lamento haber escrito estos párrafos con motivo de una mala nueva: en la que la Aristegui se ha convertido en el blanco de los ataques y de las venganzas más arteras, más oscuras, más bajas. Pero queden los ejemplos de esos métodos tan “eficaces” para ellos, porque el día de mañana puede revertirse todo. No canten victoria señores de la política, no merecemos su presencia. Nos ofenden.

22 de abril de 2015.

[1] Disponible en internet, abril 22, 2015 en: http://www.jornada.unam.mx/2015/04/15/opinion/006o1eco

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