POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Portada del N° 13, correspondiente
al mes de enero de 1929, con un “Motivo Azteca”.
Toca en esta ocasión abordar el primer
ejemplar de LUX, correspondiente al
año de 1929. Para la misma, ya era el segundo año de su perseverante y
hebdomadaria presencia, indispensable para una comunidad tan específica de
trabajadores, que necesitaban informarse de las distintas actividades gremiales
que se llevaban a cabo, no solo en la propia división del “Distrito Federal”,
sino en las que en el resto de la zona de dominio, comenzaba a integrar el
propio Sindicato Mexicano de
Electricistas, a la espera de que la difusión permeara y formara. Era
necesario integrar cuadros cuya actividad política se materializara en la
práctica, a través de un espíritu que defendiera las causas obreras, al punto
de confrontarse con la propia parte patronal si prevalecía la injusticia o la
cerrazón por parte de este segmento capitalista, justo a la hora de poner en
juego los derechos de los trabajadores, que para entonces contaban ya con los
primeros prospectos de un Contrato Colectivo de Trabajo que con los años les
haría más justa la batalla.
Algo que llama la atención en ese sentido,
es la prevaleciente actividad que seguía mostrando la Confederación Nacional de
Electricistas que en aquellos días intentaba extender su presencia, ahora con
el interesante proyecto de crear un Consejo Organizador para celebrar
formalmente la Asamblea Nacional de Unificación Obrera y Campesina. Tal
actividad se llevó a cabo, poniendo de manifiesto las bases correspondientes en
once puntos fundamentales, el día 16 de noviembre de 1928. Evidentemente la
difusión de este asunto, encontró lugar en la propia revista, considerada ya
como el “órgano Oficial del SINDICATO
MEXICANO DE ELECTRICISTAS”.
Junto a dichas bases, también se publicó un
“Manifiesto al Proletariado Mexicano” ciertamente impensable, pero idealista al
mismo tiempo. Extremo y visceral también, por considerar en su discurso una
visión revolucionaria en unos momentos en que, con toda seguridad, las
consecuencias de aquel movimiento armado que si bien concluyó en 1917, con el
mejor balance esperado por entonces: la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, las batallas continuaron, aunque en menor medida ya entre las
facciones y los caudillos que representaban otros intereses, donde incluso se
gestaron nuevos episodios como la Cristiada
(1926-1929), ese movimiento que renegaba de la iglesia y en el que las
armas volvieron a relucir. Quizá por esa razón, la de un México todavía
encrespado era posible que surgiera un discurso como el que ese “Manifiesto”
dejaba claro el posicionamiento de los obreros que defendían la mano de obra en
el campo, el taller, la fábrica y la mina, destacando “los desengaños y
traiciones de que ha sido víctima el proletariado a través de su incipiente
desarrollo sindical”. He ahí, pues, en esa causa y no otra, la demanda justa de
aquellos jornaleros que pretendían desplazar a dirigencias sindicales sin
escrúpulos. Con lo que hoy son tan parecidos los maltratos que vienen
ocurriendo en San Quintín, por
ejemplo.
Claro, en el mismo “Manifiesto” hay un
párrafo que salta e incomoda:
“Los
nuevos parásitos del proletariado se enriquecieron. Construyeron palacetes,
formaron serrallos y escarnecieron a la gleba con la impudia de que hicieron
gala en sus festines orgiásticos salpicados con las migajas que recibían del
poder por acallar y destruir la rebeldía de las multitudes y en cambio lograr
su complicidad en la ofensiva asesina contra las organizaciones que no se
colocaron en el plano ignominioso del sindicalismo estatal”.
Lo demás, va por el mismo tenor, pero ese
era el principio de una lucha que mantuvieron los campesinos y obreros de todos
los gremios… ayer, como hoy.
Una colaboración de “B. Cabañas, Ingeniero”
nos deja ver la forma en que entonces se comprendía “El Sol y los Electrones”. De
igual forma, las “Notas de las Divisiones” se recuerdan las actividades que, al
menos en tres de ellas: Necaxa, El Oro, México, D.F. y Juandó merecieron la
atención de la “Comisión de Prensa” de esta emblemática publicación.
En la página que dedica su espacio a “Del
Mundo Pintoresco”, su autor se ocupa de las novedades estéticas que están
expandiéndose en buena parte del mundo. Uno de esos espacios fue la India,
donde el cubismo se descube como “singularidad de esas líneas geométricas,
verdadero bosque de ángulos agudos reproduciéndose en todos los planos hasta
perderse en el brumoso horizonte, no a deliberada excentricidad arquitectónica,
sino a imperiosa ley de vida”, ya causaba encontradas opiniones. Del mismo
modo, parece que quien elabora tales notas, haya sido un viajero incansable,
pues continua describiendo la fascinación que le produjo su visita a tal
extraordinario como curioso país, lleno de riquezas naturales y humanas que lo
sedujeron.
En “Informaciones y noticias” caben diversas
actividades relacionadas con la dirigencia sindical, o aquellas otras donde Salvador
Celis Gutiérrez realizaba labores al frente de la Secretaría General del Comité
Central de la Confederación Nacional de Electricistas y Similares. Otra de las
notas destaca el incendio ocurrido el 20 de enero en la planta de Nonoalco,
debido a un corto circuito, sin que afortunadamente ocurriera entre nuestros
compañeros que allí prestan sus servicios, ninguna desgracia. La avería pudo
ser reparada en breve espacio de tiempo.
Algo que llama la atención es el efecto que
produjo la Circular N° 1, girada por el Comité Ejecutivo, invitando a los
distintos departamentos a que designen su Representante para el ejercicio
actual, cumplimiento que quedó reflejado puntualmente. Entre otros, se les
entregó credencial a: Ezequiel Alcalá, de Distribución-Pruebas; Francisco
González, Oficina de Medidores y Conexiones; Moisés Sandoval, Ayudantes,
Instaladores, Inspectores y Cabos de Medidores y Conexiones; David Mejía, de
Mantenimiento; David Vargas, de Inspección, y Manuel Arroyo, de Cobranzas.
Las ácidas
y viscerales opiniones de “Armando Raspa” dejan al descubierto en “Sincronizando
O.K”, una vez más, donde incluso tuvo la calma de proponer un “Manifiesto”, el
cual parece ser la postura que en sus opiniones, adquiere otras dimensiones, cercanas
a la broma, pero también a una especie de comentarios que privaban en el nivel
de la opinión del común de los trabajadores que a veces suelen convertirse en
rumores y a veces hasta en “chismes”.
El Profr. José R. Cruz, dedica en sus “Lecturas
para Obreros” la selección de algunas páginas de un libro escrito por el Profr.
J. S. Hernández dedicado al tema de el “pueblo azteca”.
J.R.C. recuerda el hecho de cómo surgió “LUX”
justo cuando esta publicación cumplía su primer año de existencia. Conviene recuperar
dichas evocaciones.
COMO NACIÓ Y QUÉ
FINALIDADES PERSIGUE.
Los últimos comités de nuestra agrupación,
comprendiendo, aunque tarde, que la redención del obrero, sólo podrá lograrse a
base de cultura, han concebido la idea de redimirlo, y para ver cristalizada en
realidad su aspiración, fundaron la “Escuela del Sindicato Mexicano de
Electricistas”, que es el galardón más preciado que ostenta orgullosa nuestra
agrupación.
Más tarde se fundó en nuestro edificio
social una biblioteca, que día a día se enriquece con preciosos volúmenes,
constituyendo ambos planteles el templo que afortunadamente ya se ve pleno de
obreros del músculo que gustan de emplear los ratos de reposo que les permite
su ruda labor diaria, en rendir culto a la diosa Minerva.
Sin embargo, la obra no está completa,
faltaba el más poderoso factor de ilustración popular, faltaba ese artículo de
primerísima necesidad de los tiempos modernos, que se llama “el periódico”.
Asediados por esa idea, los camarada Gabriel
Álvarez y Pedro Ruiz Sáiz, con esa amplitud de visión que todos les conocemos,
dieron cuenta de que con ser tantos los que acudían a tan noble llamado, aún
quedaban muchos refractarios a toda idea de adelanto, que permanecían sordos a
la voz imperativa del progreso, y se dijeron: “Si la montaña no viene a
nosotros, iremos, pues, nosotros hasta la montaña”, y así fue cómo nos
sorprendieron gratamente un año ha con el primer número de “LUX”, periódico
mensual, órgano del Sindicato Mexicano de Electricistas, fundado con el
propósito de difundir conocimiento en pro de las modernas orientaciones
sociales que envuelven ideas de mejoramiento popular y principios de
reivindicación de los derechos humanos.
Con la experiencia adquirida en un año, y ya
sobre terreno más firme, “LUX” seguirá difundiendo enseñanzas, propagando
hechos que nos instruyan, datos que nos informen, e ideas nobles que aviven el
poder de nuestro espíritu.
Esperamos confiados, que “LUX”, en el año
que asoma en el horizonte de su existencia, seguirá siendo el porta-estandarte
de nuestra agrupación; seguros de que, como hasta aquí, sabrá siempre mantener
en alto, la bandera del Proletariado; bandera en cuyos pliegues está escrito:
“Ilustración para las masas,
¡¡Adelante!!
Defensa de nuestras libertades
Y reivindicación de nuestros derechos
gremiales.
En este número, y a semejanza de “Sincronizando
O.K.” surgió otra sección similar: “Tendederos”, firmada por “Trapitos al Sol”,
que sigue tonos muy parecidos, no sólo en el lenguaje, sino en la intención de
ocuparse de acontecimientos cotidianos protagonizados por algunos personajes
que, ocupando puestos jerárquicos en el Comité, llamaban la atención por tal o
cual declaración, incluso hasta por alguna actitud que no resultaba apropiada;
suficientes elementos para “hacerlos pedazos” en medio de la burla que
caracterizaba a estas dos secciones.
En la ya muy bien consolidada página de expresiones
poéticas, en esta ocasión, se incluyó un poema de Pascual M. González, cuyo
título es: “Junto a la Cuna”, dedicado a su hijo Mario, y que nos recuerda el
emotivo momento desplegado por un padre que, junto a la reciente madre se
disponían cuidar amorosamente al pequeño niño.
“La Duda” fue, en esa ocasión, la “Novela
Mensual” elegida como lectura para el número que hoy se analiza. El texto es de
la autoría de Amalia Gugliel Minetti. En “Sección de Higiene” se dedican buen
número de párrafos a “Algunos detalles acerca del aseo de la dentadura”.
Y ya, tomando camino a su desenlace, no
faltó la indispensable sección “Deportes” que da cuenta de un nuevo triunfo de
la “Novena Delta A” la cual sometió
al “Chiclets Adams”, así como de otros asuntos que también cubren el futbol.
Reza por ahí una frase que dice, más o menos
así: “Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia” y es que al
leer “El vértigo de la rapidez” su autor, además de darnos un panorama sobre el
ritmo de la vida que transcurría hace 86 años, parece adelantarse a lo que es
el pulso de la nuestra, dominada ya por otras circunstancias. Sin embargo, sus
enunciados parecen aproximarse a estos tiempos, que bien vale la pena traer
hasta aquí el texto completo para que usted, lector; usted, lectora tengan a
bien hacer las conclusiones del caso.
Mientras tanto, la publicación termina con
algunos complementos de secciones que, por su extensión, necesitaron mayor
espacio en páginas más adelante.
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