POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Portada
del N° 16-17, correspondiente a los meses de abril y mayo de 1929. Se trata de
una imagen del artista G. Hever B. Kirsje. Tiene todo un sentido rústico, desde
el cual nos presenta esa última presencia invernal en territorio europeo, que
como se sabe, y se dice con frecuencia en España: “Hasta mayo no te quites el
sayo”.
La
composición de esta revista presenta algunos cambios, surgidos quizá por la
notable presencia publicitaria, pero también por el hecho de que circulando
precisamente en mayo, su contenido tendría que ir a la par de los actos
conmemorativos del 1° de mayo, con lo que no dejó de incluir algunos aspectos,
como aquel donde se hace énfasis de otra actividad de la Confederación Nacional
de Electricistas, misma que celebró su Convención Anual, y luego a quienes
integraron el Nuevo Comité de la misma organización, entre quienes destacan
Felipe Bustos, como Srio. del Trabajo, Ernesto Velasco, como Srio. del Interior
o Salvador Célis Gutiérrez, quien se ostentó como Srio. General de la misma,
entre otros.
Ignacio Herrera, responsable de la columna
“El Socialismo y la Política”, desde su trinchera parece ostentarse como un
ideólogo capaz de influir en los destinos de muchos trabajadores que tuvieron
la oportunidad de contar con ediciones como esta, la de LUX, en cuyas páginas interiores se pueden encontrar mensajes
“subversivos” o “revolucionarios” de una plataforma que apenas se percibe como
un proceso constructivo. Sin embargo, esa es una buena señal, pues no olvidemos
que vendrían años difíciles (sobre todo 1936), y de que ya se habían superado
algunas otras experiencias entre 1915 y 1917, con lo que el S.M.E. maduraba.
Quizá convenga, a más de uno la siguiente
inserción:
LUX. Revista mensual (…) N° 16-17, p. 8.
Y como adelantaba, la conmemoración del 1°
de mayo no podía quedar olvidada, de ahí que fuesen incluidos los perfiles de
varios protagonistas fundamentales de la gesta ocurrida en Chicago, el año de
1886. Allí están los nombres de Augusto Spies, Alberto R. Parsons, Samuel
Filden, Jorge Engel, Luis Ling, Adolfo Fischer, Miguel Schwab y Óscar W. Neebe,
mártires auténticos de un capítulo oscuro, en el que al derramamiento de
sangre, hubo de hacerse presente la justicia.
Un nuevo colaborador, F. de Casas Gancedo,
escribió en la “Sección Científica” un interesante texto dedicado a rememorar a
“Galileo Galilei, el Loco Inmortal”, sabiendo lo difícil que fue en su época
mostrar y compartir los diversos experimentos que lo llevaron a ser condenado y
perseguido. Su teoría del péndulo, sus estudios sobre el centro de gravedad y
los cuerpos flotantes, dieron cauce al hecho de impartir una cátedra de
matemáticas. Y de Pisa, pasó a Padua en medio ya del descrédito de sus
enemigos. Fue en este último sitio donde manufacturó el primer termómetro,
pasando de usar simplemente agua a utilizar el mercurio. Inventor de un
primitivo telescopio con el que se pudieron tener las primeras observaciones de
la luna y más aún, de un más allá que comenzaba con la admiración de la Vía
Láctea. Qué lejos estaba Galileo de pensar que varios siglos después, un
telescopio conocido como “Hubble”, lanzado en 1990, nos permitiera conocer
imágenes sorprendentes, como las que ha transmitido (se contabiliza más de un
millón de imágenes). De lo anterior, se puede tener una precisión: sabemos ya
que la edad del universo es cercana a los 13 mil 800 millones de años. Entre
ese conjunto de sorprendentes fotografías, podemos apreciar a las nebulosas
“Cabeza de Mono”, “Pilares de la creación”, del “Cangrejo”, “Carina”, “Messier
57”; a galaxias como Whirlpool, la
espiral NGC 1300 o el “Quinteto de Stephan”, entre otras muchas. Vaya, en
testimonio de admiración una de estas imágenes, recordando a quien un día
comenzó con aquellas miradas a la que sería una de las intrépidas aspiraciones
de Galileo Galilei, quien no solo pudo distinguir varios de los satélites de
Júpiter, sino que se arriesgó a teorizar la idea de que la tierra giraba sobre
su eje, daba una vuelta completa cada día y alrededor del sol una vez al año.
El sustento de tan arriesgada proposición estaba en los principios de
Copérnico. Lamentablemente no pudo prosperar más en aquel capítulo, pues la
corte de Roma le prohibió terminantemente que ya no explicase las teorías del
sistema de Copérnico, por considerarlas heréticas. Galileo tuvo que escuchar la
sentencia de rodillas ante aquel enérgico tribunal y negando –en contra de su
voluntad-, que la tierra no se movía. Dícese que, al ponerse de pie, dio con el
pie en el suelo murmurando la célebre frase: “E pur si mouve”. Y sin embargo, se mueve.
Grupo
de cinco galaxias conocido como “El Quinteto de Stephan”. Foto NASA / Esa, vía
Ap.
Disponible
en internet, junio 28, 2015 en: www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/04/24/hubble-25-anos-del-telescopio-que-cambio-nuestra-vision-del-universo
En “COMENTARIOS 99”, Miguel B. Armora,
elemento pensante entre la comunidad electricista, dejó testimonio de la
opinión que mereció la serie de apreciaciones sobre la reciente presentación
del Comité Ejecutivo Central de la Confederación Nacional de Electricistas y
Similares. La redacción misma de la revista, emite un comentario en el que dice
dar el lugar que merecen tales ideas, pero de cuyo contenido “no estamos de
acuerdo”. Entre otras cosas, Armora pregunta:
“…en un Sindicato de resistencia, suponiendo
que existan en él acomodados y pobres, como desgraciadamente ha sucedido, ¿por
quién luchará su Comité a fin de que mejoren? ¿Por los acomodados, o por los
pobres? Es indudable que por los pobres. Ahora veamos qué es un trabajador, un
paria, un proletario, que no tiene más que Dios y su trabajo. ¿Y qué cosa es el
trabajo? Oigamos cómo lo definen los mejores socialistas del mundo,
representados por Parsons: El trabajo es
un ejercicio por el cual se paga un precio llamado salario. El que lo ejecuta,
el obrero, lo vende, para vivir, a los poseedores del capital. El trabajo es la
expresión de la energía y del poder productor. Esta energía y este poder han de
venderse a otra persona, y en esa venta consiste el único medio de existencia
para el obrero. Lo único que posee y que en realidad produce para sí, es el
jornal. Las sedas, palacios, las joyas, son para otros. El sobrante de su
trabajo no se le paga; pasa íntegro a los poseedores del capital. Y si ésta
es la realidad, se pregunta, ¿por qué se asocia un trabajador? Porque no tiene
medios de defensa. ¿Para qué quiere esa defensa? Para llevar a cabo la acción.
¿Y quién le garantiza más la uniformidad y fidelidad de esa acción? Es incuestionable;
elementos de su clase. Entonces, ¿cómo se pretende que haya eficacia, confianza
y garantía en los intereses colectivos de los trabajadores en la agrupación
donde ha predominando el interés mezquino de los intereses disímbolos y
distintos de la minoría, posponiéndoles el interés común de los intereses
homogéneos en aspiración de la gran mayoría?...
Interesantes apreciaciones que dejan ver un
síntoma de descomposición en ese ente orgánico denominado Sindicato. Es quizá
la primera ocasión en que una voz crítica emitiera semejante advertencia o
cuestionamiento al interior de la comunidad electricista, como forma de
señalamiento en un propósito que se desviaba de sus orígenes para continuar por
una senda incorrecta; la que terminaría dañando principios elementales
convirtiéndose en consecuencia, en un mal interno. Si no se le extirpaba a
tiempo, con advertencias como estas, es posible que se extendiera a sus anchas
produciendo otros males.
“Sincronizando O.K.” y su i…responsable
columnista “Armando Raspa” reapareció en este doble ejemplar y, para no
traicionar su línea, siguió lanzando dardos como sólo él sabía hacerlo tomando
como motivo de su suculenta columna, los temas del día, que no le faltaban.
En la sección de Gráficas Mundiales, y donde el editor utilizó un rojo subidísimo,
se da una noticia que puede ser de interés para los cinéfilos. “El Submarino”
fue la película que por aquel entonces se exhibió en los más importantes cines
de la capital. Tuvo la notable diferencia de ser la “primera película que llega
a México, con sonido, musicalizada y hablada, y cuyo estreno en el Teatro
Imperial fue todo un éxito, dada la cantidad de veces que ha pasado por la
pantalla y el numeroso público metropolitano que acudió a admirarla”.
Así que tomemos nota: la primera película
con estas características, se exhibió en la ciudad de México entre abril y mayo
de 1929, lo que supone la llegada del cine sonoro, desplazando seriamente al
cine mudo que ya solo iba a ser un testimonio del pasado.
También nos obsequian los editores, entre
otras imágenes, la que nos muestra a Dolores del Río que triunfaba notoriamente
en Hollywood. Y para terminar con esa pequeña sección, inevitable no dejar de
incluir dos imágenes que muestran el acto conmemorativo que el S.M.E. celebró
en su Edificio Social con motivo del 1° de mayo. En dichas imágenes, destaca la
presencia de Ernesto Velasco, entre otros notables dirigentes e integrantes del
Comité de aquella época. Hubo los discursos de rigor y estos quedaron plasmados
en la columna “¡Primero de Mayo!” donde se detallan tan sentidas como agitadas
palabras.
Ernesto Velasco.
Y ya que se destaca la figura de una de las
columnas fundamentales en la creación del Sindicato Mexicano de Electricistas,
es posible conocer otra faceta más de don Ernesto. Ahora lo descubrimos como
inventor. En ese sentido, una de sus propuestas fue en aquel entonces la de
construir banquetas elevadas en la ciudad, para lo cual se hicieron los
trámites correspondientes, con objeto de aplicar el experimento en uno de los
cruceros de mayor tránsito en la ciudad. El propio Velasco adelantaba que este
invento acarreaba “beneficios, tanto a los peatones y vehículos, cuanto a los
comercios, para los que se abre una nueva perspectiva de negocio realmente halagüeña,
pues con ello se descongestionará el tráfico y se multiplicarán los locales
comerciales para la exhibición de mercancías. Estos establecimientos, así como
los burocráticos o industriales, contarán de esta forma con un nuevo medio de
acceso a ellos, de gran utilidad”.
Y fue a más cuando mostró otros detalles.
Estas “banquetas elevadas”, estarán
colocadas a lo largo de las aceras y soportadas por medio de columnas o pies
derechos, o bien suspendidas por tirantes diagonales empotrados por su parte
superior en los muros de los edificios. En los extremos de las calles, habrá
escaleras para ascender a los puentes o banquetas elevadas, o se colocarán
ascensores automáticos accionados por medios eléctricos o mecánicos, instalados
en forma que no impidan el paso de peatones en las esquinas.
Gonzalo Palma y Arturo Keller González
coinciden en la misma página que da espacio a OPINIONES. En ambos casos, los
colaboradores abordan asuntos de profundo interés laboral, cuyos planteamientos
se parecen tanto a la realidad que hoy día rige en el cada vez más limitado
ámbito de aquellas empresas cuyos trabajadores se ven depauperados por
condiciones cada vez menos propicias para garantizar sus derechos como
prestadores de un servicio, a cambio de un salario, tal y como lo planteaba
Parsons, y de quien recogimos algunas de sus ideas párrafos atrás. “¡Hasta el
desastre!” y “Los sin trabajo” retratan, vuelvo a insistir ese estado de cosas
que impera, con la notable diferencia de que tales cuestionamientos van en
consonancia con lo ocurrido entre la clase obrera de hace 85 años. Notable diferencia.
La página poética da espacio a la “Musa
Popular” en la famosa “Oración de la Indita” u “Oración de la India”, cuya
creadora, no queda claro, o es Rosa del Campo o Rosa del Valle, aunque en ambos
casos parece más bien un seudónimo. En LUZ…
A LOS POETAS. FUERZA… A LOS POETAS estarán presentes dichos versos en
breve.
Con los “Cuentos de Buen Humor: La mentira
acreditada” de Mark Twain, LUX incorpora
en sus páginas a uno de los autores más célebres de la literatura universal. Aunque
con menos trascendencia, “Zig-Zag”, otro colaborador de la revista reclama
airoso “¡Pido la Palabra!” y en esa expresión, contundente comparte su relato
breve.
Las infaltables notas deportivas de “Don
Silencio” nos ponen al tanto de la derrota que “El Delta” impuso sobre el “Bravo”,
o la inauguración de la Liga Mexicana en el propio estadio “Delta”, entre otros
resultados.
Y más
de literatura. Ahora toca el honor de evocar a Jesús G. Rodríguez quien
colabora con PROSAS LÍRICAS: En la Farsa de la Vida, delicioso texto de
romántico contenido.
Por su parte, en la “Sección de Higiene” se
aborda el tema “La Evacuación del Niño”. Una sección de Propaganda y Educación
Higiénicas del Departamento de Salubridad Pública de México, D.F.
También puede leerse “El Átomo y su
estructura”, columna que en dicha ocasión se ocupó de asuntos relacionados con
los iones y electrones, así como de las primeras teorías y leyes de
electricidad, tan importantes temas que en una comunidad de electricistas no
podían faltar.
Este ejemplar, incluyó la tercera y última
entrega del “Convenio en vigor” con lo que los antiguos compañeros tendrían ya
el ejemplar completo y servirse de él en los casos que así lo merecieran
diversos asuntos de su competencia.
Cierra la revista con una evocadora
publicidad que recrea la presencia de la “Sala de Electricidad” montada en las emblemáticas oficinas de Gante 20, pertenecientes entonces a la
Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A.
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