POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Esta es la
portada del penúltimo número correspondiente al año de 1929. Allí aparecen dos
indígenas –hombre y mujer- en plena cosecha. Ambos llevan sus vestimentas
características y los canastos para depositar lo levantado en aquel preciso momento…
El
contenido que formó este número resulta harto interesante, en la medida en que
vuelven a reunirse autores de enorme calidad e ideas que trascendieron gracias
a sus temas. Por ejemplo, allí está en “Temas Sociales” un texto de José
Ingenieros que se tituló “Simpatía, justicia, solidaridad” que resume la
armonía en un ambiente laboral, mientras prevalecieran condiciones como las
tres máximas que Ingenieros dejó planteadas.
Justo hoy,
mientras escribo estas líneas, se conmemora el 101 aniversario de la creación
del Sindicato Mexicano de Electricistas. Entre otras observaciones que se
publicaron en la prensa, que por cierto son cada vez menos, se encuentra la
opinión del colega Mario Trujillo Bolio quien escribe lo que sigue, y que
luego, con algún apunte de la propia revista, veremos cuán cercanas o
inmediatas son ciertas apreciaciones que a la distancia de 86 años parecen
tener semejanzas notables.
Dice el
historiador Trujillo Bolio con mucho tino:
Reconoce dignidad moral del SME y
logros de su lucha.
Un 14
de diciembre de 1914, un grupo de obreros electricistas de la Mexican Light and
Power formaron el hoy histórico Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Después de enfrentar luchas durante una centuria, el decreto de extinción
emitido durante el calderonato, en el fatídico 11 de octubre de 2009,
aparentaba que se despediría a 44 mil electricistas.
Miles de trabajadores aceptaron su
liquidación por no seguir la sinuosa senda de la resistencia sindical; sin
embargo, la insistencia de los smeitas precisamente por mantener una digna
fuente de trabajo y no recibir su liquidación ya se hizo realidad en los 101
años de existencia del SME.
Los pasados 6 años de resistencia en los
terrenos político, jurídico y social de los electricistas no fueron en vano,
pues ya alcanzaron frutos significativos al hacerse realidad la Sociedad
Generación Fénix SA, que formaron la empresa portuguesa Mota-Engil y la
Sociedad cooperativa LF del Centro del SME, el pasado 23 de septiembre de 2015.
La lucha social del SME es un gran logro
pues, además de no ser liquidado, alcanzó que en sus acciones de resistencia le
dieran la concesión para el uso, explotación y rehabilitación de 14 plantas
hidroeléctricas distribuidas en el estado de México, Hidalgo, Michoacán y
Puebla.
El reto en el futuro inmediato no sólo
estará en demostrar que puede ser un audaz operador en el hoy abierto mercado
de la energía, sino también en mantener su dignidad moral ante la sociedad
mexicana, precisamente en la gestión autónoma y democrática de su legendario
gremio.[1]
Disponible
en internet: diciembre 14, 2015 en: http://smeconex.blogspot.mx/
Pues bien, por aquellos
años venturosos y combativos también, Pascual M. González publicó en este
número de LUX, y en la
sección dedicada a los "Problemas Obreros" una colaboración que lleva
el siguiente título y contenido:
LUX. Órgano oficial del Sindicato Mexicano de Electricistas, año II, N° 23, noviembre
de 1929, p. 7 y 34 respectivamente.
Se destaca
aquí un punto clave: “Los trabajadores de México, calumniados por los
capitalistas sin escrúpulos, para demostrar que no han sido sus conquistas
honradas y legales, necesarias y justas, las que han destrozado a los capitales
que han desaparecido, no las que intentan o tienden a hacerlo, han sujetado el
procedimiento de su organización social a una táctica de moderación, pidiendo
solamente que sus derechos sean reconocidos y respetados, reconociendo y
respetando los que al capital asisten. Pero a pesar de que la organización
sindical de los trabajadores mexicanos ha dado a México lo que la medida de sus
esfuerzos en materia de mejoramiento y progreso le ha permitido, queda para el
proletariado mexicano algo más que hacer: dar un ejemplo a los capitalistas
detractores del movimiento obrero, ejemplo que por sí solo, con la elocuencia
de los hechos, demuestre a la faz del mundo, la conciencia de quienes lo dan”.
Al finalizar
el texto, Pascual M. González vuelve a reafirmar: “El porvenir del país reclama
el desarrollo de las cooperativas, porque solamente en ellas podrá tener base
firme; pero que esas cooperativas sean formadas por trabajadores, por esa
sufrida clase de la que el mundo espera su renovación”.
Entre un
escenario que solo podría ser una especie de propósito idealista, a la realidad
que cerca de 90 años vista, parece concretarse en ese afán que muchos smeitas
ligados con la Resistencia, 16599 para ser exactos, deja ver lo intenso de una
batalla, con dura extensión de seis años de paciente y dolorosa espera que se
reconoce, independientemente de las marcadas diferencias habidas entre
“liquidados” y los compañeros de la “Resistencia”, por lo que sólo cabe esperar
un futuro que garantice gozoso porvenir a quienes tuvieron la esperanza a flor
de piel. No sabemos bien a bien qué sucederá en el término de unos cuantos
años, ni la forma en que se organicen hombres y mujeres, administrativos y
técnicos, jóvenes e inexpertos junto a la sabiduría de la madurez. O entre
muchos que ya se encuentren cercanos a una jubilación digna. Todo en un
misterio que prevalecerá en la cooperativa LF
del Centro hasta que quede plenamente establecida su estructura e
infraestructura.
Espero en
lo personal que esta nueva aventura resulte plena y disfrutable. Habiendo
quedado atrás la incertidumbre, circunstancia que no termina todavía para
muchos otros que, entre los 44 mil que sufrimos de igual forma la extinción de Luz y Fuerza del Centro, este capítulo
venga a ser un importante aliento.
¡¡¡Novedad!!! ¡¡¡Novedad!!! ¡¡¡Ha quedado al descubierto el autor de la
célebre columna Sincronizando O.K.!!!
Gonzalo
Palma, que así se llamaba el antiguo compañero y colaborador en LUX, tuvo a bien autodescubrirse, luego
de un pequeño “incidente” que él mismo refiere. Además, y no teniendo más
motivo que anunciar su despedida, o lo que esto parece, quedan aquí sus
palabras:
LUX. Órgano oficial del Sindicato Mexicano de Electricistas, año II, N° 23, noviembre
de 1929, p. 8.
A
continuación, queda el testimonio del Prof. José R. Cruz en “El progreso de la
AVIACIÓN”, que iba a consolidar más aún la sección “Labor Cultural” de la
propia publicación. A la vuelta de estas notas, se publicó puntualmente la
información relativa a la renovación del Comité Central y las Comisiones de
“Nuestro Sindicato”, cuyo cuadro de participantes quedó integrado por los
siguientes personajes:
LUX. Órgano oficial del Sindicato Mexicano de Electricistas, año II, N° 23, noviembre
de 1929, p. 10.
Todos ellos son nombres emblemáticos que vinieron a
conformar e integrar un Sindicato que había alcanzado su primera etapa de gran
madurez, ajenos todavía a uno de los capítulos más intensos y difíciles en la
vida de tal institución (y me refiero, no podía ser de otra manera, a la huelga
de 1936).
Todavía
quedaba una especie de esencia tras el gran homenaje que el gremio de
electricistas honró en la persona de Tomás Alva Edison. Aquí el testimonio:
LUX. Órgano oficial del Sindicato Mexicano de Electricistas, año II, N° 23, noviembre
de 1929, p. 12.
“Lo que la
iluminación significa al mundo” fue el texto que, para la ocasión, elaboró C.
F. Scott, Prof. de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Yale el cual quedó
impreso en este número de la publicación que viene reseñándose. Por su parte Simón el enterrador dejó en “De Rincón a
Rincón Todo es Panteón”, una serie de “calaveras” dedicadas a personajes clave
del S.M.E. como Salvador Celis Gutiérrez, Ernesto Velasco, Felipe Bustos,
Delfino Revilla, Carlos Álvarez Varela, Magdiel Romero, Vicente Rivera Melo, el
Dr. Manuel Matute, Roberto Cornejo y Panchito
de Celis que, para no romper con el paso, las incluiré en la ya acostumbrada
sección Luz… a los poetas. Fuerza… a los
poetas este blog de mi responsabilidad. Del mismo modo sucederá con la
“Sección Poética” en la que para esa ocasión, colaboraron tanto Mariano Tomás
como Narciso Díaz de Escovar.
Aparece
ante nosotros la sección de Caricaturas,
Gráficas Mundiales y en Variedades nos sorprende una fotografía
casi desconocida de Dolores del Río llevando un vestido ad hoc, de conformidad con la época a que nos remontamos. Bien
podría ser una pieza surrealista, o estridentista…
LUX. Órgano oficial del Sindicato Mexicano de Electricistas, año II, N° 23, noviembre
de 1929, p. 20.
Sorprende
en seguida, la publicación de “El último sueño”, en una nueva sección literaria
que se denominada “Novelistas Jóvenes Mexicanos”. Ese novel autor solo se
revela con un seudónimo abreviado por tres letras: KIJ. En el texto esplende el
drama, y no otra cosa.
La
infaltable sección de “Deportes” deja registro de una mala noticia para los
seguidores del equipo de beisbol “Delta”, pues tal conjunto perdió una copa
frente al “Pachuca” en algo que además terminó penosamente, pues en los
tendidos del estadio se desataron las pasiones.
Se dedica
una página especial a la elección de la nueva mesa directiva en la Alianza de
Tranvías, hermana entrañable del S.M.E. Los elegidos fueron, en el orden
indicado, como sigue: Secretario General, Jesús Aguilar; del Interior,
Francisco García; del Exterior, Manuel Cancela; Tesorero, Fidel Elizalde;
Subtesorero, Jesús Sánchez; de Actas, Albino Castaneira, y Pro-Cultura
Educación, Pablo Núñez.
A punto de
terminar la lectura de este número, nos queda por encontrarnos con notas de
“Labor Social”, algo más que sobre deportes escribió en esa ocasión Gálvez
Rabiela respecto a “El último triunfo del Necaxa”,
ese famoso equipo de Foot-Ball (sic). Poco más adelante aparecen los “Cuentos
Humorísticos”, colaboración de Enrique Jardiel Poncela que escribió en esa
ocasión “Ricardy” Cabaret Internacional… o “Renunciación”, que entregó a la
redacción René Lasso Ricot y la infaltable sección de “Nuestros Lectores de Buen
Humor” donde se transpira el humor blanco ad
nauseam. LUX del mes de noviembre
culmina con la marginada “Sección Higiénica” y un tema por demás complicado:
“El alcohol y los deportes” donde se percibe un mensaje subliminal en el que la
Sección de Propaganda y Educación Higiénicas del Departamento de Salubridad
Pública de México, D.F. de donde procede tal información, quería dejar
constancia de los personajes más representativos de aquellos años en los que se
encontraba una sana imagen, como es el caso del Coronel Carlos Lindbergh, “el
primero en atravesar el Atlántico en avión, batiendo el record de tiempo,
(quien) ha sido un abstemio y siempre ha rechazado el alcohol, aún cuando
estaba en Francia, país renombrado por sus vinos”.
Y aquí
termina una reseña más, sin antes despedirnos con la infaltable publicidad de
la época.
[1] Disponible en
internet: diciembre 14, 2015 en: http://www.jornada.unam.mx/2015/12/14/opinion/002a2cor
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