CURIOSIDADES
ELÉCTRICAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Siempre es bueno contar con nuevos datos o
reforzar aquellos otros con los que va contando uno para configurar una idea
cabal sobre determinado asunto. En este caso, la información que comparto con
ustedes, tiene que ver con la de aquel proceso constructivo relacionado con la
planta hidroeléctrica de Necaxa, a principios de siglo XX. Todos, quienes nos
consideramos vinculados con Luz y Fuerza del Centro sabemos que Necaxa fue la
primera gran planta que se construyó bajo la égida de la Méxican Light and Power Company, Limited, cuyos trabajos comenzaron
en 1903, concluyendo la primera etapa justo el 6 de diciembre de 1905 cuando
desde la casa de fuerza se registró el primer arranque que proveyó de energía a
varias minas del estado de Hidalgo y Michoacán, así como a un sector reducido
de habitantes y a la iluminación ubicada en zona céntrica de la propia ciudad
de México.
Independientemente de ese proceso industrial
de alto impacto, con el que se estimuló más aún el símbolo de la modernidad,
hubo en la propia planta una serie de detalles, mismos que nos narra el
escritor y periodista Enrique Cordero y Torres en su libro Crónicas de mi Ciudad, publicado en Puebla el año de 1955. En el
capítulo denominado “Origen de la planta de Necaxa” nos cuenta:
Enrique Cordero y Torres: Crónicas
de mi ciudad. Prólogo por don Artemio de Valle-Arizpe. Puebla, Imprenta "Unión", 1955.
202 p., p. 67-8.
Aunque el libro tiene una
fuerte carga anecdótica, y proviene de un ejercicio periodístico en el que no
se cuenta con otra cosa que la buena fe de su autor, estos datos poseen un
interesante valor que conviene confrontar o integrar a las historias
relacionadas con el que fue aquel preciso momento en que dieron inicio las
obras, justo en mayo de 1903.
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