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miércoles, 9 de diciembre de 2020

RETRATO DE LA BURGUESÍA. 80 AÑOS DEL MURAL.

RESEÑA DE: José Francisco Coello Ugalde

    Hace algunas semanas me encontré de nuevo con Felipe Sánchez, un compañero que, luego de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, esto en octubre de 2009, se mantuvo siempre cerca de la trinchera del Sindicato Mexicano de Electricistas. Pero esa cercanía no fue nada más la que generó el conocido movimiento de la “Resistencia”, sino que bastantes años atrás, Felipe ya había puesto todo su empeño para colaborar en diversas actividades relacionadas con el SME, y en lo fundamental, elaborando reportajes para la revista LUX, así como filmaciones de cuanto evento de notable importancia se registrara al interior de dicha institución obrera.

   Como es natural, ha dejado ya de hacerlo pues los años no pasan en balde, pero tras de él hay una notable cauda de registros que si bien parecieran no tener relevancia, queda en el círculo de quienes lo conocimos nuestra admiración por su ejercicio constante, mismo que pareciera haber rematado con una publicación que él mismo elaboró, editó y publicó (aunque se trate de un tiraje ciertamente corto). En ese encuentro que mencionaba al principio, lo primero que hizo fue poner en mis manos “Retrato de la Burguesía”. 80 años del Mural que, como sabemos, es una nueva y fresca versión a la obra que David Alfaro Siqueiros dejó en el cubo de las escaleras que van del primero al segundo piso del viejo edificio del SME, esto en Antonio Caso 45.

 

   Es un impreso que se elaboró con sumo cuidado y dedicación. Destacan las imágenes y los diversos registros que el mural ha merecido desde hace 80 años, fecha en la que el testimonio del celebrado y discutido muralista quedó como una impronta, misma que siempre apreciamos con orgullo cada vez que ingresábamos a realizar alguna actividad a nuestra casa sindical. Evidentemente, este libro, que se suma a otros tantos que se han ocupado del “Retrato” viene a fortalecer su interpretación, también el testimonio para que no se olvide entre quienes formamos parte de las filas sindicales; e incluso entre los propios ciudadanos que habitan esta ciudad de México. A ellos va dirigida la intención de esta reseña, pues quisiera que con ella quedara la posibilidad para que no dejen de darse una vuelta al viejo edificio del SME –Antonio Caso 45-, y aprecien, admiren y se deslumbren de tan magnífico trabajo del que Felipe Sánchez ha dejado constancia en un impreso que tiene la peculiaridad de haber combinado los colores de fondo -el rojo y el negro-, en simbólico y entrañable homenaje al artista, que en aquellas épocas siempre mostró su desacuerdo, mismo que encontró el injusto castigo de haber visitado varias ocasiones la cárcel. Desde luego, ese disentir hoy día, y de esa misma manera ya se habría disuelto gracias a la plena libertad de expresión con la que contamos y gozamos los ciudadanos de este país y que alcanzó el grado de madurez tardíamente, aún a costa del injusto castigo a que fueron merecedores él y otro conjunto de presos políticos.

   Celebro la aparición de un nuevo testimonio que enriquece y rememora el “Retrato de la burguesía”. Lo edita y prepara, como ya dije, Felipe Sánchez, que para su perfil curricular también se encuentra el hecho de haber sido uno de los fundadores de “Radio SME”.

   A Felipe Sánchez, muchas gracias por tan invaluable obsequio.

domingo, 19 de julio de 2020

POCO ANTES DE LA NACIONALIZACIÓN DE LA COMPAÑÍA MEXICANA DE LUZ y FUERZA MOTRIZ, S.A.

SEMBLANZA RECOGIDA POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Poco antes de que el Lic. Adolfo López Mateos declarara la nacionalización de la industria eléctrica, representada fundamentalmente por la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. que en esos momentos -agosto de 1960-, ya mostraba fuertes síntomas de declive, comenzó a darse un clima de optimismo que mostraba un sólido grupo de profesionales, integrantes de la comunidad electricista en aquel entonces. Entre ese sector, se encontraba el Ing. Jacinto Viqueira Albán, quien entregó una interesantísima colaboración publicada en la revista LUX, correspondiente al mes de agosto de 1960 (año XXIX, segunda época, N° 84) y que, por su contenido, me parece apropiado reproducirla en su totalidad para que se conozcan cuálesran los propósitos de aquellos que habrían de sostener la que pronto se convertiría en paraestatal. Me refiero a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A.




Importante mirada de un horizonte que consideraron posible para que "con la unidad de todos los trabajadores el Sindicato Mexicano de Electricistas hará frente con éxito a las nuevas tareas". Ese era el reto que hicieron suyo muchos de nuestros antiguos compañeros, cumpliéndolo responsable y cabalmente.

domingo, 3 de mayo de 2020

EFEMÉRIDES EN EL S.M.E. y LUZ y FUERZA DEL CENTRO. UN DÍA COMO HOY... 3 DE MAYO DE...


POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE

Día de la Santa Cruz y de los albañiles. Esta fecha es celebrada en México por todos los trabajadores de la construcción. Festejan a la Santa Cruz como protectora. Aunque la iglesia universal celebra la fiesta de la Santa Cruz el 14 de septiembre, la tradición eclesial y popular de México la lleva a cabo el 3 de mayo, en una fe­cha muy próxima a la Semana Santa y al primero de mayo, día de San José Obrero. Como dato curioso, en Zacatecas, por lo menos desde finales del siglo XVII, ya celebraban la fiesta de la Santa Cruz en tres fechas: 3 de mayo, 16 de julio y 14 de septiembre. Prevaleció la primera de éstas. Actualmente, es una de las festividades gremia­les y laborales de mayor relevancia en todo México. En este día los trabajadores de la pala y la cuchara celebran su día y el de su patrona y protectora: la Santa Cruz. Por ello, casi siempre observamos a este simbólico madero en la parte más prominente de las obras de construcción en proceso. Esta práctica se hace en recuerdo de aquella cruz que estuvo en el lugar más alto del monte Calvario.

1909: Se da a conocer la Orden General N° 108…


1915: Se celebró Sesión Extraordinaria en el “Salón Star”:


LUX. La Revista de los Trabajadores, año XII, N° 12, diciembre 15 de 1939, p. 17.

1917: Se da a conocer la Circular I-113…


1926: Se publica el Código Nacional Eléctrico.

sábado, 14 de marzo de 2020

NUEVAS NOTICIAS SOBRE LUX. LA REVISTA DE LOS TRABAJADORES.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Pronto, y quizá más pronto de lo esperado, LUX. La revista de los trabajadores, llegará al millar de números. Desde 1928 y hasta este 2020 se edita ininterrumpidamente, quizá con algunos cortes ocurridos por motivos específicos que en su momento me encargaré de aclarar, pero que tienen que ver con campañas electorales, por huelga, escasez de papel, e incluso la extinción de Luz y Fuerza en 2009, asunto que generó un receso forzoso.
   El Machete junto a LUX son por ahora las publicaciones más longevas (1924 y 1928 respectivamente), y que circulan bajo el mismo principio por el que fueron creadas: dar voz a la manifestación de un colectivo que lucha, y lo hacen frenTe a la injusticia, de poderes fácticos o corrientes del pensamiento que no compaginan con sus principios.


   El Machete –de acuerdo a lo que apunta Amanda Hernández Pérez-, se plantea la necesidad de ser un periódico de combate, que surge en este contexto general, y que revela más que cualquier otro órgano de propaganda, que el pueblo reiniciaba su lucha. Además, representa para muchos una voz silenciada, que incluso iniciado el siglo XXI no ha recobrado su valor en la historia. Su posición marginal dentro de los estudios especializados y la historia gubernamental es un hecho, así como lo es la historia del partido que le dio forma ideológica.[1]
   En cuanto a LUX, que surge en enero de 1928, en su número 2, del mes siguiente ya advertía su EDITORIAL:

Necesario resulta defender por todos los medios a nuestro alcance la conquista alcanzada tras no pocos obstáculos que ha habido necesidad de vencer; hemos logrado levantar una tribuna desde la cual todos y cada uno se sientan con derecho y con fuerzas bastantes a lanzar a los cuatro vientos sus opiniones, sus ideas, sus anhelos, sus inquietudes, sin trabas ni molestias de ninguna especie, y es necesario, es imprescindible, por prestigio, por amor propio, por lo que quiera que fuere, conservarla a todo trance. Acariciamos la esperanza de que así suceda, teniendo en cuenta la favorable impresión causada. Ya son algunos, bastantes, los que se han decidido a buscar las columnas de “LUX” como medio de expresión de sus ideas. Nosotros deseamos que esta decisión la tengan todos. Conseguido este propósito, no resulta ilusorio vaticinar para nuestra publicación una larga y próspera existencia.

   En los primeros ocho años de LUX, su comportamiento fue estable, aunque no dejaba de incluir en sus páginas, la fuerte tendencia de ideas marxistas-leninistas y de otras corrientes ideológicas “non gratas a un sistema o al estado mismo. Con la huelga de 1936 y de ahí en adelante, adquiere una postura iconoclasta, contestataria y hasta un tanto cuanto extremista con motivo de aquel episodio el cual se convirtió en asidero de razones que manifestaban más allá de lo normal, lo incómodo e injusto de ciertos aspectos que sometían a la clase trabajadora.


   Después, durante todo el periodo en que Juan José Rivera Rojas fue Secretario General del SME (1942-1952), esta publicación tuvo que plegarse a expresiones condescendientes que exaltaban aquella figura, la de un “líder”, como un símbolo que garantizaba en todo momento la estabilidad, sin más. El, y solo el eran, en buena parte de sus páginas, la figura que destacaba…, hasta que llegó el “Veronicazo”, y luego el capítulo temporal del “Directorio” que reorientó la forma de expresión de un sindicato que se renovaba desde su interior mismo, tan luego Agustín Sánchez Delint y Luis Palomino Aguilar fueron dirigentes.
   Vino en 1960 la nacionalización -¿o mexicanización?- de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., que se tornó en Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A., y con ello surgieron otros síntomas e ideologías que se plasmaron en LUX, que seguía ahí, pendiente de ser el vocero de cuanta voz se hiciera manifiesta.
   Con la llegada de nuevos dirigentes, LUX parece convertirse hasta en espejo de sus personalidades, pues en algunos casos presumían austeridad y en otros, ostentación. Revistas que incluso llegaron a imprimirse en papel “revolución” y otras que salieron en papel “couché” y con selección de color, lo que seguramente debió salir en “un ojo de la cara”.
   Son incontables las formas por medio de las cuales se hizo posible el despliegue de ideas, decisiones, información de campañas, votaciones, resultados, correspondencia, secciones técnicas, literarias, caricaturas, series con una variada gama de temas. Sus portadas fueron en muchos casos –y sigue siéndolo-, fiel reflejo de la obra creativa de diversos colaboradores y diseñadores.
   Surgieron a su vez algunos sucedáneos a lo largo de su existencia (ya me ocuparé de ellos en su momento). Y, a raíz de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, LUX sufre un dilema que habría de resolver en contundente decisión. Y lo hizo, continuando con un empeño que ha logrado superar los 92 años, ahora que transcurre el mes de marzo de 2020. Aquel mismo conflicto también puso a sus responsables frente a un nuevo reto: continuar con la edición tradicional en papel, y hacerlo también en forma digital, a través del portal del SME (http://www.sme.org.mx/enlaces.html), y cuya primera edición se remonta al mes de agosto de 2012, en su número 623, esperando que se mantenga vigente por muchos años más.
   Obligado complemento para esta colaboración es el dar cuenta de todas las portadas que han configurado tan notable y emblemática publicación. Debo aclarar aquí, que se ha realizado una titánica labor que ha consistido en preparar un respaldo digital que permita conocer y consultar también total de ejemplares, para lo cual estoy preparando un cuidadoso catálogo, el cual se dará a conocer en su momento. Y entre los agradecimientos que debo extender a quienes han hecho posible ese anhelo, se encuentran los siguientes compañeros:

C. Felipe Sánchez
C. Antonio Guadarrama Saucedo
C. Luis Novoa
C. Jorge Herrera Ireta
C. Manuel Fernández
C. Margarito Roldán
C. Luis Alvarado Tello (qepd) a través de su hija Fátima Alvarado
C. Raúl González Lumbreras
C. Bernardo Saucedo Colín

…sin dejar de mencionar la generosa ayuda del Centro de Estudios sobre movimientos obreros y sociales (CEMOS, por sus siglas).
   Ha sido un trabajo de años. Sin embargo, este adquirirá incomparable valor, pues el objeto es mostrar y compartir la colección tal cual ha circulado, desde 1928 y hasta nuestros días.
   En colaboraciones posteriores se pondrán en valor otros elementos que, al paso de poco más de 90 años han hecho de LUX, la revista de los trabajadores.
   Finalmente, se incluyen a continuación algunas galerías que corresponden a los primeros 20 años de LUX:

AÑO DE 1928, doce números

AÑO DE 1935, doce números

 Año de 1940, doce números

Año de 1946, 11 números

CONTINUARÁ


[1] Amanda Hernández Pérez, “Las caricaturas de José Clemente Orozco en el periódico EL MACHETE. (1924). Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Colegio de Historia. Tesis que, para obtener el título de Licenciada en Historia, presenta (…). 2003. 84 p. Ils., facs.

miércoles, 9 de octubre de 2019

TENEMOS DERECHO A MANIFESTARNOS. TERCERA y ÚLTIMA PARTE.


LA VOZ DE LOS “LIQUIDADOS” DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO TRAS LA EXTINCIÓN EN OCTUBRE DE 2009.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE. 


   Hoy, 9 de octubre es un día muy sentido, que tiene su carga de dolor, de coraje, de frustración. Hoy, hace 10 años, quienes trabajábamos para Luz y Fuerza del Centro, recibíamos el duro golpe del anuncio oficial extendido en un corte especial, en el que los distintos medios de comunicación masiva, por lo menos radio y televisión, daban más o menos a las 10 o 10:30 de aquella noche, momento y espacio para un anuncio en el que en ese entonces, el presidente de la república, Felipe Calderón, anunciaba –sin empacho alguno-, la extinción de nuestra empresa, de nuestra fuente de trabajo.
   Ya son 10 años en que ha pasado y ha ocurrido de todo. Han pasado y también transcurrido a una velocidad que parece mentira, pero así es. El presente testimonio, las notas que ahora redacto, las voy hilando más o menos a la misma hora en que sucedía aquel aviso y con esto, quiero seguir narrando lo que como testimonio ya dejé en dos entregas anteriores en esta pequeña pero significativa serie en la que “tenemos derecho a manifestarnos”.
   Pensábamos en el cobro de la semana siguiente, en la ilusa posibilidad del patrón sustituto, de que otros nos contrataran y para todos, o casi todos, hubo puertas cerradas. Olíamos a quemado, y el hecho de que en nuestro intento de recuperar nuestro trabajo y fuente de ingreso, la sola mención de que habíamos sido trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, causaba auténticos “cortocircuitos”.
   Muchos buscamos en forma desesperada cómo reinsertarnos –ya por cuenta propia- a lo primero que se presentara o que surgiera como una posibilidad. Y nada, la respuesta era ¡No! en todos lados.
   “Es que no sabemos hacer otra cosa. Somos electricistas de toda la vida”, se expresó así uno entre tantos compañeros que fue entrevistado por algún medio de comunicación, pero esa era la realidad. No sabíamos hacer otra cosa que no fuera relacionada con el peculiar ambiente laboral de LyFC.
   Supimos de campañas que, como uno, al liquidarse destinaron parte de aquel monto en algún negocio, y fracasaban. Otros, pensando que se resolvería el conflicto, fueron y quemaron aquel valioso recurso en viajes. Otros, lo cuidamos y le dimos un uso pertinente, que lo fue para muchas cosas hasta en tanto viéramos o tomáramos alguna solución al respecto.
   Estuvimos tentados, porqué no decirlo, hasta con aquellos bloques o movimientos que surgieron, encabezados por antiguos líderes o dirigentes que ofrecieron solucionar el problema y que surgieron como mesías y por montones, con la atrevida propuesta de que con sus influencias, llegarían a las capas superiores de la política, y con ello solucionarlo todo. Ah, pero nada tan perverso como pedir adelanto económico para juicios y demandas que se quedaban ya ni siquiera, a mitad del camino, sino que estaban condenados a no prosperar.
   Mientras tanto, supimos sobre el movimiento de “Resistencia” que encabezaba la dirigencia al frente de 16599 personas que mantuvieron su postura por largo tiempo. Y yo dije: respeto, pero no comparto.
   Aun así, fue un episodio cargado de actos heroicos, hermosos, llenos de una integridad ejemplar que consiguió, gracias a aquella entereza, ganar algunos pasos. Y se quedaron en el “Zócalo”, no los movieron y aquello se convirtió en un campamento que resistió, hubo huelgas de hambre, se repartían volantes, de “boteaba”, acudían personajes de toda índole a saludar, alentar o solidarizarse con los de la “Resistencia”. Hubo conciertos, “tocadas” pero el gobierno, Calderón, Javier Lozano, la Sra. Georgina Kessel y demás familia que los acompañaban, solo hacían oídos sordos y tiempo, mucho tiempo para que ocurriera el desgaste natural y aquellos que conformaban el movimiento fueran uno a uno desafanándose de él. Nunca imaginaron que la capacidad de los electricistas en lucha iba a ser tan sólida.
   Pero se aproximaba septiembre de 2010, mes de la patria, mes en que iban a celebrarse infinidad de festejos con motivo del “Bicentenario de la Independencia y la Revolución mexicanas”, por lo que había que tener esa plaza de la Constitución libre de cualquier “estorbo” o “dificultad”. Se hizo labor de convencimiento y aquellos hombre y mujeres tuvieron que retirarse. El nuevo espacio, fue el monumento a la Revolución.
   Y la dirigencia seguía aprovechando cualquier pretexto para seguir refiriéndose a los “liquidados” en cualquier término de descalificación, sin que hubiese al menos un intento por buscar la reconciliación, la unidad que tanto alardeaban. Nosotros ya no existíamos.
   Acercarse a Antonio Caso N° 45 significaba un riesgo. El ambiente era tenso, y si lo descubrían a uno desde la trinchera del edificio del SME, la cosa podría subir de tono como se sabe que lo hubo entre agresiones verbales y físicas.
   Recordando aquellas duras jornadas, y que hoy contrastan con la triste confrontación que todavía se hace notoria entre grupos opositores, como la ocurrida apenas hace unos días a las afueras del nuevo edificio del Sindicato Mexicano de Electricistas, me parece en lo personal, que ello da cuenta una vez más de que la madurez y la cohesión en momentos sumamente críticos, nunca llegó al nivel de congruencia que tanto necesitaba este sindicato, nuestro sindicato, dejando ver el estado de descomposición que pervive y que no es síntoma de estos tiempos, sino que arrastra un largo historial que viene desde épocas posteriores al célebre y triste episodio del “Veronicazo”, allá al comienzo de los años 50 del siglo pasado, y luego la presencia de uno de los dirigentes más representativos como fue el caso de Agustín Sánchez Delint, quien para muchos fue punta de lanza y un modelo de dirigente en la nueva época del SME, pero para otros el punto de quiebre que representó la decadencia en el discurso político, en la justa relación de intereses que significaba fortalecer un sindicato, que se perdió –con el paso de los años-, en una suma de infortunios que deben analizarse debida, correcta y equilibradamente.
   Necesitamos saber qué fue del Sindicato Mexicano de Electricistas desde aquella segunda mitad del siglo XX y luego la primera década del XXI, que culminó tristemente con el duro episodio de la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
   Este es un ejercicio al que tendremos que responder algún día, no muy tarde, porque en realidad también están desapareciendo muchos de aquellos integrantes de otras tantas generaciones que vivieron en carne propia aquellos vaivenes, tentaciones y demás circunstancias con las cuales se dio aquel deliberado ataque a su esencia orgánica, de la cual no pudo recuperarse, pues todo cuanto se sumaba a ese aspecto, era un componente más para provocar el exterminio de tan célebre institución sindical, quizá la más combativa e incómoda de las que pervivieron y actuaron durante el curso del siglo pasado.

CDMX, 9 de octubre de 2019.

miércoles, 21 de agosto de 2019

EDITORIAL. TENEMOS DERECHO A MANIFESTARNOS. SEGUNDA PARTE.




LA VOZ DE LOS “LIQUIDADOS” DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO TRAS LA EXTINCIÓN EN OCTUBRE DE 2009.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Sabemos muy bien que, frente a un acontecimiento donde pesa la memoria y sus tribulaciones, no puede haber forma clara más que evocarlo. Y si me apuran un poco, olvidarlo…, de ser posible.
   A punto de que se acerque imperturbable la fecha del 10 de octubre de 2019, señal de 10 años transcurridos después de ocurrida la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC, por sus siglas), conviene un balance –en este caso personal- de uno más de los que nos “liquidamos”, luego de tomar esa dura decisión frente al inestable futuro que habríamos de enfrentar, ya en el desempleo, porque aquella decisión ya no era una amenaza más. Fue un acto contundente, lapidario.

Cimentación de una torre de transmisión en la línea Toluca-Zictepec. LyFC, 2001.

   Hasta ahora, persiste un conjunto de opiniones que desahogaron y siguen desahogando los grupos políticos confrontados de entonces a acá, al interior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME, por sus siglas). Y también fuera de él.
   Creo, nunca como espectador pasivo, que todo lo dicho vino nutrido por la pasión, así como por una polarización que solo enfatizó ideas, ensoberbeció posturas hasta conseguir que los odios se enardecieran por parte ya no digo de las bases, sino de las dirigencias; que justo en esos precisos momentos era más que deseable una cohesión. Lamentablemente esto nunca se dio, lo cual nos dejó a muchos, con un amargo sabor de boca.
   Los 28 mil “liquidados” recibimos toda serie de descalificaciones. Éramos, en lo natural, los traidores a la causa sindical (origen de nuestro desconfianza y desacuerdo, al menos el que este servidor puede declarar) que no demostró capacidad para la solución, sino –como ya se dijo- de cohesión en el momento más tenso y complicado al enfrentar la extinción misma. Ahí, se “desataron los demonios”.
   Así, aquella comunidad con el “juntos hasta la victoria siempre” se pulverizó hasta el punto de que colegas, “compas” y camaradas nos transformamos de pronto en enemigos declarados. Tuvimos que buscar un asidero. Así, fuimos incondicionales a alguna doctrina formal o informal que surgiera como respuesta al acontecimiento mismo. En fin, que cualquier opción era posible. Pero lo más importante, sabíamos que aquello se había terminado para siempre.
   Aquel anuncio calderonista se difundió la noche del 10 de octubre de 2009, y hasta un “emotivo” partido de futbol internacional fue suspendido por el tiempo destinado a dicha transmisión excepcional.

Allí estaba la gente de “Construcción”, apoyando a Líneas de Transmisión.
Línea Toluca-Zictepec. LyFC, 2001.

   Al menos, yo no daba crédito. Comencé a hacer llamadas a los más cercanos que estaban enterados y no del asunto. A media noche, casi todos sabíamos que a la mañana siguiente, la cita estaba dada para acudir al mitin a desarrollarse en la explanada de la “Plaza de la República”.
   Mientras tanto, y ya a media noche, seguí el curso de otros tantos noticieros televisivos que fueron dando alguna idea de una movilización de compañeros que se apostaron frente al edificio “Verónica”, en el cruce de Melchor Ocampo y Marina Nacional. La sorpresa de muchos, y desilusión también, fue encontrarse con una movilización impresionante de la Policía Federal, así como por el hecho de que en cosa de nada, se levantó un muro metálico que daba la impresión de haber convertido aquello en una toma desmedida, en un secuestro, en un bunker desde el cual –con la presencia de personal ajeno que tomó el mando ya ni siquiera en condiciones de requisa, sino de auténtico asalto-, para permitir que la continuidad de servicio no se viese alterada. Algunas versiones manejan el hecho de que en el Centro de Operación Ciudad (COC, por sus siglas), permaneció personal que trabajaba en aquellos momentos, siempre bajo la mirada amenazante de policías, o como se dijo, de militares disfrazados de policías. Y que, por otro lado, apenas les dieron tiempo de tomar algunas de sus pertenencias para humillarlos y “correrlos” en tanto tomaba el mando personal técnico ajeno a la empresa y al sitio estratégico que desde esos momentos comenzaron a ocupar.
   Créanme: mientras escribo estos apuntes, siento lo amargo, lo doloroso que fue pasar por aquellos momentos que mutilaban un destino, convertido ya en auténtica incertidumbre.
   En ese darle vueltas, o cuando todo nos daba vueltas, sabíamos también que estábamos condenados a la pérdida total de nuestra fuente de trabajo y al desempleo en consecuencia.
   ¡Terrible panorama!

Comenzaba a vérsele forma a la futura torre de transmisión.
Línea Toluca-Zictepec. LyFC, 2001.

   Aquella noche, no concilié el sueño y mis deseos estaban centrados en el mitin al pie del monumento a la “Revolución” que fue masivo.
   Y en la ronda, como vueltas en el jardín pueblerino, buscaba a los conocidos, que nos saludábamos con frialdad, y sin dar crédito a lo ya conocido.
   Por todo lo anterior, creo que estamos en el justo derecho de manifestarnos todos aquellos que decidimos no seguir a la que ya veíamos como una fractura de aquella dirigencia que hoy, a diez años vista, mantiene a una parte de su “gabinete”. Desde aquel momento y hasta hoy, ha corrido tinta de manera abundante, y donde los grupos opositores se han destruido muchas veces. A lo largo de ese tortuoso camino, solo hemos encontrado también encendidas protestas y reclamos bien entendidos, pues venían de la desesperación que provocaba el destino. Y esta no era para unos cuantos, sino para todos, en consecuencia. Y entonces, todos comenzamos a confrontamos: familiares, amigos, colegas, compañeros por igual afectados por el resentimiento, la tristeza, por el enorme problema a resolver, de ahí en adelante… hasta ahora, cuando ya han pasado casi 10 años y la situación, lamentablemente prevalece en la gran mayoría, pues no conseguimos la reinserción laboral, asidero que se diluyó en forma terrible. Y también por el hecho de que ya somos 10 años mayores, con menos capacidad, con una experiencia que se quedó en el camino y de que, para tener posibilidad de contratarnos, no teníamos ninguna esperanza. Decir que habíamos trabajado en Luz y Fuerza del Centro, significaba algo así como un cortocircuito, y nadie nos quería, apestábamos, no querían problemas de ninguna especie, por lo que fue muy dura aquella labor de ir tocando puertas, sin que nadie te abriera la puerta, o si abrían era para decir ¡No!
   Todo eso en una noche, todo eso al día siguiente del fatal anuncio. Todo eso, hasta hoy, incluso.

CONTINUARÁ.

jueves, 8 de agosto de 2019

EDITORIAL. TENEMOS DERECHO A MANIFESTARNOS. PRIMERA PARTE.

LA VOZ DE LOS “LIQUIDADOS” DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO TRAS LA EXTINCIÓN EN OCTUBRE DE 2009.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   El siguiente episodio, al que por cierto incluí en las “Efemérides de Luz y Fuerza del Centro y el Sindicato Mexicano de Electricistas” (que de ambas instituciones guardo gratos recuerdos) para el mes de agosto, me ha dado pie para retomar el compromiso por el cual este blog tuvo –en su origen- y tiene hoy -porque así es- razón de ser.
   Pero antes de todo, para que de eso se nutra el objeto de este medio de comunicación, he valorado, he sopesado, le he dado tantas vueltas al asunto, como no se lo imaginan. Por eso, he decidido que tengan voz los “liquidados” de Luz y Fuerza del Centro, tras la extinción en octubre de 2009.
   En ese recoger los testimonios de aquel pasado, y los de nuestros días, para acomodarlos debidamente en esas “Efemérides”, encuentro suficiente motivo en lo que arrojó la del 8 de agosto del presente año, razón que detona en lo que pretendo, y con ello sumar lo que, como muchos, creemos en ese asunto que nos afectó tremenda, profundamente.
   Vamos a ver a continuación lo que deja la lectura de un importante testimonio de confrontación localizado en la valiosa fuente de información que proviene de la página o portal del Sindicato Mexicano de Electricistas (http://www.sme.org.mx/enlaces.html), donde en su “Blog informativo” aparecieron dos importantes testimonios, como sigue:

8 de agosto de 2019: El universo paralelo de José Arreola y su obsesión en contra de la dirección del Sindicato Mexicano de Electricistas.

   Antes de sentarse a revisar la nota que escribió para el blog informativo del SME, conviene traer hasta aquí la que publicó Arreola el 25 de julio de 2019:

Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME.

José Arreola
Rebelión.

   El recientemente estrenado documental Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME, realizado por trabajadores en resistencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), da cuenta de la serie de anomalías suscitadas en el proceso electoral vivido en dicha agrupación gremial en las semanas pasadas. En poco más de noventa minutos, mediante la presentación de testimonios, material audiovisual y la lectura de artículos claves de la Ley Federal del Trabajo (LFT), el documental muestra la manera en la que las elecciones se condujeron con el único fin de dar continuidad al proyecto empresarial del que Martín Esparza y Humberto Montes de Oca son hoy privilegiados integrantes y defensores. Uno de los argumentos de los que la actual dirección del SME se ha valido para intentar desprestigiar a la planilla 2 “Para Todos Todo” es que se trata de una agrupación conformada por personas que no se sostuvieron en el marco de la organización ni la resistencia. Nada más falso. De hecho, bien valdría la pena recordar que el debate, dentro de la resistencia y para la resistencia, ha sido impulsado desde hace ya varios años. Un ejemplo de ello se encuentra, precisamente, en un documental pionero del intercambio de ideas que fue elaborado en 2013 por trabajadores de base que no comulgan con la visión de Martín Esparza: SME: 4 años resistiendo. Ya es hora de romper el silencio. [1]
   Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME representa una labor de seriedad y honestidad sustentada en no pocas evidencias. Con un guion cronológico, de manera detallada, ofrece al espectador el ambiente en el que las elecciones para cambiar a la mitad del Comité Central (en adelante CC) se llevaron a cabo: insultos, amenazas de muerte, golpes, trabas burocráticas, intimidación y provocaciones para quienes iban a votar por la planilla 2; calma, serenidad, alegría, aplausos, atenciones y resolución de problemas de manera expedita para quienes optaron por la planilla 1 “Once de Octubre”.
   Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME es un video documental militante. Se trata de un trabajo cuya finalidad, además de continuar con el debate que el CC busca extirpar con diferentes maneras de coerción, es llegar a las organizaciones sociales del país. La visión oficial acerca de las victorias y la democracia electricista está construida sobre la base de las mentiras y el intento de silenciar a una corriente de opinión que, sin renunciar a sus derechos como trabajadores afiliados al sindicato y sin abandonar la ya madura resistencia, ofrece un punto de vista diferente al de la dirección sindical. Lo hace, además, con los medios posibles a su alcance, con pocos recursos y, especialmente, con toda responsabilidad. No hay una sola denuncia que no tenga sustento. No hay una sola frase sin respaldo. Por ejemplo, cuando se dice que el CC azuza a la violencia no se trata de una acusación baladí: en una toma se aprecia la forma en la que personalidades como Humberto Montes de Oca, Juan José Gómez Beristain, Ricardo Pérez y Fernando Muñoz Ponce –quien encabeza la planilla 1– arengan para hostigar a los miembros de la planilla 2 durante los días de votación. Ni más, ni menos.
   Asimismo, el documental pone especial atención tanto en la reforma laboral hace poco aprobada como en la defensa que de ésta hace Luisa María Alcalde, la Secretaria del Trabajo y Previsión Social del actual gobierno. De ese modo, los trabajadores en resistencia generan dos frentes de debate; por una parte, en lo que respecta al cumplimiento de la LFT en la que se establece la invalidez de las elecciones sindicales de no cumplir con requerimientos mínimos o de violentar a los participantes del proceso; por otra, con las organizaciones del movimiento social y sindical del país que, con preocupación genuina, pero sin mayor análisis crítico, han respaldado el actuar de un CC a todas luces descompuesto. Y es ésta, finalmente, una de las grandes virtudes que los trabajadores de base agrupados en torno a la planilla 2 “Para Todos Todo” ha develado: el sindicalismo de nuevo cuño que la dirección del SME pretende consolidar, es decir, un sindicalismo neoempresarial revestido con un discurso de izquierda que ahoga toda corriente de opinión distinta a la suya apelando, no obstante, a la democracia y la libertad gremial. Se trata, además, de un sindicalismo neoempresarial violento, que utiliza los métodos gansteriles del viejo charrismo, pero que dice situarse a la izquierda del actual gobierno para presentarse como víctima de éste en caso de existir un fallo que no le beneficie en el proceso de impugnación que, con razones de sobra, iniciarán los trabajadores electricistas de la planilla “Para Todos Todo”.[1]

Nota:

[1] El documental completo se encuentra disponible en:
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

   Viene a continuación la que publica José Luis Hernández Ayala, también en Rebelión:

   Es una pena ocupar el valioso espacio de Rebelión para tratar asuntos del bajo mundo de la chismografía política en vez de discutir propuestas estratégicas para recomponer la lucha de los explotados y oprimidos u algún otro tema de similar importancia. Lamentablemente la obsesión de José Arreola en contra de la actual dirección del Sindicato Mexicano de Electricistas, cargada de infamia y del más rancio sectarismo, requiere un espacio demasiado grande para su nula importancia. Bastan dos o tres perlas para demostrar su ignorancia y mala fe. En su más reciente contribución en Rebelión (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=258598), José Arreola Califica el reciente proceso electoral del SME, en donde se renovó la mitad del Comité Central encabezada por la Secretaría del Interior, de “Mega fraude”. Una aseveración completamente fuera de la realidad y que solo obedece a su “rabia” por la derrota de su candidato opositor.
   Con 17 mil 498 votantes –aproximadamente 12 mil 500 miembros activos y 5 mil jubilados y pensionados-, el Sindicato Mexicano de Electricistas ha dado una ejemplar muestra de vida democrática y de la confianza de los agremiados en su institución.
   El compañero Fernando Muñoz Ponce obtuvo 12 mil 161 votos (71.41%), frente al opositor Alfredo Arenas Pluma quien obtuvo 4 mil 868 de (28.58%). Este resultado es producto de la confianza de la abrumadora mayoría de los trabajadores en su dirección y en el rumbo político aprobado por nuestras asambleas generales.
   El padrón electoral se entregó, en el tiempo y forma que marca nuestro Estatuto, a quienes corresponde. De cualquier forma, ese padrón que ahora está integrado por 15,164 socios sindicales, bajo la nueva Ley Federal del Trabajo (LFT), se puede obtener de manera pública. Si hubo más de 17 mil votos es porque en el SME los compañeros y compañeras jubiladas también tienen ese derecho, siempre y cuando hayan cumplido con su obligación estatutaria de pagar sus cuotas sindicales (Artículos 131 y 97).
   En su artículo José Arreola “olvida” mencionar un hecho de extrema gravedad. La planilla perdedora, en vez de acudir a nuestra Comisión Autónoma de Justicia, decidieron presentar una demanda ante las autoridades laborales. Es decir, le abrieron las puertas al Estado burgués para inmiscuirse en los asuntos internos de una organización sindical reconocida, nacional e internacionalmente, como clasista. Este hecho es inadmisible, para alguien que se reivindica de izquierda, incluso si se trata de un gobierno que se presenta como de izquierda o progresista.
   Pareciera que, desde una supuesta “izquierda radical”, ahora se quiere consumar el objetivo de los neoliberales: destruir al Sindicato Mexicano de Electricistas.
   Lamentablemente para su causa, la limpieza de este proceso electoral fue tan claro y evidente, que el pasado viernes 2 de agosto las nuevas autoridades laborales le han otorgado la toma de nota a la nueva dirección, consummatum est.
   Los extravíos de José Arreola parten de considerar una derrota la solución del conflicto originado por el cierre ilegal y unilateral de la empresa pública Luz y fuerza del Centro, el 11 de octubre del 2009, y del intento de destruir al SME para aprobar una posterior legislación privatizadora. En su opinión esta negociación fue “una derrota para el movimiento social y los trabajadores del SME (y) significa una victoria para el Comité Central”.
   Cabe aclarar que el SME, desde 1999, derrotó dos iniciativas legislativas privatizadoras del sector eléctrico. Por esa razón el gobierno neoliberal de Felipe Calderón, apoyado por toda la clase política, optaron por el intento de destruir al sindicato cerrando nuestra fuente de trabajo, acosando y reprimiendo a nuestra actual dirección, bloqueando nuestras cuentas bancarias, privándonos de las cuotas de 22 mil jubilados y cerrando los canales legales y laborales para hacer valer una resolución que nos otorgaba el derecho al patrón sustituto dentro de Comisión Federal de Electricidad, la otra empresa estatal.
   A pesa de nuestra enorme resistencia, durante más de siete años, nuestro sindicato no pudo vencer la ofensiva de todo el aparato estatal. ¿Qué otro sindicato lo ha hecho a nivel mundial? 

   A pesar de toda su infamia, la maquinaria estatal no podía negar nuestro derecho a una indemnización colectiva de 80 mil millones de pesos provenientes de nuestros fondos de pensión, compra de casa habitación y seguro sindical. A cambio de este fondo, el gobierno de Enrique Peña Nieto se vio obligado, en el marco de la nueva Ley privatizadora del sector eléctrico, a otorgarnos una concesión por treinta años para explotar las plantas de generación de la extinta empresa (para lo cual creamos la empresa Fenix en sociedad con la trasnacional portuguesa Mota Engil) y crear la Cooperativa Luz y Fuerza para impulsar diversos proyectos productivos.
   En México, y me parece que, en el resto del mundo, no es raro que ante el quiebre de una empresa o el empantanamiento de una en México, y me parece que, en el resto del mundo, no es raro que ante el quiebre de una empresa o el empantanamiento de una huelga, los patrones se vean obligados a entregar las empresas a sus trabajadores para la creación de cooperativas. Para cualquier sindicalista sensato esta solución es mil veces mejor que el cierre de la empresa, excepto para José Arreola que ve en esta solución el surgimiento de “un sindicalismo neoempresarial revestido con un discurso de izquierda”. Quizá no sea casual la coincidencia de este juicio con los vertidos por el actual director de CFE, Manuel Bartlett Díaz. Este es el origen de importantes y exitosas cooperativas en México como la cementera Cruz Azul, Refrescos Pascual o la llantera TRADOC. En Argentina existen muchos otros casos similares. Todas estas cooperativas se dedican a producir mercancías y servicios e incluso se asocian con inversionistas para poder competir.
   Por nuestra parte esta es la última respuesta a José Arreola, quien por cierto no sabemos si es solo un articulista o alguna vez tuvo la oportunidad de participar en algún movimiento social de la vida real, no tiene caso debatir con quien vive en su propio universo.
Disponible en internet agosto 8, 2019 en:

   Sirva lo anterior para concluir sobre el hecho de que, a casi 10 años, el terrible golpe de la extinción de LyFC no ha sido superado. Digo esto porque se observa una lucha frontal de ideas en las que la voz que emana desde el interior del SME parece ser la única que tiene la razón. Las otras opiniones no valen. Y entre esas opiniones, muchas son las de todos aquellos que decidimos “liquidarnos”. E incluso hasta de aquellos que en su momento –habiendo salido de las propias filas de sindicalizados-, ocuparon puestos de “confianza”.
   Ha llegado un buen momento para sentarse y reflexionar sobre el enorme cúmulo de componentes que hoy dan forma al grueso volumen, de aquella pesadilla que acabó con un pasado que tuvo sus altibajos. Un presente del que teníamos duda y un futuro lleno de incertidumbre, dimensión en la que seguimos –10 años después-, preguntándonos qué pasó aquel 10 de octubre de 2009, fecha que nos negamos a recordar, pues en ese momento sucedió un quiebre, un golpe de timón como nunca antes había ocurrido. Pero en ese negarse, está también lo necesario de un reposado análisis, el que nos lleve a entender otras circunstancias que fueron encaminando a Luz y Fuerza del Centro a ser condenada a su desaparición. Quedaba, vivo, el Sindicato Mexicano de Electricistas, ente del que esperábamos una firme reacción, que no llegó. Pasaron los años, y el discurso parece haber cambiado sólo en lo cosmético, pues con su nuevo matrimonio, ahora con “Mota Engil” fortaleció a FÉNIX como generadora, suministradora y comercializadora de energía eléctrica, lo que permite un nuevo panorama lleno de esperanzas.
   Espero que ese digno papel, es decir: aquello que significa pedir la palabra, se convierta en el elemento apropiado para conseguir un fiel de la balanza. Es preferible en este momento dejarse llevar por la razón que por la pasión.

CDMX, 8 de agosto de 2019. José Francisco Coello Ugalde.

CONTINUARÁ.



[1] Disponible en internet agosto 8, 2019 en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=258598