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jueves, 10 de abril de 2014

EL SISTEMA HIDROELÉCTRICO DE NECAXA. POR: JAVIER ORTEGA MOREL.

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA y SUS AUTORES INVITADOS.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

El Sistema Hidroeléctrico de Necaxa: extraordinario patrimonio industrial eléctrico en operación. Por: Javier Ortega Morel.

NECAXA Y LA ELECTRICIDAD.

   En algunos documentos de procedencia indefinida que pertenecen al Archivo Histórico, encuentro datos de relevante importancia que indican la génesis de lo que hoy día es Luz y Fuerza del Centro. Uno de ellos especifica datos sobre cómo surgió todo el proceso que devino en la obra hidroeléctrica de Necaxa. Tratando de dar una nueva configuración a los mismos, me permito hacer algunas precisiones en su elaboración así como en la aportación de datos.

Nexapa en 1909. Proceso constructivo de la planta. Col. del autor.

   Los primeros datos de la belleza y potencialidad de la región, fueron proporcionados por José Justo Gómez, Conde de la Cortina en 1850. Tiempo más tarde fue el geógrafo e ingeniero Antonio García Cubas quien publicó con amplitud de detalles sus estudios realizados en la zona hacia 1874.
   El Dr. Arnold Vaquie (Vagnie o Vaquiere), con socios franceses fundó desde 1895 Le Societé du Necaxa obteniendo la concesión para la explotación de las aguas del río Necaxa para la generación de energía eléctrica, adquiriendo los terrenos del Salto Chico y de la Mesa de las Flores. Entre sus primeros intentos estuvieron los trabajos de perforación de un túnel que fracasaron, pero no aquellos otros por lograr la concesión de “The Mexican Light and Power Company Limited” que compartió con el ingeniero Frederic Starck Pearson, hombre de complexión delgada, de aspecto amable, entusiasta visionario que, convencido de la hermosura de la región estaba cierto del aprovechamiento que obtendría con el uso de tan apreciada fuente natural del agua concentrada en el río Necaxa, el Salto chico y el Salto grande, presa La Laguna , presa Los Reyes rodeado todo este conjunto de agrestes cordilleras, bosques intrincados y otros tantos ríos extraviados en un laberinto de hondas cañadas.
   Pero Starck Pearson no hizo de Necaxa una improvisación. Ya en Río de Janeiro puso en marcha un proyecto que lo empujó a continuar, ahora en México, país en el que se dio cuenta de las enormes expectativas que ofrecía un lugar tan específico como este punto emblemático en el estado de Puebla.

El Sistema Hidroeléctrico de Necaxa: extraordinario patrimonio industrial eléctrico en operación. Por: Javier Ortega Morel[1]

   Si bien, no fue la primera hidroeléctrica de México, su relevancia puede ser comprendida desde diversos puntos de vista. En primer lugar la gran magnitud de instalaciones hechas desde los últimos años del porfiriato y cuyo impacto permitió la generalización del uso de la electricidad en el centro de la República Mexicana. Otro aspecto sería el de ser el fundamento de una empresa que extendería su operación a varios estados de la República con la compra o construcción de otras plantas generadoras de electricidad. En el aspecto laboral también es relevante por que los trabajadores de la empresa constituirían el Sindicato Mexicano de Electricistas, una de las organizaciones laborales más antiguas y combativas. En cuanto a lo que concierne al patrimonio industrial, si bien la continuidad de operación ha implicado necesarias modificaciones para mejorar la seguridad o sustituir equipo que había terminado su vida útil, muchas máquinas y el esquema original se han conservado.

Vista panorámica que permite observar los avances de obra en Nexapa. 1909. Col. del autor.

   La Sierra Norte del Estado de Puebla, región de gran belleza natural y accidentada geografía es el ámbito donde se asientan el Complejo Hidroeléctrico al que nos referimos. Las cascadas del Río Necaxa fueron visitadas por ilustres viajeros como Don José Justo Gómez de la Cortina, fundador de la actual Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y el Ing. Antonio García Cubas, importante geógrafo. El antecedente de aprovechamiento de tales caídas de agua se tienen a partir de la formación en 1895 de la denominada Societe de Necaxa, organizada por el francés Arnold Vaquie que con la intención inicial de generar energía eléctrica para venta a industrias y ciudades, tropieza con el problema de la gran distancia de los centros de consumo, posteriormente pensaría en aprovechar la electricidad para producir carburo de calcio, proceso que requiere gran cantidad de energía. Los trabajos de construcción de un túnel fueron iniciados pero no se concluyeron por falta de recursos.[2] Una cita de la época, aparecida en las Memorias de la Sociedad Científica Antonio Alzate[3] anota lo siguiente:

…es de desearse que sigan los trabajos hasta conseguir que en tomo de esta fuente inagotable de energía se establezcan las industrias, porque cualesquiera que sean estas levantarán aquella región del olvido profundo en que se encuentra y proporcionaran a sus habitantes inmensa dicha, porque el trabajo y la industria son factores importantísimos de la felicidad de los pueblos.

   Al principio del siglo XX, el proceso de electrificación de nuestro país, se debería principalmente al establecimiento de plantas generadoras propiedad de industrias las cuales ocupaban la energía para sus propios procesos y eventualmente venderían remanentes de la misma a terceros. Excepciones a esto serían empresas destinadas al alumbrado público y otras cuyo ámbito regional era relativamente limitado. Para el aprovechamiento del potencial de Necaxa se requerían grandes inversiones y el aseguramiento de grandes consumidores. En 1902 en Canadá se organiza con un capital de $ 25,000,000 de dólares, la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz (Mexican Light and Power Company), su intención sería a partir de Necaxa abastecer la Ciudad de México y los centros mineros de El Oro, Estado de México y Pachuca. Lo anterior contaría con el beneplácito del Presidente Porfirio Díaz, de tal modo que se declararía el proyecto como de utilidad pública, se tendría el compromiso de generar 15,000 HP en cuatro años y duplicar esa cantidad posteriormente. La empresa realizaría un proceso de adquisición de las empresas existentes que abastecían el Valle de México incluyendo los contratos de alumbrado y tranvías de la Ciudad de México. Adquieren el control de la Cía. de Luz y Fuerza de Pachuca y de otras empresas, consiguiendo el control del abasto de la zona centro del país.[4]
   En 1903 se inician trabajos bajo el mando del Ing. Fredrick Stark Pearson. Este personaje tenía un gran prestigio profesional por sus proyectos en Estados Unidos, Canadá y Brasil.[5] Se trato de una obra de enorme magnitud, cincuenta ingenieros y dos mil trescientos trabajadores iniciarían las obras en 1903. Para comunicar la región se construirían una vía férrea hasta conectar con el Ferrocarril de Hidalgo en Beristain, Pue., esta parte del proyecto tendría su interés, ya que sería necesario cruzar una zona accidentada de 37 km que posteriormente se ampliarían para enlazar diversas dependencias y plantas relacionadas.[6] Fue notable este ferrocarril con pendientes hasta del 6 %, radios de curvatura de 16 metros necesarios en un trayecto sinuoso pero de gran belleza natural. Se seleccionaron locomotoras engranadas de 33 toneladas marca Lima tipo Shay, como las utilizadas en los Andes peruanos. Para maniobras de patio se dispuso de 2 pequeñas máquinas Porter de 16 toneladas. Actualmente se tienen en exhibición dos de ellas en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad de Chapultepec. La vía se levantó en 1965.

Colocación de tubería en un sector de la obra en Nexapa. 1909. Col. del autor.

   El sistema comprende cinco presas que inicialmente utilizaron las aguas de los rios Necaxa. Tenango y Xaltepuxtla. Actualmente se utilizan parte de otros mas lejanos entre los que sobresale el Laxaxalpan, para lograr su aprovechamiento fue necesario construir una serie de canales y tuneles entre los que destaca uno de 30 km. Fue necesario reubicar varios pueblos que quedaron sepultados al subir las aguas. Para los empleados se levantó un conjunto en el sitio denominado La Mesa, ahi se dispusieron casas habitacion, casa para empleados solteros, hospital y oficinas, esto esta actualmente en uso de funcionarios de Luz y Fuerza y para usos sociales. Hay un pequeño museo donde se tienen fotografías de la construcción del sistema y de los trabajadores. La primera planta construida fue la de Salto Grande o Necaxa, que con una unidad empezo a enviar energía a la Cd. de México en diciembre de 1905. Esta planta tiene actualmente 10 unidades accionadas por ruedas tipo Pelton de eje vertical. Las del numero 1 al 9 son marca Esher Wyss y fueron instaladas en los primeros años, la última es marca Morgan Smith y fue instalada en 1950. Los generadores iniciales fueron Siemens Shucker y por motivo de la Primera Guerra Mundial los siguientes serian General Electric de fabricación estadounidense. Esta planta proporciona una potencia de 109 Megawatts. La segunda planta es la de Tepexic que inició operaciones en 1923, dispone de 3 unidades accionadas por turbinas tipo Francis de eje horizontal, una es marca J. M. Voith, alemana y otras dos Pelton Water Wheel, estadounidenses. Los generadores son General Electric y proporciona una potencia de 45 Megawatts. La planta de Tezcapa (1928) cuenta con 2 turbinas tipo Francis de eje horizontal, marca J. M. Voith, los generadores son Metropolitan Vickers de fabricación inglesa y proporcionan una potencia de 5.4 Megawatts. La planta de Patla inicio operaciones en 1954, dispuso de 3 turbinas tipo Francis marca Allis Chalmers y generadores del mismo fabricante estadounidense. Proporciona una potencia de 45 Megawatts. Actualmente esta planta esta siendo reconstruida por daños sufridos a causa de las torrenciales lluvias sufridas en octubre de 1999. Para elevar el voltaje y transmitirlo a distancia se dispone de la subestaciones de El Carmen y de El Salto.[7]
   En la época de construcción se establecerían algunas marcas mundiales en cuanto a la mayor presa construida con núcleo de arcilla, lo mismo se anotaría en la longitud de los túneles, algunos de los cuales serían construidos con apoyo de la Compañía Minera de Real del Monte y Pachuca en calidad de contratista.[8] También la línea de transmisión más larga con 275 kilómetros. El personal ocupado en la construcción llegaría a superar los seis mil. Para abastecerse de materiales se dispondrían de plantas para quebrado de piedra y una sistema de compresores para las máquinas perforadoras. Gran interés despertaría este proyecto en nuestro país e incluso en el extranjero encontrándose memorias de estudiantes de ingeniería y reportes de sociedades científicas en los que se exponen pormenores de su construcción.[9]
   El mineral de El Oro recibiría la energía en 1908 y en septiembre de 1910 se consigue la conexión a Pachuca. Es en ese momento cuando se asegura el suministro que había frenado la ampliación de trabajos de las empresas de tales regiones. En una publicación de la época, considerando los difíciles problemas de abasto de leña o carbón generalmente importado a elevado costo y en un momento en el que aun no se manifestaba la riqueza petrolera del país, se hace el siguiente comentario en relación a Necaxa:

En conclusión, no es exageración decir que la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz ha proporcionado un nuevo impulso a la minería en todas aquellas regiones contiguas a sus líneas. Se están construyendo centros de manufactura en un país que no tiene fuentes naturales de combustible. El sólo hecho de su existencia, es una garantía para la permanencia de aquellas industrias, mineras u otras; que requieran energía barata para su operación y sobre todo se obtengan utilidades justas.[10]

Es importante considerar que el sistema hidroeléctrico de Necaxa constituyó la solución a los problemas de abasto eléctrico en el centro del país hasta la década de los años cincuenta. Actualmente sigue operando y es muy meritorio el reconocimiento a los trabajadores que han permitido una operación por más de 90 años para la planta de Necaxa, construyéndose ahí mismo muchas de las refacciones necesarias para su mantenimiento. La instalaciones con tanto afán conservadas son un ejemplo de patrimonio industrial y que con su operación tiene un gran valor en la formación de técnicos e ingenieros. Los bosques cercanos que permiten retener el agua juegan un importante papel en la ecología de la región y contribuyen a conservar el atractivo natural de tal sitio.
Por parte de la empresa se han hecho estudios y está en marcha un programa de rehabilitación del sistema, se estima una operación mínima de cuarenta años más conservando los esquemas generales de la maquinaria actual y que en su parte principal corresponde al equipamiento original.[11] Algo deseable seria el permitir el fácil acceso de visitantes a las plantas, es algo que en diversas instalaciones eléctricas de Europa y América del Norte se han establecido, eso permite al común de la gente conocer y valorar sitios que son fundamentales para la forma de vida que tenemos. Es también adecuado señalar el interés del Maestro Ernesto Godoy Dardano de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla quien ha impulsado el proyecto de declaratoria de zona típica a la región. Se deben conservar estos monumentos del patrimonio industrial que constituyen una parte fundamental en la historia de la industrialización de México. 



[1] Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Pertenece al Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial.
[2] Gastón Sáenz Martínez: Necaxa es Luz y es Fuerza, Edición del Sindicato Mexicano de Electricistas, conmemorativa del 77 aniversario, México, 1977, p. 11.
[3] Gabriel Oropesa: "EI río de Necaxa y sus caídas de La Ventana y de Ixtlamaca", en: Memoria de la Sociedad Científica Antonio Alzate, tomo 12, 1898 99, p. 191.
[4] Ernesto Galarza: La Electricidad en México. México, Fondo de Cultura Económica, 1941, pp. 26-28.
[5] Sobre Pearson se puede consutar: Ernesto Godoy Dardano: "Un Ingeniero y su imperio: Frederick Starck Pearson", Revista Universidad de México; además: Luzia M. A. Soáres: "A formcao do Grupo Light: Apontamentos para a sua História Administrativa", en América Latina en la Historia Económica. Boletín de Fuentes número 8, julio diciembre de 1997 pp. 55-69.
[6] Ferrocarril Beristain Necaxa, vía angosta, Documento Informativo, CFE Museo Tecnológico, 3 pp.
[7] Sáenz Martínez: op. cit., p. 8-32. Además: Carlos Eduardo Álvarez Díaz: Rehabilitación del Sistema Hidroeléctrico del Departamento Necaxa de Luz y Fuerza, Monografía para obtener el titulo de Ingeniero Industrial, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Pachuca, 1999, pp. 10-27.
[8] Archivo histórico de la Cía. de Real Monte y Pachuca Fondo Norteamericano, Ramo Minas, Otras Unidades, Túnel Necaxa, Documentación en clasificación.
[9] Pantaleón Hoyo López: El aprovechamiento de los Ríos de Necaxa y Tenango para el desarrollo de Luz y Fuerza Motriz, Escuela Nacional de Ingenieros, México, 1906; Teodoro Laguerenne, Ing. "Ligera descripción de la instalación hidroeléctrica de Necaxa", Memoria de la Sociedad Científica Antonio Alzate, Tomo 23, 1905-1906, pp. 383-388.
[10] John Southworth y Percy Holms: El directorio oficial minero de México, Editado por los autores, Volumen X, 1908, México pp. 136,137.
[11] Sobre los alcances del proyecto consúltese: Carlos Eduardo Álvarez Díaz: Rehabilitación del Sistema Hidroeléctrico del Departamento Necaxa de Luz y Fuerza. Monografía para obtener el título de Ingeniero Industrial, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Pachuca, 1999, 95 p.

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