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jueves, 17 de abril de 2014

NUEVOS APUNTES SOBRE LAS SUBESTACIONES TIPO “KIOSKO” O “PIRÁMIDE”.

LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   Buena parte del alumbrado que funcionó durante aquellos primeros años del siglo XX fue debido, en buena parte a la infraestructura que comenzaba a formar parte del nuevo paisaje urbano en la ciudad de México. Como se sabe, desde el domingo 3 de diciembre de 1905, a las cinco de la tarde, ocurrieron las primeras pruebas en la planta Necaxa para energizar 600 lámparas instaladas en el centro de la ciudad de México. Pero no fue sino hasta el miércoles 6 de diciembre de 1905, fecha en la que entraron en operación las unidades 3 y 7 con 8 Mw cada una, en la central Necaxa iluminando a partir de las 18 horas un buen número de lámparas ubicadas en el centro de la ciudad de México. Además, toma carga la unidad Nº 6. Se trata de la interconexión de dos líneas que cubre tres puntos, a saber: Necaxa-México-El Oro (la línea Necaxa-México, de 159 kilómetros; la otra: Necaxa-México-El Oro de 257 Km. con una tensión de 60 mil voltios) lo que representa el primer sistema eléctrico de gran magnitud en nuestro país, que requiere de un centro de control, habilitado en el edificio anexo a la central termoeléctrica de Nonoalco.
   Entre toda aquella infraestructura, se contaba con un buen número de peculiares instalaciones conocidas como subestaciones tipo “Kiosko” o tipo “Pirámide”, mismas que comenzaron a ser colocadas en diversos puntos del centro de la ciudad, entre los años de 1899 y 1936, muchas de ellas bajo la responsabilidad primero de la Méxican Light and Power Company, and Limited y poco más adelante, bajo la misma configuración en tanto empresa, de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias. Entre sus características eléctricas de conexión, puede entenderse que funcionaban del siguiente modo:


   El que sería un último ejemplar de dicha instalación, forma parte en estos días en el remate de las escalinatas del nuevo edificio del Sindicato Mexicano de Electricistas y que puede apreciarse en las siguientes dos imágenes: 



 
  
   Sin embargo, uno de estos días, y con motivo de la que será la nueva edición de la “Fiesta del libro y la rosa” versión 2014, que organiza la U.N.A.M., pude cerciorarme en ese despliegue de imágenes que se pueden a través de la internet al menos de dos de ellas en las que con la sorprendente admiración, y al modo de aquel mincrocuento de Augusto Monterroso “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, resulta que un último vestigio de esas emblemáticas instalaciones se encuentra formando parte del “decorado” de la entrañable “Casa del Lago”. Dicha subestación se encuentra en muy buen estado, y lo que debe pensarse es que se conserve. Si las autoridades universitarias en algún momento decidieron hacer suyo este objeto, hicieron bien, por lo que conviene cuidarlo, darle todo un significado histórico, e incluso preservarlo como una pieza cuyo significado simple y sencillamente se convierte en parte representativa de la génesis de la electricidad en la ciudad de México. 


   Una fotografía de principios de siglo XX ilustra otro registro, en el que puede observarse el curioso remate o “copete” con el que contaba  ese equipo, el que seguramente compartía instalaciones tanto en cables subterráneos como alguna otra conexión vinculada a la distribución aérea.

Col. del autor.

Es la calle de Balderas y Nuevo México en 1909. Sin embargo, el punto es clave, pues allí se desarrollaron una serie de tiroteos, cuyo registro fotográfico, que proviene de una serie que pretendió convertirse en el reclamo ante el gobierno golpista nos muestra el estado de cosas que ocurrieron durante los momentos del “Armisticio”, el domingo 16 de febrero de 1913.


   He aquí, pues, otra vista de tan significativa pieza que, como he intentado explicar, formó parte de la infraestructura de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., y que hoy se torna recuerdo, símbolo y ejemplo de un conjunto de valores que  dan solidez a la reconstrucción de la historia de la electricidad en México. 


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