POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Recién que ocurrió la nacionalización de la industria eléctrica, aspecto en el que tuvo un papel importantísimo el Lic. Adolfo López Mateos, la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. tuvo, entre sus nuevos propósitos de funcionamiento los de ampliar sus servicios en ciertos sectores urbanos o semiurbanos cuya condición de infraestructura era inestable. Es decir, conforme se iban poblando nuevas colonias, sobre todos las consideradas como “proletarias”, sus habitantes, hasta en tanto no regularizaran los diversos servicios, realizaban instalaciones provisionales en lo relativo a energía eléctrica. De ahí que se “colgaran” de diversos transformadores o alguna línea de distribución que estuviese lo suficientemente cerca, (produciéndose caídas de tensión, resultado de un conjunto enorme de “diablitos”, mismo que ocasionaba desbalanceo e inestabilidad en la distribución de la energía). Por tanto, la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. tuvo a bien ocuparse de este problema y uno de los ingenieros más involucrados con este propósito fue el recordado Odón de Buen Lozano, quien acudió a diversos sitios de aquella ciudad de México que crecía en ciertos sitios de forma desordenada, obligando dicha situación a que se regularizaran tanto las instalaciones, como que se generaran contratos de servicio.
Entre diversas áreas que intervinieron permanentemente, estuvieron los compañeros de líneas aéreas que lograron maravillas como la que ahora es evidente en esta maravillosa fotografía, del también maravilloso álbum que custodió celosamente nuestra añorada Griselda Guevara, encargada por muchos años de la Biblioteca, en la planta baja del edificio de “Verónica” y que fue integrante de la Gerencia de Relaciones Industriales.
La imagen, se remonta al año de 1962.
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