miércoles, 11 de diciembre de 2013

EDITORIAL.

EDITORIAL.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Hace unos días, el periódico La Jornada publicaba la siguiente colaboración de José Antonio Almazán González:


   En su contenido se encuentran ingredientes que vienen a poner en claro las circunstancias “ocultas” que el gobierno anterior, y también el presente tuvo y ha tenido para con el atentado que perpetraron en contra de Luz y Fuerza del Centro y sus trabajadores, los que fuimos despedidos prácticamente de un día para otro. Fue la operación “perfecta” que consumaron para arrebatar a esta empresa paraestatal las condiciones idóneas relacionadas con una infraestructura que serviría –como en bandeja de plata-, a los caprichos del poder dominante de grandes empresas del extranjero. Ha sido suficiente incluso, para doblegar a diputados que apenas el lunes 9 de diciembre, votaron a favor de la Reforma Energética, punto culminante de todas aquellas aspiraciones con las que se abre a la inversión extranjera la posibilidad de realizar a sus anchas los mayores niveles de explotación de recursos que pasan al control de terceros, pero no de los mexicanos, con lo que se atenta en forma por demás inimaginable, contra artículos como el 27 y 28 constitucionales, que parecen ya mera referencia que se queda como un dato o seña de lo que fue nuestro país en otras circunstancias.
   Es muy serio el asunto que acaban de consumar diputados y senadores. Se les podrá acusar de “traidores a la patria” y todo procedimiento para que se les aplique un juicio sumario será inútil. En todo caso, cargan desde hoy con la sentencia de que se han convertido en los cómplices que dieron cauce a una escalada mundial de desbordamiento en la que los nuevos sistemas de producción (porque ya ni siquiera podrían llamarse procesos de producción), obligan a tener un control asegurado de bienes como el petróleo o la electricidad, pero no por el hecho de que resulte la mejor práctica tanto para PEMEX como para CFE para seguir siendo puntales en la economía. Sino que habiendo perdido capacidad en tanto paraestatales, ahora se convierten en la servidumbre de las potencias que dicen cómo deben hacerse las cosas. Preocupa que también esté amenazada la plantilla de trabajadores de una y otra empresa, y la forma en cómo procedieron con Luz y Fuerza del Centro parecería ser el modelo a seguir.
   José Antonio Almazán nos dice con mayor claridad en su columna de opinión, mientras uno saca conclusiones sobre las actitudes del gobierno actual, que desmerece, como el anterior de una imagen seria, nacionalista, sino absolutamente entreguista, y poco dada a tener su mirada en el colectivo, ya sea pueblo, sin más, o de trabajadores que día con día pierden atribuciones hasta convertirlas en nuevos esquemas de trabajos forzosos con limitadas prestaciones y garantías de seguridad social.
   Es lamentable, doloroso también todo lo que hemos venido observando en los recientes días, con lo que queda demostrado el alto grado de peligrosidad, de traición artera cometida por representantes del pueblo que parecen haber hecho oídos sordos al llamado de detener esta entrega de segmentos estratégicos a manos extranjeras.


12 de diciembre de 2013.

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