viernes, 17 de enero de 2014

S.O.S. - ¡AYUDA! - ¡APOYO!

EDITORIAL.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   Envío este mensaje a todos los compañeros y camaradas, liquidados o no, pues el objeto del mismo es encontrar en ustedes su solidaridad para reunir materiales impresos que, desde Rojo y Negro, primer periódico del Sindicato Mexicano de Electricistas, “el cual simboliza y define nuestro criterio y nuestro flanco de lucha”. De igual forma, allí están Electro Unión, publicada en 1926, y suspendida por falta de recursos, así como la emblemática revista Lux que, de 1928 y hasta nuestros días, es el órgano de difusión del propio sindicato.
   A su vez, también pueden andar por ahí infinidad de informes, panfletos, folletos, fotografías, caricaturas y otras muestras que den, al formar una unidad, la idea más clara sobre lo que, en casi cien años ha sido el S.M.E. Tarea difícil, sobre todo en unos momentos en los que, después de aquella terrible pulverización ocurrida en octubre de 2009, la comunidad toda, sin excepción, quedamos sometidos al desempleo, pero también a las más arteras descalificaciones de una sociedad dividida gracias al poder que el estado impuso a través de un mensaje en el que se nos acusaba de ser un conjunto de trabajadores irresponsables y corruptos, que le salíamos muy caro a todo mundo y otras desmesuras. Este asunto creció ante el poder mediático de una serie de influencias ejercidas por las grandes televisoras, que se encargaron de darnos la “puntilla”… o eso creyeron, pues con la fuerza de un espíritu, el de defender a ultranza nuestra justicia, le fue imposible al sexenio anterior consumar tal patraña, como ahora tampoco lo ha podido conseguir el actual.
   Por estas y otras razones, es preciso entender el caudal de significados que tuvo, ha tenido y seguirá teniendo el Sindicato Mexicano de Electricistas, siempre a la “luz” de una documentación seria, de fuentes confiables como pueden ser, en principios, las mismas que emanaron de su propio seno. Conscientes además de que este año se cumple un siglo cabal de su constitución, las razones de fondo todavía son más sólidas para tener, al final de este 2014, una primera idea de todos esos significados, resolviendo las dudas y los misterios sobre la trayectoria, pero sobre todo la estela de uno de los sindicatos más vigorosos y aguerridos que han surgido en nuestro país, desde que la justicia del trabajador, convertida en estandarte, se empuñó por la clase obrera en general, y la de los electricistas en particular.
   De ahí que me permita el presente atrevimiento, de ahí que solicite de parte de toda la comunidad, insisto liquidados o no, jubilados o interesados en la dinámica de este ente orgánico y pensante, como lo es el S.M.E., y que sigue siendo blanco de críticas y cuestionamientos, debe serlo también, pero con el debido equilibrio en el que la razón se anteponga a la pasión, para entender de mejor manera todos sus comportamientos, que los puede haber buenos o malos. Pero tampoco se trata de un análisis maniqueo, sino de que logremos convocar a la justicia para que, con un balance razonable, tengamos la mejor forma de entender no sólo lo epidérmico del asunto, sino también contar con la posibilidad de sondear las profundidades de esa enorme estructura. A lo largo de estos casi últimos cien años, muchos juicios sumarios se han aplicado para sentenciar a una muerte o a una desaparición segura a este sindicato, y lo único que han logrado es que de adentro hacia afuera, se articule más, se consolide más. Es cierto, los últimos acontecimientos que derivaron en el triste de la extinción, tienen que ver con la fractura que ya venía sufriendo el propio S.M.E. de ahí que actualmente se aprecie una patología muy peculiar, en la que segmentos muy bien identificados, se encuentren a favor de hasta tres “dirigencias” (y me refiero en concreto a los grupos que están a favor de Martín Esparza, Jorge Sánchez o Alejandro Muñoz). Y cada uno, está identificado con una serie de expectativas que ofrecen o prometen resolver en tanto conflicto colectivo que han asumido en sus movilizaciones y demás ejercicios de organización democrática y laboral, aunque esto último sea, en esencia, el principal anhelo para muchos que seguimos sin encontrar precisamente una reinserción laboral segura.


Un primero de mayo en el Zócalo. Los obreros levantando la voz
en demanda de mejores derechos.

   Pues bien, ante todos esos escenarios, es necesario encontrar elementos valiosos, que sólo estarían dispuestos en fuentes como las ya indicadas líneas arriba, pero que, por muchas razones ha sido imposible recuperar, reconstruir, rehacer.
   Hago un llamado para encontrar en más de uno de mis colegas, compañeros o camaradas, el apoyo generoso y con él, comenzar a derivar esta empresa, en el justo reconocimiento de los muchos significados que, a lo largo de un siglo, ha venido a reunir el Sindicato Mexicano de Electricistas.

   Para entrar en contacto con este servidor, pueden ustedes hacerlo a través de los siguientes dos correos electrónicos, así como de todos los mensajes que pueda recibir por vía del mecanismo de comunicación habido en esta bitácora electrónica.



   Por su amable atención a la presente, mucho agradeceré su apoyo.

16 de enero de 2014.


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