EDITORIAL.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Envío este mensaje a todos los compañeros y
camaradas, liquidados o no, pues el objeto del mismo es encontrar en ustedes su
solidaridad para reunir materiales impresos que, desde Rojo y Negro, primer periódico del Sindicato Mexicano de
Electricistas, “el cual simboliza y define nuestro criterio y nuestro flanco de
lucha”. De igual forma, allí están Electro
Unión, publicada en 1926, y suspendida por falta de recursos, así como la
emblemática revista Lux que, de 1928
y hasta nuestros días, es el órgano de difusión del propio sindicato.
A su vez, también pueden andar por ahí
infinidad de informes, panfletos, folletos, fotografías, caricaturas y otras
muestras que den, al formar una unidad, la idea más clara sobre lo que, en casi
cien años ha sido el S.M.E. Tarea difícil, sobre todo en unos momentos en los
que, después de aquella terrible pulverización ocurrida en octubre de 2009, la comunidad
toda, sin excepción, quedamos sometidos al desempleo, pero también a las más
arteras descalificaciones de una sociedad dividida gracias al poder que el
estado impuso a través de un mensaje en el que se nos acusaba de ser un
conjunto de trabajadores irresponsables y corruptos, que le salíamos muy caro a
todo mundo y otras desmesuras. Este asunto creció ante el poder mediático de
una serie de influencias ejercidas por las grandes televisoras, que se
encargaron de darnos la “puntilla”… o eso creyeron, pues con la fuerza de un
espíritu, el de defender a ultranza nuestra justicia, le fue imposible al sexenio
anterior consumar tal patraña, como ahora tampoco lo ha podido conseguir el actual.
Por estas y otras razones, es preciso
entender el caudal de significados que tuvo, ha tenido y seguirá teniendo el
Sindicato Mexicano de Electricistas, siempre a la “luz” de una documentación
seria, de fuentes confiables como pueden ser, en principios, las mismas que
emanaron de su propio seno. Conscientes además de que este año se cumple un
siglo cabal de su constitución, las razones de fondo todavía son más sólidas
para tener, al final de este 2014, una primera idea de todos esos significados,
resolviendo las dudas y los misterios sobre la trayectoria, pero sobre todo la
estela de uno de los sindicatos más vigorosos y aguerridos que han surgido en
nuestro país, desde que la justicia del trabajador, convertida en estandarte,
se empuñó por la clase obrera en general, y la de los electricistas en
particular.
De ahí que me permita el presente
atrevimiento, de ahí que solicite de parte de toda la comunidad, insisto
liquidados o no, jubilados o interesados en la dinámica de este ente orgánico y
pensante, como lo es el S.M.E., y que sigue siendo blanco de críticas y
cuestionamientos, debe serlo también, pero con el debido equilibrio en el que
la razón se anteponga a la pasión, para entender de mejor manera todos sus
comportamientos, que los puede haber buenos o malos. Pero tampoco se trata de
un análisis maniqueo, sino de que logremos convocar a la justicia para que, con
un balance razonable, tengamos la mejor forma de entender no sólo lo epidérmico
del asunto, sino también contar con la posibilidad de sondear las profundidades
de esa enorme estructura. A lo largo de estos casi últimos cien años, muchos
juicios sumarios se han aplicado para sentenciar a una muerte o a una
desaparición segura a este sindicato, y lo único que han logrado es que de adentro
hacia afuera, se articule más, se consolide más. Es cierto, los últimos
acontecimientos que derivaron en el triste de la extinción, tienen que ver con
la fractura que ya venía sufriendo el propio S.M.E. de ahí que actualmente se
aprecie una patología muy peculiar, en la que segmentos muy bien identificados,
se encuentren a favor de hasta tres “dirigencias” (y me refiero en concreto a
los grupos que están a favor de Martín Esparza, Jorge Sánchez o Alejandro
Muñoz). Y cada uno, está identificado con una serie de expectativas que ofrecen
o prometen resolver en tanto conflicto colectivo que han asumido en sus
movilizaciones y demás ejercicios de organización democrática y laboral, aunque
esto último sea, en esencia, el principal anhelo para muchos que seguimos sin
encontrar precisamente una reinserción laboral segura.
Un primero de mayo en el Zócalo. Los obreros levantando
la voz
en demanda de mejores derechos.
Pues bien, ante todos esos escenarios, es
necesario encontrar elementos valiosos, que sólo estarían dispuestos en fuentes
como las ya indicadas líneas arriba, pero que, por muchas razones ha sido
imposible recuperar, reconstruir, rehacer.
Hago un llamado para encontrar en más de uno
de mis colegas, compañeros o camaradas, el apoyo generoso y con él, comenzar a
derivar esta empresa, en el justo reconocimiento de los muchos significados
que, a lo largo de un siglo, ha venido a reunir el Sindicato Mexicano de
Electricistas.
Para entrar en contacto con este servidor,
pueden ustedes hacerlo a través de los siguientes dos correos electrónicos, así
como de todos los mensajes que pueda recibir por vía del mecanismo de
comunicación habido en esta bitácora electrónica.
Por su amable atención a la presente, mucho
agradeceré su apoyo.
16 de enero de 2014.
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