CURIOSIDADES
ELÉCTRICAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Durante el año de 1956, el importe de las
compras locales de la Compañía de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias
ascendieron a la suma de $91,263,663.29 contra $88,542,329.27 en 1955.
Las principales compras durante el año del
56 correspondieron a conductores eléctricos con monto de $22,213,715 y a
aparatos eléctricos con valor de $21,645,478. En materiales para construcción
incluyendo acero, se invirtieron $11,765,817. Las compras de equipo de taller y
accesorios importaron $3,241,744 y las de vehículos y refacciones $4,835,193. El
gasto en muebles, papelería y artículos de oficina fue de $3,591,701.
Es interesante observar que el monto de las
compras locales de la Empresa, fue aumentando considerablemente en los últimos
diez años (de 1947 a 1956). En 1947, lo adquirido en el país fue algo más de
veinte millones de pesos; en 1952, a treinta y siete millones de pesos y en
1956, casi el triple con un total de noventa y un millones.
Puede observarse que en esos diez años, el
valor de lo adquirido por las Compañías de productos manufacturados en México
creció casi en cinco tantos, lo cual se explica en parte, por el aumento en los
precios de toda clase de mercancías y por la otra, el aumento en el volumen de
compras. Esto último fue posible gracias a que el progreso de la industria
mexicana estaba permitiendo adquirir en el país numerosos productos que antes
se importaban del extranjero.
Vista que se tenía de la ciudad desde el edificio "Verónica", en Melchor Ocampo y Marina Nacional, durante el año de 1956, tiempo en el que se encuentra en construcción.
Si estos datos provienen del “Informe Anual
de 1956” que por obligación, presentaba la empresa, es posible apreciar una
serie de circunstancias en las que se va marcando el tipo de factores
económicos por los que transitaba nuestro país en lo general, y la industria
eléctrica en lo particular. Ello es indicativo de ciertos avances que la
economía estaba teniendo en medio de aquellos planes sugeridos desde el
gobierno de Miguel Alemán, y que continuó en cierta medida Adolfo Ruiz Cortines,
materializados en el proyecto del “desarrollo estabilizador”. Entre 1958 y 1964
Adolfo López Mateos, también puso en práctica otras medidas, una de las cuales,
ya sabemos, se consolidó en la nacionalización de la industria eléctrica el 27
de septiembre de 1960 y que hoy, año 2014, no quedan más que los recuerdos ante
el atentado que diputados y senadores cometieron al aprobar la Reforma
Energética. Eso se llama “traición a la patria”, aunque pretendan decir lo
contrario, y vengan con la “cantaleta” de vendernos la imagen de un mejor país.
En fin, como dice cierta parte de la
zarzuela “La verbena de la paloma”: “Los tiempos cambian que es una barbaridad…” Y así
es, lamentablemente.
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