LA REVISTA LUX
Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). CAPÍTULO
X. AÑO DE 1955.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
NOTA: En el volumen fotografiado, no se encuentra el número 6, aunque de
hecho al revisar la continuidad de las publicaciones, todo parece indicar que
hubo un error de origen por parte de la redacción, pues la colección tiene hilo
conductor.
Al comenzar 1955, un extraño ambiente
privaba en el Sindicato Mexicano de Electricistas. Las recientes votaciones
para elegir Comité Central estuvieron plagadas de diversos y extraños
comportamientos que llevaron, por fin a decidir e inclinar la balanza por la
planilla encabezada por Agustín Sánchez Delint, de la que finalmente se tuvo
conocimiento sobre quienes integraban todos los frentes planteados. He aquí el
resultado:
LUX.
La revista de los trabajadores (año XXVIII, 2ª época, 1° de enero de 1955,
N° 1, p. 7).
En esas condiciones de irregularidad comenzaba 1955. Pasado un tiempo,
los electricistas se convencieron de que eligieron a quien auténticamente los
representaba, de ahí que Sánchez Delint resultó con el tiempo un dirigente
apropiado para los destinos del S.M.E.
Fueron nuevos tiempos donde se
enfrentaron realidades concretas como ajustar los salarios a condiciones
apropiadas para la clase trabajadora, sobre todo en el ámbito que nos
corresponde. La revista, conforme avanzaba el año, no dejaba de mostrar su
sentido de penetración ideológica entre la comunidad de trabajadores, pero
también dejaba notar aquel intento por desplegar otras tantas posibilidades a
partir de colaboraciones como las de Renato y Vicente Leduc, José Alvarado,
Oswaldo Díaz Ruanova, en combinación con aquellos trabajos que daban cuenta de
las maravillas provincianas, y un buen conjunto de imágenes conseguía dar el
equilibrio iconográfico a la publicación que viene siendo motivo de análisis.
Poco a poco, la figura del nuevo dirigente
cobraba importancia y dimensión. Fue necesario por parte de Sánchez Delint
hacer notar cuáles eran sus propósitos al frente del S.M.E., retomando para
ello significados históricos como los que se confirmaron en fechas históricas
tan representativas como la huelga de electricistas y tranviarios en 1936 o la
de la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938.
Notorio acercamiento lo hubo con
funcionarios del gobierno para encontrar el apoyo o comprensión que suponía
tener la certeza de que en tiempos de encontradas situaciones, se lograran
buenas negociaciones en tiempos donde se pusiera en juego el destino de los
trabajadores, por ejemplo durante la revisión del contrato colectivo de trabajo.
De ahí que los “coqueteos” con el Lic. Salomón González Blanco, que ocupó la
cartera de Sub-Secretario del Trabajo y Previsión Social en el sexenio del Lic.
Adolfo Ruiz Cortines, así como con el propio secretario de la misma instancia,
el Lic. Adolfo López Mateos, las cosas parecían tener un lado favorable.
Se deja notar un discurso en el que las
ideas socialistas no se corresponden con los modelos o estereotipos que habían
venido imponiendo los grandes medios de comunicación de la época, lo que
significaba el natural rechazo en una publicación que pretendía divulgar ideas
de ese orden para que con ello, sus lectores potenciales no hicieran suyos
aquellos malos ejemplos que sólo dejaban una mala experiencia entre dicha comunicad.
De ser necesario, había que seguir un propósito que entrara en alianza con
ideas heredadas de la revolución, o las de un México que aspiraba a tener
garantizado su propio destino, el cual seguía siendo tan incierto por entonces…
De ahí que LUX y su consejo editor,
en compañía de las reconocidas firmas con que entonces estaba constituida, diesen
la pauta en términos similares a los que David Alfaro Siqueiros ya había
establecido en aquel su famoso legado estético: “No hay más ruta que la nuestra”.
Colaborador constante en LUX lo fue el famoso fotógrafo Héctor
García, cuyas imágenes ilustraron buena cantidad de ejemplares a lo largo de este
y años posteriores, lo cual indica el grado de sensibilidad artística alcanzada
por este vehículo de información destinado a la comunidad de electricistas.
Fueron varios los ejemplares de la revista
donde aparecieron colaboraciones tan descabelladas hoy, pero que en su momento
cobraron un significado muy particular. En ese sentido allí está una serie
denominada “¿Existen los discos voladores?”, de la cual se entiende que el tema
aún comenzaba a ser motivo de estudio o análisis, sin que ello permitiera
llegar al meollo del asunto, el cual no era otra cosa que el manejo estratégico
habido entre las grandes potencias con objeto de disuadir a la población con
esos extraños objetos, mientras sus propósitos estaban cimentados en la
búsqueda de métodos muy sofisticados de espionaje y otras estrategias
militares.
El deporte en sus diversas expresiones
también estuvo presente en muchas páginas de LUX. En ese sentido, el fomento hacia la práctica de dichas
expresiones de mejora física y mental no fueron ajenas al espíritu no sólo del
S.M.E., sino de la revista misma.
Sorprende la forma en cómo destacan la
presencia de algunos funcionarios públicos cuya trascendencia estaba alcanzando
niveles relevantes. Tal es el caso del Lic. Adolfo López Mateos, quien fue
captado haciendo fila para votar, como un ciudadano más, departiendo con
personas comunes y corrientes. Esto sucedía en julio de 1955, como puede
apreciarse en la siguiente imagen:
LUX.
La revista de los trabajadores (año XXVIII, 2ª época, 15 de julio de 1955,
N° 12, p. 8). La imagen corresponde a las votaciones del 3 de julio de 1955,
precisamente cuando entre otras novedades, se estaba el hecho de que por primera
vez, las mujeres tuvieron oportunidad de poner en práctica su derecho al voto.
Otro aspecto a destacar es el informe de los
primeros seis meses en que Agustín Sánchez Delint estuvo al frente del S.M.E.,
lo que significa una lenta pero segura construcción de aspectos que fueron
reconfigurando al propio sindicato, hasta lograr ponerlo en la senda que
parecía ser la más correcta por entonces.
Finalmente, no faltaron los mensajes
deliberadamente correctivos en los que pretendió participar abiertamente el
S.M.E. a través la revista, convertida en eje rector en cuanto al propósito de
emitir mensajes que buscaran dejar una evidencia clara, rotunda, contundente en
cuanto a lo que significaba la auténtica “francachela” frente al empeño de que
las comisiones de Seguridad e Higiene estaban actuando en forma por demás
ejemplar. En ese sentido, fue publicada una fotografía que parece ser el
registro de una forzada circunstancia que derivó en borrachera y perdición de
un individuo, el cual aparece materialmente recargado en un poste, punto en el
que parece culminar parte de su equivocada decisión, la de ese día, o quizá la
de su propio destino al no recapacitar sobre lo que podría haber significado el
hecho de haber sido dominado por las garras de la tentación.
LUX. La revista de los trabajadores (año XXVIII,
2ª época, 15 de agosto de 1955,
N° 13, p. 30).
Dice el pie
de foto: “Lo que en el pobre es borrachera en el rico es alegría...” Y así como
está de ALEGRE este señor manejará su Cadillac y…
Finalmente, al igual que Beltrán, el artista
MEXIAC también ilustró con diversos grabados y apuntes, portadas e interiores de
la célebre publicación obrera.
LUX. Año XXVIII, Segunda Época, N° 1, 15 de enero de 1955.
LUX. Año XXVIII, Segunda Época, N° 2, 31
de enero de 1955.
COL. "FÁTIMA ALVARADO".