domingo, 31 de agosto de 2014

¡OJO CON ALGUNOS INDIVIDUOS QUE SE HACEN PASAR POR TRABAJADORES ELECTRICISTAS!

CURIOSIDADES ELÉCTRICAS DE ANTAÑO EXHUGAMAS HOGAÑO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

  Este aviso, encontrado en la edición de El Imparcial del 8 de agosto de 1909 apuntaba que:


   Cualquier semejanza con hechos del presente, es mera coincidencia.


NOTA IMPORTANTE: La reproducción del aviso que se incluye en la presente colaboración, proviene de la HEMEROTECA NACIONAL DIGITAL DE MÉXICO.

NOS ADELANTAN EL “DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES”.

EDITORIAL.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   El titular de la Secretaría de Energía, Señor Pedro Joaquín Coldwell acaba de adelantarnos el día de los santos inocentes:

La Jornada, del viernes 29 de agosto de 2014 (Economía), p. 28.


Lamento profundamente que haya dejado sin materia de discusión a todos los caricaturistas, pues nota tan destacada, como decían los tatarabuelos, “bien vale un potosí”.

viernes, 29 de agosto de 2014

BOWMAN, FERNÁNDEZ DEL BUSTO y JOSÉ RIVERA.

PERFILES DE LUZ, O GALERÍA DE PERSONAJES. RESEÑAS PUBLICADAS EN EL BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. ¿QUIÉN ES QUIÉN EN LA COMPAÑÍA?

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Los datos que verán ustedes a continuación fueron ubicados, como hasta hoy, en la Revista LyF, fuente de gran valor para el presente propósito de reconstrucción en la historia de Luz y Fuerza del Centro, así como del Sindicato Mexicano de Electricistas.

   El Sr. Robert Bowman nació en 1894 en Aberdeen, Escocia. Sus primeros estudios los realizó en la escuela de su ciudad natal, en donde obtuvo el título de Bachiller en Artes y Leyes. Posteriormente, en 1923, terminó su curso de Contador Público Titulado, en el Instituto de Contadores Titulados de Escocia.
   En 1925 se trasladó a la ciudad de Londres, en donde prestó servicios dentro de su profesión en una oficina de Contadores. Después se trasladó a la ciudad de Lima, Perú, en ronde radicó durante un año y medio, para luego regresar a Aberdeen.
   En 1930 llegó a la ciudad de México, para prestar sus servicios como Contador en el Departamento de Tesorería de la Compañía de Luz. Dos años después, en 1932, fue nombrado Tesorero de la Empresa, puesto que hasta la fecha (1959) ocupa.


   El actual Director Técnico de la Empresa, Ing. Alfonso Fernández del Busto, fue designado para ocupar este puesto a partir del 1° de enero de este año, en substitución del Ing. Basil Nikiforoff, quien en esa fecha se jubiló.
   El Ing. Fernández del Busto nació en 1903 en la ciudad de Puebla y obtuvo su título de Ingeniero Mecánico Electricista en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de México en el año de 1924. Un año después ingresó a la Compañía de Luz, como Ayudante de Ingeniero. Posteriormente ocupó puestos de ingeniero en los Departamentos de Planeación, Construcción, Distribución e Ingeniería, del Departamento Técnico de la Empresa y en 1947, fue designado Ayudante del Ingeniero Electricista en Jefe. En 1950, fue ascendido a Sub-Director Técnico, puesto que había venido ocupando hasta su reciente ascenso.


   El Ing. Fernández del Busto ha sido miembro y ha ocupado distintos cargos en Sociedades Técnicas; es actualmente Presidente de la Sección México del Instituto Americano de Ingenieros Electricistas y miembro de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México.
   El Ing. José Rivera R. nació en esta ciudad (de México) el 30 de junio de 1902. Llevó a cabo sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria, en el Iowa State College y en la Escuela Nacional de Agricultura. Tiene título de Agrónomo (1925) y diploma como Especialista en Carreteras (1929).
   En esa época principió a trabajar en el ramo de carreteras. Ocupó diversos cargos en la Comisión Nacional de Caminos y en la Dirección General de Caminos entre otros los de la Oficina de Costos, Jefe de la Oficina de Estadística y Jefe de la Oficina de Promoción. Posteriormente ocupó el cargo de Jefe de la Oficina de Cooperación del Departamento del D.F.
   En 1934 organizó la Asociación Mexicana Automovilística, de la cual fue Gerente General y Secretario Consejero y posteriormente Presidente del Club del Distrito Federal.
   En el ramo industrial el Sr. Rivera ocupó el puesto de Gerente General de la Canada Dry & Bootling Co. de México, S.A., Presidente Ejecutivo de la Cía. Fraccionadora de Acapulco y Gerente General de Cementos Portland del Bajío.
   Fue fundador y Director General de la Asociación Mexicana de Caminos y simultáneamente Secretario Ejecutivo del Comité Nacional de Caminos Vecinales y Gerente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz durante el periodo 1949 a 1951. Durante 1952 y 1953 el Ing. Rivera ocupó el cargo de Gerente General del Ferrocarril del Pacífico.
   El Sr. Rivera fue designado miembro del Comité Consultivo en México de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. en 1950, fecha en que ocupó el cargo de Presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio. Asumió el cargo de Director Administrativo, que actualmente desempeña, el 25 de enero de 1954.


   En su larga y variada actuación el Sr. Rivera ha ocupado cargos en organismos de carácter cívico, entre otros Presidente de la Cámara de la Industria de Transformación, 1943; Primer Vice-Presidente y Presidente en funciones de la Confederación de Cámaras Industriales; Primer Vice-Presidente y Presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio; Presidente del Touring y Automóvil Club AMA y Presidente del Instituto de Electricidad, A.C.


Revista LyF, año VI, N° 57, mayo 1° de 1959, p. 5-7.

miércoles, 27 de agosto de 2014

LUX. LA REVISTA DE LOS TRABAJADORES A TRAVÉS DE SUS PORTADAS. AÑO DE 1955.

LA REVISTA LUX Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). CAPÍTULO X. AÑO DE 1955.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

NOTA: En el volumen fotografiado, no se encuentra el número 6, aunque de hecho al revisar la continuidad de las publicaciones, todo parece indicar que hubo un error de origen por parte de la redacción, pues la colección tiene hilo conductor.

   Al comenzar 1955, un extraño ambiente privaba en el Sindicato Mexicano de Electricistas. Las recientes votaciones para elegir Comité Central estuvieron plagadas de diversos y extraños comportamientos que llevaron, por fin a decidir e inclinar la balanza por la planilla encabezada por Agustín Sánchez Delint, de la que finalmente se tuvo conocimiento sobre quienes integraban todos los frentes planteados. He aquí el resultado: 

LUX. La revista de los trabajadores (año XXVIII, 2ª época, 1° de enero de 1955, N° 1, p. 7).

   En esas condiciones de irregularidad comenzaba 1955. Pasado un tiempo, los electricistas se convencieron de que eligieron a quien auténticamente los representaba, de ahí que Sánchez Delint resultó con el tiempo un dirigente apropiado para los destinos del S.M.E.
Fueron nuevos tiempos donde se enfrentaron realidades concretas como ajustar los salarios a condiciones apropiadas para la clase trabajadora, sobre todo en el ámbito que nos corresponde. La revista, conforme avanzaba el año, no dejaba de mostrar su sentido de penetración ideológica entre la comunidad de trabajadores, pero también dejaba notar aquel intento por desplegar otras tantas posibilidades a partir de colaboraciones como las de Renato y Vicente Leduc, José Alvarado, Oswaldo Díaz Ruanova, en combinación con aquellos trabajos que daban cuenta de las maravillas provincianas, y un buen conjunto de imágenes conseguía dar el equilibrio iconográfico a la publicación que viene siendo motivo de análisis.
   Poco a poco, la figura del nuevo dirigente cobraba importancia y dimensión. Fue necesario por parte de Sánchez Delint hacer notar cuáles eran sus propósitos al frente del S.M.E., retomando para ello significados históricos como los que se confirmaron en fechas históricas tan representativas como la huelga de electricistas y tranviarios en 1936 o la de la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938.
   Notorio acercamiento lo hubo con funcionarios del gobierno para encontrar el apoyo o comprensión que suponía tener la certeza de que en tiempos de encontradas situaciones, se lograran buenas negociaciones en tiempos donde se pusiera en juego el destino de los trabajadores, por ejemplo durante la revisión del contrato colectivo de trabajo. De ahí que los “coqueteos” con el Lic. Salomón González Blanco, que ocupó la cartera de Sub-Secretario del Trabajo y Previsión Social en el sexenio del Lic. Adolfo Ruiz Cortines, así como con el propio secretario de la misma instancia, el Lic. Adolfo López Mateos, las cosas parecían tener un lado favorable.
   Se deja notar un discurso en el que las ideas socialistas no se corresponden con los modelos o estereotipos que habían venido imponiendo los grandes medios de comunicación de la época, lo que significaba el natural rechazo en una publicación que pretendía divulgar ideas de ese orden para que con ello, sus lectores potenciales no hicieran suyos aquellos malos ejemplos que sólo dejaban una mala experiencia entre dicha comunicad. De ser necesario, había que seguir un propósito que entrara en alianza con ideas heredadas de la revolución, o las de un México que aspiraba a tener garantizado su propio destino, el cual seguía siendo tan incierto por entonces… De ahí que LUX y su consejo editor, en compañía de las reconocidas firmas con que entonces estaba constituida, diesen la pauta en términos similares a los que David Alfaro Siqueiros ya había establecido en aquel su famoso legado estético: “No hay más ruta que la nuestra”.
   Colaborador constante en LUX lo fue el famoso fotógrafo Héctor García, cuyas imágenes ilustraron buena cantidad de ejemplares a lo largo de este y años posteriores, lo cual indica el grado de sensibilidad artística alcanzada por este vehículo de información destinado a la comunidad de electricistas.
   Fueron varios los ejemplares de la revista donde aparecieron colaboraciones tan descabelladas hoy, pero que en su momento cobraron un significado muy particular. En ese sentido allí está una serie denominada “¿Existen los discos voladores?”, de la cual se entiende que el tema aún comenzaba a ser motivo de estudio o análisis, sin que ello permitiera llegar al meollo del asunto, el cual no era otra cosa que el manejo estratégico habido entre las grandes potencias con objeto de disuadir a la población con esos extraños objetos, mientras sus propósitos estaban cimentados en la búsqueda de métodos muy sofisticados de espionaje y otras estrategias militares.
   El deporte en sus diversas expresiones también estuvo presente en muchas páginas de LUX. En ese sentido, el fomento hacia la práctica de dichas expresiones de mejora física y mental no fueron ajenas al espíritu no sólo del S.M.E., sino de la revista misma.
   Sorprende la forma en cómo destacan la presencia de algunos funcionarios públicos cuya trascendencia estaba alcanzando niveles relevantes. Tal es el caso del Lic. Adolfo López Mateos, quien fue captado haciendo fila para votar, como un ciudadano más, departiendo con personas comunes y corrientes. Esto sucedía en julio de 1955, como puede apreciarse en la siguiente imagen:

LUX. La revista de los trabajadores (año XXVIII, 2ª época, 15 de julio de 1955, N° 12, p. 8). La imagen corresponde a las votaciones del 3 de julio de 1955, precisamente cuando entre otras novedades, se estaba el hecho de que por primera vez, las mujeres tuvieron oportunidad de poner en práctica su derecho al voto.

   Otro aspecto a destacar es el informe de los primeros seis meses en que Agustín Sánchez Delint estuvo al frente del S.M.E., lo que significa una lenta pero segura construcción de aspectos que fueron reconfigurando al propio sindicato, hasta lograr ponerlo en la senda que parecía ser la más correcta por entonces.
   Finalmente, no faltaron los mensajes deliberadamente correctivos en los que pretendió participar abiertamente el S.M.E. a través la revista, convertida en eje rector en cuanto al propósito de emitir mensajes que buscaran dejar una evidencia clara, rotunda, contundente en cuanto a lo que significaba la auténtica “francachela” frente al empeño de que las comisiones de Seguridad e Higiene estaban actuando en forma por demás ejemplar. En ese sentido, fue publicada una fotografía que parece ser el registro de una forzada circunstancia que derivó en borrachera y perdición de un individuo, el cual aparece materialmente recargado en un poste, punto en el que parece culminar parte de su equivocada decisión, la de ese día, o quizá la de su propio destino al no recapacitar sobre lo que podría haber significado el hecho de haber sido dominado por las garras de la tentación. 

LUX. La revista de los trabajadores (año XXVIII, 2ª época, 15 de agosto de 1955,
N° 13, p. 30).
Dice el pie de foto: “Lo que en el pobre es borrachera en el rico es alegría...” Y así como está de ALEGRE este señor manejará su Cadillac y…

   Finalmente, al igual que Beltrán, el artista MEXIAC también ilustró con diversos grabados y apuntes, portadas e interiores de la célebre publicación obrera. 


LUX. Año XXVIII, Segunda Época, N° 1, 15 de enero de 1955. 


LUX. Año XXVIII, Segunda Época, N° 2, 31 de enero de 1955.

COL. "FÁTIMA ALVARADO".

lunes, 25 de agosto de 2014

IMPORTANTE REPARACIÓN.

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Toca el turno en esta ocasión, de rememorar un acontecimiento ocurrido hace poco más de 50 años en la ciudad de México. Por sus características, la propia Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., consideró que se trataba de una labor llena de talento, conocimiento y profesionalismo, todo esto por parte de su propio personal. Concretamente le correspondió el honor de tal privilegio a quienes formaban parte del Departamento de Cables Subterráneos, quienes intervinieron en la reparación del cable a 85 K.V. entre las subestaciones Nonoalco y Jamaica… algo que no había sido posible sino hasta entonces, lo que llenó de orgullo a todos quienes hicieron suyo el espíritu de LyFC. 

Portada de la Revista LyF, correspondiente al mes de mayo de 1959.

Vayamos al recuento de aquel memorable hecho.

   A las 3.18 hrs. del pasado 3 de marzo (de 1959), se registró una falla en el cable subterráneo de 85,000 voltios en el tramo comprendido entre las Subestaciones “San Lázaro” y “Jamaica”, cuyos relevadores de protección al entrar inmediatamente en operación evitaron mayores desperfectos.
   Como se recordará, el 10 de octubre de 1951, la Compañía dio fin, en el Distrito Federal, a uno de sus más importantes trabajos de ampliaciones de ese año, al terminar la instalación de un cable subterráneo de 85,000 voltios, entre las Subestaciones Nonoalco-San Lázaro-Jamaica, lo que permitió mejorar notablemente las condiciones de distribución de energía eléctrica en la Ciudad de México y zonas circunvecinas, dando consecuentemente mayor flexibilidad en la operación de la red y reduciéndose al mínimo las posibilidades de interrupciones por fallas en las líneas.


   Esta línea subterránea que tiene una extensión aproximada de 10 kilómetros, fue instalada para operar con el sistema de “presión con gas”, para lo cual se procedió a enterrar a una profundidad mínima de 2 metros, un tubo de acero de 14 centímetros de diámetro. En cubo interior se colocaron los tres cables monofásicos que forman la línea; con objeto de hacer posible la operación del cable a un voltaje tan elevado, el tuvo fue llenado con nitrógeno a una presión aproximada de 14 atmósferas.


   La falla mencionada en primer término y que nos ocupa en esta ocasión, se debió a la perforación del aislamiento de uno de los cables, estableciéndose un arco eléctrico entre la fase y tierra o sea el tubo, lo cual éste se perforó, originándose el escape de todo el gas.
   La localización del lugar exacto de la falla se logró rápidamente contando con la ayuda de la amplia experiencia del Sr. Ing. Humberto Barocio, Superintendente General de Cables Subterráneos. Al efectuar el Ing. Barocio una inspección a lo largo del cable, en la esquina que forman las calles de Juan de la Granja y Emiliano Zapata, notó la ausencia de polvo a los lados de la junta de dos lozas de la banqueta, ocasionada por el soplo de gas que había estado saliendo. Esta localización del lugar se efectuó a las 5.00 hrs. del mismo día.


   Con las sugestiones de los señores Balaska y Gustring, técnicos especializados y enviados por la Phelps Dodge Copper Products Cor. de Nueva York, se procedió a cortar totalmente el tubo en una extensión de 64” usándose cortadores y sierras de diamante de alta velocidad, poniéndose especial cuidado y protecciones con objeto de no dañar el cable.
   Se encontró con que la cubierta especial de polietileno estaba muy dañada por lo que se decidió hacer la reposición del cable en una extensión aproximada de 150 mts. para lo cual se efectuaron dos empalmes del mismo, uno en la esquina de F.C. de Cintura y Emiliano Zapata y otro en el pozo N° 7.


   Cabe hacer notar que los trabajadores que intervinieron en la reparación y empalmes del cable y que actualmente son Sobrestantes son los mismos que instalaron el cable original hace 8 años.


 Revista LyF, Año VI, N° 57, mayo 1° de 1959, p. 2-4.

   Una vista actualizada del sitio se pudo encontrar en Google Earth:


Esquina de Juan de la Granja y Emiliano Zapata, Colonia Merced Balbuena, D.F.



El registro que se aprecia -cubierto con rejilla tipo "Irving"-, es posible que tenga relación con el hecho aquí relatado. Puede apreciarse también la tapa de concreto con la leyenda LyF.

domingo, 24 de agosto de 2014

EL ALUMBRADO PÚBLICO EN 1924.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO. 

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   De nuevo, y debido a que se encuentra a mi alcance la publicación denominada Electroactividad, Vol. I. México, D.F., agosto 1° de 1924, N° 6, en ella encuentro una interesante apreciación que, sobre el “Alumbrado público” se tenía por entonces, como otro de los aspectos en que se involucró la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. para prestar el servicio a nivel fundamentalmente urbano.

   El servicio público de mayor importancia es indudablemente el del alumbrado, y para darse cuenta de ello, basta recordar los tiempos en que por la escasez de lluvias hubo necesidad de economizar corriente eléctrica, cuando las luces de las calles se encendía ya entrada la noche y se apagaban en las primeras horas de la madrugada. 

Sistema Nacional de Fototecas (INAH). N° Catálogo: 90698

   El alumbrado público ha venido preocupando a las gentes desde épocas remotas, en que los trasnochadores tenían que llevar a sus lacayos con linternas o con antorchas para no ser víctimas de los espadachines que esperaban en las encrucijadas, y al correr del tiempo el alumbrado de las calles ha venido evolucionando desde los faroles de aceite, y los aparatos de gas, hasta las potentes lámparas incandescentes que se usan en la actualidad, y los elegantes candelabros que bordean las principales avenidas dándoles un aspecto feérico encantador.
   No hace muchos meses en esta ciudad el alumbrado público se hacía con lámparas de arco y diariamente se veían por las calles a los encargados de cambiar los carbones de las lámparas, llevando su caja de hierro y su manivela para desempeñar su cometido, pero la Compañía de Luz modernizó sus aparatos substituyéndolos por las magníficas lámparas incandescentes que hay en cada esquina, perfeccionando considerablemente el servicio.
    El personal de la cuadrilla que está encargada de cuidar del alumbrado público, quizá no se haya dado cuenta de la importancia de su misión y de los beneficios que reporta a sus semejantes con su trabajo, pero es el caso que de no trabajar satisfactoriamente puede quedarse a obscuras alguna zona de la ciudad, y sufrirá el prestigio de la Compañía que está empeñada en dar al público, tanto colectiva como individualmente, un servicio perfecto. A esto se deben las mejoras que constantemente se introducen en los diferentes departamentos de la Compañía, y por eso se modernizó el sistema de alumbrado público que en la actualidad está a la altura de cualquiera gran urbe extranjera. 

Sistema Nacional de Fototecas (INAH). N° Catálogo: 4435

   A los inspectores de alumbrado y a la cuadrilla encargada de hacer las reparaciones del caso, les está encomendada una comisión delicada y que requiere únicamente atención constante para notar los desperfectos, y rapidez para ejecutar las órdenes que dé el operador de Nonoalco cuando se le notifique alguna interrupción. De su eficiencia depende la bondad del servicio, y para el mejor desempeño de sus obligaciones debe servirles de estímulo el conocimiento de la importancia del trabajo que tienen encomendado, y los beneficios que reportan a la comunidad. 


Sistema Nacional de Fototecas (INAH). N° Catálogo: 2813

martes, 19 de agosto de 2014

LO QUE SE OPINABA SOBRE LAS SUBESTACIONES EN 1924.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Siguiendo con la consulta a la memorable publicación Tranvías y Luz del año 1924, encuentro en su número 4, del mes de julio de aquel año, unas interesantes apreciaciones relacionadas con el concepto o significado que entonces se tenía sobre las subestaciones, ese importante elemento que forma parte del enorme complejo de instalaciones en las redes eléctricas, debido al hecho de que gracias a su presencia permitan elevar o disminuir la tensión. Pero no sólo eso, permiten mantener estable valores de corriente y voltaje, así como que se convierten en protectoras de posibles disturbios en el sistema.
   Pues bien, traigo hasta aquí aquel antiguo texto que fue escrito hace la friolera de 90 años.

LO QUE SON LAS SUBESTACIONES.

Generador en San Antonio Abad. Subestación. 1928. Col. del autor.

   En la distribución de la corriente eléctrica para los distintos servicios que la utilizan en esta ciudad, desempeñan una misión importante las subestaciones de Indianilla, La Verónica, San Lázaro, Condesa, Mixcoac, Xochimilco, La Nana, etc., que estén encargados de velar porque estén abastecidas de corriente las zonas en que dominan. Estas subestaciones no están en contacto directo con el público y dependen exclusivamente de la Estación principal en Nonoalco, que es la que la dirige y la que hace la distribución de la corriente en todo el Distrito Federal. Faltando alguna de las subestaciones, sufriría considerablemente tanto el servicio de luz como el de tranvías mientras la Estación de Nonoalco no remediaba el mal.
   Por esa razón se requiere que el personal que atiende cada una de esas subestaciones sea competente y cuide con especial atención las máquinas que tiene encomendadas, porque el descuido más ligero podría traer perjuicios muy serios en vista de que en cuestiones de electricidad los accidentes se presentan con una rapidez extraordinaria.

Interior de la Subestación Mixcoac. 1910. Col. del autor. 

   El personal de las subestaciones coopera con la Estación de Nonoalco para dar un servicio eficiente, y esa cooperación puede ser más benéfica si al dar un informe, o pasar un reporte, lo hace con minuciosidad para ahorrar trabajo al operador de Nonoalco cuando pretende localizar un desperfecto. Además, esos reportes sirven de base al Departamento Técnico para normalizar su acción y dictar sus disposiciones.

Interior de la Subestación Xochimilco. 1910. Col. del autor. 

   El funcionamiento de las máquinas en cada subestación es así mismo muy importante para el servicio de tranvías, y el personal encargado de ellas debe dar aviso inmediatamente que note el desperfecto más ligero para que sea reparado antes de que adquiera mayores proporciones, y la máquina tenga que suspender su trabajo.


Tranvías y Luz, Vol. I. México, D.F., julio 1° de 1924, N° 4, p. 4.

LA ESTACIÓN DE NONOALCO EN 1924.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   En pasadas ocasiones me he ocupado de otros tantos datos provenientes de la planta “Nonoalco”, la cual jugó un papel relevante en la infraestructura de la entonces Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., así como también de la Compañía Mexicana de Tranvías, cuando ambas empresas trabajaban conjuntamente.
   En esta ocasión, y gracias a que pude tener acceso a una interesante publicación de la época, y que llevó el nombre de Tranvías y Luz, me permito compartir con ustedes sobre lo que se pensaba en aquellos tiempos al respecto de un elemento prioritario como una planta eléctrica.

LA ESTACIÓN DE NONOALCO

   La estación de Nonoalco puede considerarse como el cerebro que gobierna las actividades de las Compañías de Tranvías y de Luz, distribuyendo la energía necesaria para mover los carros en todo el Distrito Federal., y los motores en las fábricas, calentar los radiadores y estufas, y proporcionar el alumbrado público y particular. Allí llega la poderosa corriente eléctrica transmitida desde Necaxa, encargándose el operador de distribuirla a las diversas estaciones secundarias, en diferentes puntos de la ciudad, de acuerdo con las exigencias del servicio de tracción y de luz, transformándola en alta o en baja tensión respectivamente. Las plantas en Indianilla, La Verónica, La Nana, Churubusco, Mixcoac y Xochimilco, reciben la corriente de la planta matriz en Nonoalco y la transforman de 20,000 volts corriente alterna a 600 volts, directa, si es para mover los tranvías, o en 216 voltios si es para alumbrado.
   El operador de Nonoalco es un verdadero dictador de energía eléctrica y a él llegan todos los avisos de accidentes, desprendimiento de cables, interrupción de la luz, etc., por los cuales se rige para suministrar corriente aumentando o disminuyendo su volumen en determinadas zonas, según lo requiera el caso, y ordenando que se hagan las reparaciones necesarias.
   Con tal motivo el operador de Nonoalco necesita una cooperación efectiva del Departamento de Trafico, en lo que se refiere a la exactitud y escrupulosidad con que se le den los avisos de los accidentes o desperfectos, pudiendo así dictar sus órdenes, en beneficio del buen servicio.
   Supongamos que por una razón cualquiera hay necesidad de desviar los carros por determinada línea, haciéndolo tomar otra ruta. Esto ocasiona un consumo mayor de corriente eléctrica en la nueva ruta que toman los carros, originando a su vez que se abra la “quebradora”[1] en la planta correspondiente. Si se da aviso oportuno de la desviación que se hizo, el operador de Nonoalco enviará mayor cantidad de corriente a la planta que lo necesita, para que el servicio de haga con regularidad y no sufra ningún trastorno.
   Hay necesidad también de hacer hincapié sobre la conveniencia de informar con precisión acerca de la importancia de un desperfecto, a fin de que al ordenar la recuperación se le de la preferencia que merezca.
   Por ejemplo, el operador de Nonoalco recibe aviso de que en Xochimilco se desprendió una “oreja”[2] y piden con urgencia que se envíe el carro elevado para hacer la reparación cuanto antes, porque hay peligro de que el servicio se suspenda de un momento a otro. El aviso es apremiante y piden que salga inmediatamente el carro.
   Casi al mismo tiempo el operador recibe otro aviso de que en la Avenida del 16 de Septiembre el cable está flojo y dos “vientos”[3] se han reventado, pidiendo también el envío inmediato del carro.


He aquí un generador de turbina de vapor de 500 caballos de fuerza, en la instalación de la antigua planta de vapor de Nonoalco, ciudad de México (Ca. 1910). Col. del autor.

   Como el mensaje de Xochimilco hizo creer que el desperfecto allá era muy serio, se le dio preferencia y se envió el carro reparador, pero al llegar se vio que la reparación muy bien pudo esperado dos o tres horas sin que se resintiera el servicio. En cambio, en la Avenida del 16 de Septiembre sí urgía que la reparación se hiciera inmediatamente y hubo necesidad de esperar a que regresara el carro elevado. Si el empleado que envió el mensaje desde Xochimilco, hubiese tenido la precaución de observar cuidadosamente el desprendimiento de la “oreja”, avisando que no era de inmediata necesidad la reparación, sino que podía esperar dos horas, el carro hubiese ido primero a la Avenida del 16 de Septiembre en donde sí se necesitaba con urgencia.
   Por lo tanto, es de recomendarse al personal de tráfico que de a sus informes la importancia que efectivamente merezcan, sin decir que urgen una reparación inmediata a más que en los casos que así lo requieran, comunicando en los demás cuánto tiempo puede tardar, en su opinión, en llegar el personal correspondiente al sitio del desperfecto. En la actualidad, como a todos los casos se les da el carácter de extraordinaria urgencia, el operador de Nonoalco da preferencia a las órdenes de compostura según su criterio personal. Así se logrará que las reparaciones se hagan con mayor rapidez y oportunidad, porque irán siendo efectuadas de acuerdo con la importancia del peligro que ofrezcan al servicio.
Tranvías y Luz, T. I, México, D.F., junio 15 de 1924, N° 3, p. 1 y 4 respectivamente.




[1] Se refieren por “quebradora” a funciones muy parecidas que realiza un interruptor.
[2] Desconozco a qué se referiría el redactor de la nota cuando menciona el término “oreja”. Muchas partes de los equipos, y a lo largo de diversas épocas, adquirieron nombres coloquiales que sólo los trabajadores conocían o identificaban sin estar necesariamente de por medio el nombre técnico de los mismos. En lo particular recuerdo que, para identificar a un cuerpo de aisladores en porcelana se le conocía en el campo como “pirindongo”.
[3] Quizá se refiera a “vientos” a la o las retenidas.

lunes, 18 de agosto de 2014

LUX. LA REVISTA DE LOS TRABAJADORES A TRAVÉS DE SUS PORTADAS. AÑO DE 1954.

LA REVISTA LUX Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). CAPÍTULO IX. AÑO DE 1954.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   25 ejemplares se publicaron aquel año, incluyendo entre ellos 2 relacionados con las Elecciones que hicieron número. Destaca en todos ellos la información relacionada con actividades realizadas al interior del Sindicato Mexicano de Electricistas en forma por demás acuciosa y detallada. Comparten espacio aquellas colaboraciones relacionadas con el mensaje siempre necesario sobre recomendaciones en torno a la seguridad e higiene que deberían cumplir el común de los trabajadores, pero también la empresa y el sindicato en las comisiones creadas al respecto, evitando abatir el mayor número posible de accidentes que, por la naturaleza propia en las condiciones de trabajo, se estaba en permanente riesgo por laborar con línea viva. Precisamente sobre este asunto es que, desde el N° 1, del año XXV, Segunda época, del 15 de septiembre de 1952, comenzó a publicarse por entregas el “Reglamento de obras e instalaciones eléctricas”, mismo que en números correspondientes a 1954 ocupó un lugar importante (concluyendo la edición en el que correspondió a mayo, quedando pendiente el Índice que ya no se publicó), puesto que al concluir su publicación, se dieron condiciones para desprender las páginas centrales para con ello poder empastar dicho ejemplar, una publicación más del S.M.E., que si logramos hacer algún día el recuento de las mismas, nos vamos a sorprender de la enorme cantidad de libros auspiciados por nuestro Sindicato, en aras de entender que le era consubstancial un espíritu de difusión, abarcando la literatura y aquellas obras de carácter técnico siempre indispensables, sobre todo para que los propios trabajadores contaran con información apropiada para el manejo de elementos ligados a nuestros quehaceres laborables.
   A lo largo de todas las publicaciones del año 1954, no dejan de aparecer aquellos artículos destinados a desplegar información relacionada con el arte, la literatura, la poesía, y todo aquello proveniente de significados que entrañaban la conciencia de la clase trabajadora.
No faltó espacio para recordar el segundo aniversario de los acontecimientos ocurridos en julio de 1952 en el Garage de Verónica, por lo que a dos años de aquel capítulo, venía muy bien rememorarlo, pues todavía estaba fresca la memoria de sus circunstancias.
   A partir del N° 19, que salió publicado el 15 de octubre, hubo cambios en la dirección de la revista. Ocupaba el puesto de Director, el Ing. Vicente Leduc, en tanto que el Jefe de Redacción fue José de Pascual Janet, Miembro de la Asociación Mexicana de Periodistas. Ofrecieron incluir entre otras plumas, a colaboradores como: Renato Leduc, Rubén Salazar Mallén, José R. Colín, José Alvarado, Oswaldo Díaz Ruanova, Ernesto Álvarez N., Antonio Rodríguez, Daniel Martínez S y Aldebarán. De una revista sencilla, cuyo formato ya se había convertido en referente, se pasó a otra más austera, impresa en un papel muy barato y con tinta color sepia, lo que vino a marcar un notable cambio, aunque sin perder la esencia de su contenido, mismo que siguió ocupando espacios importantes para la difusión pertinente en estos casos. Las páginas deportivas recuperan su lugar, nace una serie de caricatura que ilustró “Gremito”, entre cuyos personajes destacaron: “Don Licencio”, “Don Gerento”, “Don Confianzo”, “Don Sabueso” y, desde luego “Gremito”. Hubo además una interesante sección de fotografía de “Lux”, enviadas por los propios trabajadores, siguiendo una línea de discurso estético apropiada para destacar el valor implícito de la revista, destacando notablemente la de Francisco Sobrino, quien influido de una u otra forma por las imágenes de Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo o de Agustín Jiménez, fue seducido para crear y recrear una imagen como la que aparece a continuación:

LUX. La revista de los trabajadores, Año XXVII, 2ª época, 15 de octubre de 1954, N° 19 (contraportada).

   Desde luego no podía faltar la opinión de uno de los mejores críticos de arte, Antonio Rodríguez, quien dedicó un inapreciable artículo sobre el “Retrato de la burguesía”, obra que David Alfaro Siqueiros dejara plasmada en el cubo del primer piso del ahora viejo edificio de Antonio Caso N° 45.
   Debido a su valioso contenido, es más que justificable traer hasta aquí tan interesantes apuntes:


LUX. La revista de los trabajadores, Año XXVII, 2ª época, 5 de diciembre de 1954, N° 22, p. 16 y 17.

   Y desde luego, no podía faltar la "Galería" de algunas portadas:

LUX. Año XXVII, Segunda Época, N° 1, 1° de enero de 1954.


LUX. Año XXVII, Segunda Época, N° 2, 15 de enero de 1954.

LUX. Año XXVII, Segunda Época, N° 3, 1° de febrero de 1954.
COL. "FÁTIMA ALVARADO".