POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Pronto, y quizá más pronto de lo esperado, LUX. La revista de los trabajadores, llegará al millar de números. Desde 1928 y hasta este 2020 se edita ininterrumpidamente, quizá con algunos cortes ocurridos por motivos específicos que en su momento me encargaré de aclarar, pero que tienen que ver con campañas electorales, por huelga, escasez de papel, e incluso la extinción de Luz y Fuerza en 2009, asunto que generó un receso forzoso.
El Machete junto a LUX son por ahora las publicaciones más longevas (1924 y 1928 respectivamente), y que circulan bajo el mismo principio por el que fueron creadas: dar voz a la manifestación de un colectivo que lucha, y lo hacen frenTe a la injusticia, de poderes fácticos o corrientes del pensamiento que no compaginan con sus principios.
El Machete –de acuerdo a lo que apunta Amanda Hernández Pérez-, se plantea la necesidad de ser un periódico de combate, que surge en este contexto general, y que revela más que cualquier otro órgano de propaganda, que el pueblo reiniciaba su lucha. Además, representa para muchos una voz silenciada, que incluso iniciado el siglo XXI no ha recobrado su valor en la historia. Su posición marginal dentro de los estudios especializados y la historia gubernamental es un hecho, así como lo es la historia del partido que le dio forma ideológica.
En cuanto a LUX, que surge en enero de 1928, en su número 2, del mes siguiente ya advertía su EDITORIAL:
Necesario resulta defender por todos los medios a nuestro alcance la conquista alcanzada tras no pocos obstáculos que ha habido necesidad de vencer; hemos logrado levantar una tribuna desde la cual todos y cada uno se sientan con derecho y con fuerzas bastantes a lanzar a los cuatro vientos sus opiniones, sus ideas, sus anhelos, sus inquietudes, sin trabas ni molestias de ninguna especie, y es necesario, es imprescindible, por prestigio, por amor propio, por lo que quiera que fuere, conservarla a todo trance. Acariciamos la esperanza de que así suceda, teniendo en cuenta la favorable impresión causada. Ya son algunos, bastantes, los que se han decidido a buscar las columnas de “LUX” como medio de expresión de sus ideas. Nosotros deseamos que esta decisión la tengan todos. Conseguido este propósito, no resulta ilusorio vaticinar para nuestra publicación una larga y próspera existencia.
En los primeros ocho años de LUX, su comportamiento fue estable, aunque no dejaba de incluir en sus páginas, la fuerte tendencia de ideas marxistas-leninistas y de otras corrientes ideológicas “non gratas a un sistema o al estado mismo. Con la huelga de 1936 y de ahí en adelante, adquiere una postura iconoclasta, contestataria y hasta un tanto cuanto extremista con motivo de aquel episodio el cual se convirtió en asidero de razones que manifestaban más allá de lo normal, lo incómodo e injusto de ciertos aspectos que sometían a la clase trabajadora.
Después, durante todo el periodo en que Juan José Rivera Rojas fue Secretario General del SME (1942-1952), esta publicación tuvo que plegarse a expresiones condescendientes que exaltaban aquella figura, la de un “líder”, como un símbolo que garantizaba en todo momento la estabilidad, sin más. El, y solo el eran, en buena parte de sus páginas, la figura que destacaba…, hasta que llegó el “Veronicazo”, y luego el capítulo temporal del “Directorio” que reorientó la forma de expresión de un sindicato que se renovaba desde su interior mismo, tan luego Agustín Sánchez Delint y Luis Palomino Aguilar fueron dirigentes.
Vino en 1960 la nacionalización -¿o mexicanización?- de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., que se tornó en Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A., y con ello surgieron otros síntomas e ideologías que se plasmaron en LUX, que seguía ahí, pendiente de ser el vocero de cuanta voz se hiciera manifiesta.
Con la llegada de nuevos dirigentes, LUX parece convertirse hasta en espejo de sus personalidades, pues en algunos casos presumían austeridad y en otros, ostentación. Revistas que incluso llegaron a imprimirse en papel “revolución” y otras que salieron en papel “couché” y con selección de color, lo que seguramente debió salir en “un ojo de la cara”.
Son incontables las formas por medio de las cuales se hizo posible el despliegue de ideas, decisiones, información de campañas, votaciones, resultados, correspondencia, secciones técnicas, literarias, caricaturas, series con una variada gama de temas. Sus portadas fueron en muchos casos –y sigue siéndolo-, fiel reflejo de la obra creativa de diversos colaboradores y diseñadores.
Surgieron a su vez algunos sucedáneos a lo largo de su existencia (ya me ocuparé de ellos en su momento). Y, a raíz de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, LUX sufre un dilema que habría de resolver en contundente decisión. Y lo hizo, continuando con un empeño que ha logrado superar los 92 años, ahora que transcurre el mes de marzo de 2020. Aquel mismo conflicto también puso a sus responsables frente a un nuevo reto: continuar con la edición tradicional en papel, y hacerlo también en forma digital, a través del portal del SME (http://www.sme.org.mx/enlaces.html), y cuya primera edición se remonta al mes de agosto de 2012, en su número 623, esperando que se mantenga vigente por muchos años más.
Obligado complemento para esta colaboración es el dar cuenta de todas las portadas que han configurado tan notable y emblemática publicación. Debo aclarar aquí, que se ha realizado una titánica labor que ha consistido en preparar un respaldo digital que permita conocer y consultar también total de ejemplares, para lo cual estoy preparando un cuidadoso catálogo, el cual se dará a conocer en su momento. Y entre los agradecimientos que debo extender a quienes han hecho posible ese anhelo, se encuentran los siguientes compañeros:
C. Felipe Sánchez
C. Antonio Guadarrama Saucedo
C. Luis Novoa
C. Jorge Herrera Ireta
C. Manuel Fernández
C. Margarito Roldán
C. Luis Alvarado Tello (qepd) a través de su hija Fátima Alvarado
C. Raúl González Lumbreras
C. Bernardo Saucedo Colín
…sin dejar de mencionar la generosa ayuda del Centro de Estudios sobre movimientos obreros y sociales (CEMOS, por sus siglas).
Ha sido un trabajo de años. Sin embargo, este adquirirá incomparable valor, pues el objeto es mostrar y compartir la colección tal cual ha circulado, desde 1928 y hasta nuestros días.
En colaboraciones posteriores se pondrán en valor otros elementos que, al paso de poco más de 90 años han hecho de LUX, la revista de los trabajadores.
Finalmente, se incluyen a continuación algunas galerías que corresponden a los primeros 20 años de LUX:
AÑO DE 1928, doce números
AÑO DE 1935, doce números
Año de 1940, doce números
Año de 1946, 11 números
CONTINUARÁ