POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
A raíz de los lamentables sucesos del día 4
de enero pasado, en el que muy temprano 7: 15 de la mañana) se presentó un
derrumbe en la Subestación Narvarte que hoy día controla la Comisión Federal de Electricidad, esto
ocasionó la muerte de un trabajador, mientras otros 24 resultaron con diversas
lesiones.
Hasta estos momentos, la CFE como “empresa de clase mundial”, no
ha podido resolver el problema que se suscitó a partir de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, en cuanto al
hecho de disponer de personal calificado, y en todo caso, persiste su
insistencia de proceder a la aplicación del contratismo. Pero este asunto,
tratándose de empresas que aceptan el trabajo, provoca que las mismas, en hechos
como el que se acaba de presentar, queden al margen de la supervisión de la CFE misma (ya sucedió en el caso de la
fuga de agua ocurrida en el cruce de Eje 6 Sur “Ángel Urraza” y la calle de
Amores el 16 de diciembre de 2013, y que unos días más tarde reincidió, habla
del hecho de que en la ruta del cable de 85 kV cuyo trazo proviene de la S.E.
Condesa hacia S.E. Narvarte, otra empresa que realizaba trabajos en un pozo de
visita rompió tubería de agua). Fue tan delicado el asunto que el personal
participante en dichos trabajos, corrió con suerte de no enfrentar ningún
riesgo de electrocutamiento.
Disponible
enero 5, 2014 en: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/01/04/derrumbe-en-la-del-valle
Foto Víctor Camacho.
Con respecto a lo que ya se adelantaba al
principio de las presentes notas, el conjunto de circunstancias deja ver que mientras
CFE no coordine sus trabajos en
forma interna, seguirán este tipo de irregularidades. Cuando Luz y Fuerza del Centro estaba al tanto
de proyectos y labores como la presente (con todos los vicios y virtudes que
quieran), contaba con una perfecta coordinación, a partir de un proyecto y
presupuesto autorizados, en el que una de las primeras gerencias en participar
era la de Construcción, y concretamente el área de “Obra Nueva”. Personalmente
y que yo recuerde, nunca ocurrió un incidente de esta naturaleza durante el
tiempo en que estuve trabajando en dicha área (de 1989 a 2005). Por desgracia, CFE no entiende tal asunto y ha dejado
escapar una serie de oportunidades como las de la reinserción de personal
calificado de Luz y Fuerza del Centro
que sigue firme en su propósito, con lo cual habría evitado muchos de los
accidentes ya ocurridos con anterioridad.
Disponible
enero 5, 2014 en: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/01/04/derrumbe-en-la-del-valle
Foto Víctor Camacho.
Nunca mejor aplicadas aquellas palabras, que
sonaban a sentencia por parte de otro entrañable ingeniero, de los que se
forjaron en “Construcción” cuando afirmaba: “Orden dada, mal supervisada… vale
pa´pura…”
El gran problema en este asunto es que CFE se deslinda, y lo hace porque no
tiene la capacidad de integrar en un todo tales trabajos. Prefiere seguir
haciéndolo en términos de contratar mano de obra barata, que somete a riesgos
elevados a un personal que no se encuentra capacitado y, en circunstancias como
las presentes, es vulnerable a los riesgos de descargas eléctricas que, en caso
extremo pueden ocasionar la muerte.
A eso está apostando la CFE, por su ineficiencia, su falta de planificación y de entender
que lo de la reinserción laboral, es decir, convertirse en “patrón sustituto”
era el paso que faltaba para eliminar muchos aspectos en los que ha incurrido
en forma irresponsable e incluso dolosa, como es lo que hoy día ocurre al
deslindarse de los hechos, dejando que “Consorcio CYMI-Cobra” que es la empresa
a la cual contrató CFE misma, hoy
tenga que quedarse en el desamparo legal frente a una paraestatal que “enseña
el cobre” y lo hace con absoluta falta de probidad, como si todavía no
aprendiese a planificar como es debido.
Desde octubre de 2009 y hasta la fecha, CFE
ha acumulado sinfín de capítulos oscuros como el que acaba de ocurrir en la
entrañable subestación Narvarte (y digo entrañable para quienes estuvimos
trabajando para Luz y Fuerza del Centro), pues formaba y forma parte del
esquema del anillo a 85 kV en la ciudad de México, tal y como lo indica el
plano adjunto.
Revista LyF año VI, N° 62,
Octubre 1° de 1959, p. 5.
Lamento, como seguramente lo harán muchos la
muerte del trabajador José Trinidad Santiago, cuya tragedia constituye un nuevo
desacierto de la CFE. Por último,
llama la atención un detalle que podría pasar inadvertido: los 25 trabajadores
(y seguramente algunos más que se encontraban a nivel de piso), se encontraban en
efecto, realizando sus actividades en día laborable. Es posible que por razones
del “colado” que iban a atender, el secado del cemento obligara a iniciar sus
labores no desde el momento en que ocurrió el accidente, sino desde por lo
menos una hora antes del hecho, lo que supone que el contratismo no se anda con
“medias tintas” para eso de obligar a los “pobres empleados” a presentarse en
horas no indicadas gracias a la existencia de contratos perversos a los que se
sujeta y condiciona a muchos, sometidos por la desesperación de no encontrar un
trabajo, y si encuentran “oportunidades” como estas, prácticamente quedan
condenados a lo que ordene el despotismo patronal; en donde no existen
horarios, ni condiciones dignas de seguridad; con el riesgo de que “no lo hacen
bien”, entonces vayan pensando en que la calle sea el mejor destino de sus
desventuras…
En las fotografías que han sido divulgadas,
se observa una cimbra y castillos que cedieron ante el peso de la mezcla, de
los propios trabajadores, pero también gracias al hecho de que no hubo una
supervisión, ni el uso de los materiales adecuados. El desplome debe haber sido
terrible. También es visible que columnas y trabes no tienen las dimensiones,
en el entendido de que la obra terminada habría o habrá de ocuparse para el futuro
salón de tableros o para nuevas instalaciones pensadas para la presencia de
alguna S.E. encapsulada.
Como electricistas, nuestra percepción es
esa nueva muestra de irresponsabilidad la cual deja ver que CFE sigue sin entrar en un nivel de
madurez y apuesta por seguir impulsando el contratismo. “Fraile Mostén… tú lo
quisiste… tú te lo ten…”
5 de diciembre de
2013.
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