LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA. IMÁGENES HISTÓRICAS PUBLICADAS EN EL
BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Colección del autor.
Recuerdo que cuando tuve ante mis ojos el
mensaje de esta fotografía, siempre pensaba en la grandeza de Luz y Fuerza. Tan grande como la
Catedral Metropolitana. Y es que lo que se mira en un espejo de agua, gracias a
la perspectiva desde donde fue tomada podría ser engañoso. Además, esa imagen
la ponía de cabeza y Luz y Fuerza
seguía ahí, como resulta de poner una y otra de la siguiente manera:
Y nuevamente, como en el minicuento de Augusto
Monterroso “El dinosaurio”: Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, es tan idéntico como la
memoria que hoy da solidez a la entrañable presencia de Luz y Fuerza del Centro, que todavía está allí. Sigue ahí, en el
imaginario colectivo de una sociedad que la vio crecer y morir también, gracias
a las maniobras que la modernidad o la postmodernidad se han encargado de
imponer, usando a algunos como títeres perfectos (sale sobrando a quien me
refiero…, y no digo ni sus nombres ni apellidos evitando volver a sentir ese
sabor amargo) para consumar sus pretensiones y así dejar el paso libre al que
es hoy el panorama desolador de un nuevo capítulo en el que un puñado de malos
políticos se han encargado de dictarle sentencia a México, luego de aprobar la
reforma energética en diciembre pasado.
Son nuevos tiempos, dirán unos. Es el cambio
obligado hacia otra ruta, comentarán otros. El hecho es que la nota que hoy
publicaba la Jornada, superando apenas
las fechas del 28 de diciembre (por ser día de los Santos Inocentes) y la del
1° de enero, como cambio de nuevo año, significa que, contra los pronósticos
llenos de optimismo de ese mismo sistema político neoliberal:
La Jornada, D.F., del 5 de
enero de 2014, p. 23.
¿En qué quedamos por fin…?
Y a continuación, gracias al hecho de que en
la misma edición del diario, apareció un interesante análisis de José Antonio
Rojas Nieto, el cual me permito compartir con ustedes, dando el crédito
correspondiente:
La Jornada, D.F., del 5 de
enero de 2014, p. 22.
De cabeza o de pie, o como quieran Luz y Fuerza del Centro estaba ahí.
Sigue ahí, hasta el punto de que ahora, ese oleaje maldito la habría llevado a
convertirse en cómplice de los oscuros intereses. Sabemos que había mucho
razonamiento en su “cabeza” y que también tenía muchos “pies de plomo”.
Todo sea por Luz y Fuerza del Centro, y también por el Sindicato Mexicano de Electricistas.
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