lunes, 21 de abril de 2014

ALGUNAS OBSERVACIONES PUNTUALES SOBRE EL INCREMENTO EN LAS TARIFAS DE LUZ EN 1956.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   A raíz de la apertura de diversas sucursales que la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias puso en servicio para atender no sólo la demanda, sino el incremento de nuevos clientes, surgieron algunas discrepancias que orillaron a la propia empresa en demandar el incremento de tarifas, todo ello a partir de una serie de argumentos que leeremos en el texto que hoy he seleccionado. Sin embargo, el propio Sindicato Mexicano de Electricistas, reformuló tal petición, haciéndole ver a la empresa precisamente el hecho de que podía aumentar sus ingresos sin aumentar las tarifas, como era su propósito. Aquellos años que pasaban ya de mediados del siglo anterior, fueron complicados en términos de una economía inestable, pero no tan intensa como la que hoy se vive, y que ha logrado alterar el escenario económico del país en su conjunto. En el número 26, año XXVIII, 2ª época, del 15 de mayo de 1956, apareció en Lux. La revista de los trabajadores (pág. 15), una declaración del entonces Secretario General el C. Agustín Sánchez Delint, quien apenas unos días después de celebrado el desfile del 1° de mayo, en el cual se congregaron las fuerzas vivas más representativas del gremio obrero de este país –precisamente cuando el corporativismo sindical estaba en su máxima intensidad-. Sánchez Delint logró establecer una serie de parámetros o sugerencias en los que se implementaban soluciones a una pretensión que no era la mejor en esos momentos, en los que proponer incremento a las tarifas del servicio eléctrico (luego de algunos apagones que se produjeron entre finales de 1955 y comienzos de 1956), y donde la Empresa, junto con el Sindicato estaban siendo duramente recriminados por la prensa oficialista y oficiosa de aquel entonces. Por tanto, las ideas que aparecen en esta declaración del Secretario General del S.M.E., permiten entender que habida cuenta de las también recientes y ásperas negociaciones para avalar el convenio y peticiones contempladas en el Contrato Colectivo de Trabajo en aquel entonces, existía una convivencia con la que se entiende, se lograba una armonía de tono laboral equilibrado, con objeto de que ambas partes, Empresa y Sindicato aceptaran mutuamente los compromisos de un servicio eficiente para mantener la estabilidad y calidad de la infraestructura eléctrica entonces desplegada en la zona central de nuestro país.
   Vayan pues los testimonios para entenderlos a la “luz” de su auténtica realidad.


Colección: Sra. Fátima Alvarado.

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