viernes, 11 de julio de 2014

CANTOS REVOLUCIONARIOS.

LUZ… A LOS POETAS. FUERZA… A LOS POETAS.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Hace relativamente poco, en esas andanzas callejeras, encontré en un puesto de libros viejos, una interesante versión de “Cantos Revolucionarios”, editada por Editorial Popular, dependiente de la famosísima “Librería NAVARRO”. Este ejemplar, apenas 24 páginas, reúne, bajo los criterios del músico y pianista José Pomar materiales “subversivos” tales como:
La Internacional, La Marsellesa, La Varsoviana, La joven guardia, Comintern, ¡No pasarán!, Contra la guerra, ¡Adelante la juventud!, Julio Antonio Mella y Frente Popular, canciones y letras de diversos autores, musicalizadas por el propio Pomar, pero también por Silvestre Revueltas y otros músicos. Estas piezas eran una especie de “canto de guerra” en momentos de difícil tensión bélica, bajo los alientos que se dejaron sentir con la guerra civil española. No es casual que la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR, por sus siglas), en cuyas filas estaban Silvestre y José Revueltas, Octavio Paz, Elena Garro y otros artistas e intelectuales mexicanos, diese un sentido a este tipo de expresiones, que hizo suya otro integrante más de la LEAR: José Pomar, aunque quizá con menor resonancia ante el nombre y la obra de los ya citados, pero no por ello despreciable, pues sus quehaceres fueron llevados por el impulso en el que también estaba ese anhelo por nutrir a expresiones como el neonacionalismo que empujaban Carlos Chávez, Candelario Huizar o José Pablo Moncayo. Con los años la obra pianística de Pomar sería reconocida por Daniel Noli, quien realizó PRESAGIO. Música para piano de José Pomar (2000).



   Volviendo a “Cantos Revolucionarios”, estos son quizá, un primer intento por reunir cantos de lucha seleccionados, y que provenían de diversas partes del mundo. En México, el corrido era un elemento del cual surgieron diversas interpretaciones, o que con su ritmo se facilitaba la elaboración de diversas letras para seguir sosteniendo su alma, y el alma de lo “revolucionario”.
   También, la publicación fue un instrumento más contra el fascismo, pero sobre todo “un fraternal recuerdo a los caídos en la lucha, un llamado al combate, un toque de confianza en las victorias del proletariado oprimido por el fascismo o por el imperialismo, que azotan por igual al trabajador en las cinco sextas partes del mundo”.

   Y como proclamaba José Pomar: Todos a agotar la edición de “Cantos Revolucionarios”. Seguramente por el hecho de que fui afortunado en conseguir uno de ellos, me permito seguir la consigna del maestro Pomar y comparto con los “navegantes” de este blog la fabulosa experiencia de sus páginas en su edición facsimilar.
























Colección del autor.

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