LUZ… A LOS POETAS.
FUERZA… A LOS POETAS.
SELECCIÓN DE: JOSÉ
FRANCISCO COELLO UGALDE.
Hace relativamente poco, en esas andanzas
callejeras, encontré en un puesto de libros viejos, una interesante versión de “Cantos
Revolucionarios”, editada por Editorial
Popular, dependiente de la famosísima “Librería NAVARRO”. Este ejemplar, apenas 24 páginas,
reúne, bajo los criterios del músico y pianista José Pomar materiales “subversivos”
tales como:
La Internacional, La
Marsellesa, La Varsoviana, La joven guardia, Comintern, ¡No pasarán!, Contra la
guerra, ¡Adelante la juventud!, Julio Antonio Mella y Frente Popular, canciones y letras de
diversos autores, musicalizadas por el propio Pomar, pero también por Silvestre
Revueltas y otros músicos. Estas piezas eran una especie de “canto de guerra”
en momentos de difícil tensión bélica, bajo los alientos que se dejaron sentir
con la guerra civil española. No es casual que la Liga de Escritores y Artistas
Revolucionarios (LEAR, por sus siglas), en cuyas filas estaban Silvestre y José
Revueltas, Octavio Paz, Elena Garro y otros artistas e intelectuales mexicanos,
diese un sentido a este tipo de expresiones, que hizo suya otro integrante más
de la LEAR: José Pomar, aunque quizá con menor resonancia ante el nombre y la
obra de los ya citados, pero no por ello despreciable, pues sus quehaceres
fueron llevados por el impulso en el que también estaba ese anhelo por nutrir a
expresiones como el neonacionalismo que empujaban Carlos Chávez, Candelario
Huizar o José Pablo Moncayo. Con los años la obra pianística de Pomar sería
reconocida por Daniel Noli, quien realizó PRESAGIO.
Música para piano de José Pomar (2000).
Volviendo a “Cantos Revolucionarios”, estos
son quizá, un primer intento por reunir cantos de lucha seleccionados, y que
provenían de diversas partes del mundo. En México, el corrido era un elemento
del cual surgieron diversas interpretaciones, o que con su ritmo se facilitaba
la elaboración de diversas letras para seguir sosteniendo su alma, y el alma de
lo “revolucionario”.
También, la publicación fue un instrumento
más contra el fascismo, pero sobre todo “un fraternal recuerdo a los caídos en
la lucha, un llamado al combate, un toque de confianza en las victorias del
proletariado oprimido por el fascismo o por el imperialismo, que azotan por
igual al trabajador en las cinco sextas partes del mundo”.
Y como proclamaba José Pomar: Todos a agotar
la edición de “Cantos Revolucionarios”. Seguramente por el hecho de que fui
afortunado en conseguir uno de ellos, me permito seguir la consigna del maestro
Pomar y comparto con los “navegantes” de este blog la fabulosa experiencia de
sus páginas en su edición facsimilar.
Colección del autor.
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