LUZ
y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA y SUS AUTORES INVITADOS.
SELECCIÓN DE: JOSÉ
FRANCISCO COELLO UGALDE.
En la quinta década del siglo XX, uno de los
funcionarios más reconocidos y admirados, desde mi punto de vista, fue el Lic.
Euquerio Guerrero, quien en 1958 ocupaba el cargo de Subdirector Administrativo
de la entonces Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A.
Entre sus diversas participaciones, fue
mantenerse al pendiente de un conjunto de significados que tendrían que ver con
el buen desarrollo en las funciones administrativas de la empresa, para lo
cual, el punto neurálgico de sus trabajadores, fuesen estos empleados de
confianza o sindicalizados, era el de la capacidad, la eficiencia y demás factores
que tendrían que privar en un ambiente laboral tan específico y particular como
el de una institución destinada a mantener un compromiso de lealtad con los
principios de continuidad de servicio, los cuales fueron una constante incluso,
hasta el momento mismo de la equivocada decisión del estado, justo cuando
decidió extinguir a Luz y Fuerza del Centro, para lo cual ya hemos ido viendo –paso
a paso-, todos los oscuros propósitos que tuvieron que manejar para despojarnos
de nuestra fuente de trabajo, y poner al servicio de los grandes intereses y
las empresas una infraestructura que ya tenía más que preparada LyFC para tales
fines: los del “triple play”.
Pues bien, y regresando a las actividades de
este funcionario, el que hoy es motivo del presente recuerdo, significa conocer
sus intenciones acerca de lo que para la empresa representaba poner en práctica
un “Programa Educacional”, de lo cual, y a través de sus palabras, entenderemos
el porqué de aquel empeño.
En los
tiempos actuales una empresa industrial necesita adoptar las medidas y
procedimientos más eficaces para aumentar su eficiencia. Esto abarca tanto a
los elementos físicos como maquinaria, equipo, etc., así como a los elementos
humanos siendo esto último lo más importante, puesto que es el cerebro humano
el motor de cualquier actividad.
Nuestra compañía ha procurado, desde hace
años, introducir las máquinas más modernas, los sistemas de conducción de
energía eléctrica más adelantados y en los últimos años ha transformado sus procedimientos
de facturación mecánica, estando prácticamente al día con los inventos que
existen en esta materia.
Sus directivos, aisladamente, han procurado
también obtener los conocimientos más modernos sobre administración de empresas
y manejo de personal, pero en este aspecto es indispensable una sistematización
que permita uniformar criterio en el grupo directivo de la empresa. Para lograr
esa finalidad, la Compañía ha planeado los primeros cursos de Organización de
Empresas y Administración de Personal, para todos los Representantes del Patrón
y Empleados de Confianza. El manejo de la Compañía está precisamente en manos
de ese conjunto de hombres que, con la colaboración de otros Jefes de
Departamento y de Sección dirigen los destinos de la Empresa.
Las técnicas para administrar y dirigir ya
no se improvisan ni son el resultado de la inspiración feliz de unos cuantos
hombres. Hay abundantes estudios sobre esta materia para saber planear,
integrar, ejecutar y controlar, elementos todos de los que es administrar.
Por esto la Compañía está impartiendo los
cursos arriba mencionados, con el propósito de más tarde hacerlos extensivos a
otros niveles de la Organización para que todos aquellos que ejecutan las funciones
de mando tengan una clara idea de lo que técnicamente debe ser la
administración.
Para la realización de este primer paso
dentro del plan educativo, se ha contado con la valiosa colaboración de
diversos funcionarios de la Compañía que han tratado temas tan interesantes como
Adiestramiento a los trabajadores; Relaciones Obrero Patronales; Empresas de
Servicios Públicos; Integración; Ejecución y Control; Seguridad en el Trabajo,
etc., y con la eficaz cooperación del Sr. Lic. Isaac Guzmán Valdivia, Gerente
de la R.M., experto en materia de administración de empresas, quien ha hablado
sobre la doctrina de la planeación administrativa, los principios generales de
la administración industrial, responsabilidad de la administración y
principales tipos de autoridad en la organización industrial.
Este programa educacional comprenderá los
grupos especializados, como por ejemplo, el de Secretarias Particulares y todos
los demás que requieren estudios específicos.
Todo el programa está inspirado en un sentido
práctico que permita a quienes toman los cursos, aplicar desde luego los
conocimientos recibidos y así se espera que muy pronto sean realidad donde no
existen ahora, los cursos de adiestramiento, el establecimiento de mesas
redondas, la formulación de políticas departamentales y tántos y tántos otros
resultados concretos que seguramente se traducirán en una mejoría firme y
positiva de los sistemas y procedimientos que existen en la Compañía.
En:
Revista LyF, Año VI, N° 51, del 1° de
noviembre de 1958, p. 9-11.
Luego de transcurrir 56 años desde que fue
planteada dicha estrategia, me parece que, aún en lo personal, sin haber
ostentado un puesto de confianza, y sí más bien como sindicalizado, que aquel
propósito puede verse como muy positivo, en aras de encontrar mejores
respuestas ceñidas a crear los ambientes laborales propicios para que la
eficiencia fuese uno de los factores con los que fuese notoria la calidad de
trabajo, a partir de índices de calidad, cuya calificación fuese siempre en
aumento. Creo que incluso, en 2009, habíamos alcanzado verdaderos esquemas de
productividad que sólo entraban en conflicto con una cada vez más cerrada
posibilidad de que el presupuesto anual asignado a la empresa, por vía del que
asignaba el gobierno anualmente, sirviera para la adquisición de los bienes y
equipos a que se comprometía la empresa a través de sus programas de obra,
mantenimiento y demás servicios. Ese fue, entre otros, uno de los grandes
conflictos que fueron “ahorcando” de alguna manera a la propia empresa para que
su eficiencia fuese notoria, y en todo caso, tuvo que echar mano de recursos y
habilidades sólo constreñidas a la forma de ser y de pensar, tanto de sus
funcionarios como de sus trabajadores. Se hicieron verdaderos milagros, ajustes
y demás circunstancias con tal de que el servicio no tuviese afectación. Lamentablemente
las mentiras del gobierno panista del sexenio pasado consiguieron con tan poco
un “botín” que significó desprendernos –insisto-, de nuestra fuente de trabajo
y de ingresos, por lo que ahora, a casi cinco años vista, resulta penoso ver
cómo nuevos y negros panoramas ponen, incluso, en riesgo de extinción a la
mismísima Comisión Federal de Electricidad, por vía de las Reformas Energéticas
y sus Leyes Secundarias, con lo que una filosofía como la de Euquerio Guerrero
pasa a ser un grato recuerdo, en medio de la espesa reflexión con la que vienen
“embistiendo” todos los intereses que ahora tienen secuestrada y como víctima a
otra empresa en riesgo. Pero no es solo eso. También el hecho de que toda la
infraestructura tendida a lo largo y ancho del país, sea susceptible de ser
calificada o desechada, con lo que este último segmento podría pasar a formar
parte del desmantelamiento previsto… Y créanme, entre ese gran conjunto, se
encuentran muchas de las instalaciones que hoy tiene la C.F.E. bajo la figura
de ese desagradable “Comodato”, que eleva el grado de riesgos, por lo que si no
actuamos en consecuencia, en breve estaremos viendo desaparecer verdaderos
testimonios de plantas (hidroeléctricas o termoeléctricas) y otras tantas
subestaciones o instalaciones al ínfimo nivel de material en venta. Incluso, si
no trabajamos en forma más intensa para conservar, en medio del criterio
legítimo de Arqueología Industrial a instalaciones emblemáticas como Necaxa, la
planta “Jorge Luque Loyola”, la planta Nonoalco y otras, vamos a lamentarlo por
el resto de nuestros días.
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