CENTROS DE TRABAJO EN
LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
En 1958, la Compañía de Luz contaba con un
laboratorio central, en donde se efectuaban toda clase de pruebas, análisis y
estudios en relación con los generadores, motores, aisladores, transformadores,
y otras partes de las redes de transmisión y de distribución. Unas veces los
estudios eran especiales, como en el caso cuando se necesitó saber la
resistividad térmica del subsuelo, para instalar adecuadamente los cables
subterráneos de 85 KV del D.F. La mayoría de las pruebas, sin embargo, eran del
tipo rutinario, para determinar la resistencia y calidad de conductores y toda
clase de materiales así como el análisis de lubricantes, combustibles y
aislantes y de aguas utilizadas en las diversas instalaciones de la Compañía.
Un trabajo muy característico en ese
Departamento y que se efectuaba desde hacía muchos años era el de atender los
relevadores de protección. Estos dispositivos tienen por objeto disminuir al
mínimo los daños a que están sujetos ordinariamente los diferentes equipos de
la Compañía y las interrupciones del servicio. Las características de
funcionamiento de los relevadores obligan a revisarlos y ajustarlos
periódicamente, según las necesidades de la red.
Algunos de los trabajos encomendados a este
Departamento eran los siguientes:
-Efectuar
pruebas de aceptación de materiales que adquiría la Compañía, tales como cables
y conductores de energía eléctrica, ya sea desnudos o forrados. Esto permitía
asegurar al máximo, la buena calidad de los productos que utilizaba Luz y
Fuerza Motriz así como la resistencia que debían tener artículos como bandolas,
cascos y guantes que utilizaba el personal de las áreas destinadas a trabajar
con línea viva.
-Comprobar
el buen estado de los instrumentos de medición de voltaje, de corriente, de temperatura,
de potencia y de frecuencia.
-Probar
aisladores a la alta tensión para evitar fallas en servicio.
-Someter
los guantes de hule que utilizaba el personal a pruebas eléctricas para
comprobar que sirvieran hasta 10,000 voltios.
-Vigilar
el buen estado de las baterías que se utilizaban en todas las subestaciones del
sistema según datos recabados por los operadores de éstas.
-Mantener
en buen estado los servicios de telefonía, Sistema Carrier (alta frecuencia)
sobre las líneas de alta tensión y vigilar los de radiotelefonía que utilizaba
la Compañía.
-Atender
las consultas de todo tipo que formulaban los distintos departamentos de la
Empresa.
-En
el laboratorio, en el inolvidable “Laboratorio” de 1958, prestaban sus
servicios 42 empleados bajo la dirección de un Superintendente, el Ing. Víctor
Heiligmann.
Los ingenieros mecánicos, químicos y
electricistas que prestaban sus servicios en este Departamento estaban siempre
pendientes de los últimos adelantos técnicos para utilizarlos en beneficio de
las instalaciones de la Compañía como es el caso de los relevadores de
protección electrónicos que entonces se utilizaban en las dos líneas de 220,000
voltios que corren entre Necaxa y Cerro Gordo y las cuatro líneas a 85,000
voltios entre Cerro Gordo y Nonoalco.
Revista LyF, Año V, N° 50, del
1° de octubre de 1958, p. 2-5.
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