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miércoles, 3 de abril de 2013

SUBESTACIÓN EL SALTO y CERRO GORDO.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA.  SUBESTACIÓN EL SALTO y CERRO GORDO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   A raíz de la majestuosa construcción de la planta de Patla, trabajos que se iniciaron el 23 de abril de 1951, hubo necesidad de considerar una serie de obras alternas, como fueron las subestaciones de “El Salto” y “Cerro Gordo”. Para comprender la forma en que estuvieron integradas una y otra, así como la línea de transmisión que también tuvo que integrarse al enorme emplazamiento de estos importantes centros de trabajo. Veamos.
   Sobre la subestación “El Salto”, se puede anotar lo siguiente:

   La construcción de esta subestación se inició a fines del año de 1953, con el objeto de controlar y distribuir el grueso de la energía eléctrica generada en las plantas de Necaxa, Tepexic, Tezcapa y Patla.


   En esta subestación ubicada en las inmediaciones de Nuevo Necaxa, están instalados dos bancos de transformadores de 100,000 KVA de capacidad cada uno y un transformador de reserva. Está dotada, además, de barras colectoras de 100 kV, y 230 kV. A las primeras llegarán ocho circuitos en total, procedentes, 4 de Necaxa, 2 de Tepexic y 2 de Patla; de estas barras de 100 kV, partirán dos de los cuatro circuitos de transmisión de 85 kV que actualmente operan entre Necaxa y la ciudad de México, ya que los dos circuitos restantes serán desmantelados al entrar en operación la nueva línea de 220,000 voltios, que partirá precisamente de las barras de 230 kV en la subestación del Salto.

   Línea de transmisión a 220,000 voltios.

   Al aumentarse la generación del fluido eléctrico, con la instalación de la planta hidroeléctrica de Patla, se hizo necesario construir una nueva línea de transmisión (la más importante de la República, y que sustituye a la antigua línea construida entre 1903 y 1905) a 220,000 voltios, por ser insuficiente la capacidad de los cuatro circuitos de 85 kV, que actualmente operan entre Necaxa y la ciudad de México.


   Como se dejó dicho, de estos cuatro circuitos, se desmantelaron dos, y dos se dejaron para la transmisión de energía a la ciudad de Pachuca y zona minera de la región (tal y como funcionaba desde aquellos años iniciales del siglo XX), así como a otros lugares ubicados a la altura de los kilómetros 42, 75y 110 de la carretera México-Tuxpan.
   Esta nueva  línea de alta potencia que tiene una longitud de 138 kilómetros, comprende 382 torres de acero, sobre las que están instalados dos circuitos de tres cables de aluminio con refuerzo de acero (ACSR), de 400 milímetros cuadrados de sección, lo que actualmente está considerado dentro del rango de los 1113 Mil circular mil (MCM).
   Las torres de transmisión tienen una altura de 37 metros, equivalente a un edificio de 10 pisos, y sus pesos varían entre 11 y 27 toneladas por torre.
   La línea de transmisión tendrá una capacidad de conducción hasta de 300,000 kW, o sea el doble de los cuatro circuitos actuales a 85,000 voltios. Parte esta línea conductora, de la subestación del Salto, en Necaxa y termina en Cerro Gordo en el Estado de México.

CERRO GORDO.


   Como no era posible extender la línea a 220,000 voltios hasta las zonas urbanas de la ciudad, densamente pobladas, por los peligros que esto implica, la Compañía construyó la subestación de “Cerro Gordo”, aproximadamente a 15 kilómetros al norte de Nonoalco, lugar en que se ubica la estación receptora del mismo nombre.
   En la subestación de Cerro Gordo están instalados dos bancos de transformadores de 100,0000 KVA de capacidad cada uno y un transformador de reserva. Mediante estos transformadores, el voltaje de 220,000 voltios baja a 85 kV, para poder alimentar a las subestaciones receptoras del Distrito Federal.

He aquí las modernas torres, junto a las emblemáticas tipo “Necaxa”.

   A las barras colectoras de 85 kV de esta subestación llegarán los dos circuitos antiguos de la línea de Necaxa, que serán conservados. Las mismas barras colectoras alimentarán cuatro circuitos que partirán hacia la subestación de Nonoalco y los dos circuitos de 85 kV que alimentan la subestación de Lechería. Por último, de las barras partirán los dos ciurcuitos que alimentarán la subestación de los Reyes en el Estado de México.
   Estas notas fueron incluidas en la Revista LyF Nº 2, del mes de octubre de 1954.

NOTA: Si desea entrar en contacto con el autor de estos trabajos de investigación, recopilaciones, y demás asuntos relacionados con la reconstrucción de la historia de Luz y Fuerza del Centro, o simplemente conocer su obra, con gusto lo remito a la "liga" en que aparecen sus datos curriculares:


En la cejilla "Acerca del autor", se encuentran todo mi perfil profesional, así como un archivo PDF que reúne toda mi obra, publicada desde 1987 y hasta nuestros días.

Muchas gracias.

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