POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Fue 1947 un año en donde nuestro país
resintió una intensa sequía, aspecto que orilló, entre otras empresas a la
Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. a tomar una serie de medidas,
entre las cuales se establecieron serias restricciones en el consumo de la
energía eléctrica. Se llegó a dar el caso de que los niveles de agua en los
vasos de las presas de Necaxa estuvieron en puntos históricamente bajos, lo que
causó la consiguiente alarma.
Tal fenómeno natural puso en un predicamento
a la Compañía de Luz pues, al margen de sus efectos, la empresa tendría que
seguir prestando sus servicios a clientes industriales y domésticos. Por tanto,
esto significaba incrementar su infraestructura, la cual no dependiera
precisamente del uso y consumo del agua, como uno de los elementos
fundamentales para el proceso de producción y generación. Por tanto, la
respuesta se encontró en una planta térmica generadora de fluido eléctrico, que
no estuviera sujeta a la presencia de una temporada de lluvias estable.
Cuando la empresa todavía contaba con
subsidiarias, una de ellas, la Compañía de Fuerza del Suroeste de México, se
echó a cuestas la construcción de la planta Diesel de Tacubaya, cuyos
generadores trabajaban a base de combustible industrial. A un costado del
predio del que luego y con el tiempo sería el “Almacén Tacubaya”, se encuentra
un tramo importante de línea ferrocarrilera, misma que se aprovechó para el
traslado del combustible mismo al gran complejo de la planta.
Vista exterior de la planta Diesel de Tacubaya. Col. del autor.
En diciembre de 1947 comenzaron los trabajos
preliminares y el 22 de noviembre de 1948 se ponía en servicio la primera
unidad Diesel. Posteriormente y con intervalos de treinta días, se incorporaron
a la producción cinco máquinas más (fueron seis en total por aquel entonces),
lo que representaba una capacidad de generación total de 31.500 kW. El Distrito
Federal se beneficiaba con una nueva planta capaz de hacer frente a los
trastornos originados por la usencia de lluvias normales.
En su tiempo, esta planta fue la más grande
del mundo dentro de su tipo y características. Se levantó en una superficie
construida de 7,500 metros cuadrados, sobre un área de 20,000 metros. El combustible
utilizado era un residuo de la destilación del petróleo que tenía muy escasos
usos hasta entonces. Era el que en su momento se denominaba “combustible
industrial”. Sólido a la temperatura ambiente, alcanzando el estado líquido a
140 °C.
Sala de máquinas en la planta Diesel de Tacubaya. Ca.
1949. Col. del autor.
Cada máquina contaba con doce cilindros con
pistones de 736 mm. de circunferencia por 1.60 metros de altura. Su capacidad
de combustión –llamado técnicamente “carrera”-, era de un metro de largo. En total,
las seis unidades consumían 200,000 litros diarios de combustible, equivalente
a seis carros-tanque de ferrocarril. Por otro lado, cada unidad demandaba para
su lubricación, la cantidad de 13,500 litros de aceite. En la propia planta
existían dos tanques de almacenamiento de combustible con capacidad de tres
millones de litros y cuatro tanques más, de 30,000 litros cada una que
contenían aceites y lubricantes. Existía también una torre enfriadora de agua y
la infaltable casa de máquinas, cuya finalidad era la de limpiar el combustible
de impurezas antes de que llegara a las unidades Diesel. Para que tal proceso
funcionara correctamente, fue necesaria la presencia de 150 trabajadores.
La energía producida se transmitía a la S.E.
Tacubaya, misma que distribuía la energía a las industrias de la zona, mientras
que el resto de tal beneficio se incorporaba al anillo subterráneo de 85 kV que
rodeaba por entonces al Distrito Federal.
Entre otros aspectos técnicos importantes
para la época, cuando la frecuencia era otra a los actuales 60 ciclos por
segundo, es que mantenía constante el factor de potencia para conservar el
voltaje a nivel propio y uniforme.
NOTA:
Si desea
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investigación, recopilaciones, y demás asuntos relacionados con la
reconstrucción de la historia de Luz
y Fuerza del Centro, o simplemente conocer su obra, con
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