ESTUDIOS FOTOGRÁFICOS
LyF y SME… ¿QUIÉN ES? ¿QUIÉNES SON?
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Esta
interesante fotografía, la encontré en un número de Revista de Revistas del año 1935. El tono sepia de la misma no deja
de tener una carga de añoranza y sabor de antaño, lo que de inmediato provoca
la detenida revisión de todos aquellos detalles reunidos en ese registro que
llega hasta nosotros convertido en valiosa representación de nostalgia,
nostalgia animada por el vocerío indescriptible de todos aquellos seguidores de
un equipo que, para esas fechas ya había cobrado fama nacional por su racha
ascendente, sus juegos ganados y hasta las copas y campeonatos que estaban en
su haber. Confieso que mi afición al futbol es nula lo cual me lleva a no
correr riesgos innecesarios si intento dármelas de conocedor.
Por fortuna no es el caso. Sin embargo, veo
en la imagen a 15 personajes uniformados con el uniforme rojiblanco. Los dos
porteros llevando camisetas y calzoncillo de blanco reluciente. Parece que el reportero
se adelantó un poco y esos bravos futbolistas no alcanzaron a ordenarse para la
fotografía, con lo que el resultado fue este. Pero vaya, eso no es tanto el
problema, porque el conjunto también quedó perfectamente enmarcado por quienes
parecen ser funcionarios de la Mexican
Light and Power Company, and Limited. También está por ahí quien parece ser
el árbitro que se encargó de poner orden en el partido contra… ¡Oh Dios…! desconozco
con quien, y un paso más atrás una hermosa señorita que hizo las veces de
edecán… y es que no era para menos. Durante el campeonato 1935-1936, el Necaxa,
el equipo de los “once hermanos” obtuvo los siguientes reconocimientos:
Fue
campeón, Campeón de Campeones, Campeón del D.F., Campeón de Liga, Campeón de
los Juegos Nacionales y Campeón de los Juegos centroamericanos en el Salvador…
es decir, casi nada, lo que los lleva a convertirse en auténticos ídolos de la
afición.
Esos
“Once hermanos”, que en su mayoría fueron trabajadores de la Compañía Mexicana
de Luz y Fuerza Motriz, S.A. sabemos que sus nombres y apodos eran: Raúl “Pipiolo”
Estrada, Lorenzo “Abuelo” Camarena, Antonio Aspiri, Guillermo “Perro” Ortega,
Ignacio “Calavera” Ávila, Marcial “Ranchero” Ortiz, Vicente “Chamaco” García,
Tomás “Poeta” Lozano, Hilario “Moco” López, Julio “Chino” Lores y Luis “Pichojos”
Pérez.
Y algunos datos más. Sabemos que Marcial
Ortiz, trabajó en el Departamento de Conexiones y Medidores, taller de
reparación de medidores. Que Ignacio Ávila, prestaba sus servicios en el
Departamento de Cobranzas de la Compañía. Que Vicente García, también laboraba
en Conexiones y Medidores. De igual forma, Julio Lores se le podía localizar en
el Almacén de artículos para deportes. Lorenzo Camarena fue probador de líneas.
Y aunque no se le cite hubo otro gran personaje: Ernesto Pauler, quien
trabajaba como Jefe del Garage de las Compañías. José Ruvalcaba a quien no
vemos en la foto, y que fue “la revelación 1933", también formaba parte de las
cuadrillas de Conexiones y Medidores. Antonio Azpiri, trabajó como oficinista
en la Sección de Archivo del Departamento de Contratos. Se sabe que hubo otro
jugador, de nombre Pedro López “Sardina”, cumpliendo órdenes que emanaban
de su departamento: Conexiones y Medidores. Por su parte, Guillermo Ortega hacía cálculos y
operaciones de aritmética en el Departamento de Contabilidad del Almacen de la
Compañía de Tranvías.
Desconozco también se si trata del parque “Asturias”
o del parque “Delta”, pero sé que para descifrar todos aquellos misterios,
confirmar datos ya proporcionados y dar más detalles sobre el abundante
historial de Necaxa, hay muchos seguidores del equipo que saben bien a bien “santo
y seña” de aquella –¿cómo llamarla?- ¿oncena? Así que en este nuevo intento por
identificar la presente imagen que fue tomada hace ocho décadas, bien vale la
pena que nos sumemos a su plena identificación, sabiendo incluso precisiones
tan puntuales como la fecha exacta en que jugaron y con quién.
Pues bien, “manos a la obra”.
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