PERFILES DE LUZ,
O GALERÍA DE PERSONAJES. RESEÑAS PUBLICADAS EN
EL BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Seguramente para muchos jubilados de Luz y Fuerza del Centro, el nombre
de Andrés Ambriz podría decirles algo, sobre todo por el hecho de que el
personaje del que hoy me ocupo, se caracterizó por sus actividades, no solo en
Conexiones y Medidores-Oficinas, Sucursal Alamos, sino por el hecho de que fue
un reconocido futbolista.
Como lo menciona la invaluable Revista
LyF
Representa Andrés “Gordo” Ambriz una
labor que va más allá de 20 años, interrumpida en algunas ocasiones; pero cada
vez que torna a ella lo hace con mayores ímpetus, con nuevas técnicas; pero
siempre bajo una misma norma: dar oportunidad a los jóvenes.
Esa trayectoria lo ha convertido en uno de los personajes que más han
influido en el desarrollo del futbolista mexicano.
El “Gordo” Ambriz…
En un choque con el “Perro” Ortega, en un entrenamiento, se fracturó una
pierna, terminando con su carrera como futbolista. Pero no siempre la gloria,
el mérito de un deportista, está en sus hazañas como jugador activo.
Terminó un jugador, cuyas posibilidades quedaron sólo en suposiciones. A
cambio de ello, surgió un entrenador que a lo largo de su callada, casi
desconocida labor, ha dado al futbol mexicano muchos de sus mejores estrellas. Y
es que se ha caracterizado siempre por impulsar al joven. De ello pueden dar fe
Héctor Hernández, Jasso, Del Aguila, De la Mora, Benhumea, el Chatito Ortiz,
Hermosillo, y muchos otros que hoy son figuras preponderantes del balompié
azteca.
Ernesto Pauler, el inolvidable entrenador austriaco que llenara páginas
de oro con el campeonísimo Necaxa, tuvo siempre en el “Gordo” Ambriz a uno de
sus mejores y más fieles ayudantes.
De 1932 a 1943 estuvo encargado de las fuerzas inferiores electricistas.
Desapareció el gran equipo y ambos se trasladaron al Asturias; Paule fue luego
al América; pero al “Gordo” no le gustaba la “crema”. En 1946 se hizo cargo del
Oro, el mismo que, con algunos intervalos, entre ellos cuando se hizo cargo del
Necaxa, en 1958, es el equipo donde más ha trabajado.
Acaba de dejar su dirección. No pudo entenderse con las adquisiciones
brasileñas; pero deja un conjunto juvenil, al que habrá que seguir, pues ese
tipo de trabajo rinde después de una corta espera.
Tal vez su retorno al trabajo, en Conexiones y Medidores-Oficinas,
Sucursal Alamos, sea un ligero intervalo, antes de reanudar, con igual
entusiasmo, su labor de creador de estrellas.
Revista
LyF,
año VII, N´° 74, octubre 1° de 1960, p. 16-17.
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