CURIOSIDADES ELÉCTRICAS DE ANTAÑO
EXHUMADAS HOGAÑO.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO
UGALDE.
EL SANTO NIÑO DE LA LUZ.
Hace tiempo, “navegando” por la “nube”, ese
enorme, infinito territorio virtual de la modernidad, di con esta imagen, la
cual fue vestida deliberadamente con un traje que para los electricistas no es
común en muchos sentidos. La figura de bulto lleva el uniforme de trabajo que
llevaba el personal operativo, con su característico color “caqui”, así como el
escudo LyF en la parte superior de la manga izquierda. Ostenta un casco
“dieléctrico” con el escudo del Sindicato Mexicano de Electricistas al frente,
en forma por demás orgullosa.
En muchos centros de trabajo se observaba la
devoción que se manifestaba de diversas formas, siendo la principal de ellas la
que se realizaba el 12 de diciembre de cada año, cuando se veneraba a la virgen
de Guadalupe con misas, cohetes y sendos comelitones.
Otra imagen, esa sí muy esperada era la de
“Nuestra Señora de la Luz…”
El título del “Niño de la Luz”
indiscutiblemente le viene de todo nuestro ambiente y aunque no conozco ninguna
historia relativa a un caso tan particular como este, bien valdría la pena que
hubiese por parte de compañeros o camaradas la colecta de algún testimonio para
saber algo más al respecto.
Sus mejillas son sonrosadas, y se mantiene
sentada en una silla como las que se usan para la “levantada de los niños” el 2
de febrero. Su veneración, a lo que se ve, y aunque no es un santo “oficial”
por así decirlo, sino creado a partir de todo un proceso del imaginario
popular, y más aún del imaginario electricista en lo particular, se incrementa
en la medida de que al pedir su participación milagrosa, lo haga para salvar el
apuro de muchos electricistas que seguimos en condiciones de desempleo.
¿Alguna oración? Lo desconozco, pero puede
ser algo como lo que viene a continuación:
ORACION AL NIÑO JESUS
¡Oh! Niñito Jesús, ven pronto a mi corazón, haz que mi corazón sea
semejante al tuyo... si así de manso y humilde... ven te invito,
quiero que nazcas en mi corazón, lo llenes de sublimes sentimientos
para poder así amar mejor a mis hermanos, para ver con los ojos de tu
carita preciosa, si esos ojos luminosos que brillan, que solo emanan
amor, luz, paz y serenidad, alegría y esperanza...
¡Oh! Divino Niño Jesús de Belén... ven pronto llega ya a mi corazón..
te lo abro te lo entrego, saca de el todo lo malo, todo lo que impide
verte en los demás.. todo eso que no es agradable a tus ojos, y que
empaña mi visibilidad de ver lo bello y hermoso de la vida, de todo
aquello que por amor nos has regalado.. Oh buen Jesús, niñito de
Nazareth.. ¡que infancia la tuya!.. que linda tu sonrisa, que tiernas
tus manos, y que tiernos tus pies... dulces pies que yo amo y beso...
ven Niñito Jesús y renuévame, que no me deje llevar por el consumismo
en estos días, ni por el desánimo tan de moda en estos tiempos, aleja
de mi la tristeza y ayúdame a que regale lo que tú por amor nos has
regalado.... AMOR, COMPRENSION, DULZURA.
Gracias Niñito Jesús por las manos bondadosas, por las miradas
cálidas de cuantos cruzan mi camino, por mi bella familia y por los
buenos amigos que me regalas, por esos hombros que me han entregado
para que yo pose mi cabeza... y por esas sonrisas que diariamente me
brindan mis hermanos, señal de que tu estás en ellos.. Y por
aquellos que no sonríen... que están tristes, que no te conocen...
yo te pido que esta Navidad les regales tu sonrisa... para que se les
ilumine su corazón y sepan que sin tí.. sin tí Niñito Jesús la vida
es nada... ayúdanos a ser niñitos como Tú y poder contemplar tu bello
rostro algún día... ahí, si ahí donde nos esperas con amor.
Te aman tus hijos que esperan con ilusión tu venida...
Amen[1]
¡Oh! Niñito Jesús, ven pronto a mi corazón, haz que mi corazón sea
semejante al tuyo... si así de manso y humilde... ven te invito,
quiero que nazcas en mi corazón, lo llenes de sublimes sentimientos
para poder así amar mejor a mis hermanos, para ver con los ojos de tu
carita preciosa, si esos ojos luminosos que brillan, que solo emanan
amor, luz, paz y serenidad, alegría y esperanza...
¡Oh! Divino Niño Jesús de Belén... ven pronto llega ya a mi corazón..
te lo abro te lo entrego, saca de el todo lo malo, todo lo que impide
verte en los demás.. todo eso que no es agradable a tus ojos, y que
empaña mi visibilidad de ver lo bello y hermoso de la vida, de todo
aquello que por amor nos has regalado.. Oh buen Jesús, niñito de
Nazareth.. ¡que infancia la tuya!.. que linda tu sonrisa, que tiernas
tus manos, y que tiernos tus pies... dulces pies que yo amo y beso...
ven Niñito Jesús y renuévame, que no me deje llevar por el consumismo
en estos días, ni por el desánimo tan de moda en estos tiempos, aleja
de mi la tristeza y ayúdame a que regale lo que tú por amor nos has
regalado.... AMOR, COMPRENSION, DULZURA.
Gracias Niñito Jesús por las manos bondadosas, por las miradas
cálidas de cuantos cruzan mi camino, por mi bella familia y por los
buenos amigos que me regalas, por esos hombros que me han entregado
para que yo pose mi cabeza... y por esas sonrisas que diariamente me
brindan mis hermanos, señal de que tu estás en ellos.. Y por
aquellos que no sonríen... que están tristes, que no te conocen...
yo te pido que esta Navidad les regales tu sonrisa... para que se les
ilumine su corazón y sepan que sin tí.. sin tí Niñito Jesús la vida
es nada... ayúdanos a ser niñitos como Tú y poder contemplar tu bello
rostro algún día... ahí, si ahí donde nos esperas con amor.
Te aman tus hijos que esperan con ilusión tu venida...
Amen[1]
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