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lunes, 29 de junio de 2015

LA REVISTA "LUX"..., UNA POR UNA..., Y LAS QUE SIGAN. ABRIL - MAYO DEL AÑO 1929. REVISTA LUX N° 16-17.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

Portada del N° 16-17, correspondiente a los meses de abril y mayo de 1929. Se trata de una imagen del artista G. Hever B. Kirsje. Tiene todo un sentido rústico, desde el cual nos presenta esa última presencia invernal en territorio europeo, que como se sabe, y se dice con frecuencia en España: “Hasta mayo no te quites el sayo”.

   La composición de esta revista presenta algunos cambios, surgidos quizá por la notable presencia publicitaria, pero también por el hecho de que circulando precisamente en mayo, su contenido tendría que ir a la par de los actos conmemorativos del 1° de mayo, con lo que no dejó de incluir algunos aspectos, como aquel donde se hace énfasis de otra actividad de la Confederación Nacional de Electricistas, misma que celebró su Convención Anual, y luego a quienes integraron el Nuevo Comité de la misma organización, entre quienes destacan Felipe Bustos, como Srio. del Trabajo, Ernesto Velasco, como Srio. del Interior o Salvador Célis Gutiérrez, quien se ostentó como Srio. General de la misma, entre otros.
   Ignacio Herrera, responsable de la columna “El Socialismo y la Política”, desde su trinchera parece ostentarse como un ideólogo capaz de influir en los destinos de muchos trabajadores que tuvieron la oportunidad de contar con ediciones como esta, la de LUX, en cuyas páginas interiores se pueden encontrar mensajes “subversivos” o “revolucionarios” de una plataforma que apenas se percibe como un proceso constructivo. Sin embargo, esa es una buena señal, pues no olvidemos que vendrían años difíciles (sobre todo 1936), y de que ya se habían superado algunas otras experiencias entre 1915 y 1917, con lo que el S.M.E. maduraba.
   Quizá convenga, a más de uno la siguiente inserción:

LUX. Revista mensual (…) N° 16-17, p. 8.

   Y como adelantaba, la conmemoración del 1° de mayo no podía quedar olvidada, de ahí que fuesen incluidos los perfiles de varios protagonistas fundamentales de la gesta ocurrida en Chicago, el año de 1886. Allí están los nombres de Augusto Spies, Alberto R. Parsons, Samuel Filden, Jorge Engel, Luis Ling, Adolfo Fischer, Miguel Schwab y Óscar W. Neebe, mártires auténticos de un capítulo oscuro, en el que al derramamiento de sangre, hubo de hacerse presente la justicia.
   Un nuevo colaborador, F. de Casas Gancedo, escribió en la “Sección Científica” un interesante texto dedicado a rememorar a “Galileo Galilei, el Loco Inmortal”, sabiendo lo difícil que fue en su época mostrar y compartir los diversos experimentos que lo llevaron a ser condenado y perseguido. Su teoría del péndulo, sus estudios sobre el centro de gravedad y los cuerpos flotantes, dieron cauce al hecho de impartir una cátedra de matemáticas. Y de Pisa, pasó a Padua en medio ya del descrédito de sus enemigos. Fue en este último sitio donde manufacturó el primer termómetro, pasando de usar simplemente agua a utilizar el mercurio. Inventor de un primitivo telescopio con el que se pudieron tener las primeras observaciones de la luna y más aún, de un más allá que comenzaba con la admiración de la Vía Láctea. Qué lejos estaba Galileo de pensar que varios siglos después, un telescopio conocido como “Hubble”, lanzado en 1990, nos permitiera conocer imágenes sorprendentes, como las que ha transmitido (se contabiliza más de un millón de imágenes). De lo anterior, se puede tener una precisión: sabemos ya que la edad del universo es cercana a los 13 mil 800 millones de años. Entre ese conjunto de sorprendentes fotografías, podemos apreciar a las nebulosas “Cabeza de Mono”, “Pilares de la creación”, del “Cangrejo”, “Carina”, “Messier 57”; a galaxias como Whirlpool, la espiral NGC 1300 o el “Quinteto de Stephan”, entre otras muchas. Vaya, en testimonio de admiración una de estas imágenes, recordando a quien un día comenzó con aquellas miradas a la que sería una de las intrépidas aspiraciones de Galileo Galilei, quien no solo pudo distinguir varios de los satélites de Júpiter, sino que se arriesgó a teorizar la idea de que la tierra giraba sobre su eje, daba una vuelta completa cada día y alrededor del sol una vez al año. El sustento de tan arriesgada proposición estaba en los principios de Copérnico. Lamentablemente no pudo prosperar más en aquel capítulo, pues la corte de Roma le prohibió terminantemente que ya no explicase las teorías del sistema de Copérnico, por considerarlas heréticas. Galileo tuvo que escuchar la sentencia de rodillas ante aquel enérgico tribunal y negando –en contra de su voluntad-, que la tierra no se movía. Dícese que, al ponerse de pie, dio con el pie en el suelo murmurando la célebre frase: “E pur si mouve”. Y sin embargo, se mueve.

Grupo de cinco galaxias conocido como “El Quinteto de Stephan”. Foto NASA / Esa, vía Ap.

   En “COMENTARIOS 99”, Miguel B. Armora, elemento pensante entre la comunidad electricista, dejó testimonio de la opinión que mereció la serie de apreciaciones sobre la reciente presentación del Comité Ejecutivo Central de la Confederación Nacional de Electricistas y Similares. La redacción misma de la revista, emite un comentario en el que dice dar el lugar que merecen tales ideas, pero de cuyo contenido “no estamos de acuerdo”. Entre otras cosas, Armora pregunta:

   “…en un Sindicato de resistencia, suponiendo que existan en él acomodados y pobres, como desgraciadamente ha sucedido, ¿por quién luchará su Comité a fin de que mejoren? ¿Por los acomodados, o por los pobres? Es indudable que por los pobres. Ahora veamos qué es un trabajador, un paria, un proletario, que no tiene más que Dios y su trabajo. ¿Y qué cosa es el trabajo? Oigamos cómo lo definen los mejores socialistas del mundo, representados por Parsons: El trabajo es un ejercicio por el cual se paga un precio llamado salario. El que lo ejecuta, el obrero, lo vende, para vivir, a los poseedores del capital. El trabajo es la expresión de la energía y del poder productor. Esta energía y este poder han de venderse a otra persona, y en esa venta consiste el único medio de existencia para el obrero. Lo único que posee y que en realidad produce para sí, es el jornal. Las sedas, palacios, las joyas, son para otros. El sobrante de su trabajo no se le paga; pasa íntegro a los poseedores del capital. Y si ésta es la realidad, se pregunta, ¿por qué se asocia un trabajador? Porque no tiene medios de defensa. ¿Para qué quiere esa defensa? Para llevar a cabo la acción. ¿Y quién le garantiza más la uniformidad y fidelidad de esa acción? Es incuestionable; elementos de su clase. Entonces, ¿cómo se pretende que haya eficacia, confianza y garantía en los intereses colectivos de los trabajadores en la agrupación donde ha predominando el interés mezquino de los intereses disímbolos y distintos de la minoría, posponiéndoles el interés común de los intereses homogéneos en aspiración de la gran mayoría?...

   Interesantes apreciaciones que dejan ver un síntoma de descomposición en ese ente orgánico denominado Sindicato. Es quizá la primera ocasión en que una voz crítica emitiera semejante advertencia o cuestionamiento al interior de la comunidad electricista, como forma de señalamiento en un propósito que se desviaba de sus orígenes para continuar por una senda incorrecta; la que terminaría dañando principios elementales convirtiéndose en consecuencia, en un mal interno. Si no se le extirpaba a tiempo, con advertencias como estas, es posible que se extendiera a sus anchas produciendo otros males.
   “Sincronizando O.K.” y su i…responsable columnista “Armando Raspa” reapareció en este doble ejemplar y, para no traicionar su línea, siguió lanzando dardos como sólo él sabía hacerlo tomando como motivo de su suculenta columna, los temas del día, que no le faltaban.
   En la sección de Gráficas Mundiales, y donde el editor utilizó un rojo subidísimo, se da una noticia que puede ser de interés para los cinéfilos. “El Submarino” fue la película que por aquel entonces se exhibió en los más importantes cines de la capital. Tuvo la notable diferencia de ser la “primera película que llega a México, con sonido, musicalizada y hablada, y cuyo estreno en el Teatro Imperial fue todo un éxito, dada la cantidad de veces que ha pasado por la pantalla y el numeroso público metropolitano que acudió a admirarla”.
   Así que tomemos nota: la primera película con estas características, se exhibió en la ciudad de México entre abril y mayo de 1929, lo que supone la llegada del cine sonoro, desplazando seriamente al cine mudo que ya solo iba a ser un testimonio del pasado.


   También nos obsequian los editores, entre otras imágenes, la que nos muestra a Dolores del Río que triunfaba notoriamente en Hollywood. Y para terminar con esa pequeña sección, inevitable no dejar de incluir dos imágenes que muestran el acto conmemorativo que el S.M.E. celebró en su Edificio Social con motivo del 1° de mayo. En dichas imágenes, destaca la presencia de Ernesto Velasco, entre otros notables dirigentes e integrantes del Comité de aquella época. Hubo los discursos de rigor y estos quedaron plasmados en la columna “¡Primero de Mayo!” donde se detallan tan sentidas como agitadas palabras.
  

Ernesto Velasco.

   Y ya que se destaca la figura de una de las columnas fundamentales en la creación del Sindicato Mexicano de Electricistas, es posible conocer otra faceta más de don Ernesto. Ahora lo descubrimos como inventor. En ese sentido, una de sus propuestas fue en aquel entonces la de construir banquetas elevadas en la ciudad, para lo cual se hicieron los trámites correspondientes, con objeto de aplicar el experimento en uno de los cruceros de mayor tránsito en la ciudad. El propio Velasco adelantaba que este invento acarreaba “beneficios, tanto a los peatones y vehículos, cuanto a los comercios, para los que se abre una nueva perspectiva de negocio realmente halagüeña, pues con ello se descongestionará el tráfico y se multiplicarán los locales comerciales para la exhibición de mercancías. Estos establecimientos, así como los burocráticos o industriales, contarán de esta forma con un nuevo medio de acceso a ellos, de gran utilidad”.
   Y fue a más cuando mostró otros detalles.
   Estas “banquetas elevadas”, estarán colocadas a lo largo de las aceras y soportadas por medio de columnas o pies derechos, o bien suspendidas por tirantes diagonales empotrados por su parte superior en los muros de los edificios. En los extremos de las calles, habrá escaleras para ascender a los puentes o banquetas elevadas, o se colocarán ascensores automáticos accionados por medios eléctricos o mecánicos, instalados en forma que no impidan el paso de peatones en las esquinas.
   Gonzalo Palma y Arturo Keller González coinciden en la misma página que da espacio a OPINIONES. En ambos casos, los colaboradores abordan asuntos de profundo interés laboral, cuyos planteamientos se parecen tanto a la realidad que hoy día rige en el cada vez más limitado ámbito de aquellas empresas cuyos trabajadores se ven depauperados por condiciones cada vez menos propicias para garantizar sus derechos como prestadores de un servicio, a cambio de un salario, tal y como lo planteaba Parsons, y de quien recogimos algunas de sus ideas párrafos atrás. “¡Hasta el desastre!” y “Los sin trabajo” retratan, vuelvo a insistir ese estado de cosas que impera, con la notable diferencia de que tales cuestionamientos van en consonancia con lo ocurrido entre la clase obrera de hace 85 años. Notable diferencia.


   La página poética da espacio a la “Musa Popular” en la famosa “Oración de la Indita” u “Oración de la India”, cuya creadora, no queda claro, o es Rosa del Campo o Rosa del Valle, aunque en ambos casos parece más bien un seudónimo. En LUZ… A LOS POETAS. FUERZA… A LOS POETAS estarán presentes dichos versos en breve.
   Con los “Cuentos de Buen Humor: La mentira acreditada” de Mark Twain, LUX incorpora en sus páginas a uno de los autores más célebres de la literatura universal. Aunque con menos trascendencia, “Zig-Zag”, otro colaborador de la revista reclama airoso “¡Pido la Palabra!” y en esa expresión, contundente comparte su relato breve.
   Las infaltables notas deportivas de “Don Silencio” nos ponen al tanto de la derrota que “El Delta” impuso sobre el “Bravo”, o la inauguración de la Liga Mexicana en el propio estadio “Delta”, entre otros resultados.
   Y más de literatura. Ahora toca el honor de evocar a Jesús G. Rodríguez quien colabora con PROSAS LÍRICAS: En la Farsa de la Vida, delicioso texto de romántico contenido.
   Por su parte, en la “Sección de Higiene” se aborda el tema “La Evacuación del Niño”. Una sección de Propaganda y Educación Higiénicas del Departamento de Salubridad Pública de México, D.F.
   También puede leerse “El Átomo y su estructura”, columna que en dicha ocasión se ocupó de asuntos relacionados con los iones y electrones, así como de las primeras teorías y leyes de electricidad, tan importantes temas que en una comunidad de electricistas no podían faltar.
   Este ejemplar, incluyó la tercera y última entrega del “Convenio en vigor” con lo que los antiguos compañeros tendrían ya el ejemplar completo y servirse de él en los casos que así lo merecieran diversos asuntos de su competencia.
   Cierra la revista con una evocadora publicidad que recrea la presencia de la “Sala de Electricidad” montada en las emblemáticas oficinas de Gante 20, pertenecientes entonces a la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A.



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