EDITORIAL.
INVITACIÓN ESPECIAL…
PRESERVAR LA MEMORIA
DE LOS ELECTRICISTAS…
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
El valor de la memoria es inapreciable. La
memoria nos ayuda a recordar el pasado desde nuestro presente. En ese sentido,
el ser humano crea su vida con los aconteceres pretéritos y es que, como
afirmaba el eminente historiador Edmundo O´Gorman, “el pasado nos constituye”.
Sin pasado no hay presente posible que
garantice a su vez, la certeza del futuro, de la posteridad. Estos panoramas
del tiempo son necesarios para nosotros en lo individual o como sociedad. Pero
también es necesario conservarlos y compartirlos con otros. Así una fotografía,
una carta, el documento prescindible o imprescindible pueden causarnos alegría,
dolor o melancolía u otro tipo de sentimiento pues mirarlos o leerlos de
inmediato producen recuerdos, siendo inevitable no recordar. Del mismo modo,
también es admirable cómo esa poderosa capacidad de nuestro cerebro permite
construir o reconstruir de nuevo aquellos escenarios, los cuales en buena medida
nos regresan hasta esos momentos.
Evidentemente la comunidad de trabajadores
que formamos parte, lo mismo en Luz y
Fuerza del Centro que en el Sindicato
Mexicano de Electricistas, tenemos que contar muchas historias las que, en
buena medida pueden volver a recobrar sentido, significado mientras no se
produzca un olvido u omisión.
Tenemos claro que la extinción de Luz y Fuerza en octubre de 2009 causó
un severo daño del que unos y otros vamos reponiéndose en función de nuestras
capacidades y resistencias. La dura experiencia apenas nos da ánimo para pensar
en otra cosa que no sea la justicia. Sin embargo, quedan elementos muy valiosos
que recuperar no solo de ese oscuro capítulo. También es importante la
recomposición de todo lo que fuimos. Ese valor solo es posible recuperarlo si
hacemos el enorme esfuerzo por evitar que nuestra memoria, la de los
electricistas no se pierda. Por tanto, debemos recuperarla asociándonos, no
disociándonos. Cada uno de nosotros tenemos algo que aportar, desde la anécdota,
hasta la fotografía. Del documento que conservamos hasta aquellos otros
materiales como una revista, un contrato colectivo de trabajo, un álbum
fotográfico. Incluso la filmación de algún evento, la inauguración de una
sucursal, una excavación, una puesta en servicio de los muchos centros de
trabajo que nos integraron como la unidad electricista que fuimos. Una vieja
fotografía en los desfiles del 1° de mayo, o de las tensas reuniones en los
auditorios del Sindicato. La colocación de una bandera rojinegra, en fin… Todo,
todo eso es valioso en la medida que sea un testimonio gráfico o escrito por
salvar. No recuperarlo nos pone a un paso del olvido. Debemos rescatar nuestra
memoria. Tenemos que hacerlo. Sin tu colaboración este propósito no tiene
ningún sentido.
Esperamos que esta invitación no se quede en
el intento. Participemos todos cuantos queramos participar con la idea de
conservar nuestro paso. En el futuro será posible que aquellos interesados
sobre nuestro paso sepan quienes fuimos. No nos perdamos en el anonimato, ni
tampoco nos dejemos llevar por ciegas e inútiles pasiones, que para los años
que han transcurrido son absolutamente inútiles e infantiles. Las generaciones
venideras lo agradecerán infinitamente.
7 de noviembre de
2015.
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