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lunes, 19 de mayo de 2014

LA POESÍA SOCIALISTA DE GUTIÉRREZ CRUZ.

LUZ… A LOS POETAS. FUERZA… A LOS POETAS.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
  
   Originalmente, este material fue escrito por Armando Duvalier, uno de los colaboradores de la editorial SURCO, y del que con los años se sumó al proyecto editorial que respaldó el Sindicato Mexicano de Electricistas, hasta el punto de que hoy día, se recuerdan poco más de diez publicaciones (véase: http://kilowatito2009.blogspot.mx/2014/03/los-libros-impresos-por-surco-editorial.html).
   En esta ocasión, gracias a la labor de Duvalier, se puede entender el oficio poético del mexicano Carlos Gutiérrez Cruz. Vayamos a la lectura hoy seleccionada.

   Carlos Gutiérrez Cruz es el lírico más grande que hemos tenido entre los poetas de lucha. Si en la América del Sur se inicia la era de la literatura revolucionaria con Ángel Falco y Alberto Ghiraldo, en México tiene sus comienzos con los poetas anónimos surgidos de la gleba, hasta ser una plasmación en Fernando Celada y una cumbre en Gutiérrez Cruz.
   En la trayectoria recorrida desde que se inicia la revolución social hasta nuestros días, se ha venido conformando como piedra pulida por el río, el verso socialista. Entre los poetas de recia envergadura, se anotan en primera línea, aparte de los dos citados, a Vereo Guzmán, Germán Lizt Arzubide, José Muñoz Cota, Rosendo Salazar, Baltasar Dromundo, Mora Tovar, Othón Díaz y Jesús Sansón Flores. 

Seguramente este rostro huraño, es el que Fermín Revueltas supo dar a la contrastante efigie de Carlos Gutiérrez Cruz, libro que en homenaje al autor tapatío escribió Mario Pavón Flores seleccionando sus mejores poemas y escritos. (Ca. 1930).

   Varios de ellos son desconocidos por los poetas de gabinete, por aquellos que creen con Blanco Fombona que el autor de “Lascas”, por haber dedicado unos versos cargados de retórica “A un Jornalero” y una oda a “Los Parias”, es el poeta de las reivindicaciones sociales.
   Gutiérrez Cruz nació en Guadalajara el 10 de noviembre de 1987 y murió en Cuernavaca en 1928. Su muerte, prematura para las letras hizo que su poesía quedara en capullo. Se inició con las “Rosas del Sendero”, libro de poemas románticos, más su primer libro revolucionario fue “Sangre Roja” publicado en 1924 por la Liga de Escritores Revolucionarios.
   Con el título de “El Pueblo Dice”, la LEAR publicó en 1935 una plaqueta de versos socialistas. Las composiciones más originales de esta pequeña obra son “¿De Dónde Vienes, Jesucristo?”, y “El Comunismo de Cristo”, que son una lección para aquellos que no conocen del Galileo más que el perfil místico. Tengo en poder varios libros inéditos de Gutiérrez Cruz que me servirán para un estudio completo de su obra.
   El Poeta del Sol”, como acertadamente le llama Pavón Flores, es el cantor más genuino que ha tenido hasta hoy el proletariado. Es el rapsoda que sí en sus comienzos literarios deambula perdido en el maremágnum de varias escuelas, al encontrarse será rectilíneo.
   Su Confesión Estética arroja luz meridiana para valuar, de una manera equitativa, el mérito de su literatura revolucionaria. Concibió iniciar entre la juventud avanzada, una modalidad lírica que representara el sentir social del pueblo anhelante, de justicia. “Cuando entré en la lírica social, dice, fue con toda la conciencia de que soy capaz, y en seguida concebí la conveniencia de iniciar entre la juventud mexicana una nueva tendencia lírica, representativa, del momento social que vivimos llena de fortaleza y de justicia que tienen las clases asalariadas”.
   Para hacer una literatura que refleje con fidelidad las aspiraciones y luchas de la clase indigente, es preciso apartarse del llamado arte puro, es necesario podar todo el ramaje de ornamento. “La preciosidad es uno de los elementos de que deberá abstenerse el poeta que abrace la nueva lírica, porque ella no tiene valor alguno fuera de los círculos “refinados”, auténticamente enemigos de la naturaleza y la igualdad, e inútiles para la acción noble y laboriosa”.

Canciones para divertir
al maestro del arte?
No, canciones para redimir
a los que mueren de hambre.

   “La literatura socialista, pues, no será preciosa, sino sobria, clara, sencilla…” El verso quedará libre de los malabarismos rítmicos a lo Vanville y de la orquestación a lo Rimbaud, porque es

Tiempo perdido en la canción inútil;
verso fútil
musicado para divertir…

   “El literato de nuestra lírica debe ser un propagandista del bien que perseguimos y un defensor de los intereses de los despojados”. “Debe estar en consonancia con el dolor de los de abajo, en que pueden lograrse aspectos nuevos y bellos, no de encumbramiento romántico, sino de reivindicación y de fuerza viva, que subleve los sentimientos atrofiados de las clases atávicamente esclavas”.
   En Gutiérrez Cruz el verso está desnudo, como desnuda está la estrella, como desnuda está el agua de la fuente. Su verso vale por la idea y no por la arquitectura. Lanza a los cuatro puntos cardinales

La canción tumultuosa y roja;
el verso acometivo como un toro…

   canta a la palmera, mas no a la palmera que engasta en el zafiro del cielo sus temblantes esmeraldas, sino a aquella que eleva su penacho semejante a un puño cerrado en señal de protesta. Se inspira en la romántica fuente donde se deshoja la luna y donde sueñan los cisnes rubendaristas y que únicamente sirven para halagar la vanida del señor, dueño del jardín; en la fuente que por no haber vivo “el esencial momento de dar de beber al sediento”.

Mas le hubiera valido ser un charco de todo,
donde beben los perros que no tienen hogar.

   Dedica versos a las luciérnagas, mas no a las que recaman de arabescos el terciopelo de la noche, sino a las hermanas del sol que implanta el comunismo del sol en los sembrados.
   En su temario aparece la primavera, pero no es la que esperan los enamorados, la que trae las fragancias, los colores y los trinos; es la que ansía el hermano campesino cuyos labios murmuran:

Compañera labradora, compañera floral,
haz, pródiga, tu fuerza fecundante
en el maizal,
y no importa que olvides a la rosa fragante.

Entre el grano que nutre y el aroma que besa,
suprime todo aroma con la flor que lo ha dado…
La flor, al fin y al cabo es un poco burguesa
ante el gran comunismo del sembrado.

   Figura en su producción un poema a las manos, pero no a las manos cantadas por los poetas románticos, con dedos de marfil cuajados de sortijas, es a las manos curtidas por la reja del arado, a las manos callosas por el mango del martillo a las que jamás han calentado las pieles de los guantes, y es por eso que nos dice:

Camarada:
la mano ensortijada
no es de tu hermano…

Busca la callosa mano,
que es de tu hermano.
de aquélla, brota la espina,
y de ésta florece el grano.

   Mario Pavón Flores, uno de los más destacados intelectuales de México, con todo acierto hace notar que Gutiérrez Cruz fue un obcecado por el Sol, llegando al extremo de bautizar a su hijo con el nombre de esta estrella. En la mayor parte de sus versos, el sol aparece actuando como sujeto. Un alienista estudiaría, además de esta particularidad, su predilección por los colores primarios.
   A continuación, y según el registro que quedó para la posteridad en Lux. La revista de los trabajadores, se eligieron seis de sus más representativos poemas que se incluyen a continuación:

VERSOS OBRERISTAS DE CARLOS GUTIERREZ CRUZ.

SANGRE ROJA

¡Sangre roja!
sangre de los obreros muertos en los engranes,
sangre cuya congoja
trocábase en monedas para pagar desmanes;

Sangre que desespera de su eterna prisión
y que se precipita
con una fuerza trágica buscando salvación;
sangre que en dinamita
hace estallar su propio corazón;

Sangre que parece lumbre,
sangre que proyecta luz,
sangre de la muchedumbre,
de Carlos Marx y de Jesús,
ennegrecida por el sacrificio,
amoratada por el cilicio
y despreciada por la sangre azul.

Tal es la sangre roja que corre en las arterias
de mis canciones bárbaras de tanta rebeldía,
sangre impetuosa y bravía
que se derrama para reivindicar miserias…

Sangre roja contra la esclavitud,
sangre del verso púrpura que incendia y que despoja,
sangre roja,
¡Salud!

LA FUENTE INÚTIL.

La fuente,
se volvió loca de agua, inútilmente.
no vivió el esencial momento
de dar de beber al sediento,
porque su único fin
fue fomentar la vanidad
de su majestad
el dueño del jardín.

De nada le sirvió el cristal ni el fino modo
de adornar.
Mas le hubiera valido sr un charco de lodo
donde beben los perros que no tienen hogar.

PRIMAVERA

El compañero sembrador de te espera
en el campo fecundo desde que arde el oriente,
primavera,
con el cesto lleno de simiente.

Compañera labradora, compañera floral,
haz pródiga tu fuerza fecundante
en el maizal,
y no importa que olvides a la rosa fragante.

Entre el grano que nutre y el aroma que besa,
suprime todo aroma con la flor que lo ha dado…
La flor, al fin y al cabo, es un poco burguesa
ante el gran comunismo del sembrado.

AL OBRERO

Déjalos que blasfemen
contra la lucha social,
es que temen
que la lengua se les vaya a secar…

Déjalos que tengan fina
la planta del pie;
cuando tengan que andar descalzos
mas han de padecer…

Déjalos que se pudran
en la ciudad burguesa,
que ellos en la pudrición
desarrollan su naturaleza…

Déjalos hacer todo lo que quieran
por su bien o para su mal,
déjalos que vivan o se mueran,
pero no te dejes robar!

AL MINERO

Minero renegrido de tanta y tanta sombra,
el hombre que te nombra,
te imagina
en el sórdido seno de la mina,
con hambre muchas veces,
pero sacando a creces
el oro que germina.

Compañero minero,
doblado por el peso de la tierra,
tu mano yerra
cuando saca metal para el dinero.

Haz puñales
con todos los metales
y así,
veremos que los metales
después son para ti.

LA VIDA ILÓGICA

No sé yo de qué modo
saliendo el sol cada día,
en la tierra todo
es hambre o burguesía.

No sé cómo
la ley se trastornó;
si no trabajo, como,
y si trabajo, no.

Los frutos de la tierra,
al rico;
al pobre, la guerra
y el zapapico.

El hombre cuyo espíritu usa enagua
tiene mayor decoro,
y vale más el inútil oro
que la madre agua.

Y si el dolor no hubiera florecido un Lenin
(de todos modos tendría que florecer),
al fin
quien sabe si hasta el agua llegaran a vender.


Lux. La revista de los trabajadores. Año XVIII, N° 10, 31 de octubre de 1945 p. 42-44. Colección: “Fátima Alvarado”.

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