LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
El eterno conflicto que enfrentan empresa y
sindicato se intensifica con el arribo de una puesta al día, tanto con la
revisión del contrato colectivo de trabajo como de la solicitud legítima de
aumento salarial. No fue la excepción durante el año de 1956. Según se observa
en la nota adjunta, tomada del periódico El
Nacional del 27 de marzo de aquel año, refleja las condiciones latentes que
amenazaban con la huelga. En ese proceso intervinieron el entonces severamente
atacado Agustín Sánchez Delint, dirigente del Sindicato Mexicano de
Electricistas, a quien lo menos era calificarlo por parte de cierta prensa como
de “obstinado”, con una “actitud comunizante”, al incurrir en actos de
auténtica temeridad. También hizo acto de presencia el Ing. Gustavo Maryssael,
presidente de la entonces Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. Por
parte de la Junta
Federal (de Conciliación y Arbitraje) intervino la Lic. María Cristina
Salmorán, presidenta de la misma. Dada la magnitud del caso, también se
involucraron el entonces secretario del Trabajo, el licenciado Adolfo López
Mateos y el subsecretario de tal dependencia, el licenciado Salomón González
Blanco.
Maryssael declaraba estar consciente de que
los puntos “que propone la empresa son de una gran significación para el
mejoramiento de los servicios eléctricos”.
Y abundando en el tema expresaba que
“algunos contratos colectivos de trabajo son un verdadero anacronismo debido a deficiencias de la legislación del Trabajo”.
Por tanto, estuvieron emplazadas para irse a
la huelga el 2 de abril de 1956 las empresas denominadas: Compañía Mexicana de
Luz y Fuerza Motriz, S.A.; Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A.; Mexicana
Meridional de Fuerza, S.A.; Compañía de Fuerza del Sureste, S.A. y Compañía de
Luz y Fuerza de Toluca, S.A.
Cuatro eran los puntos esenciales:
1.-La
facultad de nombrar mayor número de empleados de confianza, puesto que mientras
los servicios se han ensanchado considerablemente –y con su expansión ha
aumentado el personal de base-, sigue sin incremento la cifra del de confianza,
que desempeña funciones coordinadoras, directas y administrativas.
2.-La
facultad de cubrir las transitorias, cuando el sindicato, pasado un periodo
razonable, no haga uso de su derecho para llenarlas, pues se ha observado que,
por táctica, la organización rehúsa cubrir vacantes transitorias, con notorio
perjuicio de los servicios, y rehúsa permitir que la empresa lo haga.
3.-La
facultad de designar personal nuevo o adicional cuando pasado cierto tiempo el
sindicato no lo haga, como debe hacerlo en correlativa obligación a su derecho
de nombrarlo. En la inteligencia de que, al comunicar el sindicato a la empresa
que ha designado personal, el puesto por ella será retirado –corriendo a cargo
de capital las indemnizaciones- para que los sindicalizados los sustituyan. O
bien, si el sindicato opta no nombrar a nadie, estipulando que se adhieran a él
los puestos por la empresa.
Disponible agosto 30, 2013 en: http://www.sme.org.mx/
4.-Otorgar
los ascensos no por antigüedad, sino por eficacia y capacidad comprobada con
exámenes sustentados, como hasta aquí, ante dos sinodales, uno designado por la
empresa y otro por el sindicato.
Los demás puntos a debate se refirieron al
aumento en las prestaciones que equivalía, según la exigencia del sindicato, al
25% del importe de las que entonces regían. Mayores salarios, mayor periodo de
vacaciones y más alto pago para los vacacionistas, renta de casa, mayor suma
para servicios médicos, pasajes, deportes, etc.
Por otro lado, los trabajadores consideraban
que las cuatro pretensiones de la empresa tendían a disolver el sindicato, o
cuando menos a minar su unidad y su fuerza.
Además, la nota arroja un dato de suyo
curioso. De hecho, la amenaza significaba el corte de energía en todas las
ciudades y poblados donde las cinco empresas tenían entonces influencia de
generación, transmisión y distribución de la energía. Pero desde entonces se
consideran y se han considerado sitios y lugares estratégicos los que deben
permanecer con “alimentación”, por lo que llama la atención que entonces
consideraran como prioritarios, entre otros: la prisión militar de Santiago
Tlatelolco, Manicomio General de la Castañeda , todos los diarios capitalinos, el
Comité de lucha contra la tuberculosis, el Campo Militar de las Lomas de
Sotelo, o el servicio de rastros.
Para el 2 de abril siguiente, la prensa daba
la noticia de que la amenaza había de huelga había concluido gracias a los
buenos oficios, entre otros, del Lic. Adolfo López Mateos, quien cuatro años
más tarde, y ya como presidente de la república, apoyaría la también ansiada nacionalización
de la empresa generadora de luz.
A raíz de este acontecimiento, significativo
para la integración de la empresa a lo largo de sus 104 años de edad, surgieron
los departamentos de Contraloría y Cuentas Especiales, lo que significa que uno
y otro han cumplido en este 2007 sus primeras 51 “primaveras”.
NOTA:
El presente texto fue elaborado en el curso del año 2007.
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