LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
LÍNEAS DE TRANSMISIÓN… O LÍNEA DEL TIEMPO.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Estos datos los proporcionó en su momento el
Ing. José Formoso Ferrer quien a la sazón, fue Superintendente de Operación.
A partir de la grave crisis que confrontó la
Compañía de Luz en el año de 1949 debido a la escasez de lluvia sobre la cuenca
de Necaxa, la Compañía decidió utilizar desde esa fecha, la técnica
desarrollada en los Estados Unidos de “sembrar” las nubes con partículas de
yoduro de plata para aumentar la precipitación pluvial en las cuencas de Necaxa
y Lerma.
¿Qué es la lluvia artificial y cómo se
provoca? Fue una sencilla experiencia hecha por el señor Vincent J. Schaefer en
el año de 1946 en los Laboratorios de la General Electric en los Estados
Unidos, lo que dio esperanza al mundo de poder provocar la lluvia utilizando
medios artificiales.
En una caja metálica forrada con terciopelo
negro en cuyo interior la temperatura era inferior a cero grados centígrados,
el señor Schaefer formó una nube artificial con sólo introducir aire húmedo en
la caja. Esta nube estaba formada de minúsculas gotas cuyo poco peso les
impedía caer. Sin embargo, encontró que llegando la temperatura a 35 grados
bajo cero, las pequeñas gotas se convertían en cristales de hielo, los cuales
crecían a expensas de las gotas cercanas hasta que se formaba un pequeño copo
de nieve cuyo peso le hacía precipitarse al fondo de la caja. Esta experiencia
estaba de acuerdo con las teorías de Bergeron y Findeisen sobre la formación de
la lluvia en la naturaleza.
Sin embargo, lo que se buscaba era poder
formar esos pequeños cristales en la nube sin necesidad de que la temperatura
fuera de 35 grados bajo cero. Para esto, Schaefer introdujo en la “nube” que
había formado dentro de la caja y a una temperatura menos fría de la que se
requiere para la formación de los mencionados cristales, una partícula de hielo
seco y entonces vio que al contacto con este elemento, las gotitas que formaban
la nube se convertían en cristales. Posteriormente, el doctor Berbard Vonnegut,
comprobó que no solo el hielo seco provocaba ese efecto, sino que, las
partículas de yoduro de plata, eran también efectivas para producir los
cristales.
Esta experiencia probó que se podía acelerar
el proceso natural de la lluvia por lo que a partir de ese momento,
Universidades e Instituciones oficiales y privadas en todo el mundo, han
efectuado infinidad de experimentos de este tipo.
En México, la Compañía de Luz inició en
1949, los experimentos de lluvia artificial contando con la colaboración del
Servicio Metereológico Mexicano que al efecto, designó un técnico que hasta
ahora sigue al servicio de la Empresa. Cada operación está precedida por
estudios que comprenden información obtenida de la red de estaciones del
Servicio Metereológico Mexicano sobre preveisión y estadística del tiempo,
adicionado por datos que se reciben por radioteletipo de todo el Continente
Americano. También se utilizan datos que reportan los sondeos atmosféricos a
grandes alturas verificados por los Observatorios de Tacubaya, Mérida y
Veracruz y los que proporcionan los globos pilotos empleados por la navegación
aérea para indicar la dirección de las corrientes de aire.
Estos datos son indispensables para asegurar
un índice mayor de éxito en la operación, ya que la cantidad de yoduro de plata
que ha de regarse en las nubes, está íntimamente relacionada con las
condiciones de tiempo que se esperan en el momento de efectuarla.
Para llevar a cabo la operación propiamente
dicha, la Compañía adquirió un avión North American dotado con un motor más
potente que el standard que le permite penetrar con mayor seguridad en los
bancos de nubes en los cuales las corrientes ascendentes y descendentes son muy
intensas y por lo mismo peligrosas para máquinas de menor potencia.
El equipo para producir los núcleos de
yoduro de plata instalado en el avión, fue diseñado y construido por la
Precipitation Control Co. Y consiste en un mecanismo automático que produce un
arco voltaico, en donde se quema el yoduro de plata dosificado por un molino.
A una temperatura de más de tres mil grados,
el yoduro se vaporiza instantáneamente y al estar expuesto en el aire se
condensa formándose 10,000,000,000,000 de cristales por segundo, los cuales son
llevados a las cimas de las nubes por las corrientes ascendentes, en donde
inducen la formación de los cristales de hielo que crecen a expensas de las
gotitas de la nube, produciendo los copos de nieve que se convierten en gotas
de agua al pasar por capas de aire más calientes en su viaje a la tierra.
De junio a octubre de este año (1955), la
Compañía hará vuelos sembrando las nubes en las cuencas de Necaxa y Lerma
cuando las condiciones del tiempo sean favorables, usando también en otros días
los nuevos generadores de tierra que producen la siembra mediante una mecha que
se quema lentamente y que ha sido impregnada de yoduro de plata.
Los resultados de estos experimentos se dan
a conocer habitualmente a las Secretarías de Recursos Hidráulicos, Agricultura,
Economía y al Servicio Metereológico así como al Departamento de Meteorología de
los Estados Unidos.
Contra la opinión de los escépticos, en los
cincos años de pruebas efectuadas, se ha logrado aumentar la precipitación tal
anual en la Cuenca de Necaxa en un 10 a 15% aproximadamente.
Datos tomados de la Revista LyF, año I, N° 11, julio 1° de 1955, p. 4 a 7.
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