EFEMÉRIDES DE LUZ y
FUERZA DEL CENTRO. UN DÍA COMO HOY… 4 DE MAYO…
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
UN DÍA COMO HOY… 4 DE
MAYO PERO DE… 1915: El Sindicato Mexicano de Electricistas estalla su primera huelga en
contra de Ericsson.
Debido al hecho de que en un principio, los
trabajadores de la Mexican Light and Power Company, Limited, adscritos
ya al Sindicato Mexicano de Electricistas
no integran una masa colectiva importante, se tienen que unir a otros conjuntos
de trabajadores para generar un movimiento más notorio. De ahí que lo hagan
junto a los de la Telefónica Ericsson y la Mexican Telegraph and Telephone Company, empresas para
las que prestan temporalmente un servicio, pero también para las que se alertan
ante cualquier eventualidad laboral, sobre todo por el hecho de que en esos
primeros momentos de creación sindical, los tiempos son muy inestables.
Fue por eso que, para lograr entablar una
negociación, y pese a la renuencia de la gerencia en la Mex-Light
(fusionada con Ericsson) estallara
una huelga total. Fue a la una de la mañana cuando dejaron de funcionar las bombas
de aguas negras y las de agua potable, así como el alumbrado y el transporte
público. Las empresas tampoco tenían energía para resolver los problemas
elementales de producción y se mantuvieron paradas. Sólo la presencia del
presidencia convencionista, Roque González Garza, hizo que las parte
convinieran a las 17 horas de ese mismo día. Se reintegraría al servicio a los
despedidos, serán cubiertas las nuevas plazas atendiendo a la antigüedad de los
trabajadores, se pagarían íntegros los salarios de ese día de huelga y se
prometía juicios o despido contra quien maltratara a los trabajadores.[1]
UN DÍA COMO HOY… 4 DE
MAYO PERO DE… 1915: Se acuerda el convenio
final de la huelga.[2]
Para una mejor visión de este caso
específico, acudo al texto elaborado por la Lic. María Gadalupe Josefina Rasso
García y que tituló: “Orígenes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME),
el cual fue publicado en Legado Sindical,
Nueva Época N° 3 de enero de 2010:
ORÍGENES DEL
SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS (SME)
Lic. Ma. Gpe.
Josefina Rasso García.
Ahora que el
gobierno panista de Felipe Calderón acecha a las organizaciones sindicales democráticas
y en especial al SME -luego del golpe de tipo fascista que le acaba de asestar disolviendo
a la Compañía de Luz y Fuerza y lanzando a la calle a más de 40 mil
trabajadores que estaban organizados en ese sindicato- es necesario saber que
esa organización se constituyó el 14 de diciembre de 1914, es decir, hace 95
años, y que en el año de 1916 tenía una fuerza considerable, prueba de ello fue
su participación en la huelga general a la que convocó la Federación de
Sindicatos Obreros del Distrito Federal (FSODF), organización a la que
pertenecería años después la Unión de Empleados de la Universidad Nacional.
La convocatoria a la
huelga general en el Distrito Federal fue para las 3 de la mañana del 31 de julio
de 1916. Esto es, luego del triunfo del Constitucionalismo y siendo Jefe de la
Revolución Venustiano Carranza, los trabajadores consideraron oportuno iniciar
la lucha por su reivindicación.
En la fecha
mencionada, la FSODF -que era miembro de la Casa del Obrero Mundial- promovió
en secreto la huelga general en el D.F. porque no habían sido escuchadas sus
demandas para que el pago de salarios se haga en oro, ya que, debido al
deterioro de la economía del país, el papel moneda llamado infalsificable ha
sufrido una gran devaluación", y es que cada uno de aquellos pesos valía
el equivalente a dos centavos. Debido a dicha huelga se interrumpió el servicio
de energía eléctrica en la Ciudad de México; a esta lucha se sumaron 86 mil
trabajadores.
El 12 de agosto
Carranza promulgó una Ley Marcial en contra de los huelguistas. Se arrestó al Secretario
General y miembro fundador del SME, Ernesto Velasco, así como a José Barragán.
A Velasco se le condujo entre bayonetas para que se pusieran en marcha las
plantas de energía eléctrica y después quedó preso en calidad de rehén, para
que en caso de que los obreros hicieran algo él resultara castigado.
El 2 de agosto de
1916 la Casa del Obrero Mundial fue clausurada por el gobierno y se restablecieron
todos los servicios públicos: tranvías eléctricos, alumbrado, agua, etcétera; a
los doce días se reanudaron las labores en su totalidad. Una comisión de
huelguistas se entrevistó con Carranza, pero no se resolvió nada.
El 3 de agosto,
durante la huelga, Carranza puso en vigor la Ley Marcial de enero de 1882 (que había
sido expedida por el Presidente Juárez en contra de los conspiradores y
colaboracionistas en ocasión de la intervención francesa) y dio inicio el
proceso contra los huelguistas arrestados. El 11 de agosto se llevó a cabo el
Primer Consejo de Guerra contra los activistas presos, quienes finalmente
fueron absueltos del delito de rebelión.
EI 26 de agosto se
realizó un Segundo Consejo de Guerra y en el transcurso del mismo se condenó a
muerte a Ernesto Velasco; la sentencia, sin embargo, fue suspendida. El 28 de septiembre
de ese año Carranza expidió un decreto según el cual todos los salarios
deberían ser pagados en oro nacional. A Ernesto Velasco se le liberaría hasta
el18 de febrero de 1918.[3]
Como se puede
observar, el SME era desde sus orígenes una organización sumamente fuerte- y los
diferentes gobiernos siempre han tenido a los electricistas como opositores a
las malas políticas que afectan a la clase trabajadora.
En el primer
número del periódico Rojo y Negro, Órgano del SME de fecha 14 de
diciembre de 1915, Luis N. Morones, cuando todavía no era el líder obrero, tuvo
el encargo de hacer un trabajo sobre la constitución del SME, en cuyo texto se
narraba lo siguiente":
"Fueron 50 o
60 empleados y obreros de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz de esta ciudad
los que lanzaron la iniciativa de asociarse para buscar su mejoramiento y, sin
tendencias definitivas, se reunieron por primera vez el día 5 de diciembre de
1914, en la casa habitación del compañero Salvador F. Domenzáin, ubicada en la
5a Calle de Dr. Lucio No. 102, departamento 28.
Algunos de los
asistentes a aquella reunión pertenecieron a la Sociedad que en el año de 1911 comenzó
a fundarse y que hubo de suspender sus trabajos por la infame presión que los
altos jefes de la referida Compañía ejercieron sobre los que justamente
pretendíamos unirnos para defendernos de la inmoderada explotación que veníamos
sufriendo. Se hizo necesario que pasaran algunos años para que varias
agrupaciones obreras comenzaran a obtener éxito en sus gestiones y que una
excitativa lanzada por la Federación de Obreros y Empleados de la Compañía de Tranvías
de México pusiera de manifiesto una vez más la imprescindible necesidad de
unirse, para que el personal de la Compañía de Luz convocara a la junta a que
me he referido.
Fue allí donde por
primera vez el elemento obrero, en un momento de clarividencia, decidió oponer al
soberbio empuje de sus infames opresores el poderoso dique de la fuerza
colectiva. Pero hasta ese grupo de trabajadores no había llegado la buena
nueva; acostumbrados a asociarse para auxiliarse mutuamente, no pensaban nunca
en el tremendo error en que se han basado apolilladas sociedades mutualistas y,
consecuentes con la rutinaria costumbre de quitar lo poquísimo que tiene el
trabajador para darlo al que no tiene nada, acordaron como primera providencia
la fundación de una Sociedad Mutualista, y a pesar de que hasta a algunos
miembros de la naciente sociedad había llegado la buena nueva, la palabra
prodigiosa a cuyo solo enunciado habían caído postergados los ladrones de
energías y los acaparadores de conciencias, todavía se pronunciaba con temor,
con el espanto de todo lo desconocido, la palabra mágica de SINDICALISMO y
sucedió lo que había de suceder: que desconocido el sistema de trabajo de los
Sindicatos Obreros y habiendo llegado alterados en su totalidad los datos que
acerca de esta clase de sociedades de resistencia decían tener los que se
consideraban bien enterados, el error persistió. Nombrase la mesa directiva y
el , señor presidente, amo y señor, tuvo a bien citar para una próxima reunión
que tuvo verificativo el día 10 del mismo mes en el Centro Cosmopolita de
Dependientes, sito en la 4ª calle de San Juan de Letrán, No. 60. Asistió gran
número de obreros y empleados de la Compañía de luz, dándose cuenta a los que
no estaban enterados de los trabajos comenzados.
En aquella reunión
pudo observarse que en el elemento obrero encontraron eco las ideas avanzadas,
el sistema nuevo de lucha explicado por varios compañeros, haciendo notar las inconvenientes
e innumerables desventajas que acarrearía la sociedad mutualista al trabajador;
y la mayoría anónima, con esa previsión que caracteriza a las multitudes,
vaciló, y cuando pidió la sanción de lo llevado a cabo tuvo la más hermosa de
las protestas: abandonar el salón, mostrando así su inconformidad con lo
acordado anteriormente y haciendo patente con este hecho la inclinación que
había por adoptar otro sistema, otra nueva ruta de reivindicación y ", de
progreso.
Apenas si unos
cuantos se dieron cuenta de que el presidente citaba a nueva reunión en el
Salón de Sesiones del Departamento del Trabajo para el día 14 del mismo "
mes.
En vista de la
divergencia de opiniones y ante el temor, muy justificado por cierto, de que
una gran mayoría no concurriera a la reunión del día 14, dando por resultado
que la unificación no se llevara a efecto, el compañero Domenzáin, presidente
de la Sociedad Mutualista en embrión, citó a junta privada para cambiar
impresiones el día 12 en la Sub- Estación de la Nana. Convirtiendo la azotea de
la referida Sub-Estación en salón de sesiones, se discutió largamente por los
14 a 16 socios que asistieron acerca del carácter que se daría a la agrupación,
prevaleciendo la iniciativa presentada a favor de transformar en Sindicato la
tantas veces citada Sociedad Mutualista.
Así las cosas,
verificóse la asamblea del día 14; la concurrencia escaseó por parte del
personal de la Compañía de Luz, no así el elemento obrero-electricista de otras
compañías y electricistas que trabajaban por su cuenta. Hizo notar el
Presidente la necesidad de definir de una vez por todas la índole que debería
darse a la agrupación, exponiendo que por lo observado parecía que la opinión estaba
dividida, pues mientras unos sancionaban el sistema mutualista, otros,
renuentes con estas ideas, proponían la fundación de un Sindicato. Se indicó la
conveniencia de poner a votación las proposiciones que había, resultando de
ella que por mayoría quedó aprobada la fundación del Sindicato, sólo que por
razones más o menos fundadas se tomó el acuerdo de que sería independiente de
la Federación de Empleados y Obreros de la Compañía de Tranvías.
En aquella memorable
asamblea por primera vez escuchamos absortos el verbo rojo, la frase libertaria
que templó los espíritus y conmovió los corazones. El compañero José Collado,
Director Interino del Departamento de Trabajo en aquella época, dio a conocer a
los novicios sindicalistas la doctrina salvadora, y su palabra fue el toque de
atención que despertó las conciencias dormidas, la tea incendiaria que hizo
explotar en los cerebros tumefactos del hombre esclavo, de la bestia humana, la
mole inmensa del perjuicio moral y de la resignación absurda, dando paso a la
verdad, hija de la conciencia. Jamás podré olvidar lo que se dijo y la
impresión tremenda que causáronme los conceptos vertidos. Fue algo desconocido,
algo sublime que conmovió a la falange obrera que despertó del marasmo en que
yacía y, ávida de luz, de verdad, de justicia, alzóse altiva, rebelde e
irresistible para buscar reivindicaciones no comprendidas y pagar su deuda de
odio, de atavismos innúmeros a los que trafican con sus energías. También el
compañero Huitrón y algunos otros miembros de la Casa del Obrero Mundial
reforzaron con su palabra vehemente y con su fe de convencidos las ideas
emitidas e invitaron al nuevo Sindicato a formar parte de la Confederación
Obrera.
Procedióse
enseguida a nombrar al Comité Ejecutivo por escrutinio secreto, quedando
integrado de la forma siguiente:
Secretario
General, Luis Ochoa;
Secretario del
Interior, Ernesto Velasco;
Secretario del
Exterior, Antonio Arceo;
Tesorero, Toribio
Torres;
Subtesorero, Jorge
Castro;
Consejero, José
Colado.
Nombrándose
también a los compañeros Salvador F. Domenzáin, Antonio Arceo y José E, Backler
delegados a la confederación de sindicatos,[4]
En el Sindicato de
Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México nos solidarizamos
con los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas. Sea este trabajo un
homenaje en la conmemoración de su 95 aniversario.
UN DÍA COMO HOY… 4 DE
MAYO PERO DE… 1932: Este día queda inaugurado
el servicio de alumbrado en la población de Cuernavaca, Morelos. Al evento
asistieron el Sr. Vicente Estrada Cajigal, entonces Gobernador Constitucional
del estado de Morelos, así como representantes de las dependencias federales en
dicho estado, miembros de las Cámaras de Comercio, Industria y Agricultura, así
como altos funcionarios de la Compañía Meridional de Fuerza, S.A., subsidiaria
de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. por aquel entonces.
UN DÍA COMO HOY… 4 DE
MAYO PERO DE… 1934: El más claro antecedente
de la que actualmente es la aplicación y beneficio de la “Tarifa 20” , como disfrute en el
consumo de energía eléctrica, lo encontramos en la Circular N º 204, autorizada en
esta fecha y que a la letra dice:
La cláusula referente
al suministro de energía eléctrica a los trabajadores permanentes de las Compañías
y que se incluirá en el nuevo Contrato Colectivo, quedará (como sigue):
Las Compañías
proporcionarán energía eléctrica en las zonas donde tengan establecido este
servicio sólo a los trabajadores de planta que sean jefes de familia, hasta por
100 kilowatt-horas al mes, cobrando el 50% de las tarifas señaladas para el
público”.
Con el paso de los años, volvió a atenderse
este asunto, y fue el 17 de abril de 1958 cuando se apuntaba lo siguiente:
Cláusula
95 del CCT. De que para aquellos trabajadores de planta que son jefes de
familia, en la casa que ellos habiten, (se proporcionará) energía eléctrica
para usos domésticos, en las zonas donde tengan establecido este servicio y no
les cobrará nada por los primeros 120 K.W.H. mensuales (en el CCT 2008-2010
aplican 350 K.W.H.); la energía consumida en exceso de la cantidad antes
mencionada se cobrará de acuerdo con las tarifas señaladas para el público.
UN DÍA COMO HOY… 4 DE
MAYO PERO DE… 1944: Puesta en servicio de la
primera unidad de 5,100 Kw de la planta diesel Tacubaya.
Col. del autor.
NOTA IMPORTANTE DEL
AUTOR:
Debo confesar que, con respecto a esta “Efeméride” tengo mis dudas puesto que “no
cuadran” los datos. En algún otro momento, publique otra de similares
circunstancias, y que corresponde a la fecha de
UN DÍA COMO HOY… 22 DE NOVIEMBRE… PERO DE 1948: En tal día, comenzó a funcionar la primera unidad
Diesel de la planta de Tacubaya. Posteriormente y con intervalos de treinta
días, se incorporaron a la producción cinco máquinas más hasta sumar seis, con
una capacidad de generación total de 31,500 KW.
Vista general de las casas de Fuerza, de Bombas contra incendio y Bombas
de Servicio. (1949). Colección del autor.
Por
tal motivo, sería deseable que algún compañero jubilado que hubiese laborado en
dicha planta, nos ayudara a dar sentido y coherencia a este aspecto, con objeto
de ubicar con mayor certeza los datos y así contar con “Efemérides” más
puntuales.
[1] Rojo y Negro. Periódico Socialista Independiente. 1915-1916. El
surgimiento del Sindicato Mexicano de Electricistas. México, 2ª edición,
Sindicato Mexicano de Electricistas, 2000. 189 p. Ils., facs. (Cuadernos de
formación sindical, 1)., p. 41.
[2] Versión digital de los Convenios Colectivos de Trabajo. 1915-1929, editada por el
Sindicato Mexicano de Electricistas con motivo del 90 aniversario del SME.
Pro-Secretaría de Escalafones, 2004., p. 12 de 92.
[3] José Enrique Pérez Cruz. El movimiento sindical en la UNAM, 1929- 1945.
Los primeros años Tesis de Sociología. Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la UNAM. México, 2002.:21 y 22.
[4] Rojo y negro periódico
socialista independiente 1915-1916. El surgimiento
del Sindicato Mexicano de Electricistas Cuaderno de formación sindical 1.
México 2000
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