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jueves, 7 de agosto de 2014

LUX. LA REVISTA DE LOS TRABAJADORES A TRAVÉS DE SUS PORTADAS. AÑOS DE 1950.

LA REVISTA LUX Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). CAPÍTULO V. AÑO DE 1950.
  
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Durante este año, Juan José Rivera Rojas seguía al frente del Sindicato Mexicano de Electricistas. Conviene recordar aquí su presencia, en términos de fechas:

Del 14 de diciembre de 1946 al 14 de diciembre de 1950, como Secretario General, y
Del 14 de diciembre de 1950 hasta julio de 1952, nuevamente como Secretario General.

   Independientemente de las acciones concretas que movían a cualquier sindicato con características tan particulares como las del Sindicato Mexicano de Electricistas, la revista LUX seguía convertida en el vocero oficial y oficioso de la imagen que habría que darle a la dirigencia, como promotora e impulsora de auténticas “conquistas”, con objeto de que siguiesen ocultándose otras tantas maniobras que realizaba el dirigente, quien al integrarse a las cúpulas del poder, buscaba ampliar sus territorios y aspiraciones políticas. Por ejemplo, en un discurso que emitió el propio Rivera Rojas en un banquete donde el Lic. Fernando Casas Alemán, a la sazón Jefe del Departamento del Distrito Federal durante el sexenio del Lic. Miguel Alemán Velasco, deja clara su postura al afirmar que:

Nosotros (refiriéndose a toda la comunidad del S.M.E.), somos colaboradores leales y sinceros del régimen; tengo la convicción de que no hemos buscado dificultades de ninguna especie a la actual administración. Somos los electricistas, conscientes de nuestra responsabilidad y de nuestra conciencia de clase. Por esta razón, si bien es cierto que colaboramos dentro de nuestra capacidad y esfuerzo, también es muy cierto que cuando hemos tenido la razón o hemos creído tenerla, la hemos esgrimido y la hemos reclamado con toda nuestra integridad de trabajadores mexicanos. (…)[1]

   También, durante el curso de aquel año, se cumplió una etapa más en la discusión y deliberación del Contrato Colectivo de Trabajo. En diversas “Editoriales” y artículos de fondo, surgieron constantemente una serie de opiniones que cuestionaban la postura que mostraba la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. (la empresa) respecto a su particular defensa, precisamente en los tiempos en que el asunto del C.C.T. se ponía en el tapete de las discusiones. Uno de los problemas a los que había que dar solución era el de estabilizar las tarifas, mismo que estaba siendo mezclado por la empresa en forma incorrecta, según lo que puede leerse a continuación:

QUE LA PETICIÓN PARA FIJACIÓN DE TARIFAS QUE SOLICITAN LAS CÍAS. MEXICANA DE LUZ Y FUERZA MOTRIZ, S.A. Y SUBSIDIARIAS NO TIENE RELACIÓN ALGUNA CON LAS PRESTACIONES O SALARIOS QUE DISFRUTAN SUS TRABAJADORES A TRAVÉS DEL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO Y CUALQUIERA QUE SEA LA MODIFICACIÓN O AUMENTO QUE SE PUDIERA LLEGAR A ESTABLECER POR LA COMISIÓN NACIONAL DE TARIFAS TAL MODIFICACIÓN O AUMENTO SE ORIGINARÍA EN RAZONES POR COMPLETO AJENAS A LOS TRABAJADORES DE LAS EMPRESAS Y AL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS AL QUE PERTENECEN.[2]

   Este asunto fue motivo de un enfrascamiento entre las partes, Juan José Rivera Rojas por parte del S.M.E. y del Sr. George S. Messersmith, Presidente del Consejo de Administración de las Compañías Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y sus Subsidiarias. LUX fue en esos momentos la fuente donde se publicaron diversas muestras que reflejaban los aumentos en las tarifas de consumo de energía eléctrica en relación con el pago actual, lo que significaba demostrar que había un cobro irracional de las mismas, y esto merecía el urgente ajuste en tal servicio, el cual ya estaba originando un malestar social importante.
   La empresa echó mano de cierta campaña de desprestigio hacia el S.M.E. en diversos diarios de circulación nacional. Sin embargo, bajo el principio de “Una legítima victoria”, el propio sindicato pudo demostrar que le asistía la razón en muchos aspectos, pero sobre todo aquellos relacionados con un movimiento de huelga que, por fortuna no prosperó. Es de aclarar que para ello fue necesaria la presencia “mesiánica” de Rivera Rojas, tal y como se refleja a continuación:

   La personalidad y la obra de JUAN JOSÉ RIVERA ROJAS y demás miembros de nuestro Comité Central, no solamente resistieron los impactos (referente a las críticas y denostaciones que surgieron desde la Empresa), sino que a través de la tormenta han destacado después con caracteres más firmes; y la unidad del Sindicato Mexicano de Electricistas, que torpemente, poniendo como supuesto jefe de un movimiento “depurador” que idearon los “genios” al servicio de la “Méxicana” Compañía de Luz como la fórmula ideal para dividir al Sindicato, a un demente mercenario y traidor, no solamente permaneció intacta, sino que se hizo aún más sólida, como el buen acero, que a base de golpes va adquiriendo una mayor calidad.[3]

   Tal conflicto permitió descubrir el pago que la Empresa estuvo haciendo, en calidad de aportación especial al fondo de publicidad que debía manejarse por parte de la Cámara Nacional de Electricidad. Dicha aportación ascendía mensualmente a $90,000.00, lo que en aquella época era un monto sumamente elevado. Volviendo al asunto de las tarifas, llegó a pensarse por parte del S.M.E. que si estas no eran motivo de ajuste, se sugería por tanto al gobierno de México “se avoque al estudio de la expropiación de estas empresas, pues consideramos que solamente perteneciendo tal industria al país será factible el progreso de México” (de un pronunciamiento que hizo el S.M.E. con fecha 25 de abril de 1950).
   Hubo de llegar el 15 de mayo de 1950, fecha límite para que la Empresa respondiera las demandas del S.M.E., y como no hubo tal, se declaró la huelga, por lo que en diversas instalaciones se interrumpieron los circuitos por parte de diversos operadores instruidos para el caso. Incluso, fuerzas federales tuvieron que apostarse en diversas instalaciones estratégicas hasta en tanto no se solucionara el conflicto que había comenzado a tener tintes muy serios, pues con ello se ponía en riesgo un enorme conjunto de elementos propios de la infraestructura industrial, hospitalaria, edificios de gobierno, servicios públicos, el suministro de luz a consumidores domésticos, entre otras razones.

LUX. La revista de los trabajadores. México, año XXIII, abril y mayo de 1950, N° 3-5, p. 27.

LUX. La revista de los trabajadores. México, año XXIII, abril y mayo de 1950, N° 3-5, p. 30-1.

   Evidentemente para el mes de mayo, el panorama fue favorable al S.M.E. En la propia LUX no dejaron de mostrarse aquellas victorias (se respetó, entre otras cosas el derecho de huelga).
   Más tarde vino otra etapa, la del Informe Semestral que obligadamente deben presentar los integrantes del Comité Central para dar cuentas a las bases sobre avances y demás aspectos relativos al interior del S.M.E.
   En otras partes de la revista se deja notar el discurso antiimperialista pero también anticomunista que encabezaba Rivera Rojas, como intento de no mostrar una tendencia que le hiciese pasar como seguidor de alguna de estas corrientes que él mismo combatía. Abundan los reportajes gráficos sobre reuniones sociales en donde la figura de dicho personaje se convierte en leitmotiv y cada ágape es motivo de celebraciones y exaltaciones hacia su persona, cuyo trato alcanzó verdaderas condiciones de idolatría. Siguieron apareciendo, como una costumbre establecida y en una sección denominada “Literatura proletaria”, una serie de poemas concebidos desde esa condición, la cual vino a enriquecer el catálogo de versos que hoy día conciben un muy completo legado de inspiración en tema tan específico como el que inspira el trabajo o la mano de obra.
   La presencia femenina en forma subliminal vuelve a ser aquí otro asunto que difunde la revista, no como un elemento de fuerza de trabajo, sino como factor de exaltación hacia la mujer, sobre todo si se trata de diversas figuras en las que se acentúa cierta sospecha sobre si más de alguna de ellas se hubiera convertido en “amor platónico” del propio dirigente, como fue el caso en años anteriores. Informes varios sobre otras tantas divisiones, textos literarios, registro de algunos conciertos, funciones de cine, información deportiva y un enorme despliegue fotográfico constituyen el contenido de la publicación al cabo de 9 números que salieron en el curso de 1950.

 LUX. Año XXIII, N° 1-2, enero y febrero de 1950.
 LUX. Año XXIII, N° 3, 4 y 5, marzo, abril y mayo de 1950.
 LUX. Año XXIII, N° 6, julio de 1950.
LUX. Año XXIII, N° 7, 31 de julio de 1950.



[1] LUX. La revista de los trabajadores. México, año XXIII, enero y febrero de 1950, N° 1 y 2, p. 26-27. Estas ideas provienen del artículo “Nuestro sindicato y las instituciones revolucionarias” que fue, a su vez el material que concentró el discurso completo que pronunció Juan José Rivera Rojas el 1° de febrero de 1950. En tal fecha se formalizaba el acuerdo para la urbanización de los terrenos de “nuestros agremiados”.
[2] Op. Cit., p. 32.
[3] LUX. La revista de los trabajadores. México, año XXIII, abril y mayo de 1950, N° 3-5, p. 5.

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