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lunes, 25 de agosto de 2014

IMPORTANTE REPARACIÓN.

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Toca el turno en esta ocasión, de rememorar un acontecimiento ocurrido hace poco más de 50 años en la ciudad de México. Por sus características, la propia Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., consideró que se trataba de una labor llena de talento, conocimiento y profesionalismo, todo esto por parte de su propio personal. Concretamente le correspondió el honor de tal privilegio a quienes formaban parte del Departamento de Cables Subterráneos, quienes intervinieron en la reparación del cable a 85 K.V. entre las subestaciones Nonoalco y Jamaica… algo que no había sido posible sino hasta entonces, lo que llenó de orgullo a todos quienes hicieron suyo el espíritu de LyFC. 

Portada de la Revista LyF, correspondiente al mes de mayo de 1959.

Vayamos al recuento de aquel memorable hecho.

   A las 3.18 hrs. del pasado 3 de marzo (de 1959), se registró una falla en el cable subterráneo de 85,000 voltios en el tramo comprendido entre las Subestaciones “San Lázaro” y “Jamaica”, cuyos relevadores de protección al entrar inmediatamente en operación evitaron mayores desperfectos.
   Como se recordará, el 10 de octubre de 1951, la Compañía dio fin, en el Distrito Federal, a uno de sus más importantes trabajos de ampliaciones de ese año, al terminar la instalación de un cable subterráneo de 85,000 voltios, entre las Subestaciones Nonoalco-San Lázaro-Jamaica, lo que permitió mejorar notablemente las condiciones de distribución de energía eléctrica en la Ciudad de México y zonas circunvecinas, dando consecuentemente mayor flexibilidad en la operación de la red y reduciéndose al mínimo las posibilidades de interrupciones por fallas en las líneas.


   Esta línea subterránea que tiene una extensión aproximada de 10 kilómetros, fue instalada para operar con el sistema de “presión con gas”, para lo cual se procedió a enterrar a una profundidad mínima de 2 metros, un tubo de acero de 14 centímetros de diámetro. En cubo interior se colocaron los tres cables monofásicos que forman la línea; con objeto de hacer posible la operación del cable a un voltaje tan elevado, el tuvo fue llenado con nitrógeno a una presión aproximada de 14 atmósferas.


   La falla mencionada en primer término y que nos ocupa en esta ocasión, se debió a la perforación del aislamiento de uno de los cables, estableciéndose un arco eléctrico entre la fase y tierra o sea el tubo, lo cual éste se perforó, originándose el escape de todo el gas.
   La localización del lugar exacto de la falla se logró rápidamente contando con la ayuda de la amplia experiencia del Sr. Ing. Humberto Barocio, Superintendente General de Cables Subterráneos. Al efectuar el Ing. Barocio una inspección a lo largo del cable, en la esquina que forman las calles de Juan de la Granja y Emiliano Zapata, notó la ausencia de polvo a los lados de la junta de dos lozas de la banqueta, ocasionada por el soplo de gas que había estado saliendo. Esta localización del lugar se efectuó a las 5.00 hrs. del mismo día.


   Con las sugestiones de los señores Balaska y Gustring, técnicos especializados y enviados por la Phelps Dodge Copper Products Cor. de Nueva York, se procedió a cortar totalmente el tubo en una extensión de 64” usándose cortadores y sierras de diamante de alta velocidad, poniéndose especial cuidado y protecciones con objeto de no dañar el cable.
   Se encontró con que la cubierta especial de polietileno estaba muy dañada por lo que se decidió hacer la reposición del cable en una extensión aproximada de 150 mts. para lo cual se efectuaron dos empalmes del mismo, uno en la esquina de F.C. de Cintura y Emiliano Zapata y otro en el pozo N° 7.


   Cabe hacer notar que los trabajadores que intervinieron en la reparación y empalmes del cable y que actualmente son Sobrestantes son los mismos que instalaron el cable original hace 8 años.


 Revista LyF, Año VI, N° 57, mayo 1° de 1959, p. 2-4.

   Una vista actualizada del sitio se pudo encontrar en Google Earth:


Esquina de Juan de la Granja y Emiliano Zapata, Colonia Merced Balbuena, D.F.



El registro que se aprecia -cubierto con rejilla tipo "Irving"-, es posible que tenga relación con el hecho aquí relatado. Puede apreciarse también la tapa de concreto con la leyenda LyF.

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