LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA (1903-2009): LUX. LA REVISTA DE LOS TRABAJADORES A TRAVÉS DE SUS PORTADAS. AÑO DE 1953.

LA REVISTA LUX Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). CAPÍTULO VIII. AÑO DE 1953.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

A diferencia de los años anteriores, la edición de LUX. La revista de los trabajadores tuvo, al menos desde el número de septiembre de 1952, y bajo el concepto de Segunda Época, una novedosa propuesta que no alteraba, en principio el formato de la misma, sino la sustancia, el contenido, reivindicando los valores que representaban al trabajador en su condición más pura, incluso utópica, procurando con ello la recomposición que habría perdido el gremio electricista luego de esos diez años oscuros (1942-2952), en los que Juan José Rivera Rojas como Secretario General, impuso los excesos del poder, sirviéndose del sindicato mismo. Diez años que, en alguna medida frenaron la marcha de ciertas aspiraciones al interior de una institución corporativa que había superado en 1936 los efectos de una huelga de grandes proporciones, la separación o el divorcio habido con los trabajadores de la Compañía Mexicana de Tranvías, lo cual significó en alguna medida un atenuante en la fuerza que, en tanto movimiento social estaba demostrando en momentos que especialmente adquirían un significado particular. Tal es el caso de una huelga o la revisión del contrato colectivo de trabajo, para mencionar dos de los de gran calado.

En 1953, y tras la presencia efímera del “Comité de Verónica” (del 2 de agosto al 14 de diciembre de 1952), surgió el nuevo Comité Central, encabezado por Guillermo Preciado Gómez, mismo que estuvo vigente del 14 de diciembre de 1952 al 14 de diciembre de 1954.

Así que hubo una valiosa oportunidad de enmendar los destinos del S.M.E., y LUX. La revista de los trabajadores en 26 número publicados aquel año, se convirtió en vocero incondicional de aquellas acciones que permitieron recuperar el tiempo perdido, hasta el punto que cada reunión convocada por los líderes o por el esquema convencional establecido para congregar a las bases, cobraban nuevos significados: los de un futuro prometedor sobre el cual habría que sembrar esperanzas, sobre todo en aquellas épocas donde nada garantizaba aquellas aspiraciones. Entre otros ideales la mayoría de los electricistas trabajaban bajo principios en los que declaraban sus principios: ACTUAMOS FERVOROSAMENTE PARA LOGRAR QUE SEA LO QUE DEBE SER: UN HOMBRE QUE VIVA EN UN AMBIENTE DE JUSTICIA SOCIAL.

El número de la revista publicado en mayo sirvió para desplegar nuevos alientos que luego, en el correspondiente al 1° de junio quedó comprobado al cubrir la “nota” del desfile obrero, aquel que se realizaba cumpliendo los dictados del partido en el poder, por lo que muchos sindicatos quedaban sujetos a aquel cumplimiento en forma casi religiosa, condicional, que significaría su reacomodo en el tablero de la cúpula obrera, hasta el punto de entorpecer los destinos fijados por la Confederación de Trabajadores de México, la C.T.M., a cuyo frente había quedado apenas unos años atrás Fidel Velázquez.

Tuvo que llegar el número 14, correspondiente al 15 de julio, con el cual se conmemoraba el “primer aniversario del movimiento de Verónica”. Mujeres y hombres en multitud, con actitudes que demuestran alto grado de convencimiento, ilustraron aquel célebre ejemplar de la revista, en la cual se relataban con el reposo de los meses transcurridos, aquellos lamentables hechos que ocurrieron la tarde del 21 de julio de 1952 en el “Garage de Verónica”. Pasado un año, aquel ya era un auténtico movimiento Pro-Libertad Sindical ejecutado en el patio de Verónica, mismo que se convirtió en auténtica muestra convulsión de los trabajadores, quienes en esos momentos estaban cansados de tanta opresión, corrupción e indignidades que se habían posesionado de “nuestro respetable y glorioso Sindicato”. Y es que no fue alguien en particular quien derrocó el régimen anterior, fue el Sindicato compuesto por la inmensa mayoría de sus agremiados.

LUX. Año XXVI, Segunda Época, N° 14, 15 de julio de 1953.

En el primer aniversario de aquel suceso que se convirtió en una vuelta de tuerca para el S.M.E., ese venerado “Patio de Verónica”, fue nuevamente escenario, sólo que para recordar gloriosamente un hecho sin precedentes.

LUX. La revista de los trabajadores. Año XXVI, 2ª época, 15 de agosto de 1953, N° 16, p. 8.

“Con mucho júbilo y entusiasmo se celebró este primer aniversario, llevándose a efecto dos ceremonias: la primera en el Patio de Verónica, donde se descubrió una placa conmemorativa por los compañeros David Villanueva Zárate, Primitivo Fernández Huerta, Luis Valadez Campos, Guadalupe Martínez y Miguel Álvarez: esta placa tiene la siguiente leyenda: “PATIO DE VERÓNICA – EN ESTE LUGAR SE INICIÓ Y TRIUNFÓ EL MOVIMIENTO PRO-LIBERTAD SINDICAL DEL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS. MÉXICO, D.F., 21 DE JULIO DE 1952” El antiguo compañero David Roldán G., lanzó una de sus características alocuciones que entusiasmó a los trabajadores, como lo hiciera en los tiempos terribles de la lucha. (Por otro lado) En nuestro Edificio Sindical se verificó una velada, la cual estuvo en extremo concurrida; fue amenizada por varios artistas radiofónicos, entre ellos el notable recitador Manuel Bernal y Lupita Alday; cooperó en el acto una estudiantina que llevó nuestro compañero Eliseo Vázquez, la cual fue muy aplaudida”. El texto anterior, acompaña a la imagen arriba incluida.

Bajo ese tenor siguieron publicándose los números restantes en ese 1953, ciclo en el que el S.M.E. recobró dignamente su verdadero camino. Una caricatura elaborada por Antonio Cué, parece ser la síntesis de todo este asunto: